Partida Rol por web

Arnold se adelanto al resto para conseguir una habitacion donde os alojariais hasta que Eddi estubiera totalmente recuperado. Poco despues, cuando creisteis que habia pasado un tiempo prudente en el cual, ya se habria conseguido la habitacion, os dirigisteis hacia la posada.

Cuando entrais en la posada, con lo primero que os encontrais fue con un lugar bastante concurrido. Un gran alboroto se adueño de vuestros oidos mientras veiais como  las pintas iban y venian a manos de bellas camareras de la barra a las mesas donde sedientos aventureros, guerreros y demas gente de dudosa reputacion daba buena cuenta de ellas. Tambien hicieron presencia en vuestro olfato, el suculento aroma de comida recien preparada. Dado que era aproximadamente la hora de comer, el guiso ya estaba listo para ser servido a los posibles comensales del lugar.

Cuando cruzasteis el humbral de la puerta, enseguida buscasteis al posadero, al cual no tardasteis en identificar ya que se encontraba tras la barra, secando energicamente, las jarras de cerveza que acababan de vaciar los clientes. Nartel, que asi es como se llama el posadero, enseguida dirige su mirada hacia vosotros, arqueando las cejas y emitiendo un gruñido mal humorado.

Casi todos los alli presentes,al igual que Nartel, dirigieron su mirada hacia vosotros mientras avanzabais hasta la barra, haciendo por vuestra parte, caso omiso a las penetrantes miradas de alguno de los que alli se encontraba.

Arnold, os estaba esperando al pie de la escalera para guiaros hasta la habitacion que acababa de alguilar. Dado que no sabiais durante cuanto tiempo ocupariais la habitaicon, Arnold, llego a un acuerdo con el posadero, en el que se le pagarian 5 mo si la estancia superaba los 3 dias y 1 mo por dia, si no superaba los dias anteriormente citados.

Apresuradamente os dirigisteis hacia Arnold para que os indicara donde se encontraban vuestros nuevos aposentos, ya que el estado de Eddi habia empeorado y este requeria reposo absoluto.

Antes de que Fibbin reaccione ante el desmayo de Eddi, Luthien ya da las instrucciones precisas a seguir y todos se ponen manos a la obra para que todo salga bien. Una vez Arnold les indica que pueden ir a la posada, que se encuentra a escasos metros de ellos, todos se ponen en camino. La posada está abarrotada de gente y no es extraño que todos les echaran miradas, pero la mediana se siente más observada que nunca. Poco a poco consiguen subir y acostar al elfo en una cama. Ante la tesitura de decidir a quién acompañar Fibbin decide que lo mejor será salir todos a la vez.

-Esta bien, saldremos los cuatro a la vez-dice refiriéndose a Wendel, Arnold y Khelben-cuando estemos a la altura de la calle donde está el puesto de hierbas os avisaré a vosotros dos-dijo mirando al enano y al paladín- y nosotros continuaremos hacia el puerto. Después podremos reunirnos de nuevo aqui, ya que vosotros debeis ir y volver rápidamente para curar a Eddi cuanto antes.

Pero la idea de dejar sola a Luthien no le acaba de gustar del todo.

-¿Estarás bien aqui sola?-le pregunta a su compañera-Estaremos de vuelta antes de que te des cuenta. Vamos, tenemos que ponernos en marcha.

El paladín acompaña al grupo hasta la habitación con seis catres que acaba de alquilar y les explica el trato al que ha llegado con el posadero. Una vez dentro, recuestan al arquero sobre uno de ellos y le dejan al cuidado de la sabiduría de Luthien.

- Quizás deberíamos portar nosotros la brújula Luthien, por si ocurre algún percance cuando nos separemos.

Y quizás sería más prudente que las especias se quedasen aquí, y que uno de nosotros se quede junto con Luthien a custodiarlas. No sé si es buena idea que dos de nosotros las paseen por Mir mientras otros dos van a la herboristería...

Quizás podríais quedaros aquí Wendel, protegiendolas. Fibbin me podría indicar el camino al puesto de plantas, hago las compras y vuelvo, mientras la mediana y el guerrero van en busca de nuestro contacto.

Arnold mira al enano, que se remueve inquieto.

O, si queréis, yo me quedo de vigilante y sois vos quien sale de compras, como prefiráis.

Recibir órdenes no era algo que Wendel asumiera de buen grado, sin embargo el tono amable de Arnold y la sugerencia de que fuera el enano el que eligiera los papeles lo tranquiliza.

- Me quedaré con Eddi, custodiando las "especias". Arnold, apresúrate y no te entretengas. No es conveniente que nadie vaya solo, aunque sea en una población como esta.

A continuación se gira hacia Fibbin.

- Fibbin, si estás de acuerdo con el plan de Arnold entréganos las "especias" y recoge la brújula de Lúthien. Ten -le comenta ofreciéndole el saco de cenizas falso -coge este.

El enano echa una ojeada a la habitación buscando un buen lugar donde montar guardia y valorando la posibilidad de vigilar desde fuera.

Tras recostar a Eddi, la elfa deja un paño de agua fria en la frente del enfermo. Tras eso, se gra y rebusca entre sus pertenencias, y le tiende la brújula a Fibbin.

-Sea, vuestra sabiduría es grande Paladín, tened la brújula Fibbin, pero llevarla bien escondida, seguro que en este lugar no faltan ladrones y rateros que sean amigos de lo ajeno.- Dice la elfa con tono preocupado.

-Ahora deberíais partir, no quisiera que Eddi empeorara, Wendel y yo vigilaremos en vuestra ausencia.-

 Mientras sus compañeros acostaban a Eddi y decidían el plan que iban a llevar a cabo, Lúthien le puso un paño de agua fría en la frente la cual estaba totalmente ardiendo. Eddi comenzó entonces a sumirse en profundos delirios que le llevaron a tiempos pasados y ficticios:

- ¡No mamá, no! No quiero comerme la sopa, cuando sea mayor la tiraré a los perros. ¡Ohh que viene, que viene! Mi arco, he perdido el arco, ¿dónde está? ¡Se aproxima el dragón y no tengo mi arco! Tranquila mi bella dama, os salvaré........

Continuó delirando durante bastante rato hasta que entró en un sueño bastante profundo y quedó totalmente en silencio y tranquilo.

La mediana escuchó la propuesta del paladín y le parecio correcta por lo que entrega las especias a Wendel y coge el saco que este le ofrece y la brújula. Después de colocar a salvo los dos objetos. Se encamina hacia la puerta pero justo en el momento en que iba a hacer girar la manilla de la puerta, Eddi comienza a delirar. Fibbin se queda congelada escuchando las palabras del elfo y cuando este acaba no puede evitar soltar una gran carcajada pese al mal estado en el que se encuentra su compañero.

- Salgamos ahora,-dice con un tono de seriedad que no es muy propio de ella-parece que su estado ha empeorado gravemente.

Antes de salir por la puerta hace una señal a sus dos compañeros para que la sigan y echa una última mirada a los que se quedan en el cuarto. Esperemos que no les ocurra nada por el bien de todos.

- Adelante Fibbin, guianos. Creo que urge que traiga esas plantas -dice el paladín, preocupado por el estado de salud de su compañero.

 Una vez Fibbin os hizo entrega de las cenizas y Luthiem le entrego la brujula, no tardaron en partir en busca de vuestro contacto y de las hierbas necesarias para curar a Eddi.

Cuando vuestros compañeros se fueron, en la habitacion reino el silencio, roto simplemente por el murmullo del gentio que se agolpaba bajo, en la cantina.

Vuestras miradas se dirigian hacia Eddi. Preocupados por su estado, el arquero, parecia ajeno a vosotros mientras, deliraba una y otra vez. Gotas de sudor resbalaban por sus mejillas y repentinos espasmos hacian retorcerse en la cama de vez en cuando al enfermo arquero. Su estado parecia empeorar, pero de vez en cuando, despertaba ligeramente para segundos despues volver a caer desmayado.

El sonido de unos nudillos aporreando la puerta os hizo salir de la monotonia de la habitacion y una voz ruda se presento a vosotros como Nartel...

¡¡¡ Toc !!!  ¡¡¡ Toc !!!  ¡¡¡ Toc !!!

Permitidme que me presente... soy Nartel, humilde posadero de esta morada. Me preguntaba si necesitabais algo para vuestro compañero o para vosotros mismos... El posadero quedo esperando tras la puerta vuestra respuesta.

Fibbin, Khelben y Arnold abandonan la habitación y Wendel arruga el gesto cuando alguien aporrea la puerta. Dirige una mirada hacia Lúthien para comprobar que no les hace falta nada que el posadero les pudiera proporcionar.

- No necesitamos nada por el momento, Nartel. Gracias.

Wendel se dirige hacia Lúthien hablando en susurros para evitar ser escuchado desde el exterior.

- Lúthien, ¿no crees que deberíamos empezar a usar nombres falsos? Es posible que todo Embelyon conozca nuestro nombre y no nuestro aspecto. Lo comentaremos con el resto en cuanto vuelvan.

Al oir como llaman a la puerta, la elfa se sobresalta pero rápidamente Wendel sale al paso del posadero. Mientras tanto, ella sigue poniendo agua fresca sobre la frente del arquero, y dándole de beber para evita que se deshidratase.

-Tenéis razón Wendel, será lo mejor, aunque si están esperando a un grupo formado por, en fin, nosotros, los nombres quizás sean lo de menos, como comprenderéis un grupo tan diverso no es habitual.- responde la elfa en un el mismo tono susurrante. -Ahora espero que no tengamos mas problemas en esta ciudad, tengo un mal presentimiento.-

 El arquero estaba tumbado en la cama, cuando algo perturbo su sueño,Toc,toc,toc  escucho y abrió los ojos,entonces escucho a wendel decir que no necesitábamos nada,una vez dijo esto susurro algo que no logro escuchar el arquero que aún tenia fiebre alta,dio una mirada a su alrededor y solo vio a Wendel y lúthien:

-¿Donde están los demás? ¿Donde estamos?

Pregunto Eddi pero antes de que le pudieran contestar se quedo dormido otra vez. 

El posadero marcho de inmediato al escuchar la ronca voz del enano negando sus ofrecimientos.

Una de las veces en las que eddi recobro la conciencia, se dio cuenta de que la mitad del grupo habia desaparecido y preocupado, pregunto por ellos, Luthiem y Wendel se dispusieron a contestar al arquero, pero en ese momento, Arnold hizo acto de presencia en la habitacion, abriendo la puerta energicamente.

Arnold irrumpe en la habitación donde están sus compañeros.

- ¿Qué tal está? -le pregunta a Luthien, señalando a Eddi- Toma, aquí tienes las hojas que pediste. Respecto a la raíz, me temo que hay problemas. El tendero me dijo que están agotadas todas las reservas en Mir debido a la gran cantidad de casos que hay que tienen la misma infección que Eddi.

El propio herbolario me indicó que la única manera de conseguirlas rápidamente es cabalgar una media hora hacia el noroeste de Mir. Saliendo por la puerta norte de la ciudady tomando el primer camino que sale a la derecha, se llega tras ese tiempo a unas vastas extensiones donde crece la meristea.

Luthien, ¿la ruta que debemos tomar para portar las cenizas, pasaría por allí? ¿Está Eddi en condiciones de cabalgar?

Si no, me ofrezco voluntario para partir inmediatamente en su busca. En poco más de una hora, debería estar aquí de nuevo.

Luthien coge parte de las hierbas que neceista, y escucha con gesto de preocupación las noticias que porta Arnold. Lo cierto es que la necesidad de las hierbas era acuciante.

-Mi buen Paladín, me temo que hay que desandar el camino que hemos recorrido para conseguir la raiz, puesto que aqui cogemos un barco para continuar nuestra ruta. No nos vamos a engañar amigos, Eddi  necesita esas hierbas, y posiblemente algunos de nosotros quizás ya estemos enfermos, aunque no hayamos mostrado síntomas, sería prudente que limitáramos el contacto con Eddi, para que nadie mas caiga enfermo.-

Luthien se gira y deja las hierbas sobre la mesa de la habitación y mira al enano.

- Hay que coseguir esas hierbas, pero no es prudente que partáis solo, o bien esperamos a que regresen el resto, o alguno de nosotros debería acompañarte.-