Partida Rol por web

Midway, una noche antes de Halloween

La oscuridad teje su manto alrededor de Midway, en el aire se respira un ambiente especial. Mañana a la noche la locura pagana de Halloween invadirá las calles de la ciudad. Miles de jóvenes embriagados en alcohol y ganas de sexo pisarán las aceras y carreteras de cada rincón de esta ciudad. La mejor noche para ser vampiro, y una de las noches especiales de David.

No sabes que tiene preparado pero intuyes que es algo especial. De la limitada información que suele darte sobre sus gustos y él notas en su aura una leve excitación por la noche que se avecina. Es algo especial sin duda, puede que planee realizar un juego...un macabro juego de los que le has escuchado hablar tantas y tantas veces durante las interminables noches que pasas con él.

Te interesa participar en ese juego de mentiras, chantajes y sobre todo sufrimiento ajeno...Así podrás estar a la altura de tu Sire, a la altura de tu Dios particular...

Abres tus ojos lentamente tras el letargo diurno, notas los músculos agarrotados y te cuesta un poco moverte al principio. La poderosa Vitae tarda unos segundos en lograr el efecto de despertar tu cuerpo muerto. Te incorporas lentamente, notas como las articulaciones crujen mientras te levantas. En tu cara se dibuja una sonrisa, te encanta ese sonido pero normalmente acompañado de un pobre infeliz del que beber...ese recuerdo te indica de que ya tienes hambre y que va siendo hora que te prepares para salir...

¿Qué mentira o estrategia usarás hoy para poder "desayunar"?

Abro los ojos y noto mi cuerpo aletargado, muerto... es lo menos me gusta de mi nuevo estado, esos breves instantes que tardo en poder moverme con normalidad, mientras la sangre vuelve a fluir. Arrugo la nariz con  gesto de desagrado y comienzo a desperezarme, ayudando a mis músculos a despertar.

No es la primera vez que me planteo qué sucedería si sufriese un ataque recién despertada pero es algo en lo que prefiero no pensar demasiado. La casa es segura y puedo sentirme a salvo en ella.

Me siento impaciente y excitada. Quiero que llegue mañana. Quiero que esta noche pase rápido y saber qué tiene planeado mi sire. Con una sonrisa nerviosa, empiezo con mis hábitos nocturnos, que no han variado demasiado desde que eran diarios. Me ducho, me visto y me arreglo. Como siempre, escojo prendas apropiadas, sin grandes extravagancias. Una falda negra por encima de la rodilla y una camisa blanca con gran escote. Salgo de caza, no a un patio de guardería. Es un buen momento para lucirse. Sonrío mirándome al espejo ante la ironía del tópico en el que me he convertido: soy una vampiresa atada a su sire y que sale de caza nocturna a los bares de moda. Parezco salida de uno de los nefastos libros de Anne Rice. Sólo me falta añadir la homosexualidad al pack y seré uno de sus personajes.

Enciendo la radio para que me haga compañía mientras acabo de maquillarme. Es patético encenderla sólo para escuchar una voz distinta a la mía, pero paso muchas horas sola. Empiezo a moverme al ritmo de Moonligth Shadow, una de mis favoritas. 

Una vez lista apago la radio, las luces, me aseguro de dejar la casa bien cerrada y salgo de caza. Mis destino: Wear Streets.

Cazar en Wear Streets es divertido, es una zona bulliciosa y la gente no es tan desconfiada con en Fells Height. Por lo menos no esperan que les robes o les rajes mientras ligas con ellos. Caminas con paso decidido y pasas por delante de varios escaparates de tiendas de disfraces. Compruebas que muchos bares y tiendas tienen calabazas en sus escaparates. Se nota que mañana es Halloween y eso hace que aumenten tus ansias de que llegue esa noche.

Tras un rato caminando por fin llegas a Wear Streets, la noche parece tranquila como la calma que precede a la tormenta de mañana a la noche. No ves mucho movimiento aunque hay el suficiente para poder alimentarte con bastante seguridad. Ves pasar un coche patrulla cerca tuya y notas como uno de los policías te mira de manera lasciva. No te importaría hincar los dientes en su cuello pero bueno es mejor evitar a la autoridad. Que desaparezca un estudiante es algo normal pero que un policía no aparezca en comisaría es algo muy diferente. La policía venga a los suyos así se evita que las bandas que pueblan Midway maten a más.

Te paras delante del Gauge, es uno de los locales de moda. La entrada cuesta sesenta dólares y tiene una zona VIP bastante curiosa pero no tienes ganas de hacer cola. Lo mejor es que vayas a uno de las discotecas menos famosas y te cameles allí a algún tipo con pinta de turista. ¿Qué estrategia usarás? La de niña buena con ganas de pasarlo bien, la de joven en apuros...tu repertorio es amplio y realmente te produce casi la misma satisfacción engañar al ganado del que te alimentarás que beber su sabrosa vitae.

Tus ojos se posan en un local que tiene pinta de estar bastante bien, en un luminoso pone "Habana". Un local latino, pondrán salsa seguramente y música pastelosa. Los latinos suelen ser pegajosos así que no tendrás problemas para alimentarte...

Dentro un grupo ameniza en directo el local. Los cantantes son todos latinos pero ves que la clientela es mayoritariamente blanca. En Maine es algo normal. La barra es bastante amplia, de por los menos siete metros de largo y la pista de baile enorme. Ahora está habitada por un par de parejas mientras suena el éxito de Kaoma llamado Lambada.

Con decisión, desvío la vista de los escaparates. Tengo tantas ganas de que llegue mañana que sé que si pienso en ello me distraeré y arruinaré la noche. Y es una buena noche. Hay bastante gente en las calles, pero sin resultar molesta. La meteorología ha sido magnánima con los mortales. Me siento bien con el ambiente.

Sonrío con discreción al simpático agente que me sonríe desde el coche.

"Pobre idiota. Sólo ve a una chica guapa y arreglada caminando por la calle. Si supiese como acabaría tras una noche conmigo, no sonreiría tanto"

Pienso bien que bar escoger. Tengo cuidado de no repetir zona ni de hacerme habitual de un bar. No quiero llamar la atención.Me decido a entrar en el bar latino porque he hecho un curso de salsa en línea. Curso que tengo algo oxidado. Tendré que buscar una buena pareja que me guíe.

"Sigue un ritmo parecido a la cumbia, no será un problema adaptar los pasos" pienso con una sonrisa, acercándome a la barra, caminando al ritmo de la música. una vez en ella, pido una copa que no pienso probar y observo el ganado de la sala.

El local es poco luminoso, salvo la barra y el escenario donde toca el grupo el resto de la sala está tenuamente iluminada. Ves luces de navidad usadas en los rincones más oscuros para darle un ambiente cálido. Un buen sitio para cazar sin duda.

Antes de mirar al ganado pides una copa en la barra, el camarero te sonríe y notas como te mira lascivamente. Estos latinos no cambian, siempre pensando en lo mismo, en lo único dirían ellos. Por si acaso compruebas que no sea el coto de caza de ningún chupasangre o de otra de las criaturas de la noche. No notas la bestia de ningún vampiro, ni tampoco nada anormal.

Examinas el ambiente y ves a varios posibles objetivos: hay un moreno que te mira fijamente desde la barra. Ni le has mirado pero sabes que te está mirando. Un chico típico latino con pinta de haber salido de una telenovela barata. En la pista hay un chico algo rubio, no tiene pinta de latino pero baila como si lo fuera. Está restregándose contra un par de chicas morenas. Puede que con el baile logres captarlo, el problema son las dos chicas que están con él. Eso dificulta la caza.

No hay mucho más ganado apetecible, así que deberías de ir decidiendo a por cuál lanzarte e hincar los dientes en su carne lo antes posible. La sed apremia y no te gusta nada esperar para comer... 

Me aparto el pelo con gracia. Tengo hambre y la noche es larga. No quiero eternizarme buscando una presa. Evalúo rápido cuál será el más fácil. Descarto rápidamente al hombre de la pista de baile. Otra noche, una en la que tuviese menos hambre, me hubiese lanzado a la competición pero me temo que no será esta noche.

«El modelo telenovela barata puede estar bien. ¿Quién sabe? Puede que diga algún relamido, empalago y tópico comentario y me haga reír. Ese estará bien» pienso con una sonrisa. Compruebo bien el terreno. Los latinos son muy posesivos, y no me apetece pelearme con una furcia morena porque su hombre me ha estado murando. Cuando me he asegurado bien, empiezo con el baile.

Me acerco al chico de la barra.

—Hola, ¿bailas?— pregunto directamente con una sonrisa coqueta.

El chico moreno se muestra sorprendido de que te acerques a él. Al parecer no contaba que fueras tan lanzada, no sabe lo lanzada que puedes ser sobre todo si tienes sed...

Parece dudar sobre qué palabras elegir para camelarte y al final te contesta:

- Con una morena como tú como podría negarme a bailar...

No es una mala frase pero de todas formas con un simple sí te valdría. Te coge de la mano y os movéis hasta la pista de baile. No parece ser un gran bailarín pero tampoco lo hace mal. La verdad es que ganaría más si bailara más y babeara desde la barra menos.

- Y bueno morena...¿a qué te dedicas? - te pregunta

Lo bueno de los bailes latinos es que el hombre siempre manda. Da igual que sea salsa, cumbia, lambada... ellos llevan, marcan los movimientos y las chicas los siguen. Doy un par de vueltas dejando que deslice su mano por mi cintura.

Me acerco un poco más a él, sonriendo, sin dejar de mover las caderas al ritmo de la música, sin perder el paso.

-Durante el día soy buena y estudio mucho. Por la noche, salgo y me divierto. ¿Y tú?- pregunto mirándolo a los ojos.

- Yo soy un chico malo... - dice el joven.

Sonríes antes esa insinuación, sabes perfectamente quién es la mala y esa eres tú. Tras un par de bailes que te abren más el apetito te apetece sacarlo de allí aunque el tipo se muestra algo reticente. Parece que le encante presumir de estar con una morena como tú. Tendrás que ofrecerle algo para que te acompañe fuera.

Doy un par de graciosos giros en los que aprovecho para lucir un poco más mi cuerpo y rozarlo con el suyo. 

-Podríamos ser malos juntos, si quieres. Siempre podemos ir a dar un paseo, tomar el aire...- susurro con suavidad.

Me alejo un poco de él y le tiendo la mano. Tengo hambre y ya he esperado demasiado.

Aunque al principio parece no querer salir (para seguir fardando delante de la gente del bar de que está con una preciosa morena) al final logras convencerlo, ahora la duda es ¿En su casa o en la tuya? Aunque te valdría cualquier callejón sinceramente, pero hoy tienes ganas de jugar un poco más de la cuenta...

- Bueno Morena.. - te dice en plan machote latino, que casi te hace reír - ...mi piso no queda muy lejos...qué me dices...¿nos pasamos por allí, tomamos algo y jugamos un poco?

Bailo sensualmente a su alrededor, dejando que me luzca, acercándome a él para que tenga una idea claro de lo que puede esperar esta noche. Le permito un único beso, que termina con un suave mordisco. Empiezo a sentirme algo ansiosa, ahora que todo el local tienen claro que el chico ha triunfado, es hora de irse. Con una sonrisa camino hacia la salida, pisando siempre al ritmo de a música. 

Mentir, engañar, engatusar, manipular, seducir... todo vale y cualquier momento es bueno para practicar.

— A tu casa, por favor. Espero que tengas algo fresco porque hace demasiado calor. O hielo... —  digo con una insinuante media sonrisa.

Me acerco un poco más, pegando su cuerpo al mío.

—Vámonos a un lugar más tranquilo, moreno— susurro mientras le acaricio la nuca. 

El chico no es que esté convencido, está ansioso por irse contigo. No parece vivir muy lejos de esa calle ya que vais andando y simplemente cruzáis un viejo y abandonado parque. Observas a un par de drogadictos metiéndose un pico sentados cerca de un tobogán oxidado. Tienen las cuencas desorbitadas anhelando un poco de luz, como te contó tu sire cuando frecuentaba los locales de opio que andaban tras la búsqueda del dragón. Así es Midway...una ciudad llena de glamour y oportunidades. Donde si no eres fuerte acabarás devorado a la semana.

Por fin llegáis al portal de su edificio, no es un mal sitio. Puede que no le vaya mal al chulito. Puertas reforzadas con barrotes para acceder a un amplio portal. Hasta tiene un ascensor que funciona. Vive en un tercer piso y subís andando. Quiere que camines delante suya para poder observar como te contorneas. Típico. Bueno ya que va a sufrir esta noche por lo menos que sufra feliz y contento ¿no?

Abre la puerta y ves el interior, un piso de lujo. Eso te da mala espina, puede que no viva sólo porque un piso de esas características cuesta bastante en esta maldita ciudad.

Está bien iluminado y no parece haber nadie dentro. Has tenido suerte...y ahora te toca terminar la faena...

«Vaya, parece que el moreno tiene un buen piso. Si no fuese lo que soy, lo consideraría una inversión a medio plazo. Además, está muy bueno» pienso mientras examino atentamente el piso.

—Tienes un piso precioso. ¿Donde están esas bebidas prometidas? Un trato es un trato, moreno— digo con una sonrisa, paseándome por el salón. 

«A lo mejor debería vender mi casa y comprarme algo así, además, los pisos siempre suben*, es un valor seguro. Tendré que pensar si es lo suficientemente seguro»

El chico va hacia la cocina y vuelve con un par de copas de vino. Luego abre un armario del salón cerrado con llave y saca unas botellas. Puedes atisbar una botella de Pinot, algunas de Chardonnay...Casi todas las botellas son de Bourgogne; seguramente tenga allí una bodega o acciones en esa zona porque esos vinos no son para nada baratos.

Saca un Chardonnay cosecha del 78, no tienen ni idea de si es buena o mala cosecha pero te hace gracia que saque un caldo con unos años de maceración para impresionarte. Lástima que tengas tanta sed...

- Espero que este vino te guste, muy pocos paladares saben apreciarlo... - dice mientras te ofrece una copa

Bebes un sorbo y notas un sabor extraño en la copa.

Me hace cierta gracia que intente impresionar tanto a un rollo de una noche. Si lo hace con todas, se dejará una buena fortuna cada fin de semana, aunque dinero parece que no le falta. Echo un nuevo vistazo valorando todo lo que tiene: pantalla de última generación, altavoces, muebles caros y de diseño... Si, es un pijo. 

—Me gusta el vino y espero poder apreciarlo— susurro con una sonrisa, justo antes de empezar a beber.

El vino tiene un extraño sabor que detecto en cuanto empiezo a saborearlo. 

Ese sabor es externo al vino. Como si le añadieran algo, te concentras un poco más en ese sabor y llegas a la conclusión de que es algún tipo de droga...un somnífero o algo parecido. En ese momento das gracias a que no eres mortal ya que seguramente caerías redonda.

El cabrón está intentando drogarte y hay una pregunta que te ronda la cabeza. ¿Por qué? Claramente no es para ligar contigo ya que en teoría te tiene "ganada", así que puede ser que tenga otros planes para ti...o para tu cuerpo...