Partida Rol por web

Los Caprichos de las Nornas

Capítulo 1: Un Hilo Se Corta

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04/05/2015, 16:49
Bernt Karlssen

Aprovecho el brindis para evitar que se note mi sorpresa ante la respuesta de Björn. Doy un largo trago a la jarra y me limpio los restos de bebida de la barba con la mano. Me encantaría saber quienes han sido esos bastardos, pero soy consciente de que preguntarlo directamente es arriesgado. Además, Erik ha sido quien ha preguntado, parecería demasiado acelerado que yo siguiese la conversación.

Poso la jarra con algo más de violencia de la conveniente, aunque procuro que nada más revele mi cabreo. ¿Cuánto tiempo hará que han entrado? Parece todo demasiado "perfecto", ¿será todo una gran casualidad?

Notas de juego

Si nadie más contesta no me importa continuar yo la conversación por acelerar, pero esta forma de actuar encaja más con mi personaje.

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04/05/2015, 19:48
Uthred Svensson
Sólo para el director

 Me fundi en un fuerte abrazo con mi abuelo. Tan fuerte que de haber sido un enclenque seguramente me habría partido un par de costillas. Pero logré levantarle del suelo. ¡Ja! Algunos de sus marineros sonríen al ver como los pies de Arn se levantan, levemente, del suelo. Y es que cuando era un crio inconsciente y pensaba que tenía todo el poder del Mundo a mi alcance, recibí una lección de fuerza y, en parte, sabiduría: "No te enfrentes a un hombre si no estás seguro de poder levantarlo del suelo". Desde entonces, cuando consigo sorprender a mi abuelo, le levanto del suelo. Es una pequeña broma, y le devuelvo aquel comentario que me soltó hace tantos años.

 - ¡Ja! Precisamente. Te conozco, abuelo. Y no eres famoso por ser desesperado, precisamente. Espero que no hayas dejado algún tonelillo - Me señalé la tripa y simulé que me crecía de forma alarmante, simulando a una embarazada. - por la ciudad, ¿verdad? - Y me preparé. Me preparé para recibir el cariñoso puño de mi abuelo en el mentón. Por todos los Dioses, su risa atronadora y su caracter abasallador me recuerda a los tiempos en que navegábamos juntos y me hace desear el haber sido más mayor, haber participado con él en una incursión, o un muro de escudos. - Mal. Los Dioses no nos han sido propicios este año. De echo, las viejas aún juegan con nosotros...

 No doy más detalles. No hasta que estemos en algún lugar propicio y lejos de oídos ajenos. Seguramente a nadie le extrañe la visita, al fin y al cabo es mi abuelo y ¡por los dioses! me alegro de verlo. Pero me quedo más tranquilo al cerciorarme de que nadie está poniendo la oreja.

 - Navegamos hacia las costas al norte de Germania. Malditos abodritas... eran pobres como ratas. No tenían más que estiercol y cuatro copas de metal. Pero lo defendieron con uñas y dientes. Hicimos mal negocio. El coste de la expedición fue superior al botín. Con todo, aún seguimos en deuda con Gunnar... Gunnar Ragnarssen. - Especifiqué, aunque sería innecesario, pues seguramente mi abuelo, que era perro viejo, conocía a los mercaderes de por aqui. - Los Thurgilssen murieron. Los dos.  - Hice una pausa. Recordarlo me llenaba de rabia y crecía en mi interior la necesidad de volver donde los abodritas, pero esta vez para prender sus pastos, echar sal en la tierra, quemar sus casas y empalar a los hombres. Malditos sean ellos y las generaciones venideras. - Y a la vuelta... Ívarr se perdió. Dijo que tenía un plan y desapareció. Lo encontramos muerto esta misma mañana. Estaba desnudo, sin armas... Ni siquiera un puto trozo de metal. Ni armaduras ni ropas. - Conforme iba hablando mis ojos se llenaron de lágrimas, lágrimas de rabia que habia estado conteniendo para no enaltecer los corazones del resto, ya de por si afectados. Apreté los puños hasta que los nudillos emblanquecieron. - Por eso venía por aqui... no se en qué estaría metido Ívarr, pero si escuchas algo en tabernas o aqui en el puerto... Estate ojo avizor. - De sobra me conocía. Puede que ni siquiera yo corriera peligro, pero en cada sombra, en cada hombre, veía un enemigo, en cada esquina una emboscada. Y no queria que, por querer matarme a mi, o al resto de la tripulación, mataran a mi abuelo.

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04/05/2015, 23:10
Harald Erikssen

MIERDA, lo que me temía - desde que comencé a seguir el rastro, dos posibilidades me surgieron, que fueran gente de la guardia de la ciudad o bien que fueran hombres de Gunnar. He tratado de no pensar demasiado, pero aquí está Bjorn, confirmando uno de mis temores. 

¿Hasta que punto podemos confiar en Bjorn? - siempre ha sido un compañero leal, pero si le ponemos en antecedentes de lo sucedido, ¿nos respaldará o por el contrario seguirá fiel a quien le paga?. Tenemos que ir con mucho cuidado, obtener toda la información que podamos.

Por cierto, ¿has visto a Ivarr después de que atracásemos ayer? - pregunto, simulando hacerlo descuidadamente y sin mayor interés.

Notas de juego

Yo creo que podré seguir el ritmo acelerado, aunque sea por las noches.

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05/05/2015, 15:05
Björn Eriksson

Los ojos vidriosos de Björn se levantan de la jarra que apenas ha salpicado con el golpe en la mesa de Bernt y miran a Harald. Su mirada vuelve a estar llena de curiosidad, con un leve atisbo de sospecha. Sin duda, pese a su estado, Björn sabe que pasa algo.

¿Ívarr? Nno. Dessde que desembarrcamoss me vine aquí directo... ya ssabéiss, uno necessita compañía, jajaja. Inclusso he passado la noche. Calla durante unos segundos, aunque parece parlanchín y continúa: Lo único que ssé es que al parecer el Jarrl de Heiðabýr murió cuanndo esstabamoss de exxpedición. El nuevo Jarl ha ssido enviado por el rey Ssigefrid y esstará a punto de llegar. Ess un hombre rico de Rosskilde. ¿Cómo me han dicho que sse llama? Entonces se hace el silencio en la mesa durante unos segundos. Björn llega a poner los ojos en blanco. Intentando recordar. Hasta que finalmente exclama: ¡Ssigmund! Esso es, Ssigmund, hijo de Raga Truvorssen. No ssé cuantass vecess habrá puesto ssu culo al rey, jajaja, pero ahora ess nuesstro Jarl.

La noticia hace que los músculos de Erik se tensen, teniendo que dejar la jarra de hidromiel en la mesa.

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05/05/2015, 15:16
Arn Hrolfsson

Cuando dejas a tu abuelo en el suelo, tal y como esperabas, Arn te lanza un cariñoso puñetazo directo al mentón. Pese a que el golpe es calculadamente suave, te sorprende la velocidad a la que lo ha lanzado. Pese a su edad, sigue estando en forma. Su cabeza niega con la cabeza, aunque sus ojos brillan con picardía. Arn siempre fue un mujeriego, aunque mientras tu abuela vivió, siempre le fue fiel, pese a estar rodeado de bellezas a menudo. Eso sí, antes de conocer a tu abuela y tras su muerte, no te cabe duda de que la mitad de los que te cruzas pueden ser descendientes de él.

Mala suerte, chico. Dice tras comentarle la mala suerte habida en la expedición. El este cada vez es más pobre. Quizás tengáis que probar suerte a uniros a algún Jarl y saquear en Frankia o en la tierra de los sajones. Sin embargo, vayas donde vayas, las Hilanderas nunca te van a abandonar. El destino está ya escrito, hijo. No podemos hacer nada más que asentir cuando éstas nos llaman. Esperemos que con una espada en la mano. Jajaja. Su sonrisa es sincera, pero no puedes evitar fijarte como con rapidez a acariciado su martillo de Thor.

¿Perdísteis hombres y conseguísteis poco botín? Mal negocio, hijo, mal negocio. Ojalá pudiese ayudarte, pero yo acabo de saldar algunas deudas que contraje en primavera cuando una tormenta nos hizo perder todo el cargamento. Al menos nosotros sobrevivimos y el barco apenas sufrió daños. Sabes que de otra manera te hubiese ayudado. Ahí frunces el ceño. Sabes que tu abuelo te hubiese dado dinero de buena gana, pero no te gusta deberle a nadie. Ni siquiera a tu abuelo. Al menos, esta vez no pasará. Aunque te preguntas si eso será bueno, después de todo.

Finalmente, es la noticia de la muerte de Ívarr lo que cambia la cara a tu abuelo. Su mirada se vuelve triste y se queda en silencio durante un buen rato. Vaya, lo siento hijo. No conocía a Ívarr pero he oído de él antes y de su buen hacer. Con un barco mayor podría haber llegado alto ese hombre. Lo que le han hecho no tiene perdón. Sea quien sea quien haya hecho eso debe sufrir. Dice Arn convencido. Si me entero de algo sobre Ívarr serás el primero en saberlo. No lo dudes. Sus ojos se clavan en los tuyos cuando dice esta última frase. En ellos puedes ver la fuerza que transmite la mirada de un hombre de palabra.

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05/05/2015, 15:44
Erik Kodranssen

Profirio un gruñido y dio un trago a su bebida. Algunas cosas no encajaban, todo era como una gran pesadilla que se iba complicando por momentos.

Se levanto sin soltar palabra y se acerco a una de las chicas. Los hombres solian soltar la lengua en su compañia, solo debia averiguar con cual de ellas habian estado.

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05/05/2015, 17:08
Uthred Svensson
Sólo para el director

 Maldita sea... otra vez. ¿Por qué todos se empeñan en pensar que siempre voy a mi abuelo para que me saque las castañas del fuego? Bastante hizo el hombre cuando yo era un niño. Y cuando crecí me gané un puesto en su tripulación. Remé como el que más. Arrimé el hombre. Nunca maldije ni me quejé cuando había dificultades. Y la parte de mi botín era siempre más pequeña que la del resto. Fruncí el ceño, orgulloso. ¿Que descendiente de Arn Hrolfsson no era un cabrón orgulloso?

 - No he venido a pedirte nada. Se que pondrias de tu parte, pero esto es cosa nuestra, abuelo. - Dije, palmeando el ancho hombro del hombretón, calmandome. Supe, en cuanto el orgullo desapareció y dejó lugar a la razón, que yo haría lo mismo. El día de mañana, si los dioses me daban hijos y estos nietos, yo también daría lo que tuviera a mi alcance por ellos. Sonreí. - Ah, solo pido una cosa, abuelo. Algún día lucharé a tu lado. Pero hasta que ese día llegue... estate alerta. No sabemos por qué mataron a Ívarr y, hasta que no lleguemos al final de esto, toda su tripulación estamos en peligro. No quiero que te ataquen y te lleves toda la diversión. - Sonreí con sorna, sabiendo que mi abuelo era también orgulloso, y no necesitaba que nadie le dijera "ten cuidado" "pueden ir a por ti". Dioses... pobre del que lo intente. - ¿Te acuerdas de...? ¿Como se llamaba? Aquella rata morena de Miklagarðr que se conocía cada tugurio y cada fuente de información... Voy a buscar por las zonas de apuestas. Si ves o escuchas algo... - Hice una pausa pensando algo. - hazmelo saber.

   Entonces uno de los hombres de mi abuelo vino con una jarra y un cuerno. Le dio el cuerno a mi abuelo, lleno de líquido, y me ofreció la jarra a mi. Negué con la cabeza, aunque era algo que llevaba tiempo deseando hacer. Tomar una buena jarra y contarnos batallitas entre mi abuelo, su tripulación y yo. Pero eso tendría que esperar.

 - Esas viejas... el día que vengan a por mi las recibiré con el acero de mi espada. Ese día... haré que muchos engrosen las filas de los dioses. Hasta la vista, abuelo. - Le apreté el brazo y volví a fundirme en un abrazo que casi me parte las costillas.

  Dicho lo cual, abandoné el lugar y me dirigí hacia la zona más sordida de la ciudad. Donde se daban cita aquellos que no tenían otros menesteres más que el latrocinio y el juego. En cada casa, en cada local, se vendían cuerpos de mujeres y se organizaban partidas y apuestas, algunas más clandestinas que otras. Pero para el oído adecuado, y para quien hiciera las preguntas adecuadas, aquella parte podía ser un hervidero de información.

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05/05/2015, 23:18
Harald Erikssen

La respuesta de Bjorn era la que me temía, nada más bajar del barco y sin deberes familiares que le reclamasen, se vino a "celebrar" la vuelta. Lo que no me esperaba era ni la noticia de que el Jarl había muerto y había uno nuevo ni mucho menos la reacción de Erik.

Sin saber muy bien que hacer, me llevo la jarra a los labios, aunque apenas si beba, para ocultar mi desconcierto.

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06/05/2015, 01:36
Haakon Rasmussen

No me había dado cuenta del paso del tiempo hasta que hubo un momento de descanso. ¿Qué habría ocurrido con los demás? Confiaba en que vendrían en cuanto supieran algo con certeza, y pronto, pues tan importante como la venganza era presentarle sus respetos como era debido a su compañero de armas.

Rápidamente me estaba poniendo nervioso. Yo no podía dejar de lado los cuidados del cuerpo de Ívarr a menos que supiera que ocurría algo, pero la falta de noticias realmente me tentaba a salir de allí en su busca. Ahora entendía como se había sentido Uthred mientras miraba impotente los preparativos, preocupado por igual entre aquello y nuestros compañeros.

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06/05/2015, 14:26
Ishild Bjornsdatter

La tarde avanza y nada sucede. No llega nadie. Esperamos y poco a poco la espera se va haciendo mucho más pesada. ¿Acaso habría pasado algo? ¿Estarían en peligro? 

Nada bueno podría ser. No presentar los respetos a Ivar antes de enterrarlo era algo demasiado importante como para que cualquier cosa les hubiera entretenido. Agacho la cabeza preocupada y miro a Haakon. Es evidente que está inquieto. No es para menos. Todos lo estamos.

- Ve a buscarles si lo ves preciso - le digo liberandole así de las labores con el entierro. - Podemos ocuparnos nosotros. - le añado .- Traelos por favor. Tenemos que despedirnos. Esperemos que no haya pasado nada.

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06/05/2015, 15:02
Björn Eriksson

Björn os sigue mirando curioso. Vuestras reacciones, pese a su estado y que algo intentáis ocultarlas, no pasan totalmente desapercibidas para Björn. Vuelve a beber, mientras sigue con la mirada a Erik que se levanta a hablar con una chica que está sola en la barra. Uno de sus pechos está al aire, por lo que no le queda muchas dudas sobre su oficio.

Erik comienza a charlar con la muchacha, el ruído de la taberna os impide oír su conversación, pero éste no tarda en volver.

En el tiempo en el que Erik se ausenta, Björn os pregunta directo: Oss veo tenssoss... ¿Ha passado algo? Su voz es calmada, suena curiosa, pero sin maldad. Deja la jarra en la mesa, mientras espera vuestra respuesta, pero sus ojos no se quitan de encima vuestro. Me esstáiss preocupando. Dice para finalizar.

La entrevista de Erik no tarda en terminar con la chica yéndose a las habitaciones de arriba. Erik vuelve con los hombros bajos. Y os hace un gesto afirmativo. La chica corrobora la historia de Björn, que, estando de espaldas a Erik, no ve su gesto.

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06/05/2015, 15:09
Director

Te alejas del barco de tu abuelo y, siguiendo la costa, te diriges hacia los barrios bajos de Heiðabýr que están cercanos a la zona pantanosa. Los barcos se acumulan uno tras otro, hasta que las zonas playeras y marismeñas empiezan a hacer que los barcos sean incapaces de navegar de forma segura sin miedo a quedar varados.

El día sigue avanzando.

Cuando por fin llegas, has estado andando un buen rato. Notas cierto sudor en tu piel. Has venido a paso rápido, más arreado por tu curiosidad y nervios que por la cautela. El barrio huele mal. Peor que el resto de la ciudad. Numerosas curtidurias y el olor típico de la marisma se amalgabaman junto al olor característico del hacinamiento y la falta de limpieza en un olor asqueroso. Intentas acostumbrarte a él, pero tus ojos te lloran. Tardas unos segundos eternos en hacerte a ello.

Por fin llegas a lo que parece una taberna. Pese a la hora que es, ves que el ambiente está realmente animado. En la puerta, un gigante de unos 7 pies de alto la custodia. Observas que lleva armadura de cuero y una espada en su cinto. En la mano porta una porra. Imaginas que la espada sólo la usa cuando no le queda más remedio. Aunque te preguntas si alguien reclamaría cadáveres allí con lo sencillo que sería deshacerse de ellos en la marisma. Tus músculos se tensan.

Un par de aldeanos, borrachos como cubas, salen maldiciendo. No consigues oír mucho, excepto maldiciones que podrían ser oídas por los propios dioses y algo de apuestas y pérdidas que han sido dichas mucho más bajas. Intuyes que sea quien sea el que lleva el negocio es cuidadoso y tiene amenazados a sus clientes para que no se vayan de la lengua.

- Tiradas (1)

Tirada oculta

Motivo: Tirada de Percepción

Tirada: 2d10

Dificultad: 5+

Resultado: 11 (Exito)

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06/05/2015, 15:20
Director

Notas de juego

Continuad por favor.

Esto es de lo que estaba hablando con el resto, ahora mismo vuestra línea cronológica va mucho más adelantada que la de los demás, por ello os pido un poco de paciencia. A ver si para el viernes tenemos las líneas unidas.

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07/05/2015, 01:09
Bernt Karlssen

Suelto una risa que intenta aparentar tranquilidad. Señalo a Erik y trato de utilizarle como excusa para no darle explicaciones a Björn.

-No pierde el tiempo, ¿eh? seguro que estaba concertando el precio jaja. Supongo que todos necesitamos relajarnos después de todo lo que ha pasado. Ha sido un viaje tenso, no hemos conseguido mucho botín.

Doy un trago a la jarra.

-Pero no es momento de hablar de negocios. ¿Cómo murió el jarl?

Hace años le conocía bien, no puede dejar de pesarme su muerte.

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07/05/2015, 09:25
Harald Erikssen

Estaba a punto de abrir la boca para contestar a Bjorn, cuando la oportuna intervención de Bernt, desviando el tema de conversación, nos da una pausa. Además, la cuestión viene muy a cuento.

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07/05/2015, 15:22
Björn Eriksson

Björn asiente ante la chanza de su compañero de expedición, aceptando que a veces, las necesidades de uno van por encima de cualquier otra cosa. Su rostro muestra una sonrisa cómplice. Pese al momento de tensión y luto, una sonrisa se os escapa a todos. Björn es, después de todo, un cabrón simpático. La pregunta es ¿podéis fiaros de él? Si confiáis en él y os sale mal, podría poner en aviso a Gunnar sobre lo que sabéis. Aunque por otro lado, tampoco sabéis mucho más que unos hombres de Gunnar se corresponden con la descripción que os han dado. Sin embargo, no es menos cierto que contar con Björn como aliado sería contar con una importante baza de vuestro lado.

Era ya unn ancianno. Dice Björn con un ligero toque de burla en su voz. Probablemente el alcohol hable por su boca, dado que el Jarl era un hombre razonable y era apreciado. No siempre tomó las decisiones correctas y se granjeó la enemistad o al menos la pérdida de algunos amigos, pero en general era un hombre querido. Habría que ver, no obstante, si el nuevo Jarl conseguía el mismo resultado. La verdadd ess que me da igual. Elloss sseguirán mandando y nossotross obedeciendo por unass monedass de mierda.

Os quedáis en silencio durante unos segundos. En esos segundos, Erik termina de sentarse y coger de nuevo su jarra. Björn vuelve a tomar la palabra.

Me he fijado que me esstáiss ocultando algo. No ssé que ess, pero no me gussta. ¿Ha passado algo con Ívarr?

- Tiradas (1)

Tirada oculta

Motivo: Tirada de Elocuencia

Tirada: 2d10

Dificultad: 10+

Resultado: 17(+2)=19 (Exito)

Notas de juego

Si pretendéis mentir, tendréis que hacer una tirada oculta de Comunicación + Elocuencia.

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07/05/2015, 22:07
Harald Erikssen

Tras pensarlo un momento, me decido. Puede ser un error, pero prefiero saber a que atenerme respecto a Bjorn cuanto antes. Mejor ahora si va a estar en nuestra contra. Empiezo a hablar, en voz muy baja, casi un susurro apenas audible más allá de la mesa en la que nos encontramos, sin saber muy bien que voy a decir y atento a la reacción que van a provocar mis palabras: Bjorn, Ivarr ha sido asesinado. Hemos encontrado su cuerpo, despojado de sus armas, camisa y amuleto de Thor. 

Y ahí me detengo.Podría decirle que hemos seguido el rastro, que éste indicaba que eran dos hombres con armadura los asesinos, que habíamos preguntado a los guardias de la ciudad y que nos habían indicado que habían entrado en este burdel, pero prefiero esperar su reacción antes de señalar a alguien relacionado con Gunnar. Sé que el sueco es un hombre honorable y que hay lazos que se forjan en combate que valen más que el oro, solo me cabe esperar que este sea uno de esos casos.

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08/05/2015, 00:41
Haakon Rasmussen

Miré a Ishild meditativo. Hablaba como si supiera en lo que estaba pensando, pero eso solo me hizo reafirmarme en mi postura de resistirme a abandonar mi tarea

- No... ni siquiera sabría donde buscar en primer lugar. Y aunque los encontrase, poco podría hacer por ellos. Soy más útil aquí. - Esbocé una sonrisa que pretendía ser tranquilizadora, pero no ocultaba completamente mi nerviosismo

- Saben que tienen que volver. Ya rendirán cuentas por la tardanza, o haré que se arrepientan de no haber estado presentes en el funeral. -

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08/05/2015, 01:25
Bernt Karlssen

La sonrisa desaparece de mi cara cuando Harald cuenta las noticias. No es que desapruebe la decisión de mi compañero, aunque me parece algo apresurada, pero ahora que las cartas están sobre la mesa pueden pasar muchas cosas. Examino con atención el rostro de Björn, dejando claro con mi expresión grave que las palabras de Harald son totalmente en serio.

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08/05/2015, 12:30
Uthred Svensson
Sólo para el director

   Fui caminando y no me fue dificil encontrar el lugar que buscaba. Los más desfavorecidos, o aquellos que no tenían alma para mover un solo dedo y ponerse a trabajar, aquellos que vivían de la delincuencia y del latrocinio siempre se hacinaban en los mismos lugares: Los lugares que el resto no queria pisar. Esos lugares solían estar atestados de curtidurías, pues el olor de la piel de animal al curtirse era realmente desagradable. De no haber sido por haberme encontrado en lugares así en más de una ocasión, habría sufrido más de una arcada.

   Me acerqué al hombre que guardaba la puerta de una tabernucha de mala muerte y no le quité ojo de encima. Tenía que caminar con paso decidido, aquel hombre no iba a impedir que entrara en ningún lado. Seguramente él tambien habría matado hombres, pero yo lo he hecho luchando y en un muro de escudos. Y si intentaba cualquier acción, le enterraría dos palmos de acero en el estómago y se lo daría a los pececillos de las marismas para que se alimentaran. No iba a ver en mi a un pusilánime al que pueda extorsionar, robar, asustar o abusar.

   Decidido y sin quitarle ojo al hombretón, con una mano siempre cerca de la espada, avanzo para entrar en la taberna.