Entráis por el tunel buscando atentos el tunel lateral del que habla Lunnaris. La joven no tarda en encontrarlo y os vuelve a avisar de la trampa.
Todos la sorteáis y, aunque apretados, seguís andando por el tunel lateral hasta llegar a una sala más amplia.
Allí está el botín de los insurgentes. Hay tres pares de botas y tres capas entre as distintas cajas dea rmas simples, unos pocos barriles de comida conservada y varios fardos de ropa.
Motivo: Buscar Lunnaris
Tirada: 1d20
Resultado: 6(+6)=12
Motivo: Buscar Fendor
Tirada: 1d20
Resultado: 9(+3)=12
Motivo: Buscar Escalofrios
Tirada: 1d20
Resultado: 16(+2)=18
En cuanto vi las provisiones recordé lo de aquella criatura que buscaba magia y que se guiaba por su olor. Antes de que nadie tocara nada les hice un gesto con la mano para que no hicieran nada.
Miré a ambos lados temiendo que alguien me viera usar mi magia cuando me di cuenta de que en teoría, entre mis compañeros debería estar segura. Hice unos gestos y esperé. Quizá alguno de esos objetos se iluminaría ante la presencia de magia en el lugar.
Uso detectar magia sobre las cosas y ya de paso sobre la sala.
Uala... Este sitio es increíble... -Había oído hablar de él, pero nunca me había acercado. Sentía una verdadera curiosidad por lo que allí había, así que empiezo a rebuscar entre las cosas a ver qué más encuentro, además de guardarme un poco de comida.
-Ten cuidado con los hechizos... su ástirax podría olerlos.
Después de haber cruzado el puente, ver como el elfo, usando un arco peculiar, despachó a los dos enanos malditos, y esconder los cuerpos decapitados de estos en las aguas pantanosas, el grupo continuó su camino, y Argos con la gnoma a su espaldas para avanzar raudos con la esperanza de dajar atrás el legadao y su escolta de orcos.
Finalmente apareció ante ellos la famosa cueva secreta. Y con el legado y los orcos no demasiadao lejos.
Nada más adentrarse en ella Lunnaris, la pequeña gnoma, advierte al resto de los peligros de la cueva, parece ser que sí sirvió la visita que hicieran a los hogareños antes de partir.
- Esperemos que la trampa pueda detener, o por lo menos debilitar al legado.
Finalmente sortean la trampa y llegan hasta el alijo de la resistencia. Argos da un rápido vistazo por la zona buscando un lugar donde esconder esas mercancías, una repisa, un agujero, una sima o algo.
- Debemos hacer algo con esto... si lo descubren, el pueblo será arrasado en la búsqueda de la resistencia. Tal vez lo podamos llevar hasta el fondo del túnel, quizás se interne en grutas profundas o en un amplio complejo subterráneo.
El ereño susurraba, pues la situación así lo requería, se podía sentir el peligro pegándose a la piel...
Tirada oculta
Motivo: Buscar
Tirada: 1d20
Resultado: 9(+2)=11
Al llegar a la cueva mi nerviosismo crece por momentos, estamos encerrados con el cuerpo del delito y sabemos que el legado viene de camino. No debemos demorarnos demasiado para hacer desaparecer las pruebas. En ese hilo de pensamientos veo a la gnoma lanzar un sortilegio.
- Ahora si que la hemos liado, el legado sabrá que se ha lanzado magia aquí y nos matarán.
- Rápido, limpiemos todo esto y desaparezcamos.
No puedo evitar empezar a sudar profusamente mientras me lamo con nerviosismo los labios.
Miro la sala atestada de cosas, después a mis compañeros y solo puedo pensar que en una carrera contra relog como haremos para hacer desaparecer todo esto.
- Deberiamos dividirnos en grupos he ir acarreando todo esto fuera de la cueva. O eso o quedarnos aquí esperando al legado y enfrentarnos a él....cosa que no me llama mucho la atención.
Después de entrar en la cueva y evitar la trampa, encontramos lo que parece ser un alijo oculto de los rebeldes. Lunnaris comienza a revisarlos utilizando magia. Mis compañeros proponen distintos tipos de plan de acción, y yo no me quedo sin dar mi opinión acerca de aquello:
- "Yo estoy con Argos. El Legado ya está fuera, por lo que no podemos salir. Debemos ocultar esto en una parte más profunda. Por otro lado, debemos cuidarnos del Astirax perdido. No niego que me gustaría saber qué ocurrió con él, pero nuestra misión es más importante. Por otro lado, si ven algo que comprometa al pueblo, no debemos dejar que se marchen con vida."
Acto seguido me acerco a los barriles de comida y comienzo a cargarlos para moverlos y ocultarlos como debemos, aunque realmente pienso que lo mejor sería explorar hacía donde llevarlos antes de moverlos.
Empiezo a acarrear cajas para ocultar los objetos, con un gesto ceñudo.
Si matamos a un legado... la venganza será terrible en el pueblo. Esa no es una opción. No puede serlo.
Con la prisa que confieren los nervios cargo con algo de impedimenta y dando la razón a Fendor susurro rápidamente:
- Fendor tiene razón debemos adentrarnos en las cuevas sabiendo algo de ellas, y no hay nadie aquí que sepa que nos espera en sus entrañas. Me ofrezco a ir primero, soy ágil y rápido. Lunnaris podría acompañarme vista su eficacia con las trampas.
Argos asiente distraido a Gorrión mientras con esfuerzo bolca los barriles para hacerlos rodar por el suelo.
- Vale, pero cargad con las capas y las botas.
Susurra mientras da un vistazo a las cajas y tantea la posibilidad de cargarlas él solo mientras el resto carga con ropas o hace rodar los barriles cuevas abajo.
- Debemos darnos prisa. Vigilad con la trampa.
Hago un gesto a Lunnaris y comienzo a adentrarme en las cavernas fijándonme bien donde pongo los pies y manos.
Veo como mis compañeros empiezan a cargar con cosas para sacarlas de la estancia, me sigue preocupando la poca distancia que hay entre nosotros y el legado. Pero dijimos que híbamos a ayudar y almenos mantendré mi palabra.
- Argos deja los barriles y saquemos las cajas con armas de esta habitación....por los barriles de comida quizá se lleven un rapapolvo en el pueblo pero por las armas.....seguro que ajustician hasta a los niños.
¡Mi magia ya está hecha! Así que haced el favor de que esperemos a comprobar el resultado. Quizá haya algo que encontremos o incluso que esté escondido y que nos lo roben. ¿Por qué no buscáis si hay algo escondido por ahí, antes de salir corriendo? Yo creo que aún tenemos tiempo, para eso usamos el atajo, no?
Máster, cuanto queda para que llegue el legado, más o menos?
El hechizo de Lunnaris no se hace esperar. Un par de cajas empiezan a brillar. Al observar lo que hay dentro, os dais cuenta que las botas y las capas son objetos mágicos.
Tras hacer una búsqueda rápida por la estancia, no encontráis nada. Así que decidís empezar a cargar las cosas para llevarlas a lo profundo del tunel. Según os vais acercando, el camino se estrecha. Con un poco de esfuerzo, conseguís pasar.
Y, tras unos pasos tras ese estrecho paraje, encontráis una cámara natural de unos 20' de diámetro, luminada por la brillante luz de un estanque de 10' de diámetro, de agua cristalina y, obviamente, mágica. El estanque es abastecido por lo que da nombre a las cavernas, el manantial de la Lágrima caída, que se filtra de forma lenta pero constante desde una apertura en el muro.
Tan pronto como entráis en esa estancia, el estanque comienza a agitarse. Tras unos breves segundos, una figura surge del agua
El ser dirige su cara hacia vosotros y una voz retumba en la caverna
¿Qué hacéis aquí? ¡Este no es vuestro lugar!
Si queréis tratar con este ser, prueba de Diplomacia
El ereño quedó paralizado, con su parte de la carga compartida con Escalofríos,o sobrenatural de la escena llenó de cierto recelo al hombre, y el que estuvieran condicionados por la llegada del maldito sacerdote y los orcos no ayudaba a que se sintiera menos incómodo.
Sin reflexionarlo miró a la menuda gnoma que había cargado hasta la cueva para que parlamentara, al ser una arcana tal vez se le diera mejor tratar con lo sobrenatural...
Lunnaris entró en aquella cueva y se arrodilló ante la presencia del elemental.
- Disculpa que nos hayamos introducido en su hogar. Hemos venido con el fin de esconder estos objetos. Nos han hablado de estas cuevas, aquí viene gente de Koln para esconder objetos y si tú vives aquí seguramente te hayas cruzado con ellos. Ellos piensan que este lugar es seguro, así que confío en tí, una criatura mágica como tú siempre debe estar en contra del legado y cualquiera que esté en su contra, está del nuestro. Si no nos ayudas correremos grave peligro, tanto tú, como nosotros, como todo el pueblo de Koln que no tiene la culpa de nada.
¡Ayúdanos criatura del agua!
¡Déjanos escondernos en su hogar!
Motivo: Diplo
Tirada: 1d20
Resultado: 15(+10)=25
Cuando cargo la caja junto a Argos hacia las profundidades del tunel, puedo ver una extraña figura que va tomando forma a partir de un estanque.
- Coño, ¿esto que es?.
Cuando Argos se detiene para dejar pasar a la gnoma, no me queda mas remedio que dejarla pasar mientras seguimos cargando con la caja.
Yendo en cabeza del grupo soy el más sobresaltado por la extraña aparición, mi mente no puede concebir tamaña criatura y me quedo paralizado ante su visión. Siento el movimiento a mi alrededor y oigo a Lunnaris hablar. Poco a poco vuelvo en mí.
El camino a través de la cueva es rápido a pesar de llevar una gran cantidad de pertrechos y otras mercancías que ocultar del Legado y sus orcos. Finalmente, llegamos a una zona donde un ser mágico se eleva desde el agua y nos habla de manera amenazadora. Le miro con detención, intentando identificar su naturaleza, mientras guardo silencio:
"¿Será un espíritu de la naturaleza, quizás del agua o este lago? Puede ser una criatura mágica que habita aquí y ayuda a los del pueblo. Si fuese peligrosa para los de la resistencia, creo que nos lo habrían advertido."
Lunnaris comienza a hablar con la aparición para simpatizar y pedir su aprobación para nuestra labor. Mantengo la boca cerrada mientras la gnoma se esfuerza por ejercer la comunicación, pues sé que la capacidad del diálogo nunca ha sido uno de mis fuertes.