Partida Rol por web

Aleena se acerca a la barandilla, tira al suelo el rapier y saca el arco. Después dispara a Saul, pero el trio falla por mucho.

Saul, entre gestos visibles de dolor, sonrie a Erion, mientras se mueve para esquivar sus ataques. Mientras baila amagando a Erion, al que veis como perdido en esos amagos, veis como comienza a apartar la arena del suelo. Parece que bajo la arena hay algo de madera...

¿Acaso crees que evitarás que consiga mis objetivos? Sois unos necios... ¡Necios!

Cuando Eleânil va a poner la flecha en el arco, se le cae por encima de la barandilla: Mierda de armas

El-Rohir contempló como su congénere trataba de coger la flecha y ponerla en una cuerda ficticia dos pulgadas a la derecha de donde estaba la real. La flecha cayó evidentemente por la barandilla.

-Estooo Eleanail ¿No estarás viendo dos cuerdas ahora mismo?.-No pudo dejar de reír a pesar del dolor de las heridas.

Su propio disparo, de otro orbe que conjuró con las manos, salió igualmente desviado y quemó sólo un poco de la arena al lado de Saúl.

- ¿Y tú a dos Saul? respondió el hechicero algo molesto por el comentario

Sighvat se pone de pie sobre la barandilla, preparandose para saltar en el proximo turno, ruge y abre los brazos.

- SAUL ¡¡¡¡ - ruge el barbaro - HOY LOS BARDOS CANTARAN TU MUERTE ¡¡¡

Saul mira de reojo la inmensa mole del bárbaro, y una gota de sudor frío le recorre la cara...

- ¡Tu muerte pondrá fín a tus objetivos necio! ¡Mírate! ¡Estás medio muerto y aún sigues aullando como si tuvieras las de ganar!

Aleena vuelve a intentar clavar una saeta a Saul, pero decide acompañar al elfo y se le cae la flecha antes de poder ponerla en el arco...

¡Antes de marcharme, te llevarás un regalito mio!

Saul lanza una estocada contra el paladin, pero para su sorpresa, la armadura es demasiado dura y no consigue penetrar las defensas a pesar de su engaño.

Tras reponerse, sigue moviendose y consigue apartar la arena para descubrir una portezuela de madera, con una enorme cerradura metálica.

El-Rohir vuelve a tratar de golpear a Saul con su magia... pero el condenado tiene demasiada suerte.

Eleânil está tan furioso de tener que usar armas en lugar de su magia que ya no atina con el arco.

El barbaro salta y cae violentamente al lado de Saul, flanqueando a su adversario y levantando una nube de polvo. Descarga su hacha con un rugido enorme, el filo del arma parece que se dirije hacia el hombro se Saul....

Aleena niega con la cabeza, enfadada

- Ah, no. Después de todo lo que has hecho, tu no te irás - dice disparando una nueva flecha que, a pesar de su pequeño tamaño, se clava en el cuerpo del traidor.

Hecho esto cambia de armas, para tener el rapier en las manos, dispuesta para saltar en el próximo asalto

Aprovecho la confusión de Saúl ocasionada por la llegada del bárbaro y mi espada penetra limpiamente en sus defensas con una estocada directa y profunda.

Saul abre los ojos desmesuradamente mientras la espada del paladín penetra en su vientre lentamente, como si el tiempo se hubiera detenido. Mueve la cabeza levemente a derecha e izquierda, en un gesto de negativa e incredulidad. Cuando el paladin saca la espada, Saul cae de rodillas, y despues termina tumbado en la arena. Si no fuese por esta, el charco de sangre sería enorme.