Partida Rol por web

Finalmente el Nautilus emerge en el portal del sistema Byzantium Secundus. Las pantallas vuelven a mostrar el oscuro espacio y la mortecina luz de Solaris Primis lucha contra la oscuridad. Un sudor frio recorre vuestras espaldas al pensar en que podría estar observandos desde la infinita oscuridad entre las estrellas.

La temperatura del habitáculo desciende poco a poco mientras el motor de salto se detiene. Las molestas vibraciones se van desvaneciendo y el zumbido eléctrico habitual en el puente vuelve a ser lo único que se escucha.

La voz de David, el ingeniero, suena por una de los canales internos. "Todo tranquilo en maquinas Capitan, voy a tener que volver a revisar el ajuste que hicimos en el retén de la singularidad, parece que seguimos teniendo lecturas altas en el control de fuga, pero nada que no pueda arreglar"

Jeff, pulsa varios botones en el control de sensores, y sin apartar la vista de las pantallas da su informe: "Lecturas normales Capitan, los sensores marcan dos fragatas de la Flota Imperial a .03AU del portal, "El Venganza" y el "Aliento de Alecto". Tambien hay una buena cola esperando su turno para el portal, media docena de cargueros de la Liga, un par de naves independientes y un yate de la Iglesia. ¿Pongo rumbo al sistema, señor?"

Zacarias asintió mientras apartaba su rostro de una de las pantallas exteriores, dejando un cerco de vaho en ella. Si el muchacho tenía algún miedo no lo demostraba. Es más, incluso parecía excitado por volver al Faro de Esperanza.

El sonido del intercomunicador me desperto de mi sueño, (desde  que tenia a dos apredices a mi cargo me estaba tomando las cosas mas trankilas, ademas me merecia un descanso), debia meditar sobre la extraña vision que me provoco el Siroco de Pentateuco, en ese sueño vi una nave a la deriva, una nave que portaba una de las misticas gargolas, la nave estaba  mas alla del portar de salto, donde hay que temer lo que mora en la  oscuridad del espacio. Pero mi descanso habia terminado, estabamos llegando a Bizzancio un mundo el cual me trae malos recuerdos, malas deciciones que trajeron consecuencias terribles para mi y mi buen amigo don Pablo, pero basta ya de dibagar, debo ponerme en marcah el porbre de David cree que tiene controlada la fuga, debere bajar a maquinas para intentar arreglar la chapuza del motor, no quiero que ese novato me reviente la nave. Me acerco al intercomunicador y conecto con la cavina Jeff dirigate hacia el espacio puerto de Bizzacio, ve a sub luz y comunicate con la estacion cuando lleguemos, y ..... ten en radar a la Naves imperiales no me gustaria visitar otra vez las Playas de estigma.

Un estrecho tubo descendía hasta la sala de máquinas. El olor a sudor y tabaco inundaba el estrecho habitáculo que rodeaba el motor de salto. Uno de los paneles estaba abierto, con multitud de cables multicolor y extrañas tuberías de alta tecnología que serpenteaban con fines casi místicos.

Un hombre de mediana edad, David, en camiseta de tirantes, con manchas de sudor, aceite, tabaco y café, miraba concentrado la pantalla de una máquina pensante conectada a los cables. Extraños caracteres parpadeaban y reptaban por el monitor. David los miraba, murmuraba algo en voz baja y pulsaba freneticamente los botones de la máquina pensante y volvía a esperar a que nuevos carateres apareciesen en la pantalla.

Cuando vi  al "higienico" David farfullar delante de la maquina pensante, ya supuse que estaba bloqueado, estos son los momentos que me gustan. Me acerque a el y con mi tono de voz mas autoritario que podia poner mientras le empujo

-Deja me a mi que quiero termina esto antes de que explotemos

Inteto desviar la corriente del panel abierto, si david no lo hizo, y a continuacion trasteo el panel para reparad la averia o hacer una de mis chapuzas, otra mas de muchas

David contempló con curiosidad como nuevamente Klaiton demostraba su mayor conocimiento del Nautilus. Aunque su entrenamiento como Ingeniero le habia enseñado las teoría aún le faltaba mucho para entender el viejo buque como lo hacía el capitán.

Lo que Klaiton no comentó es que el trabajo ya casi estaba hecho, David lo tenía todo bajo control, aunque como siempre el había quedado como el héroe.

Tras la llegada al sistema Bizantius, una reunión tiene lugar en el camarote de capitán. Alrededor de una pequeña mesita con un par de vasos de metal con restos de whisky. El capitán Clayton y el baronet Dulcinea planean un curso de acción John, recapitulemos... Necesitamos una nave, perdón, OTRA nave para colarnos por el portal; una llave de salto para el portal y un equipo. Esto no va a ser fácil, pero se me ocurre una idea, creo que podríamos contar con la ayuda del ofertor Tesomeo, aunque no estoy seguro de que acepte.

Mientras klaiton rellena los vasos medita en las acciones que se deberian tomar, Pablo tenia razon tendriamos que conseguir una nave con sigilo o una nave kurganana, algo dificil, y mas dificil conseguir una llave de salto para el espacio Kurgano, informacion fiable y un interprete. Y sabia donde podia conseguir varias de esas cosas 

-Tesome es un buen guerrero, y hacia donde vamos creo que un Hermano de Batalla vendra muy bien, en cuanto a la llave y la nave... tenemos varia opciones pero en muchas de ella meteria a Linaguen de por medio..... -una pausa para beber - en el pasado nos metimos en problemas y terminamos involucrados en una mision con el ojo para tomar el te con Simbiontes, podriamos ver si les interesan que nos vayamos a tomar el te con los kurganos, seguros que ellos tienen llave y naves...... y referente al equipo Pablo, que equipo en su sano juicio queria meterse por el portal hacia Kurgan, yo podria encontrarte a dos o tres pero y no serian de mucha confianza

Entonces tenemos un problema bastante grande, Klaiton, ¿cuánta gente hace falta para pilotar un acorazado de combate? Incluso contando con Tesomeo seríamos 6, y eso si contamos a tus aprendices y a Zacarías como personal...

Cualquiera a quién se lo digamos no va a ser de confianza. Esta vez creo que vamos a tener que tirar de un par de favores...

Creo que podrías encargarte de encontrar hombres para una tripulación, gente que pilote la nave y esas cosas... yo voy a intentar conseguir una nave del ejército Hazat y un escuadrón. También voy a intentar encontrar a alguien especializado en seguridad. Voy a preguntarle al Conde Marchenko por algún conocido suyo que nos pueda ser de ayuda.

Que el Pancreator nos ayude, lo vamos a necesitar...

Inrtenta conseguir una Nave primero Don pablo, tengo que saber  que tipo de nave puedes conseguir para saber que dotacion de pilotos, ingenieros artilleros necesitamos. me gustaria que esa nave tubiera algun tipo de sistema de sigilo pero todo a su tiempo no nos vamos de mañana hay que planear esto muy bien, esto no es colarse atraves del portal de Iver vamos a una zona de guerra.

Si quieres podria ir a Linagen a ver quie  quiere ayudarnos o incluso tal vez en Iver pueda conseguir aliados pero seguro que esto ultimo no es de tu gusto

Los días pasan mientras las converasaciones sobre planes futuros continuaban. El Nautilus hacía pocas horas que habia pasado la órbita de Magog, un mundo gaseoso, a velocidades sublumicas.

La voz de Jeff interrumpió a Klaiton y Pablo.

"Capitan, acabamos de pasar Magog. Quiere que atrape órbita y me dirija hacia Cúmulo o prefiere que continué directo hacia Bizancio"

Cúmulo. La estación que la Liga mantenia en el sistema y una de las mayores estaciones espaciales de los Mundos Conocidos. Al contrario que Diadema, la estación de la Flota Imperial que orbitaba Bizancio, Cúmulo estaba abierta al trafico civil. Muchas naves sin capacidades atmosféricas paraban allí para reparar y comerciar, y hacía las veces de aduna adelantada del mundo Trono. Aunque el comercio estaba regulado por las mismas leyes que el resto del sistema, no era raro encontrar objetos prohibidos...

Klaiton se levanto de la mesa sin soltar su bebida, se acerco al intercomunicador

Jeff, buena idea pon rumbo a Cumulo, intentaremos abastecernos y reparar el reten..... incluso puede que consiguamos algun trabajo

volvio a sentarse en la silla y mirando a Pablo

creo que seria buena idea de ir a Cumolo, podemos conseguir pilas de energias pa sustituir las rotas e incluso podemos buscar informacion sobre Saladino

Entonces, que sea cúmulo.

A las pocas horas los sistemas hidráulicos de los motores de maniobra del Nautilus comenzaron a sonar por toda la nave a intervalos periódicos. A popa y proa, estribor y babor. Todo indicaba que las maniobras de atraque habían comenzado.

Finalmente las puertas de la esclusa de aire se abrieron con un silbido, dejando entrar en la nave el enrarecido aire de Cumulo.

El muelle de atraque estaba iluminado por abundante luz artificial. Un corto pasillo conectaba con la zona principal de muelles. Una vez allí el silencio del espacio era sustituido por el sonido de decenas de conversaciones de las diferentes personas que cruzaban de un lado a otro: ingenieros, aurigas, carroñeros, y sobre todo hombres libres de gremios menores como el gremio de estibadores.

Algunos neones parpadeantes indican la dirección a varios bares y establecimientos, y en el suelo pueden verse manchas y basura que indican que aunque se limpie diariamente la zona es muy transitada.

Un grupo de cuatro guardias de la estación salió al encuentro del grupo.

Cuatro guardias equipados con trajes espaciales de combate y armas automáticas se acercan a vosotros. En sus trajes se ven símbolos de la Asamblea y otro símbolo que aunque no os es familiar suponeis debe pertenecer a la seguridad de Cumulo.

Bienvenido a Cúmulo, capitán. Dice el que parece ser el lider mientras miraba los galones y llaves de salto de Klaiton.

El guardia miró a Pablo y bajó la cabeza a forma de saludo. Señor.  

Debemos comprobar que no portan ningún arma de fuego para que permitirles el acceso a la estación. Si lo desean pueden dejarlas en su nave o entregarnosla para que las llevemos a puesto de Guardia, donde podrán recogerlas cuando se marchen.

El guardia pronunciaba las palabras como alguien que ya las ha dicho tantas veces que no necesita ni siquiera pensar en ellas. Pese a eso, tanto él como sus tres compañeros parecen estar alerta y sus dedos reposan sobe los gatillos de sus armas.