Partida Rol por web

Escena Privada de Mikey 

El verdadero significado de la Noche

El sol se ha puesto en Midway. Los cálidos rayos procedentes del astro rey hace ya unos minutos que no iluminan las calles atestadas de gente. La ciudad oscurece su cara y muestra su verdadera naturaleza...traficantes de drogas, prostitutas, ladrones de coches, policías corruptos...muchos pensarían que Midway es una mierda de ciudad y razones no les faltarían pero es tu ciudad. Te criaste en ella desde tu nacimiento hasta tu muerte...Hace ya unas semanas que has muerto y a pesar de ello puedes caminar, hablar y pensar, se puede decir que la muerte no te ha sentado nada mal...aunque el precio que has pagado ha sido inmenso.

El día está vedado para ti, la calidez del sol y los sentimientos que este engendra te han sido prohibidos por el resto de tu existencia...pero eso no es lo peor de todo, hay algo mucho peor...NUNCA podrás volver a hablar con Caroline. Para ella moriste en aquel callejón, desapareciste por completo de su vida...no puedes verla de nuevo...esa la norma...la ÚNICA norma...

Nunca te gustaron las normas...y como dice Frank:

Las normas están para quebrantarlas.

Al despertarme como cada noche dentro de la apretada bañera me sorprende comprobar que Frank no está ahí, observándome con su habitual sonrisa socarrona. No sé si sentirme aliviado o preocupado. Supongo que simplemente se habrá cansado de ese "numerito" así que no le doy mayor importancia y me levanto estirando las extremidades mientras llego a la habitación.

No se puede decir que nuestro apartamento sea demasiado grande así que desde esa posición compruebo que mi sire no está. Raro, muy raro. Normalmente espera a que me despierte para decirme que tiene que irse a algún lado pero teniendo en cuenta que llevamos menos de dos semanas juntos puede que no le conozca tan bien cómo yo empezaba a creer.

Me rasco la cabeza un poco confuso, acostumbrado a recibir indicaciones o instrucciones por su parte a diario, así que al final decido que me tomaré un poco de tiempo para mí mismo antes de bajar al Rock&Sound.
Compruebo si la guitarra de Frank sigue apoyada en la esquina junto a mi bajo y seguidamente enciendo la radio. Dentro de un par de horas ya no podré permitirme el lujo de hacer tanto ruido pero ahora aún es una hora aceptable para que los vecinos no llamen a la puerta. Aunque creo que en estos momentos de mi vida eso me importaría más bien poco.

Mientras George canta a través de las ondas yo me tomo mi tiempo en elegir vestuario y peinado. Nunca me había considerado demasiado presumido pero ahora tengo demasiado tiempo libre así que, ¿por qué no? 
Sigo el ritmo de la música moviéndome e incluso bailando, algo que solía hacer en casa cuando Caroline no estaba para no arriesgarme a que me pillara "in fragganti".

Me pregunto entonces cómo estará... pero aunque vaya a verla supongo que sólo puedo limitarme a observar como duerme. ¿Qué pensaría del sobre que le dejé?, ¿sabrá que fui yo? Es lista, así que podría ser... sólo espero que no sea tan lista como para encontrarme porque cabezonería le sobra.

Tras casi media hora de perder el tiempo me considero preparado así que recojo mi bajo, me lo cuelgo a la espalda y voy al Rock&Sound, en el que espero encontrar a Frank y la actuación que debemos llevar a cabo esta noche.

Bajas poco a poco por las escaleras del edificio hacia tu "oficina", no enciendes la luz para hacerlo. Tus ojos parecen acomodarse más rápido a la oscuridad aunque no puedes ver en ella. En cambio Frank sí que puede ver en la oscuridad, lo has visto hacer alguna proeza esquivando columnas en un aparcamiento totalmente a oscuras mientras perseguía a una presa felina para obsequiarte con ella. Recuerdas que su sangre no era muy nutritiva pero sació tu sed en ese momento, según tu sire de vez en cuando un vampiro tiene que alimentarse de animales por pura supervivencia. Aprender a cazarlos o saber cuáles tienen una sangre más nutritiva te ayudará a evitarte problemas más graves. Recuerdas esos breves momentos con una leve sonrisa aunque más bien es una mueca. Mientras bajas ves luces rojas y azules en el exterior del edificio.

Un par de coches patrulla están aparcados enfrente del local. A lo lejos ves una grillera de la policía de Midway. El sitio está lleno de policías, algo debió pasar y fue algo gordo porque normalmente la policía sólo se pasa por la zona para tomarse unas copas en compañía de unas cuantas putas o para cobrar la tarifa de protección que evita accidentes en los locales.

Te quedas sorprendido y paras en seco en la puerta del edificio. Tenéis una entrada directa bajando al cuarto de contadores pero si aparecieras por allí y te pillara un policía tendrías que responder demasiadas preguntas. En ese momento escuchas una voz a tu espalda...

- De vez en cuando hacen una redada de este estilo...sobre todo si se acercan las elecciones...hoy no tocaremos...

La voz es familiar y notas un escalofrío al reconocerla. ¿Cómo hace el cabrón para aparecer detrás tuya cuando quiere?

-Puf, los que faltaban...- murmuro por lo bajo al distinguir las luces de los coches patrulla. Por suerte o por desgracia por éste barrio aunque pasen "accidentes" y delitos graves a nadie le importa, es lo habitual, así que no hay ningún tipo de periodista que en realidad son los que de verdad me preocuparían.

Me quedo pues contemplando el "show" desde el portal con el ceño fruncido. Supongo que no tardarán demasiado en aclarar las cosas pero me pregunto si el local tendrá que permanecer cerrado toda la noche... Es posible. De hecho me temo que lo más sensato será no acercarse y hacerse el despistado aunque entonces será una noche rematadamente larga.

Repentinamente una voz tras de mí acude a responder mis dudas, algo bastante habitual en Frank, y no puedo contener un respingo a la vez que me giro hacia él.
-¿De dónde sales...?- le pregunto mirando de reojo la puerta que conduce al Rock&Sound. Quizá haya logrado escabullirse justo antes de que los polis entraran y empezaran a hacer preguntas. No me extrañaría, suele ser un tipo con suerte. O con recursos, según se mire.

-¿Significa que tengo la noche libre...?- añado mirándole con cierta expectación aunque si me paro a pensarlo no estoy muy seguro de lo que haría actualmente con tanto tiempo para mí mismo... pero también es probable que tenga algo planeado para ambos.

Ves como sonríe ante la simple insinuación de que tengas la noche libre, camina hasta ponerse a su altura y mira la actuación de la policía de Midway.

- Míralos, son como hienas que huelen a una presa herida...

Un anciano vagabundo parece increpar a un par de agentes y estos reaccionan con violencia sacando sus porras y golpeándolo hasta dejarlo sin sentido. Otro para de policías se suma y golpean con sus botas el cuerpo del vagabundo. Uno de ellos le escupe mientras guarda su porra y os mira durante un instante con cierto tono burlón y una sonrisa falsa como diciendo "Haz algo y te daremos una paliza a ti también". Luego se da la vuelta y camina hacia uno de los coches patrulla.

Frank se queda quieto manteniendo la mirada con el agente, no mueve un mísero músculo durante ese cruce de miradas. Mantiene la mirada fija en ese policía y observa el coche en el que entra. Es el P113. Luego te dice sin mirarte:

- Creo que tengo trabajo esta noche, ese vagabundo me cae bien...y ese policía no...

Da la vuelta y se prepara para internarse en la oscuridad de nuevo pero antes se gira y dice:

- Tengo un asunto urgente que atender...Tienes la noche libre, aliméntate y no metas la pata en mi ausencia...si no, sabes bien que te castigaré...

Ves como recoge una tubería vieja de plomo que estaba apoyada en la pared, la golpea un par de veces contra su mano para comprobar que aguantará unos cuantos golpes. Mientras se funde con la oscuridad te advierte:

- No la visites...

En unos segundos Frank ya no está. Ha desaparecido entre las sombras y te encuentras de nuevo a solas con tus pensamientos.

-La verdad es que es bastante deprimente darse cuenta de que incluso la poli es una mierda. Antes no me daba cuenta de estas cosas...- admito con el ceño fruncido tras el primer comentario de Frank. Él no se mueve así que le miro de reojo y decido hacer lo mismo. No queremos llamar la atención más de lo necesario...

Cuando empiezan a golpear al vagabundo indefenso me siento furioso y no puedo evitar dar un paso hacia adelante pero Frank enseguida me sujeta con firmeza un hombro para que me detenga y recapacite. Menuda mierda, resulta completamente frustante, ahora que podría ser capaz de defender a alguien no puedo hacerlo para que no acaben siguiéndonos el rastro. Resulta incluso irónico.

-Diría que ningún poli te cae bien....- arqueo una ceja mirándole inquisitivamente. No me esperaba que se tomara una injusticia tan a pecho aunque puede que sea verdad que ya conocía al anciano de antes, a fin de cuentas conoce a un montón de gente aunque eso no significa que sean amigos.

-¿Urgente?, ¿es algo grave...?- pregunto con interés y algo intrigado pero bastante convencido de que no recibiré una respuesta al respecto. Después un escalofrío me recorre la espalda. ¿Por qué intuyo que está deseando tener una excusa para "castigarme"...?

Me quedo mirando como desaparece entre las sombras, o mejor dicho se funde con ellas, y después chasqueo la lengua.
-Tsk, ni que estuviera obsesionado...- murmuro para mí mismo fingiéndome algo ofendido antes de subir de nuevo al apartamento, en el cuál paso un rato largo tocando a solas el bajo antes de decidirme a salir nuevamente a la calle. Debería comer algo...

Me pongo en marcha sin destino concreto, procurando dar con algo o alguien de utilidad. Me cruzo con algún perro y un par de gatos a los que estoy a punto de dar caza pero al final no me decido por ninguno. "Bah, ya encontraré a otro", me repito internamente, sin darle mayor importancia, hasta que mis pies se detienen y veo mi antiguo bloque de pisos en la acera de en frente.

"Joder Mikey, te has lucido". Le doy una patada a una lata cercana, furioso conmigo mismo, pero una vez llegados a éste punto no puedo evitar quedarme mirando las ventanas de mi antiguo hogar. Supongo que las luces ya estarán apagadas...

Frank ni siquiera contesta a lo último dicho por ti. Era lo que suponías así que no le das mayor importancia, pero sabes que sus intenciones no son para nada buenas. Seguramente vaya a matar a alguien, y no precisamente por alimentarse...No quisieras estar en la piel de su siguiente víctima.

Tus pasos te llevan a tu antiguo hogar, sonríes al darte cuenta de cómo la memoria influye en las decisiones que no siquiera nos planteamos tomar. Comenzaste a andar sin rumbo o eso creías pero en tu mente ya se había formado una imagen del trayecto...una imagen que considera cercana, un sitio al que le tienes cariño...

Al mirar las ventanas ves que la que da al salón todavía se mantiene encendida, aún hay alguien despierto en tu casa...puede que sea Carol. Miras tu reloj y ves que a esta hora suelen echar un especial de películas de series B en uno de los canales de la televisión pública. Esas que solías ver con Carol de pequeños cuando aún seguías vivo...

Notas una sensación extraña, una especie de remordimientos...de melancolía y entonces escuchas un sonido que te resulta familiar en tu pecho. Dura unos segundos pero te produce un dolor agudo e intenso...es tu corazón que vuelve a latir tras unas semanas inactivo. El dolor te obliga a agacharte un instante pero te recuperas rápidamente. Frank nunca te habló de esto...

Vuelves a levantar la mirada para comprobar que la luz sigue encendida...Y sí todavía lo está. Caroline todavía estará despierta, a tan sólo unos metros de ti pero a la vez a una vida de distancia.

- No la visites... - Resuena la voz de Frank en tu cabeza.

Recuerdas la norma pero ahora mismo no crees que sea justa...

Me obligo a pensar que Frank sólo le dará su merecido a ese agente corrupto. ¿Una paliza que lo asuste hasta cagarse encima? Pues siento si soy cruel pero sí, la apoyaría... ¿matarle o algo peor? Vale, eso ya se me escapa de las manos pero como odiarle por toda la eternidad o tenerle miedo no creo que vaya a ser muy positivo para mi supervivencia prefiero no pensar en esa opción. Es muy impulsivo, quizá demasiado, pero no es mal tipo... o no del todo. Joder, mejor no darle más vueltas al asunto.

Al contemplar las ventanas de mi casa y la luz encendida recuerdo ese programa tan malísimo que vemos cada noche juntos, en el sofá. Recuerdo que al principio ella lo destetaba pero poco a poco le fue cogiendo el punto y ya hacía tiempo que disfrutábamos de esa noche con un buen cuenco de palomitas y muchas risas. Es una de las muchísimas cosas que echaré de menos...

Y entonces sucede. Me sujeto el pecho arqueándose sobre mí mismo e inspiro aire hondamente, como si me faltara. Es un simple acto reflejo porque ya no lo necesito pero el dolor y la extrañeza de notar mi propio cuerpo revivir resulta... indescriptible y confuso. No lo entiendo, y a la vez sé que si alguien es capaz de "resucitarme" no puede ser otra que mi hermana.

La voz de Frank vuelve a resonar dentro de mi mente, varias veces. Quiero escucharle, hacerle caso y ser sensato, de verdad que lo intento... pero es que no puedo.
Cruzo la calle con largas zancadas y me adentro en mi antiguo bloque de pisos. Desde aquí se distingue el sonido amortiguado de algunos televisores pero por lo general todo esta muy tranquilo y solitario así que aprovecho ese momento para desaparecer y unirme a las muchas sombras de los pasillos, como hizo Frank antes de despedirse.

Cuando llego frente a la puerta de mi antiguo hogar me quedo unos segundos petrificado hasta que apoyo la frente en su fea y desgastada madera, procurando escuchar los sonidos procedentes de dentro.
Me quedo un rato en esa posición, sintiéndome más desolado y frustrado que nunca al estar tan cerca y lejos a la vez pero entonces... pulso el timbre.

El timbre suena rompiendo el monótono silencio que impera en el edificio. Su sonido es triste, es la primera sensación que te viene a la cabeza. Un perro ladra en uno de los pisos superiores y sus ladridos resuenan en las escaleras. Te alejas un par de pasos de la puerta como temeroso de lo que puedes ver, si ahora mismo necesitaras respirar contendrías el aire en tus pulmones para no romper la supuesta magia del momento.

Escuchas pasos en el interior y un maullido de mala gana. Una sonrisa se dibuja en tu rostro, tu hermana está despierta y seguramente sea ella la que abra la puerta, podrás verla de nuevo...aunque ella no te verá a ti. Pero algo es algo.

- Te dije que no la visitaras...

La voz de Frank sigue resonando en tu cabeza recordándote la advertencia. En ese momento te das cuenta de que lo que escuchas no es una voz en tu cabeza...es Frank en persona. Notas su mirada clavándose en tu nuca. No es una mirada amistosa.

- Si abre la puerta quédate quieto...al mínimo movimiento abandonarás este mundo y ella después...

La voz de Fank nunca había sonado tan amenazadora. Pero sabes que has metido la pata y puede que esta visita te salga muy pero que muy cara...

Una luz se enciende en el interior de la vivienda, unos pasos suaves se acercan y notas como alguien está mirando a través de la vieja y sucia mirilla. Escuchas una voz masculina que pregunta: ¿Quién coño es a estas horas? a la que una voz femenina responde: No hay nadie, debió ser un bromista. Es la voz de Carol, está al otro lado de la puerta, das un paso y te apoyas sobre la puerta. Notas como ella está todavía al otro lado. Por un momento sólo estás a 3 centímetros de ella...Tras un par de segundos escuchas unos pasos alejarse y la luz se apaga. Carol regresó al salón.

- ¿Contento? - te pregunta la fría voz de Frank

En cuánto me percato de que la voz de Frank no está sólo en mi cabeza mi sonrisa se evapora por completo. Me quedo más helado de lo que ya estoy normalmente y no puedo hacer otra cosa que apretar los puños totalmente frustrado e impotente. En esos momentos le odio con todas mis fuerzas, tenerle como "parapeto" entre mi hermana y yo consigue que me entren ganas de romperle el cuello en ese mismo instante pero por desgracia sé que no tendría ninguna posibilidad así que me obligo a mantenerme coherente, racional e inmóvil.

Por si todo eso no fuera suficiente distingo repentinamente la voz de un tipo. No le reconozco, de hecho que yo sepa Carol no tiene amigos chicos o novio pero a fin de cuentas es una chica y quizá no me lo haya contado todo, como yo creía.
Por un momento me siento traicionado. ¿Tan poco tiempo ha tardado en encontrarme substituto? Esa idea me duele pero en el fondo sé que es puro egoísmo así que procuro no darle más vueltas. Ella parece tranquila y eso tiene que bastarme porque no tengo más opciones.

La voz de Frank vuelve a asaltarme mientras sigo con las manos apoyadas en la puerta y los brazos empiezan a temblarme -A medias... Al menos ahora ya no está sola...- me esfuerzo al máximo para consolarme con esa idea porque sé que es la más justa pero por mucho que lo intento no puedo. Tener que asumir que tengo que vivir una eternidad sin verla y acompañado del cabrón que ha provocado todo esto me destroza completamente por dentro.

Finalmente aparto los brazos, dejándolos caer pesadamente, apoyo la espalda en la puerta y me dejo caer hasta quedarme sentado en el suelo, derrotado.

-Qué quieres- me limito a decirle esta vez mirándole directamente con el ceño fruncido.

Te mira fijamente. En su mirada puedes leer lo que está a punto de hacer.

- Enseñarte una valiosa lección... - murmura

Con un movimiento rápido te agarra de la solapa de la cazadora y te lanza escaleras abajo. La facilidad con la que te ha levantado es pasmosa, notas el impacto del suelo. Antes de que puedas levantarte lo ves volar hacia ti de un pequeño salto y con su puño golpear tu cráneo. Notas como los huesos se quiebran ante tan tremendo impacto. Si estuvieras vivo ese sería tu fin.

Te golpea de nuevo en la quijada, un golpe seco más propio de un boxeador que de un músico. Tras ese golpe llega una patada con la suela de la bota en el esternón, y luego otra más. No se está cortando un pelo. Notas el dolor a pesar de que estás muerto, debe ser lo único que puedes sentir todavía.
 

Sonríe al verte golpeado y humillado. Te levanta y te carga como un saco de patatas para llevarte lejos del edificio. Las sirenas de la policía se escuchan a los lejos. Puede que algún vecino llamara a la policía, y mejor que nos os pillen ya que tú eres un desaparecido y Frank...joder de Frank no tienes ni la más remota idea.

Carga contigo hacia un callejón, va ofuscado contigo de paquete ya que la gente ni siquiera os mira pero se apartan instintivamente de vosotros. Te suelta con furia contra la pared del sucio y húmedo callejón y te dice claramente con voz sosegada:

- No me gusta que tomes mis advertencias a la ligera...soy permisivo en muchos aspectos pero en otros soy muy tajante...No puedes volver a verla, y si lo haces tendré que acabar con ella y no sería con una transformación...

Su tono se vuelve amenazante y crees que es muy capaz de hacerlo. Se sienta a tu lado y enciende un cigarrillo.

- Llegado el momento que considere que estás preparado te dejaré ir a tu bola...en ese momento podrás hacer lo que te la puta gana pero hasta esa noche...yo mando ¿entendido?

Te ofrece el cigarro por si te apetece fumar un poco, de todas formas no morirás de cáncer.

No puedo evitar sorprenderme por el tipo de "lección" que me muestra Frank. No es lo que yo creía, aunque tampoco sé qué esperaba.

Recibo un golpe tras otro entre quejidos y gritos de dolor incontrolables que se mezclan con el quebrar de mis propios huesos, la sangre salpicando las paredes cercanas y empapando mi ropa pero en ningún momento le pido que pare, que me perdone ni nada parecido.
La verdad es que no lo entiendo pero ni siquiera tengo tiempo para pensar porque enseguida pierdo el mundo de vista y creo que me moriré de una vez por todas.

Por desgracia eso no ocurre. Cuando consigo enfocar la vista noto como me carga sobre él hasta llevarme a un callejón solitario y maloliente en el que me deja caer nuevamente con violencia. Ahogo un resoplido de dolor y me limito a quedarme tumbado, completamente hecho polvo.

Cuando empieza a amenazarme aprieto los puños y le miro con fijeza, en silencio. Le escucho mientras las heridas más graves de mi cuerpo se empiezan a regenerar y los huesos vuelven a "soldarse" por si solos, acumulando odio a cada segundo que pasa. 
No sé qué pretende exactamente pero desde luego ha perdido todo el respeto y el poco aprecio que había llegado a tenerle durante esta semana. Había llegado a pensar que exceptuando el momento de la transformación por lo demás casi podría considerarle un colega, al menos si hubiera pasado más tiempo, en cambio esa idea ahora se me antoja absurda e imposible. Le odio con toda mi alma y ésta me pide que le parta el cuello cuánto antes.

-Ve.... vete a la mierda...- tengo tan pocas fuerzas que ni siquiera resulto convincente pero la verdad es que me da igual.
Me levanto como puedo, tambaleándome de un lado a otro varias veces hasta que consigo toparme con la pared para no acabar nuevamente en el suelo mojado.

Escupo la sangre que tenía acumulada en la boca y finalmente vuelvo a mirarle, con asco, incluso con desprecio. No hubiera imaginado nunca que era el tipo de tío que va por ahí pegando palizas para obligar a la gente a cumplir sus deseos pero ya ves, me equivocaba del todo.

-Lo haré por mi hermana, no por ti- aclaro tajantemente sin nada más que añadir. Ya no quiero conversar con él, no me interesa.

Te mira con cierto desdén, puedes incluso intuir una ligera risa de que ha disfrutado con la paliza. Pero sus ojos dicen lo contrario, parece preocupado por tu reacción o puede que por el hecho de haber ido a ver a tu hermana. Vuelve a ofrecerte el cigarrillo y te dice:

- Hay reglas en nuestro mundo...no todo es tocar y beber...esas reglas hay que cumplirlas o morirás...los carcamales que nos precedieron las llamaran Tradiciones...y una de ellas es no revelar nuestra existencia al ganado... - sonríe y rectifica - ...a los humanos...puede que un humano no se lo crea pero habrá alguno que lo haga y ese podría acabar con tu vida...pero antes seguramente los miembros de Siete lo harán...

Nunca le habías escuchado hablar de tradiciones y menos de Siete. No sabes que es pero parece el brazo ejecutor de los "Carcamales".

- Tienes que andarte con ojo y mirar por ti...no siempre estaré para arreglar tus meteduras de pata...y sobre todo no reveles a nadie nuestra existencia...si lo haces nos condenarás a ambos...¿Entendido?

Si desvelas tu naturaleza parece ser que moriréis los dos, tu sire y tú. Eso explica su reacción aunque crees que ya tenía ganas de hacerlo de todas formas.

-Que no fumo, joder- espeto malhumorado mientras apoyo las manos en mis propias rodillas. Le observo ceñudo, escuchándole algo confuso y a la vez molesto por alguno de los términos que usa. Ganado... como si fueran simples animales. A fin de cuentas yo era como ellos hace escasamente una semana.

-Si no me lo habías explicado antes, ¿cómo querías que lo supiera?- pregunto de forma retórica mientras vuelvo a erguirme, ya recuperado por completo físicamente aunque no interiormente. Dentro de mí noto como empieza a gestarse algo que no me gusta pero que tampoco puedo evitar: la ira. Se revuelve y adopta forma extrañas....
-Y yo que pensaba que empezábamos a llevarnos bien- comento sin poder evitar la ironía. Recuerdo la cantidad de veces que me ha dicho que era especial, que cuidaría de mí y que le acabaría apreciando. Ahora todo eso suena lejano, pura charlatanería y mentiras, una tras otra. Ya ni siquiera creo en la posibilidad de que me libere algún día.

Entonces me quedo mirándole con fijeza, pensando en mis propias cosas, en mis propias maneras de acabar con él una noche de estas.
-¿Quiénes son los Siete?- acabo por preguntar procurando centrarme en la información práctica. Me hará falta...

- Siete son los más hijos de puta de entre los hijos de puta que pueblan este maldito mundo de tinieblas... - dice Frank - ...no somos las únicas criaturas de la noche...hay otras y algunas dan auténtico miedo...

Dicho esto Frank se levanta y te indica que hagas los mismo. Empieza a mirar hacia su alrededor de manera nerviosa, como si detectara algo que no le gustase.

- Debemos alejarnos de aquí... - dice olfateando el aire - ...ha empezado a oler a arcilla roja...creo que estamos en el patio de juego de otra criatura...

¿Patio de juego? ¿Otra criatura? ¿Más criaturas de la noche? Joder, una pregunta que le haces y en vez de responderte provoca que tengas mil preguntas más. Este Frank acabará volviéndote loco.

- Cuando lleguemos a casa te explicaré quiénes son Siete y porqué es mejor que no te cruces nunca con ellos...pero ahora date prisa o tendremos una pelea de las realmente jodidas....

Está tenso. De eso no hay duda, hay algo que le preocupa y mucho.

-Ya... creo que me di cuenta cuando estuvimos en aquel mercado tan raro- recuerdo aquel momento con un escalofrío, aunque hay que admitir que aquel lugar resultaba terrorífico y mágico a la vez. Aquello fue cuando Frank todavía conservaba un poco de cordura, ahora no sé si me sentiría muy seguro volviendo allí con él. Supongo que nunca estaré seguro pero dentro de mis posibilidades...

-¿Arcilla roja? Yo no huelo nada...- aspiro el ambiente pero sólo detecto el hedor de algunos contenedores cercanos, la contaminación de las calles... vamos, lo habitual. Aunque tampoco estoy muy seguro de como debería oler la arcilla -¿Quién se supone que huele de esa forma?- pregunto mientras empiezo a caminar con largas zancadas, manteniéndome a una distancia prudencial de él en todo momento.

Mira a su alrededor y puedes ver como sus ojos se vuelven rojos. Nunca habías visto ese poder en él, aún hay muchas cosas que desconoces de tu sire.

- Un ser hueco...ese olor es característico de esos seres...

Puedes ver como aprieta los puños y se prepara para responder ante cualquier ataque pero no aparece nadie en el callejón. De pronto lo escuchas murmurar:

- Si no lo ves a tu alrededor...mira arriba o abajo... 

En ese momento mira hacia el cielo y sonríe.

- Ahí está....

Miras hacia arriba y puedes ver una cara oscura con una gran boca, casi sin nariz, y dos ojos rojos que os mira desde las alturas. Lleva una gabardina como única roja.

De momento está inmóvil y simplemente os mira pero no sabéis si decidirá o no atacar. No has visto nunca alguien como ese ser, pero tu sire parece temerlos por alguna razón.

Retrocedo instintivamente ante la repentina mirada rojiza de Frank pero eso es todo, después miro alrededor bastante confuso y tenso -Un ser hueco... Sí, de toda la vida- respondo con sarcasmo, dejando claro que esa respuesta no me ha servido de mucho porque básicamente sigo sin saber qué demonios se supone que será eso.

Ahogo una exclamación mezcla de sorpresa y de susto cuando finalmente le distingo y no puedo evitar dar un traspiés hasta quedarme algo por detrás de la posición de Frank. Joder si tiene que empezar a repartir golpes al menos que él se ocupe de los primeros, yo ya he tenido suficientes por una noche.
Nos quedamos así varios segundos, mirándonos unos a otros con fijeza y sin movernos. Lo aterrador acaba convirtiéndose en extraño y después... bueno, a pesar de su envergadura y demás no parece tan amenazador. Ya nos habría pisado (literalmente) si quisiera, ¿no?

-Hey, amigo. ¿Necesitas algo...?- me aventuro a preguntar al final esperando que reaccione de manera diplomática porque si no tendremos que esforzarnos en correr todo lo que podamos.

El Ser Hueco no dice absolutamente nada. Se queda mirando expectante hacia vosotros, como si encontrara divertido ver a dos vampiros en un callejón. Tras un minuto mirándoos se decide a actuar y salta hasta vuestra posición. Cuando aterriza el suelo tiembla y gracias a vuestro equilibrio no os caéis. Aunque debe pesar unas cuantas toneladas parece bastante ágil.

Se acerca a Frank y le muestra la mano y puedes ver una especie de sello: una serpiente que se muerde la cola y en medio tres números: 619. No entiendes el significado de esos números pero parece ser un mensajero y no un luchador por suerte para vosotros porque parece ser un rival más que digno.

Tras enseñar el mensaje puedes ver como se aleja hacia la pared del fondo del callejón y la atraviesa fundiéndose con ella. Te acercas a observar y puedes ver algo de arcilla en polvo de color rojizo.

Frank se ha quedado en silencio como si algo le preocupara.