Partida Rol por web

  Aurel estaba realmente contrariado. Si bien aquella vía de investigación no había -ni mucho menos- llegado a un punto muerto, sí que se resistía al tratamiento inmediato...y eso le enojó. Aún así, había tantas cosas por hacer, tantas posibilidades, que Louis valoró seriamente volver a su domicilio y separar allí oro de paja con lo mucho o poco que había logrado reunir.

- Reese, Voigtlander, concertar cita con Cowles, editor, sectas en la Polinesia...- dijo para sí mientras jugueteaba con los dedos. Enumeraba tareas y, como es costumbre cuando nace una obsesión, comer y dormir no estaba entre ellas.

El tiempo pasa y el periodista piensa cuál será su próximo paso. Piensa en el investigador privado que contrató, debía llamar a su oficina y averiguar que ha sido de él y sus "sospechosos" compañeros.

Luois, sale de la comisaría abrumado por la tristeza y dandose cuenta quizás por vez primera del reto al que se enfrenta...

Elias ha muerto al investigar algo o a alguien, ¿y yo me propongo llegar hasta el fondo del asunto?... Mi destino puede ser el mismo...

¡Vasta de temores y se práctico!. Siguiente paso...

En primer lugar recuerda la carta y la llave que encontró en la maleta de Elias y se dirige a un bar cercano, donde sentarse en una mesa e investigar ambos mientras pide un café caliente que le reconstituya.

Una vez analice los mismos, decidiré los siguientes pasos a dar.

El reloj de mano marcaba más de las cinco de la tarde y recordaba que debía llamar a Malcolm Reese a su oficina. Estaría preguntándose por su ausencia y su extraño comportamiento tras los hechos. A esa altura desconfiaría de él pero el famosos investigador era su única oportunidad para llegar al final del asunto pues seguro que algo había descubierto.

Caminando hacía la cafetería a la que se diigía, comenzó a pensar en la extraña actitud de Malcolm...

¿Realmente debía sospechar de él?. No, el no había matado a Elias, al fin y al cabo él estaba allí por él.

Debo darle la oportunidad de explicarse y de paso averiguar lo que ha visto y encontrado en la escena.

De esta forma Louis, se detiene a buscar desde donde llamar a la oficina de Malcolm, mientras decide abrir el sobre encontrado para ver que encuentra.

La telefonista deriva la conexión a la terminal demandada, con la desilusión de que el investigador estaba ausente. Le había contestado su secretaria.
- Si quiere le puede dejar una nota - responde su secretaria - no creo que tarde en llegar siempre se pasa con asiduidad para recoger los recados.

Por supuesto que sí, digale...

¿Que le digo, que no se si confiar en él?...

Digale señorita que necesito hablar con él lo antes posible. Digale por favor, que es importante.

Una cosa más, ¿podría llamarle a su casa para ver si está?. No quiero parecer grosero, podría ser cuestión de vida o muerte.

Perdon, soy Louis Aurel. El nerviosismo del periodista era evidente.

- Anotaré su nombre - responde la señorita - perdón pero no tiene teléfono en su casa sólo en la oficina, ¿Quiere dejar un teléfono o una forma de contactar con usted?

Louis, preocupado se dio cuenta de algo obvio... No todo el mundo tenía teléfono en su casa.

Una comodidad que solo las personas adineradas como él se podían permitir...

Quizás en algún momento, no sea tan caro... ¿Como podría localizarlo?.

Solamente una idea se le pasó por la cabeza ir a su casa y ver si había vuelto.

Gracias señorita, este es mi número privado de casa, se que ya se lo he dicho pero es importantisimo que lo encuentre. Digale que alguien recogerá su nota y que diga donde nos podemos encontrar para aclarar lo sucedido.

Tras esto Louis, decide llamar a casa por si se ha intentado poner en contacto con él tras lo sucedido.

Efectúa la llamada y rápidamente descubre que no le ha llamado, por lo que da indicaciones al portero, que recojan un cualquier notificación relativa al asunto y que si llama Malcolm le haga saber que va a su casa.

Tras esto Louis coge un taxi...

Lleveme por favor a está dirección...

Tras esto se sienta y con delicadeza observa el sobre que tiene entre manos y que encontro en la habitación del incidente.

Con cuidado lo abre y observa su interior...

El taxi avanza y un individuo de tez morena y no muy locuaz asiente tras proporcionarle la dirección. Realiza una hermosa excursión que te lleva por toda cantidad de calles y atraviesa el distrito hasta entrar en Midtown donde se congregan la mayor parte de los rascacielos. Todavía te lleva media hora alcanzar el lugar deseado. Te quedan dos plantas para llegar a la oficina de Reese. Esperas llegar a tiempo para cogerle en la oficina.

El periodista abre la puerta y encuentra al investigador al teléfono. Junto a él espera paciente aquella señora de porte elegante. Malcolm Reese se vuelve, el detective, la mujer y la secretaria del investigador clavaron sus miradas sobre un sofocado Louis, que no está acostumbrado a subir dos plantas a toda velocidad. Con alivio descubrió que había cogido a tiempo al detective privado. Tenían que hablar.