Partida Rol por web

El Sr. Ausperg se comportó como todo un caballero hasta el último momento, y eso Joseph lo valoraba. Se sentía a gusto doblemente con ese hombre: por sus modales y por su status. Tomó nota de los lugares que le recomendaron, aunque ciertamente habría esperado algo más... exótico, pero era mejor eso que nada.

El resto del día no tuvo mayor interés, lo realmente bueno se hizo esperar hasta la noche. El matrimonio Abel era muy agradable y Joseph estaba contento de haberlos conocido. Jospeh estaba seguro de que habría disfrutado la cena con ellos incluso sin la presencia de Rubee. ¿Y qué decir de ella? Esa chica era una auténtica maravilla. Bella, divertida, con empuje... y todo eso sin contar su excelente desempeño en la cama. Además discreta. Eso, sobre todo a su joven edad, para Joseph valía mucho, era un signo de madurez.

Al otro día Joseph se levantó con un inusual hambre. Y claro, se había salteado el desayuno, de tan cansado que estaba. Al menos esas horas extras en la cama le permitieron recuperar las energías. Como no faltaba demasiado para el almuerzo se vistió a toda velocidad, y fue a buscar a Charles a su habitación. Desde el día anterior quería hablar con él pero no se había presentado la oportunidad. Si no estaba, iría al comedor del hotel para ver si había decidido almorzar allí.

A la hora de almorzar, aunque habéis llegado por separado, ambos coincidís en el restaurante del hotel. Charles ya está sentado a la mesa y por la puerta aparece un sonriente Joseph.

Joseph estaba de buen humor luego de la noche anterior. Cuando llegó a la mesa donde Charles estaba sentado, le dio una palmada en el hombro y se sentó en el lugar que había enfrente. Enseguida, con un sobreactuado gesto de preocupación, le preguntó:

_¿No estará ocupado para tu nuevo amigo, verdad? Si es así tan solo dímelo y me busco otra mesa, jajaja. ¿Quieres contarme qué estuvieron haciendo ayer? ¿Y desde cuándo te juntas con esa clase de... personas? -concluyó, como si le costara reconocer algo de humanidad en Ibrahim-.

Me alegró muchísimo volver a ver Joseph, y más con ese buen humor. Parecía un siglo que no nos veníamos y sin embargo sólo habían pasado unos días desde que llegamos.

Por supuesto, éste lugar estaba reservado para ti, es más fui a verte anoche a tu habitación pero no estabas...en fin, descorchemos está botella de vino mientras almorzamos y charlamos. Tengo muchas cosas  que contarte.

La luz del comedor era perfecta para una conversación amena y entretenida. Y así lo fue, una vez almorzamos, pedimos al camarero que nos acercara una botella de brandy y un par de habanos.

Pues bien, Joseph, espero que tu viaje en solitario por la ciudad de Viena, haya sido más fructífero que el mío, acompañado por el profesor Ibrahim. No es mala persona, al menos de momento, no se ha portado mal, aunque sí algo reservado y desconfiado. Permítame que te narre....

Como recordaras salimos del hotel en dirección a la biblioteca  de Viena, dicho sea de paso...nada averigüé allí sobre los objetos de la subasta, y menos el señor  Ibrahim puesto que su alemán es nulo, eso sí, reservado donde no los haiga....pues paramos antes en un banco para que el hiciera sus transacciones oportunas, vamos efectivo para la subasta. .... doy un sordo a mi copa de coñac mientras continuo ....

y no soltó prenda sobre la cantidad que tampoco me importaba, aunque he de resaltar que no habíamos parado el taxi y ya estaba dentro del banco...sólo...sí estuviéramos en nuestro querido país...le habría disparado un tiro en un pie, para enseñarle modales...

Saboreo el exquisito coñac que nos han servido para callarme unos segundos....

Tampoco me hablo sobre los objetos qué le podrían interesar en la subasta.... a pesar de advertirle que a mí no me interesaba ninguno, quizás algún libro por ampliar mi biblioteca particular....por comprarlo..si compro.y mucho menos...vamos...hablarme sobre alguno de los mismos. Tendrá información de los objetos todos o algunos...SI, querrá compartir....NO.

¿qué te parece amigo mío?¿de donde saca tanta desconfianza?No me extraña que en la universidad no tenga muchos amigos.... ya casi acabo... 

No sabía que aquí sirvieron grandes de tan buena calidad....ummmnnn.. bien visto Joseph...llena las copitas .... Sonrio mientras lo hace.

Ésta noche s la subasta, supongo que te habrás acreditado ya, nosotros así lo hemos hecho, sin embargo antes de ir, nos tenemos que pasar por una tienda de antigüedades  que nos aconsejo el señor  Ausperg ..... el dueño es un judío llamado...Reuben . Nos facilitará información sobre un lote de la subasta, naturalmente .... de un libro. Porque al señorío Ibrahim....iba de sobrado...y le daba igual. Tendrá toda la información sobre los lotes y la querrá sólo para el.

Te apuntas?.... afortunadamente teníamos buen saque, gran aguante y mejor paladar porque la botella se estaba acabando y no era agua precisamente su contenido. Recordaba las fiestas privadas en la universidad con algunos alumnos espabilados y algún que otro colega....grandes partidas de cartas también... en fin, y hasta aquí todo mi paseo por la ciudad, qué dicho sea de paso....me lo podía haber ahorrado.... cuéntame , espero que tu viaje haya sido mejor.... Después de oírte, habrá que preparar alguna estrategia para la subasta...

Dando un ligero baile a la copa en mi mano insto a mi colega y amigo Joseph a que me cuente su historia..

Mientras Charles hablaba (bastante), Joseph hacía bailar el vino dentro de su copa. Escuchaba con atención, pero su mirada se apartaba de la copa solo cuando Charles decía algo que le llamaba particularmente la atención. Quizás por efectos del vino, su amigo estaba más verborrágico de lo que recordaba.

Qué suerte que no pasaste por mi habitación demasiado tarde -sonrió, pícaro-.

_Debo decirte que tu día ha sido más entretenido que el mío, no creo que así la noche -volvió a sonreir-. Cuando se fueron conocí a una pareja muy agradable, de Boston. ¿Puedes creer la casualidad? El matrimonio Abel. Con ellos cené y con una chica encantadora que está aquí con ellos, la Srita. Tuestday. Debe ser por eso que no me encontraste anoche en mi habitación. Te decía, los conocí a ellos aquí mismo y luego fui a la Casa Ausperg a acreditarme. El Sr. Ausperg me dio una muy buena impresión. Me envitó a la cena previa a la subasta, supongo que a ti también. ¿Irás, verdad? Y luego simplemente di unas vueltas por la ciudad, visitando sitios que él mismo me había sugerido, pero nada digno de mencionar.

Luego del relato necesitaba humedecer un poco la garganta, y así lo hizo.

_Respecto a tu amigo... ¡Claro que es desconfiado y reservado! Es de otra raza, de otra religión, y por sobre todas las cosas es un charlatán. Nadie se acerca a él si no es por un interés propio. Yo mismo pensé que había un interés oculto de tu parte para querer su compañía. Nadie en su sano juicio se acercaría a una persona así, es normal que desconfíe cuando alguien lo hace. Tú mismo lo has tratado siempre con recelo. Aprovecho para decirte: no lo tendré cerca esta noche. No me molesta si tú quieres estar junto a él, pero no me lo pidas a mí. No me extrañaría si a mitad de la subasta se arrodilla y comienza con los rituales extraños de su religión.

Tomó otro sorbo de vino pero esta vez para calmarse. Sin notarlo se había alterado levemente.

_Puedo acompañarte a ver a ese tal Reuben. Como sabes, no me interesan los objetos de la subasta, pero no tengo nada mejor que hacer. Ya sé cuál intentaré conseguir. En cuanto lo consiga intentaré alejarme de ese mundo de locos lo más posible.

Asombrado pero no sorprendido por las cualidades de Don Juan de mi amigo.....me quitó el sombrero y sonrío ....

Magnífico truhan y conquistador .... espero que te divirtieras .... Jeje....por casualidad acudirán alguno de ellos a la subasta?

volviendo a poner el sombrero en mi cabeza.

Dime....de qué objeto se trata....quizás la espada que me dijiste? ... si te hace falta dinero para la subasta puedo dejárselo.....la verdad....

Imagina la cara de Ibrahim al quedarse sin objeto Si pujais por el mismo.... o los mismos.y más si eres tú  quien se lo quita de las manos...jaja 

pensando durante unos segundos....lo miro.....

si, si te hace falta dinero para la subasta, amigo mío, cuenta con el mío.

le comento  sonríndole ampliamente.

una cosa más.....sabes algo sobre los objetos....porque yo nada de nada. Y si, estás más tranquilo, no vengas con Ibrahim y conmigo a la tienda de Reuben , nos veremos en la subasta y allí, si me sentare a tu lado....a no ser claro está que lleves algún acompañante femenino...jajaja .

Sonrio animosamente 

Lo dicho, cuenta esta noche con una cartera mas abultada de lo normal, voy a vestirme con mis mejores galas , iré a la tienda de antigüedades y luego a la subasta. termino al soltar la copa vacía en la mesa Y levantándose me dirijo a mi habitación...

Ahhhh....si tu amiga .... tiene otra amiga.... acuérdate de mí ...... Romeo. 

me alejo riendo a carcajada limpia.

_Charles, aguarda.

Joseph pensó que su amigo estaba bromeando, pero luego de un rato de hablar con él comenzó a desconfiar. ¿Por qué estaba actuando tan raro?

_Ehh... sí, por supuesto, te pediré si necesito algo de dinero -incluso tenso, rio. ¡Es que era un ofrecimiento demasiado gracioso! ¿Pensaba Charles que había quedado en bancarrota?-. Y no, no conozco nada de esos objetos. Sabes que no me interesan. Quiero el Ankh o la espada pero sinceramente poco me importan sus historias. Y sobre mi amiga, no creo pero podría preguntarle, aunque ninguno irá a la subasta. De todos modos quisiera saber qué está pasando por tu cabeza en estos momentos. ¿Qué es lo que no me estás diciendo? ¿Por qué vas con el charlatán a la casa de antigüedades? Has pasado la mayor parte del tiempo desde que llegamos con él. ¿Qué te traes entre manos? Me sorprendes. De hecho pensé cuando me invitaste que irías solo.

Joseph no encontraba explicación para aquello. ¿Qué hacía Charles con ese hombre?

Al volver sobre mis pasos a la mesa del restaurante, no pude dejar de darme cuenta de la cara de asombro que tenía mi amigo Joseph, debía aclararle ciertas cosas para que se quedara tranquilo.

"Amigo mío, tranquilo, vuelvo a explicarte mas resumido: fui con Ibrahim para conocerle un poco e intentar averiguar algo sobre los lotes de la subasta....pura estrategia. ¿Recuerdas nuestras partidas de cartas en el club? Pues lo mismo. Y en lo que se refiere a la tienda de antigüedades...pues nada...mas de lo mismo. Viene el profesor Ibrahim, y como no te cae muy bien que digamos...pues si quieres..no nos acompañes y nos vemos en la subasta, pero si quieres venir puedes hacerlo." termino de explicarle la situación una vez más a mi colega Joseph mientras me sirvo una última copa.

"Si no tienes mas dudas sobre mi comportamiento....me retiro a mi habitación para ducharme y vestirme con mi mejor traje...hay que causar buena impresión...quien sabe...igual conquisto a alguna ricachona" sonrío abiertamente al siltar un par de carcajadas. Levantandome de la silla le comento: "Dentro de un ratillo he quedado con el profesor Ibrahim en el hall del hotel, si quieres acompañarnos ya sabes que hacer" "Hasta luego" Me despido de mi amigo cortesmente.

Joseph escuchó la explicación de Charles con gesto inexpresivo. Cuando Charles finalizó, se quedó unos segundos en silencio antes de decir:

_Gracias. Nos veremos en la subasta.

Y con el mismo gesto inexpresivo se levantó y se encaminó hacia su habitación.

Joseph se fue a la habitación y decidió recorrer solo algunos de los lugares que le quedaban por ver. Estaba de mal humor, no era lo más recomendable buscar a la Srta. Tuesday estando así. Mejor al día siguiente, ya pasada la subasta.

Pasó la tarde visitando lugares al aire libre. Necesitaba refrescar la cabeza. Al final se había quedado sin su traductor, pero mejor solo que mal acompañado. Estaba molesto. Si bien bien entendía que Charles pudiera usar a Ibrahim para obtener información, para él había algo más; de otra manera no se referiría a él con tanto respeto. Y eso no le habría molestado en otro lugar, pero había iniciado ese viaje juntos y desde que llegaron habían estado separados.

Volvió al hotel y luego de una corta siesta se levantó y vistió con lo mejor que había llevado. Debía causar una buena impresión, aunque parte de los asistentes pudieran estar locos como Ibrahim. Revisó las instrucciones para saber si debía llevar la chequera o el dinero en efectivo. 350 libras, ése era tu tope. Luego llamó a la recepción. Esperaba que no se lo viera mal, pero no conocía la legislación de aquel país, y lo cierto era que se sentiría más seguro llevando su arma, aunque no a costa de poder tener problemas legales. Aprovechó también para pedir un taxi, no quería llegar tarde a la cena.

A la hora prevista, os reunís en el hall para acercaros a la tienda de antiguedades. El recepcionista se encarga de conseguiros un taxi que os lleve rápidamente hasta la tienda y allí os recibe el amable anciano judío.

El trayecto hacia la tienda fue más corto y rápido de lo normal, quizás poe que mi acompañante iba en silencio...pensando en sus cosas...supongo...o quizás añoraba las clases en la Universidad como yo.

Me hubiera gustado que me acompañara mi amigo Joseph -  pensé - sin embargo su orgullo y opinión sobre ciertos temas se lo impidieron  

Espero que el señor Reuben tenga la información deseada  dije en voz alta....justo antes de llegar.

Cuando os bajáis del taxi os adentráis nuevamente en la atestada tienda de antigüedades del señor Avidan. Está atendiendo a unos clientes pero os ve y hace un gesto de asentimiento.

Por suerte, la espera no se prolonga mucho y una vez se van los clientes, os invita a sentaros en una pequeña mesa con unos sillones que con un poco de suerte no se romperán bajo vuestro peso: Señores, he logrado averiguar algo referente al lote que me pidieron. Mi precio es que traten de conseguirme un artículo de la subasta, en concreto el lote 16, el anillo de Salomón.

Una breve pausa mientras espera vuestra conformidad antes de revelar la información que tiene.

Me llevo la mano al mentón, cavilando la propuesta que el anticuario nos hace:

En realidad - alzo el índice, enfatizando el soliloquio con que me dispongo a obsequiar a los presentes a la vez que deambulo por la sala en la que nos encontramos - no tengo objeción, impedimento, problema en pujar por el anillo... - ceso mi caminata para enfrentar agudamente a nuestro interlocutor -. Cuánto dinero piensa invertir en ese efecto, Sir Avidan???

Miro pensativo al señor Judío.......luego al joven Ibrahim..."No creo que vaya a poner dinero, aunque el hecho de pujar por usted, tendría que bastar dado lo difícil que resulta participar en la subasta......Pujamos por usted y usted nos da su dinero." comento sutilmente al señor Reuben.