Partida Rol por web

La sanadora sonrió a Brelen cuando le entregó su varita y le murmuró un “Descuida, está en buenas manos” Después enarcó una ceja ante las palabras de Brent.

- No me doy por aludida, tranquilo- dijo con total tranquilidad- Pero obviamente voy a estar con ustedes en todo momento, y a la menos señal de intentar hacerle algo al señor Proudfoot yo SI usaría mi varita para detenerles. Y como ustedes no las tienen- las alzó momentáneamente antes de meterlas en el bolsillo de su túnica- me considero con ventaja y lo suficientemente cualificada como para asegurar que no le pasará nada. ¿Pasamos o también me vas a discutir lo poco oportuna que es mi presencia en el interrogatorio, Brent Darrel?

La sanadora les hizo una señal para que entraran en la habitación.

¿Interrogatorio? Se confunde señorita Fiona, nosotros no tenemos autoridad para hacer un interrogatorio, ni somos aurores. Venimos tan solo a mostrarles nuestra preocupación a los Proudfoot por parte de Dumbledore y nuestra.

Al menos yo si estoy preocupado, no se como estará ese mal educado de Brent

Y por favor, ¿como no iba a ser necesaria su presencia? Usted es la autoridad aquí y tiene todo el derecho a pasar, además de ser bienvenida digo con una agradable sonrisa.

Terminado mi discurso, paso por la puerta y me quito el sombrero Buenos días Gary digo con otra agradable sonrisa al hijo de los Proudfoot.

Gillian Proudfoot no parece tener intención de entrar en aquella discusión, aunque no parece agradarle la actitud de Darrel. Aún así se hace a un lado y los deja pasar a la habitación. Allí, medio incorporado en una camilla, un joven de cabello negro y ondulado os mira con el ceño fruncido. Lo reconocéis como Gary Proudfoot, figura pública que ha dado mucho de que hablar, aunque parece cambiado: sus mejillas han perdido color, presenta unas amoratadas ojeras y tiene la cara chupada.

-¿Quiénes sois? -preguntó ignorando los buenos días de Brelen.

-Son los señores Brelen y Darrel. Vienen de parte de Albus Dumbledore para saber... Para saber -le contestó Gillian para que no tuviera que presentarse de nuevo.

-Ya... Bueno, ¿qué queréis saber? Si al señor Dumbledore le interesa mi estado de salud, podéis decirle que no tema -dijo Gary-. Volver de la muerte implica darte cuenta de lo vivo que estás.

Hago una leve inclinación de cabeza cuando pronuncian mi nombre y me acerco Gary, tendiéndole mi mano Como ya han dicho, soy Brelen. Trabajo para la revista el "Cuentacuentos"

Brelen asiente cuando escucha hablar a Gary Sí, debe ser duro haber sido víctima de un atentado, pero como ya has dicho, sigues vivo y eso es lo bueno. A Dumbledore le encatará conocer la noticia de que has recuperado la consciencia.

Luego miro a Brent, como esperando a que empiece a hacer las preguntes, a fin de cuentas, él es el tío duro.

Gary no aceptó la mano de Brelen y se revolvió en la cama intentando buscar una mejor postura.

-¡Un momento! ¿Trabajas para una revista? Creí haber dicho que no iba a conceder entrevistas por ahora. Me importa un bledo que mentes a Dumbledore. Dije que no iba a hablar con los medios por ahora.

Se me cae el alma a los pies al escuchar las palabras de Gary ¿Tan poca fama tiene mi revista...?

Disculpa señor Gary, pero la revista para la que trabajo es en absoluto una sensacionalista o que se interese por el mundo exterior. Como bien dice su nombre, "Cuentacuentos", se publican cuentos escritos por varios escritores y de fans de susodicha revista, siendo solamente una revista de caracter literario.

El mago suelta un profundo suspiro de resignación ante la perla de su compañero. ¡Genial, Barry Gibb! ¡Ahora diles que trabajas para los encapuchados y que vienes a rematar la faena!

Ejem ejem... Señor Pro...Gary, ¿puedo llamarte Gary? Odio tratar de manera tan fría a la gente. Olvida lo que ha dicho mi compañero, en realidad lo de la revista lo dice a título personal. Si él ha pensado lo contrario se equivoca y estoy seguro que, aunque el chaval no parezca del todo inteligente, será lo suficientemente listo como para no poner el apellido Proudfoot en esa revista ni por lo más remoto si se lo pides. ¿Verdad, Barry Gibb?

Brent parece saber desviar el tema cuando es necesario... y en ese momento es MUY necesario. Encima que estaban diciendo la verdad (al menos él) y no estaban relacionados de ninguna manera con una revista lo que faltaba es que les echaran de la habitación de los Proudfoot por creer que son de la prensa.

Lo que necesitamos es... algo de información, algo de la experiencia que por desgracia conseguisteis en el ataque, que nos contéis con pelos y señales todo lo que recordéis de lo ocurrido... Estamos muy preocupados por lo que ha pasado y como miembros de la sociedad mágica, al menos por mi parte, considero una necesidad el preocuparm...nos por lo ocurrido, para ver si podemos solucionar algo.

Brent Darrel sonríe con sinceridad por primera vez en unas horas. ¿Nos haríais ese favor?

Gary aún seguía con el ceño fruncido mirando alternativamente a Darrel y a Brelen. Sin embargo su gesto pareció relajarse al escuchar la curiosa forma de hablar de su compañero que tenía Brent. El hijo de los Proudfoot respiró hondo y miró al suelo.

-No soy el más indicado para contaros que pasó, ya que, como comprenderán, no es que durase mucho en pie. Solo recuerdo que estaba comiendo en el pub el Cabello de Ángel con mis padres y otros miembros del partido Uroboros cuando empecé a escuchar un terrible jaleo en el Callejón Diagon. Después entró un encapuchado y… bueno, ahora estoy aquí. Mm… Aunque hay algo raro en todo eso: el hijo de puta pareció dudar al principio, pero al final decidió lanzar la maldición. Si no llega a ser por aquella auror pelirroja ahora mismo estaría criando malvas con el tío Ted…

Gary buscó una mejor postura y continuó hablando. En realidad, aunque dijese lo contrario, era un pagado de sí mismo y le encantaba ser el centro de atención.

-No he dicho nada que no os hayan podido decir otros que estaban presentes. Tampoco tengo ni idea de lo que pasó después de caer al suelo. Solo sé que todo se volvió negro, que hacía mucho frio y… que había una presencia que me inquietaba. Está claro que estaba alucinando por el poder oscuro de la maldición, pero no se… Era un encapuchado, aunque no el del atentado, ya que este parecía seguro de sí mismo, imponente y… definitivamente malvado. No le he visto el rostro en ninguna de mis pesa…  … Ni se os ocurra escribir esto en ningún lado –les advirtió.

Fiona permaneció callada contemplando la escena con mirada crítica, mientras jugueteaba con su varita entre los dedos. Cuando Gary comenzó a hablar centró toda suatención en la historia, aunque trató de disimularlo por que técnicamente aquello debía ser confidencial. Como bien había dicho el señor Proudfoot, no creía que aquello fuera a ayudarles mucho en su posible... investigación para Dumbledore.

La sanador miró fijamente a Brent de forma inquisitiva para saber si ya habían terminado de preguntar.