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Los sueños de Ekaitz

IV. Inimicus Expulsus

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21/09/2013, 13:52
Ekaitz

Fue entonces cuando el joven Ekaitz miró a los que estaban en el dólmen, y echó un rápido vistazo por el rabillo del ojo a Gorka, aún inconsciente. Apretó sus dientes y luego mordió sus labrios.

¡¡IREKI!! -gritó Ekaitz justo antes de dejar de forcejear con la mente-. Entonces y como si de un rayo se tratase se tiró hacia el dólmen como quien se tira a un carro lleno de paja para caer mullido y sin daño. Cuando lo hizo, un tremendo estruendo azotó las copas de los árboles (tal vez de la fuerza desbocada entre las dos poderosas mentes) acompañado de una luz cegadora procedente del mismo dólmen, la cual engulló a la mujer, Juana; a Pol, el médico, a Oleti y Aingeru, los religiosos, y al propio Ekaitz y Gorka. En cuestión de un segundo, los dos tipos vestidos de negro dejaron de visualizar a aquella panda que se concentraba en el dólmen, sin duda, monumento del diablo a los ojos de cualquiera.

Cuando la luz terminó y se apagó sobre sí misma, en el mismo lugar donde se reunieron todos ordenados por Ekaitz, no había nadie, era todo vacío; tan sólo aguardaba el dolmen. Allí se quedaron los dos tipos de capuchas oscuras, maldiciendo uno de ellos la sorpresa y, acto seguido, perdiéndose entre la oscuridad de la noche.

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21/09/2013, 14:03
Director

                              Una luz... inverosímil...

                                  ...Voces en vuestra cabeza...

                       ... un fogonazo...

                               Ekaitz, oíais a Ekaitz gritar, y correr, ¡huir!

                                           ...

                                        ...

 

¿Era de noche en Jentilbartza?

¿Era noche oscura cuando llegásteis al brumoso bosque del dólmen? Tanto y tal que sí, y vuestra cabeza parecía estar dando vueltas, vueltas, y más vueltas cuando despertásteis... Lo último que recordábais era a Ekaitz gritando, mirando fijamente a otro congénere... fueran hombres o diablos... Pero lo más curioso es que lo recordábais de hacía un momento y era... ¡ahora era de día!

Estábais todos tumbados en una pradera, muy verde y fresca, tan fresca que aún había rocío de la mañana. Despertábais poco a poco y vuestra vista vio tras de vosotros un dolmen muy parecido al anterior, al de momentos antes... horas antes... segundos antes... ¿Quién sabe?, parecíais un poco desorientados. Una pequeña jaqueca se instalaba bajo vuestra frente, y veíais a ciertas varas de distancia, no sin una apreciación borrosa, a un muchacho de pelo rubio y rizado correr a lo que parecía, a lo lejos, una pequeña y hermosa aldeita. Desde luego, el paraje era espectacular.

Desde luego, no habíais estado en ese sitio jamás, y desde luego no parecía estar en todo el señorío de Vizcaya, en Navarra o incluso en la amarillenta de bálago y centeno Castilla, aun tampoco en Aragón o en cualquier zona de costa... Sin duda que era un lugar pintoresco, visto desde la lejanía.

Gorka seguía inconsciente.

Notas de juego

No marquéis ni a Yosef ni a Justo, no están con vosotros.

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21/09/2013, 14:19
Soldados de la espesura

Los dos tipos se internaron al bosque por una parte de su linde muy cercana a la vuestra, desde donde estábais observando. Se marchaban bosque adentro, uno seguido por otro. Allí quedaron las piedras voladoras en medio del claro, testigo mudo del encuentro no del todo racional que los hijos del demonio, según diría cualquiera que tuviera un mínimo de fe y coherencia, habían protagoonizado.

Ni rastro de vuestros compañeros.

Notas de juego

Podéis perseguirlos si queréis: Tirad por Correr (AGI) y Descubrir (PER) si tenéis intención de darles caza.

Continuáis posteando para vosotros dos sólos.

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21/09/2013, 15:23
Pol de Labastida

Pol, que hasta entonces se ocupaba de Gorka, se levantó, incrédulo, mirando alrededor. Maravillado por lo que acababa de suceder, admiraba el bucólico paisaje. Hacía mucho tiempo que su intelecto se había rendido, y ahora se dejaba llevar como un niño que se imagina siendo el héroe de un cuento narrado por su abuela al calor del fuego. Permaneció así un buen rato, hasta que cayó en la cuenta de que Gorka aún estaba inconsciente. Buscó con la mirada algún arroyo o una fuente de agua, pues la necesitaba para despertar al banderizo. Hasta entonces, hechizado por el mágico suceso, no había reparado en que Juana, Alex y Aingeru también le acompañaban.

-¿Estáis... bien? -se limitó a preguntar, sin que le salieran más palabras.

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21/09/2013, 19:33
Aingeru

Esto muerto? - es lo primero en lo que logro pensar. Quizás aquello fuera el paraíso. Pero Gorka seguía inconsciente y Ekaitz, quien ya sin duda alguna no era un buen cristiano, también estaba allí. Aquello tampoco era el infierno... 

- Dónde...? Dónde estamos? - atino a preguntar mirando a un lado y otro - Qué sucedió? Acaso es esto obra del maléfico?

Observo a mi alrededor y noto que ni Justo ni Yosef se encuentran allí - Y Justo? Y Yosef? Por qué no están ellos aquí? - Quizás ellos sí estuvieran en el infierno pagando por sus pecados. Sin embargo aquí todos tenían mucho que pagar, quizás incluso yo tuviera que pagar las deudas de mis padres ante el señor.

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21/09/2013, 23:29
Juana de Bestea

- Creo, mi señor, que si estuviésemos muertos esto estaría más cerca de ser el cielo que el infierno. Caminemos, que el esta gran piedra ya ha cumplido su función, visitemos el pueblo...

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22/09/2013, 13:18
Alex de Oleti

Los ojos de Alex no parecían querer cerrarse ante todas y cada una de las maravillas que se sucedían ante sus ojos. Ya no podía juzgarlas con la certeza del bien y el mal que las cosas mundanas permitían discernir tan adecuadamente. Aquello superaba sus conocimientos con creces. Tal era así, que empezaba a entender la necesidad que la humildad requería. Ekaitz era una incógnita, no podía juzgarlo como un hijo del hombre, pero tampoco como un ser del cielo ni del infierno...Al igual que aquel lugar: ni cielo ni infierno, sino algo intermedio... Sólo había una idea clara que empezaba a aclarar poco a poco su mente, tan embotada de sucesos asombrosos: sí habían de ser juzgados en algún momento de aquel viaje, no le cabía duda que aquel lugar establecía el marco adecuado para ello. Sin duda que se acercaba aquel momento.

- No me atrevería a adelantar un juicio sobre la bondad o maldad de este lugar tan tempranamente. - Alex comienza a hablar lentamente, permitiendo que su propia voz le atraiga a una sensación de realidad, tan necesaria en ese momento.- Y me temo que tampoco lo haría sobre nuestros compañeros... Quiero creer que, ya habiéndonos separado con anterioridad en este camino, y vuelto a encontrar después, sabrán encontrar su camino, al igual que nosotros. Nada queda a la vista del Señor, y hemos de tener presente que Él aún sigue con nosotros... Fuerza compañeros, hagamos lo que dice Juana, y veamos que clase de habitantes nos ha de deparar este lugar.

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22/09/2013, 14:01
Pol de Labastida

-Pero Gorka está aún inconsciente -intervino Pol-. ¿Vamos a dejar lo aquí? Tal vez con una cubetada de agua podría despertar. Yo ya le he aplicado mis ungüentos y vendado sus heridas para evitarle peligro de infección.

Pol miró detenidamente a Gorka. Él había luchado valerosamente, no solo contra los gentiles, sino también contra los bandidos que les habían atacado antes, y ahora yacía allí, sin sentido, por haberles defendido.

-Id vosotros -resolvió finalmente-. Yo tengo una deuda con este hombre, pues el miedo hizo que le dejara abandonado cuando vosotros le ayudasteis. Este es un lugar maravilloso y me encantaría visitarlo, pero no quiero faltar dos veces a mi deber. Cuando se recupere nos uniremos a vosotros.

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22/09/2013, 16:13
Alex de Oleti

Vuestras palabras os honran buen Pol, mas, ¿no sería posible llevarlo con nosotros? Bastante nos hemos separado ya, no me gustaría que hubiera más divisiones en nuestro grupo, y menos en un lugar desconocido como este... Yo podría cargar con él si sus heridas así lo permiten.

Alex sopsesó las posibilidades. Tal vez entre dos hombres pudieran cargar con Gorka hasta el pueblo un tanto sufridamente, aunque se demorasen bastante en el camino. Lo que no sabía sopesar era la gravedad del estado del hombre, y como respondería ante dicho transporte.
 

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22/09/2013, 16:39
Director

Mientras todos comentaban sus sensaciones, Ekaitz se internó en la aldea de la lejanía.
 

Notas de juego

Claro que podéis llevar a Gorka cargándolo.

Hacedme todos una tirada de IRR. Si no la superáis, tirad 1d10, siendo aquello lo que ganéis en IRR y perdáis en RAC.
 

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22/09/2013, 20:32
Pol de Labastida

Pol pensó durante unos instantes.

-No creo que convenga moverlo, pero por otro lado tal vez puedan ofrecernos ayuda en la aldea.

Miró en dirección al lugar donde ya entraba Ekaitz, que incomprensiblemente había hecho caso omiso de ellos, o es que andaba aturdido por el colosal enfrentamiento y no les había visto.

-Bien, si podéis ayudarme, lo llevaremos allí; puede que, si estas gentes son de la misma naturaleza que Ekaitz, tengan alguna manera de restablecer su salud.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Ficha modificada.

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22/09/2013, 22:56
Aingeru

- No podemos dejar al buen Gorka aquí, pero tampoco creo que sea buena idea dejarle a la merced de los habitantes de este sitio. Aún no sabemos qué clase de criatura es Ekaitz y menos aún aquellos que habitan este lugar. Dejarles hacer podría acarrearle problemas aún peores que la muerte, su vida está ahora en manos de Dios y nosotros no podemos hacer más que intentar proteger su cuerpo y su alma manteniéndole alejado de las influencias del maligno. Creo que lo más sensato sería que alguien vaya y observe mientras los demás esperamos.

Aquello debe de ser una prueba de fe. El señor nos pone a prueba constantemente.

- Tiradas (2)
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23/09/2013, 01:35
Juana de Bestea

Juana estaba feliz, a pesar de que el sacerdote mostrase sus dudas, ningún demonio podía imaginar tanta belleza. Si no era el cielo... sin duda se le parecía.

 

- Tiradas (1)
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23/09/2013, 08:48
Alex de Oleti

- Ser prudente no es mala cosa sin duda. Si alguien ha de acercarse que ese sea yo pues, un hombre de Dios. Ya no tengo ninguna duda de que, si tantos y tan extraños problemas hemos logrado solventar en nuestro camino, no ha sido sino por obra del Señor, que nos guía férreamente y no nos ha abandonado en ningtún momento. ¿qué otra fuerza podría sino habernos ayudado ante tanta maldad? Y siendo así, ¿qué hemos de temer ahora? -Alex parecía haber encontrado nuevas fuerzas en su fe. Si aquello era una nueva y puede que última prueba del viaje, como la sensación ominosa que lo asaltaba parecía no cesar de señalar, su confianza en el buen Dios sería su arma. Ninguna duda haría mella en él.

A continuación, empezó a caminar hacia la aldea, con paso firme y seguro, en la misma dirección que habría tomado Ekaitz. Sí, sin duda aún tenía dudas y algún temor, pero eso era humano. De hombres de Dios era no dejar que aquellos males se apoderasen de su ser, y así obraría entonces.

- Tiradas (2)
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23/09/2013, 09:44
Director

Notas de juego

Oleiti se adentra caminando. Si no decís nada, interpretaré que el resto os quedáis con Gorka a las afueras.

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23/09/2013, 11:31
Juana de Bestea

Notas de juego

Juana también va, a ella el lugar no le da miedo y está ansiosa por descubrir sus secretos.

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23/09/2013, 12:21
Pol de Labastida

Pol se quedó junto a Gorka, observando como Alex y Juana se acercaban al pueblo. No creía que hubiese peligro, ya que Ekaitz se había dirigido hacia allí, y se suponía que nosotros estábamos de su lado; no nos podía haber traído a un sitio hostil. Los que sí parecieron muy hostiles fueron sus adversarios, y no pudo evitar torcer el gesto al recordar a Justo y Yosef, que habían quedado a merced de ellos.

Por otra parte, recordó que Ekaitz dijo tener que llevar unas hierbas a alguien para curarle, y pensó en la posibilidad de que aquello no hubiera sido una mera excusa para que les acompañara; quizás en aquella aldea había alguien que de verdad estaba esperando aquellas hierbas...

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23/09/2013, 13:42
Yosef ben Moshe

No había pensado que la lucha entre brujos acabaría de aquel modo. Con Ekaitz evaporánndose mientras se llevaba a mis compañeros de viaje a las tierras del diablo. Pues ni rastro de ellos quedaba ya en ese claro.

Hubiese preferido que no quedase ninguno vivo, o al menos solo uno de aquellos brujos en pie después de la lucha.

Tampoco importaba, tenía un objetivo y lo cumpliría. Me lancé corriendo tras los dos magos encapuchados.

- Tiradas (2)
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23/09/2013, 14:52
Aingeru

Mientras Juana y Alex se adentran yo me quedo junto a Gorka y Pol, aquel sitio difícilmente sería algo bueno si gente como Ekaitz venía de allí.

- Que jesucristo guarde vuestras almas - digo a aquellos que se alejan, persignándome

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23/09/2013, 15:12
Director

Alex de Oleti, que creía que no había nada que temer (según él), decidió que lo más razonable sería descubrir en qué lugar estaban, qué es lo que realmente deparaba aquella espectacular y extraña historia que había vivido durantes unos días, tan llena de nieve, sucesos, muertes y hechos inexplicables que cualquiera que lo hubiera oído de vuestra boca, bien os tomaría por necio, truhán o juglar con tremenda imaginación. Veíais alejarse también a Juana, tras del clérigo, hasta que las varas de por medio hicieron que sus figuras despareciesen en el interior de la aldea.