Partida Rol por web

Estáis acampadas junto a las tropas. El resto de los generales han ido a la ciudad. La tarde va declinando y desde vuestra posición en el bosque podéis verlo todo.
El continuo trasvase de carros que comercian con Polopponi os lleva a pensar que es una ciudad que necesita recibir alimentos de forma continua. Y también os dais cuenta de que es un enclave vital para el comercio. Sin duda la conquista de la zona será mucho más fácil dominando esta ciudad comercial.

Estáis solas, adelantadas a vuestras tropas. Escucháis unos ruidos en el bosque. A vuestra derecha. Escondidos tras el espeso follaje.

Sira quedo absorta en sus pensamientos en como poder saquear la ciudad y despues aprovechar sus recursos comerciales, cuando de repente un ruido entre la maleza del bosque hizo que salira de su burbuja.

Miro a Reyka y despues saco despacio el arco y una flecha ves por detras Reyka yo hare que se fije en mi... Dijo susurrando al oido.

Cuando vio que Reyka se alejaba de su posicion dijo abiertamente al follaje Quien va sal o te prometo que de un disparo te atravesare la garganta

Las malezas siguen moviéndose. Reyka asiente ante las palabras de Sira con su silencio casi habitual.
Los soldados están cerca, a un simple grito. Pero en este momento ninguno de las tropas os acompaña. Entre las zarzas podéis ver unos tejidos de color negro. Se mueven rápidamente y ...

Zassssssss zasssssssss zassssssssss.

Los matorrales se mueven ligeramente y ahora veis el movimiento sobre las ramas de los árboles. Un par de hojas caen sobre el suelo y apenas se ve el movimiento. Son una o dos figuras, sois incapaces de distinguirlos, tal vez sean incluso tres. Se mueven sin hacer ruido y a una velocidad increíble.

Sira lanza una flecha donde se supone que estan y al ver como el disparo de la flecha le ha salido bastante torcido dice Eso solo era un aviso no os movais y salir de vuestro escondite. Perros! Veamos si Reyka hace algo util

Ziiiiiiiiiissssssss zassssssss zissssssss zassssss.

La flecha atraviesa las ramas de los frondosos árboles. Puedes ver cómo un hombre vestido con trajes negros ceñidos al cuerpo, parecido a una sábana que lo envolviera por completo cae de un árbol, pero antes de llegar a media altura del suelo gira en el aire y se agarra de una rama con una agilidad tremenda. Se sujeta y vuelve a subir al árbol. Pero no es suficiente, su cuerpo golpea el suelo y se queda a varios metros de distancia de Sira, a merced de su arco.

Otras ramas de árbol se mueven más adelante del hombre que se cayó y que enseguida sigue a sus compañeros. Se paran apenas un momento ante tus amenazas, pero siguen avanzando a toda velocidad.

Sira oye mas ruidos y decide seguirlos por si los coje Quietos perros! os juro que como no os pareis os seguire hasta arrancaros el corazon a mordiscos. Perros espias!

El hombre que cayó frente a vosotros tiene los ojos rasgados y está cubierto con unas sábanas muy ceñidas al cuerpo. Os mira girando la cabeza casi 180º y poniendo una postura que hace que su cuerpo permanezca casi pegado al suelo. Tras esto se pone de pie e inicia una carrera en dirección hacia donde huyen sus compañeros.

—¡A mí, Soldados! —gritó Reyka al tiempo que echaba mano a su espada y espoleaba a sus caballo—. ¡Por Omm, Cimeria! ¿a qué esperas? —le preguntó a Sira en tono perentorio—. ¡Vamos a por esos cabrones!

Se puso al galope en dirección al hombre de negro que huía con la intención de arrollarlo con el caballo o, si no le era posible, alcanzarlo y arrojarse sobre él desde la montura.

La escena es un tanto caótica. El hombre ataviado con ese extraño traje que le cubre incluso la cara dejando ver tan sólo sus achinados ojos se pone de pie. Os ha dado tiempo a rodearle, pero sin embargo durante ese tiempo, sus compañeros están aprovechando para escapar. Ahora mismo los otros (aunque no sabéis si hay más de uno, de dos o cuántos) están brincando por encima de las ramas de los árboles para alejarse de vosotros en dirección al camino de comerciantes.

El hombre con ese extraño rasgo en los ojos pronuncia un grito estraño. Algo parecido a ...

KIIIIIIIIAAAAAAA

Y echa mano en su espalda de una espada que tiene un mandoble muy fino y que parece continuar el mismo filo de la espada. Sin duda jamás habíais visto algo parecido.

Sira dispara rapidamente y rapidamente saca su cimitarra, la cual siempre le dio grandes alegrias Cuidado! a ver si te cortas perro!!!

Reyka lanzó una carcajada.

—¿Se supone que eso es un grito de batalla? —le preguntó burlona al guerrero de negro—. Es lo más marica que he escuchado.

Preparó su arco y apuntó con cuidado a una pierna del extraño personaje de negro. Su flecha y la de Sira, abandonaron sus arcos casi al mismo tiempo, en pos del extraño hombre de negro.

El hombre no parece demasiado amedrentado ante vuestras palabras. De repente, sin previo aviso, ya está de pie y le ha dado tiempo a correr hasta Sira que era la más cercana a él. Sus pies apenas han hecho ruido en el suelo y el polvo que levantan al caminar parece que aparece mucho después de haber pisado el suelo.
El tajo de la extraña espada corta el aire produciendo un silbido que Sira escucha muy cerca de ella, tanto que nota como el corte hace una herida en su muslo haciendo saltar la sangre contra un árbol

Sira lo golpea salvajemente, sin la soltura que parece demostrar el hombre, pero a pesar de todo efectiva. Tal y como lo hacen los bárbaros en las montañas. Lo importante es derramar la sangre a los dioses. A la vez Reyka dispara su arco y la flecha se ensarta en el hombro del hombre con los ojos rasgados, pero no llega a quedarse clavada. El hombre ha recibido un tajo de la cimitarra de Sira y un flechazo de Reyka, pero sigue de pie.

En ese momento aparece Sidhe por el bosque. Es la primera en responder a vuestros gritos de auxilio.
Y también podéis escuchar que en el bosque hay más gente. Pero los ruidos no provienen de la dirección en la que están vuestros soldados, sino de aquella en la que huyeron los otros ninjas.

Un instante me vasta para ponerme en situacion,mis compañeras estan en lucha y por lo que parece van ganando,aunque una de ellas tiene una herida por la que mana un licor rojo y brillante que deja un rastro al saltar en los arboles y el suelo,gotas que delatan lo cruento de una pelea a muerte,la linea fina que separa la vida del triunfo.......

Saco mis dagas y paso veloz al lado de Reyka,dejando margen para que esta vuelva a tener un blanco limpio del objetivo,sin interferir en su linea de tiro y me acerco hacia el contrario de Sira,para realizar un ataque por la espada,esperando qeu este lo sufientemente distraido por las heridas y sin perder de vista a mi compañera en su lucha tan cercana y asi asestar el golpe definitivo en su garganta por detras de este...........

Reyka soltó una imprecación cuando vio el poco efecto que su flecha había hecho sobre el extraño guerrero. Vio como se abalanzaba sobre Sira y le causaba una herida en un muslo.
Reyka dejó caer el arco, para desenvainar una de sus dagas e, inclinándose hacia delante, describió un círculo, moviéndose a gran velocidad, para situarse por detrás del oriental y sorprenderlo por la espalda.