Partida Rol por web

- No creo que sea necesario que para ir a recolectar unas simples raíces tengamos que ir dos; no parece una tarea peligrosa -sonríe el paladín- El tiempo apremia, y no podemos esperar a que regresen Khelben y Fibbin, aún pueden tardar.

Es más importante que se queden dos aquí protegiendo las especias. Iré yo, y traeré un saco lleno de meristeas.

Arnold abre la puerta dispuesto a partir, pero antes mira al enano, por si tiene algo que objetar.

Arnold llega con malas noticias sobre los ingredientes para la cura de Eddi. Wendel niega con la cabeza mientras se mesa la barba y gruñe por lo bajo.

- Jumm....

Lúthien propone con sabiduría que nadie debe ir solo y Wendel confirma su aprobación.

- Creo que lo mejor será esperar unos minutos. En cuanto vuelvan Fibbin o Khelben, dos de nosotros podemos partir hacia el lugar. Me ofrezco a ser quien te acompañe, Arnold, pero en ningún caso debes partir tú solo.

El enano concluye la frase con voz firme. Al cabo de unos segundos añade con un gesto de preocupación.

- Amigos, si este inconveniente nos retrasa demasiado, me temo que habrá que partir sin Eddi y dejarlo en manos de alguien de confianza. Nuestra misión es más importante que cualquiera de nosotros.

Ahora el que se remueve inquieto ante las palabras del enano es el paladín, pero finalmente acepta y cierra la puerta.

- De acuerdo, esperaremos unos minutos. Pero si se retrasan, partiré.

Arnold va hasta la ventana a observar la calle por unos instantes y luego se aproxima a la cama de Eddi y le pone la mano en la frente, tratando de percibir la gravedad de la situación. Después mira con ojos de preocupación a la maga.

- ¿Crees que es prudente esperar, Luthien? No podemos permitirnos el lujo de perder a un miembro de la compañía a las primeras de cambio.

-Es mas prudente esperar, a que vayáis solo Arnold, en cualquier caso, Wendel tiene razón, nuestra misión es mas importante que cualquiera de nosotros, llegado el caso, podría aguardar con Eddi, y en cuanto estuviera en condiciones partir y alcanzaros en otro punto de la ruta.- Comenta la elfa, claramente preocupada.

- En vez de esperar, podéis acercaros a los muelles, allí estarán Fibbin y Khendel.- Luthien se queda pensativa un momento -De todos modos, y ahora que caigo, quien sea que vaya a buscar la raiz, deberá saber que es lo que busca!!!-

- Por eso no hay problema -responde Arnold- el herbolario me las describió e incluso me explicó la forma de arrancarlas. Además, por lo que me contó, esos terrenos están plagados de ellas; es imposible no encontrarlas.

Después vuelve a mirar inquieto por la ventana. Ya es más de mediodía y sus compañeros aún no vuelven, lo cual le intranquiliza. Se plantea lo dicho por Luthien e ir a los muelles en su busca, pero descarta la idea. Prefiere esperarlos y rezar para que no estén perdiendo un tiempo precioso para la vida del arquero.

- Mejor les espero. Espero que no tarden mucho ya.

 Unos nudillos volvieron a golpear suevemente la puerta y la voz de Nartel volvio a hacer acto de presencia tras ella,esta vez con algo mas de timidez os dijo...

...Perdonad que os moleste, solo os quiero informar que la comida esta a punto de servierse bajo, en el comedor, si gustais, podeis bajar a degustar nuestro guiso de carne. Por supuesto, sin coste alguno para vosotros.

Wendel mira a Lúthien y a Arnold antes de hablar.

- Bajaré a por los platos y los comeremos aquí -responde con su potente voz al mismo tiempo que su estómago ruge desbocado.

A continuación habló a sus compañeros en voz baja.

- Voy a bajar a por los platos. Ahora os los subo.

Nada más decir esto, salió de la habitación y se dirigió a Nartel que aún no se había ido.

- ¡Vamos a saborear ese estupendo guiso de carne!

El posadero sonrio ampliamente ante el comentario de Wendel... Estupendo!!!... exclamo....

Estais a punto de saborear el mejor guiso de todo Embelyon, y no es porque yo lo diga, sino que lo dicen los clientes, cuando satisfechos, salen por la puerta.

¡¡¡ Jajajajaja !!!, Venid, venid.... seguiste a el posadero hasta la barra del comedor, donde tras aguardar unos minutos, aparecio con 3 cuencos repletos de guisado de carne hasta arriba, 3 generosas jarras de vino y un cuenco con un caldo clarito para el enfermo. 

Todo esto te lo entrego en una amplia bandeja, para que no tuvieras ningun problema para subirlo a la habitacion.

Wendel recibe la bandeja del posadero y se lo agradece escuetamente.

- Gracias, eres muy amable.

A continuación sube con la bandeja hasta la habitación y la posa encima de una pequeña mesa.

- Lúthien, ¿puedes echarle un ojo a esta comida y asegurarte de que no tiene ningún veneno o sustancia peligrosa?

 Eddi estaba tumbado y aun tenia fiebre alta pero no lo dudo ni un momento en ofrecerse voluntario a probar el guiso:

Dejarme yo lo probaré, peor de lo que estoy ya es difícil estar y me siento inútil, por mi culpa estamos aquí cuando deberíamos estar ya con el contacto.

Una vez dicho esto el arquero espero a que Lúthien confirmara que no tenia nada raro, pero aún así el arquero no se fiaba y se empeño en probarlo el primero.

Wendel acercarme el cuenco por favor.

Extrañado por el comportamiento del arquero, Wendel le acerca uno de los cuencos de la mesa.

Arnold espera a que la maga dé su consentimiento, para llevarse, tan apenas, unas cucharadas a la boca. No tiene hambre, pues una inquietud por la vida del elfo le ha cerrado el estómago.

De todas formas, las últimas palabras de éste indican que ya han pasado los delirios y tal vez sea una buena señal. La exploradora y el guerrero continuan sin venir, y el paladín se vuelve a acercar, inquieto, de nuevo a la ventana, esta vez con el cuenco y la cuchara en las manos.

Todavia estabais esperando a que Luthiem diera su visto bueno a la calidad de la comida, cuando Wendel ofrecio uno de los cuencos a Eddi, el que el posadero le dio expresamente para el enfermo. 

Eddi se lo tomo sin pensarselo dos veces y poco a poco visteis como el estado de el arquero mejoraba por momentos, hasta que en cuestion de minutos, parecia estar en perfecto estado, dado que la fiebre, los mareos y las nauseas habian desaparecido repentinamente. 

Apenas dabais credito a lo que acababa de suceder, Eddi paso de estar, gravemente enfermo a gozar de buena salud y con fuerzas renovadas.

- ¡Por todas las rocas de Zirad-Dulad! -exclama Wendel -¿Cómo es posible...?

El enano dirige su mirada hacia Lúthien y hacia Eddi repetidamente intentando buscar una explicación a lo que había ocurrido. En su mente se forma el nombre de Nartel.

- El posadero, ¿qué demonios ha puesto en el plato?

Wendel sale de la habitación echo una furia en busca del posadero y cuando lo encuentra lo agarra por el cuello, furioso.

- ¿Qué le has echado a la comida del arquero? -le pregunta sin soltarlo.