Partida Rol por web

Silvia escucha a Álvaro sin apartar la mirada de él. Asiente con la cabeza ante las palabras del muchacho...

- Vaya, ¿qué pasa? ¿que no te habían sacado todavía...? - Le dice en tono de broma... - Yo sí, llevo toda mi vida encerrada en esta ciudad... - Al ver que nadie quiere un cigarrillo, se vuelve a guardar el paquete de tabaco. Le da una nueva calada al cigarrillo, mientras su mente por un momento se evade. Siempre ha querido viajar, conocer mundo... Pero con su situación en casa nunca ha podido hacerlo, y la joven se ha tenido que conformar. Vuelve a mirar a Álvaro y la expresión que por un momento se había vuelto algo dura vuelve a suavizarse con una sonrisa.

- ¿Así que juegas a futbol sala? - Le pregunta antes de darle tiempo a responderle a lo que ya le ha preguntado.

Alvaro Sonrie con la broma de Silvia antes de contestarle, la chica había parecido algo resentida por no haber podido salir demasiado de la ciudad de Santiago -Si, juego en el equipo de la ciudad con Xabier- dice señalando a su amigo sin dar más detalles para no cansarla -en realidad eso es lo que me ha traído hasta aquí, también estudio empresariales, pero se me da algo mejor el deporte que los estudios ... - La conversación estaba resultando bastante entretenida y Alvaro quería saber su edad, la chica parecia algo más joven que el mismo -¿Estudias? ¿Cuantos años tienes?-

- ¿Quieres mi currículum? - Le pregunta en broma con un guiño de ojos. - Tengo 17 años, pero sshhht!! no digas nada, que por allí piensan que tengo ya los 18... - Le dice la joven bajando la voz y mirándole fijamente a los ojos. - Este año he empezado psicología, aunque lo llevo bastante mal... - Termina diciendo con una mueca.

- Bueno, ahora te toca a ti... ¿Edad? - Le pregunta finalmente con una nueva sonrisa.

La reacción de Silvia hace reir a Alvaro, que también se pone algo colorado ante las preguntas de la camarera, quedandose un segundo en blanco cuando ella le mira a los ojos - 17 ... Vaya, parecía algo mayor- piensa -...veinte...- acaba diciendo después del momento de lapsus viendo que ella parece haberse dado cuenta de su turbación haciendole algo de gracia, era muy guapa y ella lo sabía.

Silvia sonríe cuando Álvaro le dice la edad. Hubiera jurado que era más joven, su cara de crío imberbe engaña bastante.

- ¿Normalmente, por dónde sueles moverte? No me puedo creerme que desde que estás aquí no hayas salido nunca... - Le pregunta con curiosidad. La joven vuelve a darle un trago a su cerveza sin apartar la mirada de Álvaro.

La mirada de Silvia tiene medio hipnotizado a Alvaro -Yo no he dicho eso, la verdad es que cuando salgo voy bastante por el retablo- dice el chico sin llegar a revelar que estaba empezando a conocer a Laura, la dueña. Lo más probable era que ellas dos se conocieran aunque la diferencia de edad era muy grande, Laura tenía 29 años y Silvia 17, pero lo cierto es que la primera era muy popular en la ciudad y ambas eran camareras de locales de marcha. Alvaro comenzó a pensar en Laura, ¿aprobaría ella lo que estaba haciendo? ... ¿o quiza no estuviera haciendo nada y aquello sólo era una conversación normal? -¿Y tú cuando no estas trabajando?- La pregunta había cogido incluso a él mismo por sorpresa -menudo lumbreras ... si quedaba alguna duda de que estabas intentando ligar con ella ahí tienes la respuesta ...-

La mirada de Silvia no se aparta del joven Álvaro. Hacía muchísimo que no mantenía la típica conversación de ligoteo con alguien. Se toma su tiempo para responder, vuelve a darle un trago a su cerveza y sonríe...

- Depende... Suelo moverme bastante por el centro de Santiago. Conozco bastantes locales que están muy bien. Al retablo he ido alguna vez, pero no suelo hacerlo mucho. Además... Que trabajando aquí hay veces que cuando tengo fiesta lo que me apetece es quedarme tranquila en casa... - Aunque con el capullo de mi padre eso no pasa casi nunca. Esto último lo piensa, pero es un comentario que se guarda. Es un pensamiento fugaz, que rápidamente desaparece.

Alvaro comienza a ponerse un poco nervioso, en condiciones normales ese era el momento para actuar y decirle que podían quedar un día de estos para por ejemplo tomar algo por la tarde o que a que hora salía esa noche, pero su situación con Laura, aunque no era más que un tonteo, hace que deniege la idea rápidamente. El problema es que Silvia y sus ojos eran muy insistentes y Alvaro estaba empezando a estar hecho un autentico lío -normal ...- acierta a decir buscando sacar un tema lo más rápido posible para que no se le note el embobamiento, por un lado nada le apetecía más que seguir con aquello pero por el otro ... por el otro estaba Laura.
En ese preciso instante, sin querer y sin poder evitarlo, Alvaro mira con ojos brillantes a Silvia y ella lo nota, -Silvia...- se le escapa.

Silvia es consciente del nerviosismo de Álvaro, y eso le encanta. Le hace incluso más mono de lo que le había parecido en un primer momento. La joven está acostumbrada a los tíos chulitos, que se creen que con mover un dedo la tendrán allí, jadeando como una perra en celo. Normalmente se aparta cuando ve a un tío de esos. Pero Álvaro es diferente. Una sonrisa cálida se dibuja en su rostro, iluminando sus oscuros ojos.

Parece que Álvaro va a decir algo. Pero no termina de hablar, se nota que está cortado. - Dime... - Susurra Silvia, esperando que el joven coja el valor que necesita para decirle lo que ronda por su cabeza.

El susurro de Silvia enciende todavía más a Alvaro, en ese momento podría decirle cualquier cosa, los pensamientos se agolpaban en el interior de su cabeza, no sabía muy bien si decirle que le gustaba, que quería quedar con ella una tarde, darle un beso en esos preciosos labios o decirle que no podía hacer nada ... ¿o si podía? ... de echo ese "Silvia ... " se le había escapado y ahora era muy dificil salir de la situación, Al final, el chico se acerca a su oido disimuladamente, como si le fuera a comentar algo gracioso, con el fin de que sus amigos no lo vieran todo tan claramente, aunque lo más probable era que se hubieran dado cuenta hacia rato -me estas poniendo nervioso...- susurra también en tono de broma a la vez que siente el perfume y el calor de la chica, que ponen aún peor a Alvaro -me apetece decirte algo pero no puedo- dice al final timidamente.

Tras las palabras de Álvaro, Silvia se queda en silencio. Parece estar meditando en lo que ha dicho el muchacho. Debe tener novia... Se dice mirándolo divertida.

- Pues es una lástima que no puedas decírmelo. - Silvia también le habla en el oído, su aliento cálido rozaba la oreja del joven. - Ahora me voy a quedar con las ganas de saberlo. - Temina diciendo con un mohín y se aparta guiñándole un ojo. Silvia se siente atraída por el nerviosismo del joven. Parece un buen tío, y eso le choca. Pero a la vez le entran más ganas de jugar. Es como un reto para ella...

Alvaro esta pasando un rato muy dificil y Silvia parece estarse divirtiendo, en esos momentos el roce de su aliento le pone la piel de gallina una vez más cuando bromea con el asunto -Creo que no, me gustas ... aunque de eso ya te has dado cuenta ¿verdad?- le dice siguiendo con el juego de hablarse al oido -el problema es que estaba empezando a tontear con una chica estos días, y ahora vas y apareces tú con esos ojos- le dice riendose.

- ¡Vaya! Pensé que tenías novia... - Dice Silvia susurrándole en el oído. Lo mira levantando una de sus cejas. Parece buen chico, y en el fondo sabe que ella puede llegar a ser dañina...

- Cielo, si te gusta de verdad esa chica, no seas tonto... - Termina diciéndole en el oído, su aliento, cálido, vuelve a rozar la oreja de Alvaro. Su mirada parece estar diciendo lo contrario que sus palabras. Se aparta nuevamente y le da un nuevo trago a su cerveza sin apartar los ojos de los del chico.

Todo el grupo observa la escena pero no dice nada. Paula tiene la intención de decir algo pero Silvia la agarra y la saca fuera del local. Parece que salen a respirar algo de aire puro mientras la pareja formada por Xabier y Michi se alejan un poco de vosotros y se apoyan en la pared mientras toman algo tranquilamente mientras conversan entre ellos.

La noche parece tranquila y sobre todo empieza a ser interesante. Sobre todo para vosotros; el mundo parece estar centrado en esa conversación. Ni siquiera os dais cuenta que Silvia y Paula abandonan el local.

La cosa no es tan sencilla como Silvia plantea, Alvaro tiene una infinidad de dudas, Laura le gusta pero no sabe si ella lo toma en serio, aunque con su comportamiento de esta noche había parecido que si. Por otra parte, en ese momento, Alvaro lleva unas copas encima, lo que más le apetece es acercarse aún más a Silvia, agarrarla por la cintura y darle un largo y apasionado beso, una vez más tiene que reprimirse  -Es complicado, no es mi novia ... y no se si me gusta o le gusto realmente- dice el chico sin poder apartar de los ojos de los de Silvia, que sigue incitandolo con la mirada.

Como hipnotizado, Alvaro la coge entonces por la cintura con suavidad-solo hemos quedado un par de veces...-susurra desde muy cerca- ... y te aviso... si me sigues mirando así te hinco el diente...- bromea el chaval deseando que lo sigua haciendo para darle una escusa tonta.

Silvia no se esperaba que Alvaro se atreviera finalmente a dar algún tipo de paso. Lo mira sorprendida cuando el joven se le acerca todavía más, colocando la mano en su cintura. No hace ningún gesto de apartarse, más al contrario, casi imperceptiblemente acerca un poco más su cuerpo al del joven.

- Cariño, me tendrás que arrancar los ojos si no quieres que te mire... - Le susurra rozando suavemente con los labios el lóbulo de su oreja. ¿Qué estoy haciendo?... Se pregunta la joven. Sabe que juega sucio, pero el chico es tan mono que no puede evitarlo. Le gusta como la mira, como le susurra en el oído y casi ha sentido como se deshacía al notar el contacto de su mano en la cintura.

Al final el chico es incapaz de resistirse a la tentación y después del último susurro de Silvia y el enésimo escalofrio en la espalda no puede aguantar más. Cuando ella acaba de bromear con sus ojos, Alvaro, haciendo un ligero movimiento de cabeza  llega por fin a sus calidos labios, rozandolos solo al principio, a la espera de su reacción al mismo tiempo que pone su segunda mano en la cintura y comienza a acariciarle la espalda...

Silvia no puede resistirse al cálido contacto de los labios de Alvaro. La joven responde al beso apasionadamente. Un escalofrío recorre su espalda al sentir las suaves manos del joven acariciándola.

Los labios de Silvia son ardientes, juega con su lengua, acariciando los labios de Alvaro. Busca su permiso para meterla en su boca y poder jugar con la lengua del joven.

Sus dedos se enredan en el pelo de Alvaro. Es un beso largo, apasionado. Pero Silvia finalmente se separa un poco del joven y le mira con los ojos brillantes. - Ummhh... Me doy cuenta de que no bromeabas... - Comenta con una sonrisa en sus labios.

Alvaro se deja llevar por lo mágico del momento y besa con pasión y con fuerza a Silvia, descubriendo que es una chica realmente deliciosa una vez introduce la lengua en el interior de su boca. Ella responde con la misma actitud hasta que se separa ligeramente para una vez más bromear con él, Alvaro la mira, sonríe y no dice nada, solamente vuelve dentro de su boca y la aprieta más fuerte contra él, piensa quedarse allí un buen rato, rodeando y acariciando su pequeño cuerpo ...

Silvia se deja absorver por Alvaro. La joven pierde la noción de la realidad. Se ha olvidado de sus amigos, de sus compañeros de trabajo, e incluso de su jefa.

Allí están los dos, en su rincón. La gente pasa disimuladamente, haciendo como que no ve. Pero eso a Silvia no le importa, ahora mismo está con Alvaro, sintiendo sus besos, sus caricias, y su cálido aliento. El tiempo pasa, suena una canción detrás de otra y los jóvenes continúan en su pequeño rincón.

De repente Silvia vuelve a separarse mirando con preocupación hacia la barra... Su tiempo de descanso si no ha terminado debe estar a punto y Pepa no tardará en llamarle la atención.

Vuelve su mirada nuevamente a Alvaro. - Cielo, voy a tener que volver al curro... ¿Me esperaras? - Le pregunta con su dulce voz.