Partida Rol por web

Coincido con mis compañeros, quizás sea mejor hablar ahora en este pequeño grupo antes de hacerlo con toda la tripulación. Asiento a las palabras de Bernt y espero a que Bera se ocupe de los niños, mientras repaso lo que sabemos para narrarlo de la mejor manera posible.

 - Tienes razón, Bernt. - Fruncí el ceño al escuchar que la pista que habían encontrado era preocupante. No quise esperar a que Bernt y los demás dieran su información. Al menos ahora es necesario que los presentes decidamos como actuar y decidir hasta que punto decirselo a los demás, o sobretodo en quien confiar. Miré a Björn, que me miraba de manera subrepticia. Björn había sido un buen guerrero y habia demostrado su valía en la batalla, y habia salvado a más de uno en más de una ocasión. Pero su lealtad era con Gunnar. ¿O tenía una sincera amistad con Ívarr y Karl que le hacia ser leal a los dos hermanos? Eso, yo, no lo sabía, y por ello no terminaba de confiar en él... y menos para este asunto. - Después de traer a Ívarr salí a buscaros... pero me fue imposible encontraros así que decidí hacer ciertas pesquisas. Haakon tuvo buena idea al mencionar las casas de apuestas... empecé por ahí. Di con una taberna de mala muerte y el tabernero me habló de un hombre que se ajustaba a la descripción de Ívarr. El hombre, Ívarr, parecía preocupado. - No hacia falta indagar en cual era el motivo de su preocupación y la idea que se le ocurrió al bajar del barco. - Pero los dioses le sonreían y empezó a ganar partida tras partida. Cuando se dio por satisfecho se marchó. Entonces, una vez fuera, el hombre, Ívarr, fue asaltado por dos matones.... El tabernero lo vio, porque salió a mear. Ívarr se resistió y uno de los matones le dio un porrazo en la cabeza dejandole sin sentido. Entre todo, el tabernero distinguió a uno de los matones decir que la víctima, Ívarr, debía dinero a alguien... - No pude evitar mirar fijamente a Björn. Quiza haya sido un camarada de armas, pero si Gunnar tiene algo que ver... mas le vale a su lacayo rezar. - Esto es todo lo que se. El tabernero no quiso meterse más, al escuchar hablar de deudas... en esos asuntos uno prefiere ser discreto y no meterse donde no le llaman.

Los dientes de Erik rechinaron al cerrar las mandíbulas con demasiada fuerza. En su cabeza estaba muy clara la secuencia de acontecimientos y ardía de ganas por poner las manos sobre aquel par de mal nacidos. Si alguien hubiera entrado en su mente y visto las atrocidades que se le ocurría hacerles, sin duda habría pensado que un monstruo.

Como era habitual no dijo nada. Volvió su mirada a los niños, en especial al muchacho pensando que si no tenia mas hijos propios ensenaría a aquel niño los secretos de la forja para que no le faltara un oficio en los meses de invierno.
 

Hacía horas que había perdido a mi marido y aquello era doloroso. Las averiguaciones también eran dolorosas. Todo lo que parecía haberse estabilizado tras las horas en calma estaba tambaleándose de nuevo. 

Tenía que pensar. Pero todo parecía superarle. 

- No puede ser - digo mirando a los hombres que me acompañan. Agradecía su afecto y su apoyo. Aunque la verdad es que no esperaba otra cosa. Eran hombres leales. Solo hacían lo correcto. Cualquier otra cosa si hubiera sido preocupante. Aun así no podía evitar sentirse reconfortada. - Ivarr... él... - digo meditando. Si había estado apostando no era por placer, al parecer ese era su plan. SU PLAN. Me llevo las manos a la cara. ¡Maldita sea...! Ya sabía yo Ivar... generar ideas y planes... que salieran bien.. poco... poco.... 

- Si sólo lo hubiera dicho.... no querría avengonzarme - digo mirando a mis compañeros y por primera vez desde que vi muerto a mi marido ingentes cantidades de culpa se abalanzan sobre mi. - Es mi culpa... - digo mirando buscando algún tipo de respuesta. 

Mis pensamientos han entrado en bucle. La pérdida es grande. Las razones inaguantables. Todo es inaguantable. 

Giro sus ojos como un relámpago para enfrentar la mirada de aquella mujer.- No lo eres.- su afirmación no pudo sonar mas rotunda.- La culpa la tienen otros y echartela tu se la resta a los verdaderos asesinos.

Miro de reojo a sus compañeros y decidió hablar.- Seguimos las huellas, creemos que fueron hombres de Gunnar.- dijo resumiendo la cuestión en pocas palabras. Darle un verdadero objetivo podía aliviar el sentimiento de culpa de aquella mujer.

- No sabemos si fueron enviados o fue la avaricia la que les movio. Por ello debemos ser cautos.
 

  Uthred se acercó a Ishild apoyando una mano en su hombro. De manera silenciosa, secundaba las palabras de Erik y ofrecía su apoyo a la mujer. No debía culparse, ella no había arrastrado a Ívarr a la muerte. Escuchó lo que Erik les contó y divagó con la mirada pensativa, durante unos segundos, antes de preguntar.

 - ¿Como llegasteis a esa conclusión? ¿Qué pistas encontrasteis? ¿Algún otro detalle? - Pregunta tanto a Erik como a quienes le acompañaron.

No Ishild, ni tú ni ninguno de los aquí presentes tiene culpa en la muerte de Ivarr. Haremos que los verdaderos culpables paguen. - le digo a la viuda. Las posibilidades de que hubiera pasado si... son enormes y por mi experiencia con mi madre, sé que pueden llegar a hundirte en un pozo negro.

Trato de responder a Uthred, completando la información - Uthred, el rastro que seguíamos lo habían dejado un par de hombres que o bien eran gigantes o bien llevaban armaduras. A los guardias de la puerta les preguntamos y gigantes no habían visto, pero si a un par de hombres con armadura, que entraron en la ciudad y se dirigieron a - carraspeo con evidente incomodidad, no sé como decir que estaban en un burdel con los niños y mujeres delante - una taberna - vuelvo a carraspear - donde nos encontramos a Bjorn. Los ha identificado como hombres de Gunnar.

Dejo que pase un momento de silencio para que puedan asimilar la información y continúo: Como bien te ha dicho Erik, no sabemos si actuaron por encargo de Gunnar o lo hicieron por su cuenta. Me gustaría pensar que, ahora que nos has dicho lo de las apuestas, lo hicieron impulsados por la codicia. Sea como sea, debemos pensar como lo vamos a afrontar.

Asiento gravemente a medida que Harald narra los hechos. Permanezco cerca del cuerpo sin vida de Ívarr, sin interrumpir su relato, ya que no está escatimando ninguno de los detalles importantes.

Creo que deberíamos dejar las cosas como están por hoy. Mañana descubriremos lo que pasó y haremos pagar a los culpables, ahora no debemos dejar que se nos escape nada de esto al resto, no conviene que corra la voz.

A una parte de mí le dio un vuelco al pensar que mi corazonada había sido acertada, pero no había sentimiento de alegría en ello. Además, ahora tenía que enfrentarme a la posibilidad de que Gunnar estuviera involucrado. Fuera cierto o no, aquello no terminaría bien.

- Lo primero es lo primero. Como dice Brent, no deberíamos apresurarnos más por el momento. - dije con convencimiento

- Esta sera una noche de despedida. La hora de actuar llegará mañana. -

Por mucho que me dijeran.. la culpa no desaparecía. Miro a Ivar y suspiro.

- Agradezco vuestras palabras - digo asintiendo y miro de reojo a Haakon. - Dentro de poco llegará el resto. Tenemos que terminar la ceremonia. 

Me acerco al cuerpo de mi marido y una duda me asalta.

- ¿y si viene Gunnar? - pregunto mirando a mis acompañantes.

 Escucho las explicaciones de Harald, que sumadas a las de Erik y a las mías empiezan a trazar un mapa. Una constelación de actos aislados que, tomados en conjunto, empiezan a arrojar luz sobre lo que le sucedió a Ívarr. Björn sabía algo... ¿o no? Pese a todo, aun quedan muchas incognitas sobre la mesa... ¿Les ordenó Gunnar matar a Ívarr? Una parte de mi seguía creyendo que eso, al mercader, no le convenía si queria seguir manteniendo un arrendamiento seguro que año tras año Ívarr pagaba. Entonces... ¿Actuaron por codicia? ¿O actuaron a espaldas de Gunnar, mandados por otro hombre?

 - Si Gunnar viene por aqui... - Me encantaría colgar sus extremidades en la pared. Pero no nos reportaría ningún beneficio. Quizá no venga solo, si viene. Pero aqui habrá más hombres leales a Ívarr que no dudarían en despellejarle. - Quizá si se atreve a asomar la cabeza... podamos acorralarle.... Quiza deberiamos ir a por quienes atacaron a Ívarr. Yo vivo solo y mi casa está a las afueras. No... sería problema si los escondieramos allí. Unos pocos días y podremos sacarles cualquier tipo de información. - Entonces miro a Björn, que hasta ahora no se había manifestado. - ¿Podrias identificar a esos hombres? Darnos unos nombres...

Gunnar vendrá por aquí. No creo que tenga la indecencia de no presentar sus respetos, esté o no detrás de esto. Me gustaría decir que no deberíamos acosarle hasta tener pruebas, que no es buena idea enfrentarnos a Gunnar sin tener claro qué fue lo que pasó. Pero a mí también me hierve la sangre, y entiendo lo que le pasa a Uthred por la cabeza. Cuando Gunnar venga... ya se verá. Cuando Ishild se acerca a su marido, me hago a un lado para dejarle sitio, aunque manteniéndome cerca por si ella necesita ayuda en algún momento.

Atraer a Gunnar al funeral... no era ni mucho menos una idea descabellada, pero imaginaba motivos de sobra para que no pudieramos ponerle una sola mano encima.

- Cuidado, estáis soltando una serpiente envenenada... Aunque de verdad fuese orden de Gunnar ¿y si solo lo negase? Todo se reduce a nuestra palabra contra la suya. -

De nuevo, se detuvo un momento antes de hablar, se estaba volviendo una mala manía suya dejar aquellos incómodos silencios entre frase y frase.

- No nos podemos equivocar en el orden. Primero van los atacantes, luego tendremos tiempo de tratar con Gunnar. -

 -Tenemos que coger a los culpables y hacerles escupir la verdad.- Estaba seguro de sus palabras, tenían que ir paso a paso. No sabían si Gunnar era culpable o no. Cabía la posibilidad de que lo fuera y todo se resumiera en avaricia corriente.

No tenia sentido una conspiración para matarle de ese modo y menos negarle su derecho. Gunnar sabia que era de fiar, que recibiría su dinero y podría seguir haciendo negocio con el. No había razón para matarle.- Hasta entonces zanjemos el tema.

Harald asiste a la conversación sin pronunciarse, pues no está seguro de que hacer.

La información apenas ha sido compartida, pero, de alguna manera, todos parecéis empezar a crear vuestras propias teorías. Tenéis un camino bastante definido frente a vosotros sobre cuáles deberían ser vuestros siguientes casos y comenzaréis a andarlo pronto. Pero no ahora.

Uhtred se dirige a Erik que le mira cuando éste le pregunta. Las pupilas de Björn aún están ligeramente dilatadas, pero su lengua ya no está pastosa y se le entiende bien al hablar. Puedo reconocerlos pero, como les dije a estos dice con el brazo extendido acogiendo a Harald, Erik y Bernt con el arco que hace el mismo, no recuerdo sus nombres. No he socializado demasiado con el resto de guerreros de Gunnar...
 

En ese momento, la puerta se abre y Karl entra con el resto de la tripulación. Podéis ver, a través de la puerta y con la poca luz que se filtra hasta la ya oscura calle, lo que parece un hombre famélico, atado con una cadena. Un sacrificio para los dioses. Dice Karl cuando os mira, sabedor de la pregunta que pasaba por vuestra cabeza. Haakon asiente, como dando por bueno el gesto. Un ritual realizado degollando un animal era del agrado de los dioses, uno realizado con un ser humano sería aún mejor. Cuando hubiesen degollado al hombre y habiendo vertido la sangre del mismo sobre la tierra que taparía a Ívarr enterrarían al esclavo junto a él y algunas pertenenciar de vuestro lider.

Los restantes miembros de la tripulación van directos a donde Ishild a presentarle sus respetos y a ofrecerle regalos con los que agasajar al muerto. Sabéis lo dura que ha sido la temporada, sabéis lo mucho que han debido de sacrificar todos de lo poco que tenéis para poder comprar un esclavo o las posesiones para el enterramiento. Pero así ha de ser.

Nadie más entra. Poca gente se ha enterado de la muerte de Ívarr y quizás sea mejor así.

Entre todos, comenzáis a encender algunas antorchas y os repartís el trabajo. Al frente, Ishild abre la procesión con Rigmar y Jorgen de la mano. Después de ella, Haakon recitando salmodias para que los dioses se preparen para recibir al muerto. Bernt, Björn, Erik, Harald, Karl y Uhtred portan el cadáver de Ívarr sobre un lecho improvisado a modo de camilla tras estos y, tras ellos, Bera con su hijo y el resto de la tripulación se os unen. La ciudad está silenciosa. Algunos de los pocos transeuntes que os cruzáis, incluyendo los guardias de la puerta por la que atravesáis las murallas, se detienen junto a vosotros para presentar respetos a la viuda.

Una vez en las afueras de la ciudad, os dirigís hacia la tumba que esta tarde han estado cavando Karl, Ishild y Haakon. La ceremonia va a comenzar.

   La furia hablaba por mi. La ira nublaba mi mente pero... ¿qué joven que se precie no estaría furioso ante una situación como ésta? Por suerte, primero mi abuelo bregó por templar mi naturaleza impulsiva, y en parte hizo un buen trabajo aunque todavía queden ramalazos temerarios, bendita juventud. Ahora algunos de mis compañeros, mucho más veteranos que yo y mucho más sensatos, consiguen templar mis nervios y, continuamente, darme lecciones que me salvan de una muerte absurda y temeraria, o de cometer acciones igualmente temerarias. Haakon tiene razón. Sería nuestra palabra sobre la de Gunnar, y todos saben que la palabra de Gunnar es bien tenida en cuenta en esta comunidad. Si simplemente lo matasemos, se nos castigaría a nosotros como asesinos, y lo que queremos es justicia, no que la justicia caiga sobre nosotros.

  Cuando llega Karl con el resto, observo con orgullo el honor que representará el esclavo, y celebro su muerte. Ademas, todos los hombres de la tripulación se despojan de lo necesario para juntarlo en un pequeño tesoro para que Ívarr se marche al más allá. Igualmente, yo hago lo propio. Y mientras el cadaver es velado y los miembros de la tripulación van despidiendose, pienso en posibles acciones futuras. Tratando de mantener la cabeza fría, se me ocurre una idea. Mientras el resto de la tripulación muestra sus respetos, yo me acerco a Bernt para susurrarle, sin querer romper la despedida.

 - Bernt... se me ha ocurrido que podriamos volver a esa taberna. Preguntar por quien jugo contra Ívarr. Quizá estuviera compinchado con los matones o podria arrojar mas luz sobre todo esto. Podemos ir con Björn, es importante para identificarlos. Además... si Gunnar está detrás de todo esto, Björn podria estar en peligro... al ser el único que pueda identificar a los agresores.

  Una vez velado el cuerpo, lo alzo junto a mis compañeros en un improvisado camastro para llevarlo al sitio donde sus huesos reposarán por toda la eternidad. Mientras ando, no puedo evitar volver a pensar en el destino del alma de Ívarr. Habia muerto asesinado pero... antes de morir habria ofrecido resistencia. Quizá tenga una oportunidad de ir al Valhalla.