Partida Rol por web

Náhoda či Dopuštění

Chemnitz, el principio

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06/04/2008, 19:40
Móvil

Me parece bien, suponía que no aceptarías, pero mi obligación es hacerte llegar todas las ofertas que me hagan para contratarte, un momento de silencia, parece que habla con alguien.

No te olvides de la hora de mañana, ah, se me olvidaba a mí, que cabeza, a las cinco y media tienes cita con el médico, el doctor Agnieski, como siempre, no llegues tarde

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07/04/2008, 18:25
Liesel Van Troy

- Gracias por tu trabajo y tu preocupación, Ray, ahora voy a ir colgando para vestir a los niños, hoy me acompañan ellos y Heine al médico - sonríe - Ciao, Ray, nos vemos - espera a que Ray se despida y luego termina de vestir a los pequeños.

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08/04/2008, 10:39
Director

Ray cuelga el teléfono y justo a continuación el timbre de la puerta suena, seguro que es Heinrich, y los niños todavía sin terminar de vestir, si es que no paran, al cabo de unos momentos la voz de tu abuelo resuena saludando a tu amigo e invitándolo a pasar mientras pronuncia tu nombre llamándote.

Con lo poco que le van al chico los actos sociales ahora mismo estará siendo interrogado por tu abuela acerca de cualquier cosa incómoda que se le haya ocurrido, ella tiene esa fabulosa facilidad.

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08/04/2008, 17:27
Liesel Van Troy

- Abuela, por favor, es Heinrich, ¿es que no te acuerdas de él? Le ha crecido el pelo, vale, pero siempre lo llevó largo - ríe, apareciendo en el recibidor para darle un abrazo a su amigo - ¡Hola, Hein! - le da un fraternal beso en la mejilla - Termino de vestir a los diablillos y nos vamos, ¿eh? Están por aquí... ¡Ethan! ¡Tu padrino está aquí! ¡Ven a saludarle!

Notas de juego

Yo no sé cuánto tardas tú en vestir a un niño, pero vamos... XDDDDDDDD Será que he hecho de canguro muchas veces XDDDDD

Por cierto, los padrinos de...

...JOHANNA son: Steffan y Renatta
...ETHAN son: Hein y Alma

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08/04/2008, 18:16
Heinrich Lindeman

Por fin, una expresión de alivio cuando Liesel aparece en el salón, mira que llevo años viniendo, pues siempre encuentra como dejarme sin palabras esta mujer, devuelvo el abrazo a la joven y cuando ella grita llamando al crío este aparece casi al instante, me agacho para cogerlo en brazos, Vaya, cada que pasa está más grande, y como pesa ya, le doy un beso en la mejilla mientras observo como Johanna se esconde detrás de la pierna de su madre mirándome con timidez.

Vamos a ir al parque, y te voy a montar en los columpios, ¿de acuerdo? digo haciéndole cosquillas, [/B] miro a Liesel ¿Nos vamos? tras su asentimiento me despido educadamente de sus abuelos y salgo en dirección a la calle.

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08/04/2008, 18:18
Johanna

Unos tirones de tu camiseta reclamando tu atención, Johanna te mira con cara de pena, casi a punto de llorar, mami, yo también quiero montarme en el columpio, dice mirando con cierto resentimiento al chico que hace carantoñas a su hermano.

¿Tú me vas a llevar? con apenas un hilillo de voz…

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08/04/2008, 18:32
Liesel Van Troy

- ¡Pues claro que sí, mi reina! - la coge en brazos y la lleva a terminar de vestirla, dándole un tierno beso en la mejilla - Pero te tienes que portar muy bien, ¿vale? Las niñas tan guapas como tú tienen que ser buenas, porque si no, se ponen feas de tener la cara así - exagera cara de enfurruñamiento y se ríe. Una vez la ha vestido, va hacia su abuela y se la entrega - Voy a terminar de vestir a Ethan, no tardo... Johanna, cariño, cántale a la abuela la canción del barquito, que tánto le gusta a ella.

La canción del barquito. Johanna podía pasarse horas cantándola, y la abuela podía pasarse días escuchándola maravillada. Era algo duro tener que compensar la atención a ambos cuando aparecía otra gente... Ethan era un niño bueno y simpático, solía captar la atención de las visitas, y aunque Johanna era una niña preciosa, era más tímida y era cuando había gente ajena que le entraba la envidia por su hermano, pero solía calmarse en cuanto se sentía atendida. El padre de los niños le contó que de pequeño era bastante revoltoso, pero porque era muy cariñoso y no le daban la atención suficiente, la cual se llevaban sus hermanos, algo más "perfectos" que él. Por eso se fué de casa, por lo visto...

Cogió a Ethan.

- Voy a terminar de vestirte, machote - una vez acabó, sacó el carricoche doble y empezó a prepararlo.

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09/04/2008, 09:42
Heinrich Lindeman

Tras terminar con los preparativos necesarios para la salida con los críos, por fin salís a la calle, hace frío, pero es aún bastante soportable a estas alturas de día, desde luego, vuestra juventud evidente choca con el hecho de ir acompañada de un carrito con dos niños, si no fuera por el parecido de la niña con la mujer que empuja el carro, pocos apostaría por considerarlos tus hijos.

Suelto al pequeño Ethan en el carro a pesar de sus protestas, no quiero crear un conflicto entre hermanos, y Liesel siempre ha sido bastante justa tratando a ambos críos, tras lo cual, me sitúo junto a ella al caminar.

¿Y bien?, ¿Cuál es el plan?, ¿un paseo por el parque?, ¿una suculenta merienda para una preciosa modelo a la que veo muy delgada?, digo con tono de broma a pesar de que esto último es verdad, ella siempre había sido…uhm…mucho mas voluptuosa, me sabe mal pensar en ella en esos términos, pero es la verdad, y ahora ha perdido parte de ese adjetivo, ¿Estás trabajando en algo que necesite que estés así? sé que a veces esas cosas suceden, determinados papeles o sesiones lo requerían.

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09/04/2008, 11:27
Liesel Van Troy

- Al contrario, cariño, tengo que engordar lo más rápido que pueda ocho kilazos - responde, con una sonrisa comprometida - adelgacé mucho por descuidarme y ahora los de Dolce & Gabbana empiezan una sesión para la próxima temporada... Me han llamado para participar, así que en nada cogeré a los niños y me los llevaré una temporada a EEUU... Así verán dónde vivía su papá - suspira. Es muy consciente de que a nadie le gusta escuchar cómo lamenta la pérdida de su amor... De manera que sonríe y cambia de tema - Pues si me acompañas un momento al médico, me harías un favor enorme, después podemos ir al parque a hacer un buen muñeco de nieve* y después tomarnos un chocolate calentito... ¿Os apetece a los tres? - pregunta amablemente, alzando el tono en éste punto para que le escuchen los niños.

Notas de juego

*En Chemnitz hace un frío del carajo XDDDDD

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09/04/2008, 11:56
Heinrich Lindeman

Asiento con la cabeza a sus palabras, Guau, D&G, ya era hora de que esa gente tuviera algo más de gusto a la hora de escoger a sus modelos, incluso puede que hasta le compre algo, imagínate en un concierto heavy con las letras ahí brillando río ante el mal chiste.

Si, si, te acompaño a donde tu digas, no hay problema con eso, me parece un plan de puta madre tía me quedo un momento callado tras mis palabras, lo del chocolate claro, no lo de ir al médico, ¿Qué te pasa? pregunto al darme cuenta de que no tenía ni idea de que estuviera enferma.

Notas de juego

uhm, en octubre aún no hace tanto frío, pero bueno, aceptaré la nieve...XDDD...así puedo pegarle bolazos a Liesel, y con soportable me refiero a entre 5º y 10º...XDDD.

Postea si quieres lo del médico o me pones como llegas y te hago un resumen de la visita, a gusto del consumidor.

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09/04/2008, 12:16
Liesel Van Troy

Modula el tono de voz para que sólo le escuche Hein.

- Creo... Creo que tengo un pequeño desorden alimenticio... ¡Y no digas tacos delante de los críos! - le da un toquecito en la nariz a modo de reprochoe bromista, dirigiéndose al médico.

Durante la visita deja a Ethan en la sala de espera con Heinrich, ya que sabe que ambos están muy pendientes el uno del otro, y entra en la consulta con Johanna. Creía importante que desde pequeñita, Johanna aprendiera cómo funciona su cuerpo para evitar malos momentos en el futuro y que no se asustara mucho, entre otras cosas, cuando le llegase el primer periodo. También tenía vistas a que aquello fuera bueno de cara a unas futuras clases de biología, y que no tuviesen el trauma que a muchos niños les suponía simplemente "ir al médico". Johanna se quejó en el pediatra una vez porque el médico le metía en la boca "el palo de decir 'AAAh'", y no se dejó hasta que no vió que mamá dejaba al médico y hacía 'Aaaah' sin que pasase nada. Normalmente entraba en la consulta con los dos, pero estando Hein la cosa podía estar algo más relajada. No escatimó en detalles con el médico, explicándole lo que le había pasado esa noche y la laguna en su memoria, así como lo que había estado haciendo para adelgazar, utilizando tecnicismos en éste punto para que la niña no se enterara.

Notas de juego

Elijo la B:

Cita:

me pones como llegas y te hago un resumen de la visita
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10/04/2008, 09:24
Director

El doctor Agnieski ronda los cincuenta, bien llevados desde luego, alto, pelo canoso, se mantiene en buena forma, siempre se muestra cordial pero serio y reservado, muy profesional, tras un buen número de preguntas relacionadas con tus hábitos alimenticios y un ligerísima reprimenda por ellos, te receta una pastillas para complementar la nueva dieta que prometes realizar.

Cuando le cuentas lo de tu amnesia temporal se sorprende más que con lo anterior, y nuevamente preguntas sobre drogas y sustancias similares como antidepresivos, todo ellos medianamente camuflado con un loable esfuerzo al encontrarse tu hija, solicita unos análisis, por suerte, en su consulta también consta de un laboratorio de análisis clínicos, por lo que simplemente cambiando de habitación una amable ATS procede a sacarte sangre e informarte de que posiblemente en veinticuatro horas tendrás los resultados.

Tras darte una charla sobre las complicaciones que podrían surgir debidos a la bulimia y un desconcierto sobre lo que pudo pasarte anoche con la promesa de que consultará a un amigo mas versado en estos temas la visita concluye y sales de nuevo a la calle con Heinrich, el cual se interesa por lo acontecido en la misma mientras os dirigís a donde teníais pensado.

Notas de juego

tú ya me dices donde vas.

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12/04/2008, 04:13
Liesel Van Troy

Un poco ausente pensando en el desconcierto del médico y algo inquieta por los resultados de los análisis, Liesel finge entereza como buenamente puede sonriendo a sus hijos y comprando apfelstrudels* bien calentitos para todos, dándoselos a los pequeños a pedacitos para que no se atragantaran mientras éstos jugueteaban por la nieve en un parque, sin perderlos de vista ni alejarse... Ni siquiera se sentaba en un banco, como mucho se ponía de rodillas. Le gustaba participar en sus juegos, lo pasaba realmente bien, pero también les dejaba un momento de esparcimiento sin perderles de vista, atendiendo a Heinrich y contándole lo de su problema con la bulimia en voz baja y discreta. Era un poder digno de una madre el estar en varias cosas a la vez: Charlando de forma adulta con un amigo y cogiendo piedrecitas que sus hijos pudieran poner a modo de botones y ojos en el muñequito de nieve que hacían...

Notas de juego

*Eso está que te pasas de bueno XDDDDD He aquí lo que es. Yo sé hacerlo XDDDD

Pues ya si quieres darme caña con Hein o los niños, tú dirás XDDD

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12/04/2008, 05:11
Director

La tarde discurre apaciblemente con la agradable compañía de Heinrich, los niños siempre se entretienen mucho con la nieve, y salvo el rescate de Ethan de un pequeño alud producido por el derrumbe de parte de la cabeza del muñeco con la posterior deserción de este último en la dura batalla de la construcción del muñeco, todo transcurre con normalidad, una de esos extraños días en que el tiempo pasa de manera lenta y placentera.

Cómoda con la compañía, con buenas perspectivas laborales, y con un Heinrich que te permite hablar de casi todo, siempre fue mejor escuchando que conversando, y hoy no es una excepción. El sol empieza a ponerse y va siendo hora de volver a casa, Ethan ha terminado en los columpios con Hein y tú buscando un bicho venenoso que había atacado al muñeco de nieve según la versión de Johanna, la cual asegura que lo ha visto más de tres veces.

Finalmente Heinrich te acompaña a casa, pero al doblar la esquina, hay una familiar figura apoyada en la puerta de la misma, mas de tres meses sin verlo, desde la última vez que fuiste a celebrar el cumpleaños de tu madre, Steffan te brinda una radiante sonrisa a modo de saludo al verte aparecer

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12/04/2008, 05:56
Liesel Van Troy

- S... Steff... - traga saliva y sonríe un momento - Hola... - la figura de su hermano siempre le había amedrentado. Cuando su madre no estaba, el tirano jefe, por encima incluso de su padre, era él. No fueron pocas las veces que la ridiculizó, la insultó por su peso o su timidez o directamente le dió una bofetada bastante fuerte - ¿Qué hay...?

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12/04/2008, 07:08
Steffan Van Troy

Apoyado como estaba antes en la puerta no deja ver su imponente estatura hasta que se mueve para acercarse a la posición de su hermana, vestido a la última moda y la peligrosa sonrisa apabullando la tímida presentación de Liesel, apenas desvía su mirada unos instantes hacia Heinrich.

Cuanto tiempo hermanita, te dice mirándote directamente y dándote un beso en la mejilla, pasaba por aquí, y me sabía mal no visitarte, luego baja sus ojos hasta los niños, ¿Qué tal están? pregunta sin demasiado interés, ¿ No me vas a invitar a pasar? parecía una orden más que otra cosa.

Hein te mira dubitativo, sin saber bien que hacer.

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12/04/2008, 07:19
Liesel Van Troy

Lo que más le molestó fué el desinterés con el que miró a Ethan y Johanna... Sus propios sobrinos... Recordaba que ella se interesó muchísimo por si Ethan tenía hermanos con hijos para poder visitar a los que creía sus sobrinos políticos... Pero sus hermanos no querían que el "perdedor soñador" se acercase mucho a meterles ideas raras en la cabeza a sus hijos, aunque él los veía de lejos y le decía "¿No son preciosos mis sobrinos? Parecen muy listos, ¿a que sí?" henchido de orgullo...

La educación era lo primero que había que tener por delante. Esbozó una sonrisa algo comprometida cuando le besó la mejilla. Algo quería. Seguro.

- Sí que hace tiempo, Steffan... Los niños... Ya los ves, muy altos, el pediatra dice que para ser mellizos son una proeza - sonrió, orgullosa - Pasa, claro, haré un café para los tres... Pasad primero vosotros, que yo tengo que entrar el carricoche...

Esperó a que Steffan pasara primero para hacerle un gesto de enfurruñamiento a Hein a espaldas del pelirrojo, que eliminó en seguida por miedo que le pillase, entrando el carricoche con cuidado.

Steffan siempre había sido un maleducado con Hein. No cogía el teléfono cuando era él ni le abría la puerta, ni aunque Liesel estuviera en la ducha y no pudiese abrir, y siempre que hablaba de él a sus espaldas se refería a sus amigos como "la tío, el mariquita y la fea". Pero claro... Ahora al crecer, teniendo una hermana famosa, sería el hermano más amante del mundo... Suerte que lo tenía bien calado...
Subieron en el ascensor mientras, para restar algo de tensión, Liesel decía:

- Venimos de comernos un apfelstrudel de los de la calle Salzburg, son los mejores de Chemnitz, ¿a que sí, Hein? ¿A que sí, guapetones? - buscó también la reacción de sus hijos, intentando que no notaran su incomodidad demasiado.

Una vez estuvieron en la casa, Liesel cerró bien la puerta con cerrojos y demás (no fuera que los diablillos fuesen a escaparse), sacó del carricoche a los pequeños y los dejó campar a su aire por la casa, tras lo que se apuró en preparar café para todos los adultos de acuerdo a sus gustos. Habían comprado unos cuantos dulces en una pastelería de los que, el plan era, disfrutar viendo una película con Hein de noche, pero aquella inesperada visita empezaba a mandar al traste el plan de relax y esparcimiento que tenía con su amigo. Puso en la mesita del café las tazas y se sentó en una butaca, sonriente. En la casa sólo había fotos de Ethan y los niños, una en la que salían Alma, Renatta, Hein y ella de cuando hicieron un viaje de estudios, con la Torre Eiffel de fondo (aún recordaba que Renatta pudo ir a aquel viaje gracias a que todos pusieron su granito de arena con el dinero... No pudieron comprar souvenirs ni comprar en sitios caros, pero se lo pasaron de maravilla los cuatro juntos y no podía imaginarse mejor souvenir que aquellas fotos o las noches en el hotel). También había fotos de sus cuatro amigos con los niños y de los abuelos también con los pequeños...

- Bueno, Steff... ¿Qué tal te va? ¿Tenéis fecha de bodas Dianne y tú? Lleváis ya... - hizo cuentas - Nueve años, o más, ¿no?

"El cabrón de mierda y la mujer sin personalidad, qué historia más bonita" - comentó Alma en su momento, respecto a Steffan y Dianne. Dianne era una chica del montón, bastante bajita, pero cuando era joven era muy pechugona y llevaba faldas cortísimas y escotes muy pronunciados, y Steffan se pasaba la vida recalcándole a Liesel que su novia era un bombón y ella un adefesio... Una punzada de orgullo un poco malicioso le alcanzaba cuando pensaba en que ahora la retaca celulítica era Dianne y ella era la modelo.

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12/04/2008, 20:53
Steffan Van Troy

Los niños enseguida se van a su rincón favorito, en la alfombra que hay junto a la mesa, allí tienen un pequeño baúl de madera con algunos juguetes, aunque nunca suelen estar dentro, dicho sea de paso, crees que ha pasado casi un año desde la última que el orden reino en aquel salón, pero a los críos les encanta pasar el tiempo allí, y tu pasas más tiempo en la alfombra que en el sofá en el que ahora se ha sentado tu hermano.

Heinrich, al que se le nota un poco nervioso, comienza a ayudar a Ethan a sacar un juguete para luego ayudarte con las tazas y sentarse tras lanzarte un par de miradas de preocupación. En cambio Steffan se ha sentado y se dirige a ti como si el chico no estuviera.

No, aún no tenemos fecha, en cuanto la tengamos te lo comunicaré, no te dejaría sin el placer de ser dama de honor de Dianne, dice dando un sorbo de café, luego mira a Heinrich, y se encoge de hombros, parece que si a ti no te importa que esté allí, él va a optar por el mismo camino.

Las cosas no están bien en casa, cuando dice esto se detiene un segundo y puedes sentir la mirada de Heinrich dubitativa sobre ti, y con casa me refiero a papá y mamá, claro que si los visitarás de vez en cuando te enterarías de lo que sucede, dice con una fingida afectación.

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13/04/2008, 05:23
Liesel Van Troy

Liesel era una buena chica. Era imposible negarlo. De buena, pecaba de tonta, pero tampoco es que fuera absoluta y perdidamente imbécil, y la compañía de Heinrich, así como la de Alma y Renatta, la fortalecían. ¿Cómo se atrevía Steffan a decir algo semejante...? Ella les había dado mil y una oportunidades, cosa que ellos nunca hicieron. Recordaba el día en que dijo que se marchaba a Estados Unidos a rodar... No quisieron pagarle nada, todo corrió por cuenta de los abuelos y los amigos, y su madre lo único que dijo fué "si te vas de ésta casa, no vuelvas". Steffan parecía incluso aliviado de verla marcharse... Era su padre el único que la miraba con cierto tinte de añoranza en los ojos y le puso la mano en el hombro... Pero su padre nunca hizo nada. Siempre se mantuvo en silencio ante las broncas de su mujer incluso de su hijo... Era un hombre incapaz de defenderse, ni a sí mismo ni a su hija. Quizás quería demasiado a Marlene... ¿Habrían decidido divorciarse al fin...? No debería importarle. Ellos no se presentaron en el funeral de Ethan, no le mandaron si quiera el pásame por carta ni nada parecido... Supo que se habían enterado porque cuando volvió a Chemnitz se encontró a su padre por la calle dando un paseo con Renatta, y éste, con cara de afectación, sólo pudo darle una palmadita en el hombro y un beso en la mejilla, justo antes de seguir andando.

Tampoco es que se hubiesen interesado mucho por los niños... Incluso al verlos la primera navidad, le hicieron mucho caso a Johanna... Era la pelirroja, la Van Troy por excelencia por su aspecto... Y no hicieron ni caso a Ethan... Incluso lo miraban como si fuese un niño que se había colado en la casa de los abuelos Bernhardt...
Por muchas razones como ésta, no estaba segura de querer saber nada de ellos tres, pero la bondad siempre la hacía sucumbir...

- ¿Qué pasa...? - preguntó con gesto preocupado.

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13/04/2008, 19:39
Steffan Van Troy

Tu hermano nunca ha sido de muchas sutilezas, así que te sorprende un poco las continuas miradas que clava en Heinrich, finalmente parece que ha cansado y te busca sin disimulo, Preferiría hablar esto a solas, no con alguien que no es de la familia delante esto último lo dice de mala manera, un comentario que podría haberse ahorrado.

Heinrich devuelve la mirada desafiante por unos instantes, luego se pone de pie junto a la mesa, y te mira fijamente, Me marcharé si Liesel me lo pide, esta es su casa, no la tuya, dice con voz firme.

Steffan se levanta con un gesto de rabia en su rostro, y se encara con el muchacho, pero esté no parece amedrentado.