Tras la implacable persecución del boxeador, toda la escena se precipita. El portal abierto por Hyeronimus nos succiona a su interior, un torrente miseria que quiere atraparnos.
Agarro a mi compañero para que no caiga. Como la intención del boxeador torturado es hacernos pasara a través del umbral, intento desequilibrarle para que sea él quien caiga.
Por suerte no estoy pegado a la puerta así que me lanzo hacia atrás (alejándome de ella para evitar ser succionado) mientras disparo con el rifle al boxeador. Si logro apartarlo de mis compañeros para que no tire a nadie al vacío cumpliré, luego con ayuda del rifle podré sacarlos a una distancia segura. Pero primero tengo que acabar con la amenaza como sea posible.
La forma rellena de agua del boxeador recibe el disparo en uno de sus ojos, la forma aulla y se olvida de empujar a Hyeronimus, un torrente de agua sale disparado de su ojo y es absorbido por la oscuridad. Como empezáis a notar vosotros, cada vez es más fuerte, sea de quien sea este sueño parece que prefería avanzar sea como fuese antes que hacer una salida fácil...
bueno pues hacerme tiradas o acciones intresantes para no acabar dentro de esa cosa...
Me cuelgo el rifle y saco toda la fuerza que tengo dentro. Uso el contenido emocional que poseo en mi interior para esforzarme al máximo y aguantar tremebunda fuerza. Luego tras ver que puedo aguantar un tiempo gracias a mi condición física, agarro al compañero más cercano (Mr Renoir) para tirar de él mientras le digo que agarre al periodista:
- Agarra a Hyeroronimus....tiraré de vosotros...
Me agarro con mis manos a todo resquicio o agujero que exista en las escaleras y los arrastro apretando los dientes debido al esfuerzo lo más lejos posible. Evitando así caer en ese inmensidad oscura.
Hace fuerza para evitar arrastrar a sus compañeros al abismo, un abismo del que no regresarían. Y en el mundo real, si es que realmente lo había, no despertarían.
- ¿Veis algo? ¿Más allá? - pregunta, intentando guardar algo de serenidad, en mitad de todo aquel caos. Cuanto antes acabaran aquella locura, mejor. Pero no podía evitar sentir la curiosidad, una vez que empezaba a acostumbrarse.
Sujeto a Hyeronimus como puedo, de la ropa, las extemidades... todo lo que tengo a mano. A la vez, utilizo mi otra mano para agarrarme del marco de la puerta, utilizándolo para intentar izarnos.
-¿No cree usted que no es momento para curiosear? -le recrimino mientras hago el esfuerzo.
Ni siquiera me doy cuenta de cómo el líquido con el que está rellena la parodia de boxeador se escapa de su cuerpo y cae al abismo.
Al final conseguis sacar a Hyeronimus de lo que parecía una muerte segura, y podeis avanzar por las escaleras, aunque sea a trancas y barrancas por la maldita succión de la puerta abierta. Al final sin demasiados problemas llegais a lo que parece el final de la escalera. Pero en vez de la habitación estilo arabe que os esperabais, hay una habitación de cuchitril barato, repleto de recortes de periodico que tienen las letras al reves y se ven imagenes de una hermosa mujer danzando o recibiendo premios. En la pequeña cama se puede ver que hay alguien metido en ella, que con una voz femenina enfada os grita:- Vosotros, ¿No sabeis que es de mala educación entrar en la habitación de una dama?-
¿Reconozco a la dama? De haberla visto en el barco, en algún burdel, etc...
Crees que es la antigua bailarina que apunto estuvo de ser asesinada por el boxeador.
Agradece a sus compañeros el haberle salvado con apretones en los brazos, una vez le hubieron salvado de la muerte y de otros tantos horrores. Se agacha, intentando recuperar el aliento, pero alza la vista hacia la mujer que les recrimina. Se levanta, intentando adecentarse de alguna manera la chaqueta.
- Mis... mis disculpas, señora... - se excusa - Una dama sigue siendo una dama aún cuando las circustancias no la acompañan
Miro para mis compañeros y les susurro:
- Me parece que es la bailarina que intentó asesinar el boxeador...¿alguno de vosotros la reconoce? - les pregunto, luego me giro y le digo a la señorita - Perdone madame no sabíamos que usted estaba en esta habitación...
"¿Recortes de periódico que tienen las letras al revés?", pienso, intrigado.
-Disculpas, mademoiselle... no queríamos invadir vuestros aposentos de una manera tan impetuosa -hago una educada y elegante reverencia.
Llevo el estoque desenvainado, así que miro el reflejo de los recortes en el acero. De hecho, me fijo en los reflejos en general.
Jean Claude intenta leer los periodicos gracias al reflejo de su espada, todos hablan de los exitos de la que esta fotografiada, todos y cada uno de ellos, pero solo hablan de un intervalo de 10 años, el resto de la historia de la mujer tanto antes como después de su exito no tiene cabida en las paredes al parecer. La ex-bailarina se tapa con las sabanas hasta la cabeza y desde allí ois que os grita:- Dejarme en paz, no se porque la gente necesita regodearse en mi frustración.- Parece que esta llorando cuando grita con rabia:- No lo dejare nunca, soy la más grande y volvere a subirme a los escenarios ya lo vereis.- Jean Claude y Thomas reconocen esa actitud es como la del boxeador, al parecer la mujer vive en una pesadilla ciclica, al fondo de la habitación veis un armario que parece cubrir algo es como si la mujer lo hubiese puesto delante. Thomas nota algo en su bolsillo, como si tirara de él al fijarse se da cuenta de que es el atrapasueños.
- Creo que nuestra amiga la doctora nos ha mandado esto... - digo mientras enseño el atrapasueños - ...puede que atrapando este sueño podamos despertar a esta mujer...y así ir liberando uno a uno a los que nos encontremos...¿Qué opinan señores?
Dicho esto giro el atrapasueños esperando que suceda algo, ya que realmente no tengo ni idea de cómo funciona.
- Creo que nadie merece vivir en este infierno - responde Cromwell ante la pregunta - Si podemos despertarla, deberíamos hacerlo
Busca el consentimiento de Renoir con la mirada, que es el que falta por hablar. Negarse o asentir, y de ese modo podrían empezar a buscar a más infelices encerrados en esta prisión onírica
-Adelante, mes amis -asiento.
Me acerco al armario, aprovechando que la bailarina no nos ve. Tal vez lo que hay oculto por el mueble sea importante.
La mujer parece que se ha tapado las orejas, pues parece no haceros casos, como una niña que se oculta de los monstruos imaginarios de su armario. En tanto que el atrapasueños vibra como si os estuviese señalando a algo, Jean Claude examina detrás del mueble y ve que hay una puerta detrás suya, al parecer alguien ha puesto el armario para guardar algo... o para no tener que verlo, por la forma que hay cosas encima suya.
- Creo que el atrapa-sueños indica que estamos en el camino correcto. Esa puerta tiene que significar algo, debemos abrirla. Por si acaso y dada la naturaleza de estas pesadillas prepárense para actuar. - digo mientras me acerco a esa puerta para abrirla.
- ¿Y el armario? ¿No contendrá nada? - pregunta Cromwell, intentando ignorar con dificultad a la dama que estaba encerrada en su propia pesadilla. Logra retirar la mirada y prepara su pistola y su mente para lo que ha de venir. A saber que cosas guardaría esa puerta
-Le ayudaré, Thomas -contesto al yankee, haciendo ademán, al igual que él, de abrir la puerta tapada-. Todo sea que no acabemos descubriendo otro portal succionador como el de más abajo...