Partida Rol por web

Al abrir la puerta de El Descanso Real la realidad en forma de frío os hace despertar y tersar la piel de vuestros rostros. Parece que ha dejado de llover, pero a cambio un aire frío del más puro invierno sopla con fuerza.

- La señora Arenas vive un poco más arriba de este camino.- Ham señala una vifurcación del camino empedrado principal.

- Continuen colina arriba. Vive en un samil con la verja pintada de blanco. No tiene perdida.- la puerta se cierra tras pronunciar estas palabras

Antes de que os de tiempo a decir nada, la puerta se abre de nuevo y la cara del bueno de Ham Torrente aparece por un hueco

-Y vuelvan cuando quieran, serán siempre bienvenidos.-

Arropandome lo mejor que puedo en mi capa de viaje, comento con una sonrisa en direccion al posadero No lo dudo, amigo Ham. Debo decir en vuestro favor que sabeis como halagar y contentar a los cansados viajeros que pasan por este lugar en medio de su deambular.

Mirando a mis camaradas fijamente No se que hareis antes de ir a la granaja de los Matoso, pero este hijo de Aule este pensado en aprovisionarse de ropa de abrigo. Ante la perspectiva de pasar mas de una noche en el interior del bosque, la realidad del frio invernal hace que sea desconfiado con la suerte en demasia. Tras acabar de hablar echo a andar hacia la casa de Rosa Arenas.

Acompaño a mi amigo haciendo un ademán a nuestra compañera para que se viniera con nosotros....

- Os acompañare amigo, pues quizá encuentre algo de utilidad.....

Tal vez, pues nunca se sabe, además siempre viene bien ver a una amiga....

Se tapa bien en su capa, sacándose elegantemente el pelo de ella y sonriendo a Ham.

Muchas gracias, le dice amablemente, después de que él les diga que puedan ir cuando quieran.

Después de decir eso, va corriendo hasta el enano y el humano.

¡Espera! ¡Que yo también quiero comprar ropa!Vienes o qué!?[/B]

Luego Gorex dice el comentario de la "amiga" se queda pensativa un momento, frunce el ceño y se enfurruña.

Mientras camino en dirección hacia la casa de Rosa, comento con aire algo divertido a mi camarada Gorex atusándome la barba con profusión Creo, amigo Gorex, que no estaría mal que la señorita Arenas nos hiciera un descuento en los artículos ya que al fin y al cabo nosotros le sacamos las castañas del fuego con el asunto de la entrega retrasada. No es por amor al metal pero creo que podremos llegar a un acuerdo con ella, ya que es una hobbit en extremo agradable, no como aquella que nos recibió en Entibo con unas maneras que dejaba mucho que desear... mientras hablo me percato de la actitud de Kairi. Perplejo e indeciso, le pregunto ¿Os ocurre algo, joven Kairi? ¿A que valar viene lo de contraer vuestra hermosa faz?

Me río al recordar como mi amigo el enano, no llegaba a un acuerdo con la señor que fuimos a visitar a Entibo...

- Si, quizá lleguemos a un buen acuerdo, pero e de aclararte que no era tan tosca aquella señora, aunque creo que la pillaste levantada con el pié izquierdo...
Además quizá la señorita Arenas pueda tener más encargo que podamos hacer de paso, o después de venir del viaje, no crees?

Después miro a Kairi con una sonrisa...

- Kairi, te gustará la señorita Arenas, creo que te llevarás muy bien con la pequeña hobbit, es muy simpática....

No es que me pase nada, es que creo que no me vais a dar suficiente tiempo para poder escoger la ropa que necesito... dice, pensativa, Normal, sois hombres, vosotros no entendéis la moda ni la importancia que tiene...

Tose levemente y mira a Gorex.

Pues claro que me voy a llevar bien con ella, una persona que toca ropa siempre es digna de ser mi amiga ^^

Sin dejar de caminar e intentando sopesar palabra por palabra alego en defensa del "pilar masculino" del grupo No se que pensareis sobre los varones y si os habrán hecho alguna jugada demasiada sucia jovencita, pero el ser un hombre no significa que tengamos la mentalidad de una piedra en relación al tema de la ropa y la moda. Si no id a Khazad-dûm y observad el atuendo que llevan algunos de los hijos de las familias más poderosas de la urbe. A mi humilde entender, por querer mostrar su opulencia y riquezas terminan pareciando auténticos esperpentos, al igual que con muchos humanos y elfos. Así que por favor no sigais clasificando al mundo según los tópicos que corren, ya que vereis que esas reglas se rompen al salir al umbral del camino. ¿No pensais igual que yo, maese Gorex? El tono de voz el tranquilo y pausado, más de un abuelo a su nieta que de un guerrero naugrim.

Miro con asombro a mi amigo por tan cualificadas palabras, y asintiendo...

- La verdad mease Negnar, es que tienes mucha razón, hay algunos que parecen que se disfracen, jajaja....
Aunque e de reconocer que hay alguno que parece tener gusto...
Depués miro a Kairi..

- Por favor no dañe la sensibilidad de nuestro compañero - le hago un guiño- aunque abeces no lo parezca tiene su corazoncito....jajajajajajaja

Al acabar le doy un golpecito amistoso a mi compañero enano, para que se una a las risas, recordando y comentando alguno de los desorbitados trajes que lleban algunos...

Kairi sonríe y suelta un par de carcajadas.

No os falta razón... Aunque los que van así vestidos no es un tipo de moda a la que yo pueda acceder, responde sonriéndoles, dando por obvio que se refiere al dinero.

Con la premura en vuestros pasos y aligerado el camino con vuestra conversación, llegais a la casa de Rosa Arenas, la cual está escavada en la montaña, uno de esos smial que tanto gustan a los Hobitts. Justo a la entrada de la casa había una cerca blanca de mediana altura, o por lo menos de mediana altura para un hobbit.

Un jardín coqueto crecía bien cuidado a ambos lados del caminito enlosado que llevaba a la puerta.

Teniendo cuidado de no pisar donde no debo para no estropear mi cuidado alrededor, camino tranquilamente hasta la puerta del smial. Una vez delante de la misma llamo con dos sonoros toques para captar la atención de quien mora dentro de la vivienda.

Una vocecilla familar para el enano surge desde la otra parte de la puerta de madera gruesa

-¿Quien vaaaa?.- al unisono se puede oir unos pasitos que poco a poco se van acercandose hasta la entrada

Tras haber escuchado la voz detrás de la sólida puerta del smial respondo con voz grave Somos dos antiguos recaderos que venimos en busca de ciertos articulos textiles. Tened la bondad de franquearnos el paso... ... antes de que pierda mi providencial paciencia y eche la puerta abajo. Odio las esperas y los tiempos muertos. Mientras hablo, mi postura denota cierta impaciencia, algo poco usual en un naugrim.

Kairi se mira las uñas mientras va pensando ambiciosa en todo lo que se va a comprar. De repente levanta la mirada de su mano y se queda pensando, y se dirige a Gorex.

Y dime Gorex... ¿Entonces vas a ayudarme a escoger la ropa...?, le pregunta, sensualmente, cerca de su oido.

Se separa levemente No es que te desprecie, Negnar. Pero siempre he confiado más en la opinión de jóvenes humanos... Manías mías. y le dedica una amable sonrisa de oreja a oreja.

Sin prestar mucha atención al comentario de la joven, contesto sonriendo claramente y sin volverme Tampoco os precupeis en demasía, joven. Seguro que mi camarada Gorex os ayudará gustoso en esa empresa y mi tiempo no está para gastarlo en fruselerías, pues, como ya os comenté, tengo una tarea que cumplir antes de poder dedicarme a mi ocio por completo. Mientras hablo sigo mirando la puerta a la espera de que venga alguien. Puede que sea más anciano que vosotros dos juntos, pero todavía no estoy sordo, jovencita.

Veo como cada moemento que pasa mi amigo el enano se está poniendo más nervioso, uns sonrisa recorre mi cara, para depués poner una cara de verguenza ante la petición de Kairi, y ponerme un poco más rojo al enano meter más leña al horno....

- Siii....hemm, claro como no...- recupero la compostura...- Faltaría más aunque viendote así en un vistazo - echo el cuerpo un poco hacia atras pra pegarle una miradita de arriba a abajo con una amplia sonrisa...- cualuqier cosa te quedará estupenda. - hago una reflexión...- pero te buscaremos lo mejor que tenga nuestra amiga la hobbit...

Después me acerco al enano para ponerle un mano sobre el hombro...

- Tranquilo compañero, creo que está abriendo la puerta, ya está aquí...

-¿Recaderos?.- dice la vocecilla aún del otro lado.

La puerta se abre ligeramente, lo justo para dar cabida a la cabecita de una hobbit, cuya cara se ilumina con una sonrisa al ver al enano y al humano.

-Si son ustedes.- la mano se posa delante de su boca para ocultar una socarrona sonrisa.

-Ji Ji Ji.-