Partida Rol por web

No, no, por favor - ríe - El suelo tampoco está tan duro - bromea, guiñándole un ojo a Gorex - Además será por poco ratito, la hija de la Señora Arenas vendrá enseguida.

Vuelve a sonreirle, retirándose un mechón de pelo de la cara - Pero gracias por el ofrecimiento...

-Entonces ¿Quién quiere que le atienda en primer lugar?.-la mujercilla había puesto los brazos en jarra y parecía estar muy animada por tener tanta compañía o tanto cliente según se mire o según se cuente, claro.

-Mi hija llegará en un abrir y cerrar de ojos, ha ido al molino del señor Juncales a buscar algo de harina. Je ji ji.-

Me dirijo hacia la señora Arenas.

- Entonces si los demás no ponen objeción...atiendame a mi como estaba usted haciendo y en breve podrá atender al resto...ya que lo mío no lleva mucho tiempo o al menos eso creo...

-Me parece bien señor.- dijo mirando al hobbit

-Además ya había preparado las prendas que podrían interesarle.- Y la mediana señala encima de la mesa donde hay un abrigo, un jersey de color azul pastel, un par de bufandas rojas y unos pantalones ocres de buena calidad.

-Perdoneme usted mi despiste, pero ¿se había decidido por algo?.-

Tras mirar detenidamente las ropas que me muestra la señora Arenas le digo:

- Me llevo el abrigo y el jersey...pero le aseguro que volveré a por una de esas bufandas cuando empiece a hacer mas frío...

Luego le muestro una de mis mejores sonrisas.

-Puede venir cuando usted quiera.- dijo la señorita Arenas sin disimular su alegría al percatarse de que a Mutfast Madriguera le habían encantado sus prendas.

-No son tan fáciles de hacer como parece sabe?. Me lleva mi buen tiempo hacerlas.-dijo de nuevo orgullosa

- Un dicho de La Comarca dice que la buena cerveza tarda su tiempo en fermentar...y supongo que con la ropa debe pasar lo mismo...je je je...muchas gracias por su amabilidad- le agradezco a la señora Arenas sacándome el gorro de lana y haciendo una leve reverencia.

Luego recojo la ropa, y me despido del resto:

- Mucho placer en conocerlos señores y señorita...espero verles pronto por Bree...y a usted señora Arenas gracias de nuevo y tenga seguro que volveré a comprar a su tienda

Tras decir esto último salgo de la tienda rumbo a la posada a ver si encuentro a algún conocido allí.

Me levanto precipitadamente al ver que el joven madriguera se despide y se dispone a marcharse, tal es así que descuido y olvido que estoy dentro de un smial golpeándome la cabeza con el techo de la misma... Una pequeña sonrisa recorre mi rostro al ver la cara de Madreguera por tal escena, rascándome la cabeza me despido inclinándome un poco para despedirle....

- Tenga buena suerte en su ida señor Madriguera, el placer de conocer a buena gente es siempre bienvenido...

Después al verle partir me siento en el mismo sitio rascándome el golpe que me di en la cabeza...

Asintiendo con gravedad despidiéndome del hobbit Igualmente, amigo Madriguera. Otra vez seguiremos hablando delante de una espumosa jarra de buena cerveza..

Miro a Gorex de reojo con una sonrisa afable Tened cuidado maese Gorex, o terminareis teniendo que pagarle una nueva vivienda a nuestra anfitriona, la señorita Arenas.

Que tenga usted un buen día - se despide, alzando la mano y despidiéndose con ella, mientras sonríe.

Observa a Gorex y no puede reprimir una carcajada - Negnar tiene razón... Si no vas con cuidado vas a tener que pagarle un techo nuevo - vuelve a reirse y mira ahora a la señora Arenas

El hobbit abandona la casa de Rosa arenas cargado con un nuevo y flamante jersey despidiendose de nuevo de los demás con un gesto con la mano.

-Que pase un buen día.- le dice antes de verle marchar

-Bueno, bueno ¿Y que querían ustedes precisamente?.-

Vuelves a tu escena.

Con aire presuroso, pero sin perder los buenos modales Pues vereis, mi señora, un servidor necesitaría de un buen abrigo para resistir la fuerte humedad del bosque, que uno no está para arriesgarse mucho, y una buena bufanda de lana, que siempre viene bien...

Yo deseo un vestido que abrigue - responde Kairi, levantándose y con una sonrisa - Aunque tendré que seguir esperando a su hija, ¿verdad? - no deja de sonreir amablemente.

-Me temo que sí señorita. Es extraño porque ya debería estar de vuelta.- la mediana miraba con aire preocupado por la ventana que daba al sur y a traves de la cual se veía el camino por el que suponeis que debe aparecer su hija.

-Abrigo si que tengo señor y justo a la medida que alguien de su corpulencia necesita.- dijo volviendo a los asuntos y negocios

Vuelve a sentar al suelo, al lado de Gorex. Esperando la hija de la Sra. Arenas.

Mesándome la barba, miro por una ventana en dirección al camino del sur. Tras meditarlo un rato decido hacer una proposición a nuestra anfitriona pues no me gusta perder el tiempo, como maese Gorex sabe con certeza. Con modales recatados pero tono serio, me dirijo a la señora Arenas Mi amable señora, ¿podeís decirnos a donde se dirigía su hija? No es por inmiscuirnos donde no nos llaman, pero tenemos algo de prisa y mejor que esperar aquí podríamos intentar averiguar la razón de su demora en la llegada, ¿no os parece?

- Por ahí llega al fin.- la hobbit señaló a traves de la ventana el camino por donde se veía llegar a otra mediana con paso alegre. No tardó la puerta en abrirse y colarse por el pasilo una voz muy similar a la de la señorita Rosa