Partida Rol por web

Salis de la "posada"/hogar para ancianos y dais una vueltecita por el pueblo en busca de una "iglesia" o templo. Pero no encontráis nada de ello en este lugar, veis que a medida que el día avanza la gente se va dirigiendo hacia el escenario cerca de la estatua de Razmir que están erigiendo en el centro del pueblo. 

Si hay otra cosa que llame la atención es un muro a medio construir en la parte oeste del pueblo, cerca de las cuadras.

Llevaban un buen rato dando vueltas por aquel pueblo y no habían encontrado ningún santuario, templo o edificio que se le asemejase. Seoni comenzaba a estar cansada de dar vueltas, pero no decía nada, pues sabía que sus incisivas palabras podían sacar de quicio nuevamente a Seelah.

-... A lo mejor... Sólo a lo mejor... No hay templo- dijo sonriendo entre dientes. Aquello resultaba casi gracioso. Pathfinders reconocidos incapaces de hallar el templo en un poblado de apenas una veintena de casas... - ... Quizás no hayan tenido tiempo de construirlo.- dijo mirando a Merisiel, siempre mucho más partícipe de sus chanzas. - Podríamos esperar al sermón multitudinario y luego aprovechar para hablar con ese clérigo sin templo.- Añadió con esfuerzos para no reirse.

Uno de estos días, le voy a sacudir tal mandoblazo que la voy a mandar de vuelta al Plano de las Zorras del que salió.

No había templo, o sea que poco más podían hacer que esperar, junto al resto del pueblo, a que el clérigo se presentara ante sus seguidores y soltara su discurso en medio de la plaza.

Pues nada, a esperar el sermón. Parece que tampoco tenemos otra cosa que hacer...

A Seelah le picaba un poco la curiosidad. ¿Cuán potente tenía que ser la Fe de un dios para lograr convertir a todo un pueblo de un día para otro? O aquel clérigo tenía un pico de oro, o definitivamente allí había gato encerrado.

- Viendo el fanatismo hacia ese clérigo que hay en este pueblo... yo prácticamente diría que el pueblo en sí es el templo. - añadió el explorador enano mientras observaba con atención el ir y venir de los aldeanos. - seguramente el sermon de ese embustero nos de más pistas sobre sus propósitos -

—Creo que sería mejor tratar de localizarlo antes de estar rodeados de fanáticos para hablar con él... pero como veáis —dice Merisiel con gesto contrariado.

Yo iría a la plaza, pero sólo a observar, alejados para que no escuchar al predicador y que nos pueda afectar, pueden ser muy convincentes.

Kyra no iba nada desencaminada. Algo le daba mala espina a la hechicera, aunque no sabía qué. Que un punto que había resistido largo tiempo a la fe de Razmir, cayera bajo su influjo con tanta rapidez y sin el uso de la fuerza bruta... No eran datos nada tranquilizadores. Seoni tenía un presentimiento -malo, como la mayoría de las veces. 

- Kyra tiene razón. - afirmó la bella mujer - Creo que en este lugar juegan fuerzas mágicas que no llegamos a comprender... pero que son perniciosas.- concluyó mientras miraba en dirección a la plaza.

Por una vez, Seelah está de acuerdo con Seoni... más o menos.

No creo que sean fuerzas mágicas, más bien es como algún tipo de influencia divina. Esto no es magia, viene de más arriba.

Y además de perniciosas, yo diría que son poderosas. Creo que vamos a tener más trabajo del que creíamos.

¿Por qué eran siempre las misiones que a primera vista parecían más sencillas las que terminaban trayendo las mayores complicaciones? 

Te has dado cuenta cuando hablabáis con las encargadas de la "posada"/hogar para ancianos. Que todos en aquel lugar parecían como bajo el influjo de algún tipo de conjuro. Esa amabilidad, esas ganas de trabajar, etc.

- ¿Y no hay ningún modo de evadir ese poder embaucador? Me cuesta creer que unas simples palabras de boca de un charlatán puedan hacernos temer... - añadió Harsk - será mejor que además del extraño clérigo, estemos atentos los unos de los otros por si alguno cae sobre su embrujo... - dijo con ceño fruncido y una mirada seria hacia la plaza.

Y no solo atentos a nosotros mismos. Fijaos: todo el pueblo parece estar bajo este misterioso influjo, puedo verlo en sus ojos. Mirad cómo trabajan, cómo hablan... algo les está afectando. Es como si hubiera un titiritero poco hábil manejando sus hilos. 

La verdad es que aquella situación a Seelah no le hacía ni pizca de gracia.

Esto no es natural; tenemos que terminar con esto. Y tenemos que hacerlo nosotros solos; no podemos confiar en nadie más.

Seelah trató de infundir a sus palabras la seriedad que la situación requería. Estaban rodeados de espías y enemigos por todos lados, aunque se escondieran tras rostros sonrientes y palabras afables.

A medida que se acerca el mediodía véis como más personas dejan de trabajar y se dirigen a la plaza del pueblo. Incluso los que están trabajando en la gran estatua de Razmir dejan de trabajar y toman posiciones frente al escenario dónde se va a realizar el sermón diario, como cada día a esta hora.

—Creo que lo más prudente será que os guarde las espaldas por si sucede algo... —dice Merisiel mientras rodea una de las casas cercanas buscando un lugar apartado desde el que ver la plaza.

- ¡¿Qué espadas?!- sonrió la hechicera varisia, mirando divertida a Merisiel. Seoni no portaba armas, a excepción de su vara y una daga escondida bajo los pliegues de su escaso y sugerente atuendo. No se podía decir lo mismo de Harks, Seelah o Kyra, todos ellos bastante acorazados...

Igualmente, si las cosas se ponían difíciles, ella misma prestaría su vara a la paladín para que escamochara a quien se pusiera tonto. No estaban allí, para llegado el momento de la violencia, ponerse tiquismiquis... aunque la muchacha de pelo blanco y piel tatuada, deseaba que las cosas se solucionaran sin que la sangre llegara al río.

¿Ingenua o demasiado optimista?

- Esperemos que no echemos de menos las armas...- mientras dejaba escapar un suspiro.

No era capaz de comprender como dichas personas, de trato afable, se podían convertir en demonios ultrafanáticos, pero luego reparaba en su compañera Seelah y Kyra... Ambas eran preciosas y amables... pero en combate, se transformaban en bestias vehementes cargadas de preceptos y principios...

Los demonios tenían demasiadas caras.- pensó en su interior.

Cuando vio el serio rostro de sus compañeras, se dio cuenta de que había metido la pata... Cierto rubor subió a las mejillas de la varisia, el mismo rubor que solía frecuentar su cara cuando se excedía con el vino o la cerveza, pero lejos de sentirse mal o avergonzada por ello, intentó salir de la forma más natural posible...

- Espaaaaldas... No espadas... ¡¿En qué estaría yo pensando? Jajajaja...- exclamó Seoni mientras reía colocando el dorso de su mano derecha delante de la cara. - No volverá a ocurrir chicas. Jijijiji...- reía mientras sus ojos se perdían en algún campesino joven y fuerte.

Buscáis un lugar entre la multitud y Merisiel se queda escondida en algún lugar no muy lejos de vosotros. Os sorprende ver que esta gente cuando llega aquí se sitúa ordenadamente y sin hacer demasiado ruido, no hay un rumor como cuando se reúne mucha gente en otros sitios, aquí todo el mundo espera pacientemente y sin quejarse.

Al poco la gente parece algo más inquieta y llega un hombre enmascarado protegido por dos guardias. Este sube al escenario y uno de los guardias sube antes de él y el otro después. Lleva un cetro enjoyado en su mano derecha y parece que va a iniciar su sermón diario:

- ¡Hermanos seguidores del GRAN RAZMIR, él os guía por la senda del trabajo y ella nos hace libres pues nos hace más ordenados y sacrificados con los demás a la vez que hacemos prosperar nuestras tierras, nuestros poblados y nuestra GRAN NACIÓN DE RAZMIRAN. Fecundar cuantas hembras podáis y vosotras no impidáis que cualquier varón que quiera yacer con vosotras lo haga, así crearemos una legión de seguidores a la vez que los problemas entre nosotros desaparecen gracias al placer del sexo!¡SÓLO SIGUIENDO LO QUE NOS DICTA NUESTRO GRAN RAZMIR PODREMOS LLEVAR UNA VIDA PLENA, SÓLO EL TRABAJO Y LA OBEDIENCIA NOS HARÁ LIBRES Y HARÁ QUE NUESTROS CULTIVOS PUEDAN ALIMENTAR A TODOS NUESTROS HERMANOS, SÓLO TENIENDO MUCHOS HERMANOS QUE SIGAN LA FE DE RAZMIR PODREMOS CREAR UNA LEGIÓN DE ADEPTOS QUE VIAJEN POR TODA LA FAZ DE GOLARION Y CONVIERTAN A TODOS AQUELLOS QUE TIENEN LA MENTE NUBLADA POR OTROS FALSOS DIOSES Y CREENCIAS, ¿POR QUÉ CREER EN UN DIOS AL QUE NUNCA HEMOS VISTO Y NO SE PREOCUPA POR NOSOTROS ESTANDO A NUESTRO LADO? POR ESO RAZMIR VIVE ENTRE NOSOTROS EN ESCALÓN DEL TRONO, NUESTRA ADORADA Y ESPLÉNDIDA CAPITAL!