Partida Rol por web

- Bueno no tienes que pensar en un arma propiamente dicha...el bajo es una buena opción... - sonríe - ...piensa en un baja como un arma y en los acordes como balas que se dirigen de ti hacia el público que en este caso es el enemigo... - hace una pausa y añade - ...te resultará más fácil usar un bajo que una espada o una pistola...aunque las dos últimas sean más intimidatorias...podríamos intentar engañarlo entregándole una espada falsa y luego atacarlo con música...¿si amansa a las fieras porque no puede acabar con un diablo?

Me quedo mirándole con evidente incredulidad cuando habla de atacar con una especie de "bajo mágico". No sería la primera vez que me toma el pelo aunque considero que esto es demasiado importante como para andarse con juegos así que no sé muy bien qué pensar al respecto. Suena demasiado surrealista, como uno de esos cómics que no sabrías discernir si son de humor o en serio.

-Bueno... sí, está claro que sabría usarlo mejor que cualquier arma- en eso coincidimos pero lo de imaginarme los acordes y la música como arma sigue sonando un poco absurdo, digamos que no lo visualizo del todo -Muy fácil de decir pero no sé yo- me río un instante por su última comparación pero termino suspirando -Vale la pena intentarlo, desde luego será mejor que entregársela directamente. ¿De dónde sacamos una espada parecida a esta?

Frank te mira sorprendido y comenta:

- Esa es la parte fácil...tenemos un mago en el grupo y es el mejor de Midway sin lugar a dudas...

Realmente no habías caído en que tenías a Magnus de tu parte para rescatar a tu hermana (o lo que quede de ella).

- El problema no es ese...es lograr derrotarlo antes de que se de cuenta del engaño...porque ya sabes qué dicen del diablo, que sabe más por viejo que por diablo y el condenado tiene muchos años...intenta convertir la espada en algo que puedas manejar...y luego podremos trazar el plan...

Siento la melosa voz de ese..."ser" detrás de mi nuca, delante, en todos los lugares. Urga en mi mente con facilidad escuchando cada pensamiento, leyendo cada sentimiento y jugando con ellos en mi contra. Niego lentamente con la cabeza y alguna lágrima comienza a caer por mis mejillas.

-No-es todo lo que logro responder pues escuchar la voz de Mikey me encantaría, pero no quiero ponerlo en peligro y la situación lo es. 

Si Mikey me conoce bien sabe que no pondré de mi parte para que me encuentra, sabe que seguramente el último cruce de ojos fue la última vez que lo hicimos.

"Mikey, te echaré de menos allá donde termine. Te quiero" pienso, pues si tengo que morir, mi último pensamiento quiero que sea para él y su hermosa cara.

Asiento sobre la ayuda de Magnus aunque evidentemente no tengo mucha idea de cuáles son las limitaciones de sus capacidades mágicas pero al parecer prácticamente ninguna -Si es así, ¿no debería ser él el que se enfrentara a ese demonio?- sigo creyendo que cualquier sería mejor que yo pero niego con la cabeza y me centro en el hecho de que la espada parece haberme escogido, quizá simplemente por haber sido el primero en tocarla.

-Bien, he tenido un bajo en mis manos centenares de veces, creo que puedo hacerlo- o al menos puedo visualizarla perfectamente en mi mente con sus distintas piezas y parte, incluso el peso y la longitud están claros para mí pero aún así no estoy seguro de que la pequeña espada realmente vaya a adaptarse a esa forma. Aún así procuro concentrarme en ello todo lo posible sin dejar de mirarla.

Logras a duras penas aguantar las ganas de llamar a Mikey. Su voz es magnética, hipnotizante, es cazas de hacerte sentir cosas que no quisieras sentir.

Notas un hormigueo en los dedos de los pies y de las manos que se transforma en escalofrío en cuanto comienza a subir por tus brazos y piernas y llega a la espalda.

- Veo que eres más fuerte de lo que yo pensaba...bueno...eso lo hará más duro para ti... - notas que se gira y le dice a alguien - ...traed al vampiro, acabaremos con él delante suya... - luego se vuelve a dirigir a ti - ...realizarás esa llamada sí o sí...

Tus huesos reposan en una celda apestosa en lo que parece un edificio en construcción, de pronto la puerta de tu celda se abre y ves a cuatro tipos que te agarran fuertemente mientras uno te dice:

- Nuestro señor quiere verte...no te resistas o lo haremos más duro para ti...

- No consiguió el arma por sí mismo, tú sí. Así que por buena o mala suerte te ha tocado a ti... - te contesta para luego añadir - ...me parece que la situación se va a precipitar de un momento a otro...

En tus manos la espada comienza a cambiar de forma y poco a poco se va pareciendo a un bajo. No es un bajo perfecto ya que en algunas partes tiene pequeñas grietas pero sí que parece auténtico.

- Buen trabajo...ya tenemos un "arma"...ahora necesitamos un plan...y temo que estando tu hermana de por medio no pienses con coherencia...vas a tener que prometerme que seguirás el plan que se trace al pie de la letra  ¿entendido? - su tono es serio - ...es posible que tengas que hacer daño a tu hermana pero es por un bien mucho mayor...

- Hago como que sigo en estado de semi insconsciencia y me dejo llevar, al menos mientras no vea alguna situación o momento más propicio para intentar algo
 

Miro bastante satisfecho el bajo que se crea en mis manos, procurando sostenerlo a medida que cambia de forma y tamaño. No es perfecto, es como si se tratara de uno de esos modelos un poco viejos y hechos polvo, pero aún así servirá. Además no es que necesitemos que suene bien precisamente pero tal vez en eso recaiga parte de su poder así que habrá que intentar hacerlo lo mejor posible.

-Te prometo que seguiré el plan al que dé mi aprobación- aseguro dejando claro que lo que no haré es obedecer algo que desconozco o cuya meta final no entiendo. Ese es habitualmente su estilo pero esta vez tendrá que ser menos misterioso -¿Daño hasta qué punto?, ¿qué pretendes?- frunzo el ceño, es evidente que la idea de golpear a mi hermana no me gusta. Podría admitirlo si sólo se trata de eso y es completamente necesario pero no más allá.

Estoy bloqueada, no sé qué hacer, pero no llamaré a Mikey. No, bajo ningún concepto, no le traeré hasta aquí. Ahogo alguna slágrimas y sigo tratando de recordar la hermosa cara de mi hermano.

-Si tienes tanto poder tráelo tú mismo, él ni siquiera sabe dónde estamos-le digo con falsa valentía en la voz.

- Matarla. Es posible que tengas que acabar con su vida...o el mundo llegará a su fin. No es una decisión fácil ni será sencilla de tomar llegado el momento...la muerte de Carol puede ser la única salida posible y es preferible que tú realices esa acción...

¿Matar a tu hermana? Has estado evitando que le pasara algo malo desde siempre y puede que tengas que acabar con su vida. No es una decisión fácil de digerir.

- Tranquila, lo sabrá.

Escuchas como anda y por fin puedes ver el cuerpo que contiene a ese demonio. Te mira con tranquilidad, incluso dirías que con cierta "ternura" pero sus palabras suenan diferentes...es como si tuviera dos caras.

- Tu hermano tendrá que tomar una decisión llegado el momento, y deberías conocer cuál es...Tendrá que decidir si te mata o si te permite vivir...¿qué crees que elegirá?

En un principio me quedo completamente mudo, mirándole con una mezcla de confusión e incredulidad que me provoca un pequeño estado de shock hasta que pasados unos pocos segundos consigo reaccionar -¿Que yo realice esa acción?, ¿me estás pidiendo que asesine a mi hermana y te quedas tan tranquilo?- me río por pura incredulidad y puede que también por la mezcla de nervios y tensión.

Miro el bajo momentáneamente, pensativo, pero enseguida frunzo el ceño para mirarle a él -Eso no va a pasar y de hecho ya lo sabías, ¿no? Si estoy dispuesto a luchar contra esa y seguiros el rollo a pesar de no entender nada es por ella así que no esperes que la mate. Puedo llegar a fingir que le hago daño si eso nos da algún tipo de ventaja pero no pasará de ahí- le aclaro con bastante decisión y esta vez dudo que pueda obligarme a cambiar de idea. Es un pensamiento egoísta y lo sé pero creo que ahora mismo tengo derecho a serlo teniendo en cuenta que la gente siempre ha sido así conmigo.

Si no supiera lo que alberga ese cuerpo diría que hasta tiene su qué, pero este tío tiene al demonio dentro, al propio Satán dentro de su alma. Agacho la cabeza, no quiero responder a su pregunta. No quiero decirle lo que realmente pienso y con suma concentración trato de no pensarlo. Así que intento centrarme en los recuerdos de cuando era pequeña y jugaba en los columpios, o en el suave tacto de mi gato pasando entre mis piernas.

-No sé-le respondo con aparente valentía.

- No es suficiente con que finjas hacerle daño...ella debe morir si las cosas se tuercen demasiado...es duro pero está en juego mucho más que una ciudad... - te dice seriamente tu sire - ...piensa un poco acerca de la muerte...necesitas meditar un poco...además sabes de que va el tema...

Dicho esto ves cómo se aleja de ti para darte espacio y tiempo para pensar. Debes tomar una decisión, una muy difícil. Y sólo está en tus manos en las de nadie más.

Te quedas sólo para pensar...y trazar algún otro plan...ya que Frank y Magnus no te van a ayudar a salvar a tu hermana si las cosas se tuercen.

Te arrastran fuera y te ponen grilletes de hierro forjado en pies y manos para evitar que intentes escapar. En tu estado vigilante puedes observar que ahora son seis ya que había dos más afuera esperando a que te sacaran. Ninguno de ellos lleva armas a la vista pero sabes perfectamente que saben pelear así que no serían rivales sencillos.

Te meten en un ascensor y entran contigo dos de ellos. Ves que estás en la planta -4 y pulsan el piso número 35. Muchas plantas y algo de tiempo para trazar un plan rápido...

- ¿Quieres preguntárselo? 

Hace un gesto y ves que uno de sus secuaces muestra un teléfono.

- Sé en qué número de teléfono localizarlo y podrías hablar con él...no te haré daño, créeme soy al que menos le interesa que te pase algo malo pero sobre los amigos de tu hermano no estoy tan seguro...Magnus es un zorro viejo y sus manos están manchadas con mucha sangre...y Frank, el sire de tu hermano. Él fue quién te lo arrebató, él fue quién lo mató. Yo podría uniros de nuevo. - hace una pausa y te lo dice con voz susurrante. - Puedo hacer que vuelva a la vida. Sólo si me permites que use un poco de tu sangre llegado el momento, sólo un poco. Vivirás para estar con él.

Me es difícil mirarle, saber de quién se trata y tratar de que no me de miedo, además de no pensar en nada. Así que me mantengo allí sin decir una sola palabra mientras con mi mente trato de dibujar cada ángulo, cada gesto, cada sonrisa del rostro de Mikey.

Si en algo tiene razón es el Frank, lo odio, lo odio con toda mi alma por arrebatarme a mi hermano, por alejarlo de mi... pero aún así soy fuerte y no voy a permitir que nadie sufra... nadie.

"Mikey, Mikey, Mikey... no vengas, olvídate de mi..." es todo lo que pienso para que ese ser deje de escuchar mis pensamientos.

Las palabras de Frank son duras aunque el mensaje queda más que claro y por eso me quedo muy pensativo mientras toco el instrumento de manera distraída en un intento de practicar y ensayar.

Todavía recuerdo que mi propia hermana me pidió que la convirtiera para ser como yo y poder acompañarme. No es una idea que me haga gracia porque convertirse en vampiro no es tan guay como lo pintan en algunos sitios pero parece ser que se me acaban las opciones y el tiempo así que tras algunos dolores de cabeza me convenzo de que no va a haber más remedio que hacerlo. Lo importante es que ella seguirá estando viva de algún modo y podremos seguir estando juntos... procuro centrarme en esa idea.