Mirando a su compañero con una mezcla preocupación y confianza al mismo tiempo, el joven pícaro se quita el cinto, lo eleva para que la granjera no tenga dudas de lo que se dispone a hacer y lo deja en el suelo con cuidado.
-¿Otro dios?, ¡no, por favor!--susurra bromeando mientras se acerca a la casa junto a Ishamar.
-¡Buenos días, señora!--saluda amablemente Aralar haciendo una leve reverencia y dejando que sea su compañero el que inicie la conversación.
-Somos viajeros que estamos rehaciendo el viaje que anteriormente realizase na amiga. Pero desde este punto nuestra información es poca. ¿Sabíais decirnos si por aquí pasó una viajera de pelo claro, portando este símbolo?- dice Ishamar, señalando en su escudo el símbolo de la Dama.
Si, paso por aqui. Nos ayudo con un grupo de asaltantes. Pero la trajeron de vuelta unos peregrinos muy mal herida
-¿Sería tan amable de indicarnos hacia dónde se dirigió nuestra compañera justo después de ayudarle con los asaltantes y antes de regresar malherida?--ruega Aralar amablemente--Es un asunto de vital importancia. Si en verdad le están agradecidos por la ayuda que la dama les brindó cuando fue necesario, este es el momento de corresponderla, señora.
Pasad, tal vez mi hermana que hablo con ella pueda contestaros mejor. Esta en la habitacion de atras
-Gracias.- dice Ishamar saludando al entrar a la granja.
La casa es austera, la puerta es de negra madera. Dentro de espaldas a la puerta mirando por la ventana hay una figura encapuchada que no se inmuta cuando entráis
Os estaba esperando, sabia cuando ella vino que vendrias vosotros. Acercate Ishamar
-No. Daos la vuelta, señora. No me gustan los que se esconden y menos aún los que esconden secretos.-
-¿Qué haces aquí? Esa es mi primera pregunta.-
¡Yuhu! Acabo de ganar una apuesta conmigo mismo. Claro, que lo pones fácil...
Si quieres una sugerencia, más bien tienes que dejar de ABUSAR de este recurso.
-Lo lamento.- dice Ishamar mirándose las manos y contando con los dedos... sin embargo, deja el cálculo y se vuelve a la mujer -Lo único que necesitamos saber es dónde fue Atriel. La dirección en la que viajó y con qué se encontró allí. ¿Hablaste con ella?-
-¿Quiénes son "ellos" y dónde están?-
-No, no lo sé. Todos los videntes me decís lo mismo. ¿Cómo se llaman los dioses que tanto desean nuestro mal y el del mundo?-
No lo adivinais? murmura con una media sonrisa A caso se rendiria tan facilmente despues de que su anfitrion se atravesara su propio corazon con una espada?
-Ya veo- dice Ishamar. -Decidme, vidente, ¿nos están esperando? ¿Por qué no vienen a por nosotros y dejan que les encontremos para poder robarles la espada en cuestión?-
Si, os esperan. Desean robaros algo que teneis, algo que me esta velado a mi poder murmura negando cerrando los ojos os quieren en su terreno, recordad no dejaros llevar por los sentimientos en ese momento
-¿Y al menos puedes decirnos para qué quieren robárnoslo o quién de nosotros lo posee?-
No lo se, no se a quien murmura llevandose las manos a la cabeza mientras comienza a sangrar por la nariz
Vaya...
-¿Estás bien?- dice Ishamar, acercándose a la mujer con mucha prudencia.
He forzado demasiado mis poderes y las cosas que no puedo ver me hacen estas cosas