Partida Rol por web

Omertá, el Poder de la Mafia

Giulia Di Maggio

Cargando editor
30/08/2015, 21:22
Director

Esta noche el Lucciano's estaba repleto. Terminando de vestirte, en tu camerino, podías oír el bullicio de la sala principal. Te esperaban a ti. Querían ver a su dulce Giulia. Con esa mirada que podía petrificar a un hombre o hacerle saltar el corazón a mil por hora. Esa noche el director del club no estaba. Había acudido a una fiesta que montaba su jefe, Don Panepinto. Sabías que la mafia dirigía el negocio. Pero normalmente nunca pasaba nada. Los Moretti os dejaban en paz y se metían en sus propios asuntos...

-Cinco minutos, Giulia -te dijeron golpeando en la puerta.

Cargando editor
31/08/2015, 17:18
Giulia Di Maggio

- Ya casi estoy – murmuro, terminando de aplicar el carmín rojo sobre mis labios.

Me levanto de la silla del tocador y me doy media vuelta, la primera actuación de la noche era la de siempre, la más impactante, la que los llevaba a ellos y a ellas a beber más, y a consumir. Era también la más divertida, las que llegaban después eran más dulces, más cándidas, pero ésta, esta canción me encantaba. Ninguna mujer en toda la ciudad la cantaba como yo.

Me acomodé la apertura del vestido para que estuviera en su justo lugar, para que no se me viera nada, y se insinuara todo, y salí hacia el escenario.

El telón cerrado, el bullicio tras él y yo casi sola tas las cortinas rojas. El silencio, y de repente mi voz hace que todo el mundo calle.

Cargando editor
01/09/2015, 18:31
Director

Tal y como imaginabas, el local estaba a reventar esa noche. Cuando sales al escenario, todas las conversaciones callan y doscientos pares de ojos se fijan en ti. Como siempre, estás espléndida y la atronadora salva de aplausos y silbidos marca tu regreso al camerino. Una vez allí, mientras descansas entre actuaciones, de nuevo tocan en tu puerta.

-Alguien quiere verla, señorita Di Maggio.

Cargando editor
02/09/2015, 15:29
Giulia Di Maggio

Una sonrisa de satisfacción asoma y afila la comisura derecha de mis labios cuando el telón cae de nuevo. Estoy casi completamente segura de que madre no tenía ésta idea en mente cuando me decía una y otra vez, después de la ducha, que usara mis armas de mujer para abrirme paso en el mundo. Casi, casi segura, pero quien sabe, quizás estaría orgullosa de mí, no lo sé.

Sentada en el tocador, empiezo a desmaquillarme los ojos, el siguiente número es todo lo opuesto al primero y aunque aún me queda un rato, quiero pintarme colores menos intensos.

La puerta me sobresalta, dejo el desmaquillador, ya me que quitado los dos ojos, pero bueno, supongo que no importa, mirando a través del espejo hacia la puerta, murmuro.

- Claro – sonrío con dulzura – que pase, por supuesto.

Cargando editor
03/09/2015, 15:35
Director

La puerta se abre y aparece un hombre elegantemente vestido. Moreno, atractivo y con bigote. Entra en el camerino y cierra la puerta tras él. Se quita el sombrero educadamente y lo sostiene en las manos con despreocupación mientras habla.

-Señorita Di Maggio. Antes que nada quiero comentarle que ha sido una actuación espléndida. Permítame que me presente: soy Paolo Sabetta. Trabajo para el señor Panepinto...

Cargando editor
03/09/2015, 22:58
Giulia Di Maggio

Observo al hombre, examinando su rostro, su ropa, incluso sus zapatos, a través del espejo. Mi gesto es altivo, aunque coqueto. Puede que ahí afuera reinen todos ellos, pero éste es mi camerino, es mi lugar, es mi terreno.

Mientras habla yo voy desmaquillando mis labios con el algodón, y para cuando termino de borrar el carmín rojo intenso, él termina de decir para quién trabaja. Me levanto de la silla, en un movimiento rápido y grácil, pero tranquilo, sin nervios. Lo miro, preocupada.

- Encantada, señor Sabetta. Espero que el señor Panepinto esté satisfecho con mi trabajo – murmuro, en un tono inocente, como si me preocupara que hubiera venido a mi camerino por algo relacionado con mi trabajo – al menos tanto como usted lo perece.

Sonrío, con cierta inocencia, sin dejar de parecer preocupada.

Cargando editor
07/09/2015, 17:21
Director

-El señor Panepinto está muy satisfecho. Es usted toda una atracción en nuestro club. Precisamente por eso he venido a verla. Don Panepinto tiene una petición especial para hacerle. Ahí fuera está Salvatore Moretti, el hijo de Don Moretti. Como sabrá, Don Panepinto y él mantienen una rivalidad por esta ciudad nuestra -hace una pausa para que calen sus palabras-. A Don Panepinto le encantaría que estrechara lazos con ese joven. No, no me malinterprete -dice levantando las manos y anticipándose a tu reacción-. Sólo hablamos de amistad. Sería muy beneficioso para todos. Sobre todo para usted, querida mía.

Cargando editor
09/09/2015, 22:59
Giulia Di Maggio

Suspiro, aliviada, mi sonrisa se vuelve mucho más confiada, parece que ha pasado lo peor, no hay ningún problema con mi trabajo, eso siempre es un alivio.

Examino su gesto, intentando entender lo que me está pidiendo, con este tipo de hombres y de favores parece que nunca quede claro si quieren que te prostituyas, que hagas de señuelo, que les saques información y así poder anticiparse a ellos, o que simplemente le encandiles para tener algo con lo que chantajearles. Así que ante la duda, ¿Cuál es la mejor solución? Preguntar claramente, pero…. ¿Qué haría una mujer? Hacerse la idiota.

- ¿Para mí? ¿Cómo podría beneficiarme a mí trabar amistad con el rival de mi querido jefe? – Pregunto, en un tono tonto e inocente, como si no lo entendiera del todo.

Me vuelvofrente al espejo, ésta vez, escojo un carmín más discreto, aunque de color rojo igualmente, y me inclino ligeramente sobre el espejo, de pie, para pintarme los labios, haciendo destacar mi figura, arqueando la retaguardia, estrechando mi escote. Un hombre nervioso siempre es más sincero.

 – Si es lo que quiere, no hay ningún problema en… acercarme al señor Moretti, no... será peligroso ¿verdad? ¿Me puede indicar en qué mesa estaba?

Cargando editor
14/09/2015, 19:51
Director

- ¿Para mí? ¿Cómo podría beneficiarme a mí trabar amistad con el rival de mi querido jefe? 

-Bueno, Don Panepinto puede mostrarse muy generoso. No querrá actuar siempre en Creekville ¿verdad? Supongo que tendrá metas más elevadas. Don Panepinto puede allanar los problemas que puedan presentarse.

Puedes ver como Sabetta no se pierde ninguno de tus insinuantes movimientos. Tragando saliva, se tira del cuello de la camisa como si tuviera calor.

-Oh no, no sería nada peligroso -añade-. De todas formas pondremos al mejor de nuestros hombres para que la vigile por si acaso. No querríamos que le ocurriera nada, señorita Di Maggio. El trato sería el siguiente: en un gesto de buena voluntad, Don Panepinto la cedería usted al club de Moretti, que regenta su hijo, para que actuara allí dos veces al mes. Así podrá aprovechar para hacerse amiga suya. Escuche todo lo que pueda resultarnos interesante y memorícelo. Pero no corra riesgos innecesarios.

Cargando editor
19/09/2015, 22:37
Giulia Di Maggio

Presiono el labio de arriba contra el de abajo, dando por finalizado el maquillaje y me doy la vuelta para mirarlo de frente, pestañeo varias veces, como si me costara procesar la información que me ha dado. Soy una mujer, y además una mujer de la rama artística, se me presume lentitud mental, amén de coquetería gratuita.

Sonrío, exhalando nerviosa, se me ve algo indecisa, pero finalmente me acerco al hombre, sonriendo con la mirada inocente.

- Está bien, entonces, ¿debería salir, acercarme al chico y ofrecerle el trato o ya está hablado? – Pregunto, jugueteando con los dedos sobre la solapa de su traje, frunciendo un poco el ceño, luego lo miro directamente y sonrío – no sé si podré hacerme su amiga, pero lo intentaré, espero que sea bueno conmigo.

Y sin más, si la respuesta es afirmativa, salgo al salón y me acerco a la barra, dando una batida por el local para localizar al chico.

Cargando editor
22/09/2015, 18:42
Director

-Sí, está ya apalabrado, pero no estaría mal que se presentara usted misma. Está en la mesa 18.

Sales al salón por el pasillo lateral que da justo junto a la barra para no tener que cruzar el establecimiento entero. Allí el barman, que te conoce de hace mucho tiempo, te pregunta.

-¿Lo de siempre, señorita Giulia?

Observas el local con atención hasta que encuentras la mesa 18. En ella hay sentados tres hombres. Uno de ellos, el que está sentado entre los otros dos, lleva un elegante traje blanco con corbata. Es moreno, con el pelo corto y atractivo. En ese momento está degustando un whisky mientras bromea con sus acompañantes. Sin duda es Salvatore Moretti.

Cargando editor
23/09/2015, 20:51
Giulia Di Maggio

Sonrío, y asiento tranquilamente con la cabeza mientras examino la sala, acercándome a la barra. La mesa 18 está… Voilà!

Examino a los tres hombres mientras teminan de prepararme.

- Oh… espera – murmuro en un tono de voz bajo y dulce, el habitual – discúlpame, mejor un whisky… cortito…

Mis ojos examinan al hombre moreno, de pelo corto y ojos claros, atractivo para la vista, ríe de forma distendida, bromeando supongo con los otros dos hombres. El elegante traje blanco denota buen gusto… Espero a que prepare mi copa, y cuando la tengo suspiro, le doy las gracias al barman, sonrío radiante. Estoy nerviosa, esto es importante y puede que me juegue el cuello, ni siquiera sé dónde cojones me estoy metiendo. Vuelvo a suspirar, con los ojos clavados en Moretti. Venga Lia… todo irá bien.

Me acerco, segura, radiante, aparentemente tranquila, el vaso de whisky no me tiembla en la mano… bien…. Vamos bien Lia. Sólo son tres hombres, sólo eso.

- Buenas noches, caballeros – murmuro con dulzura, sonriendo de medio lado, mirando profundamente a Salvatore, desde mi elevada y exuberante posición, aún de pie, frente a él – espero que se encuentren a gusto - no me siento hasta que no me ofrezcan un sitio, o me inviten a sentarme con ellos, no quiero avasallarlo - ¿les ha gustado mi número? - pregunto, con fingida inocencia, en un tono algo ingenuo, como si lo dudara de verdad.

Cargando editor
27/09/2015, 18:33
Director

Los tres hombres interrumpen la conversación. Los dos guardaespaldas de Salvatore te miran comiéndote con los ojos sin ningún disimulo. Salvatore es mucho más educado.

-Señorita Di Maggio. Tiene usted una voz que rivalizaría con la de los mismos ángeles ¿Quiere sentarse y tomarse una copa conmigo? Yo invito. Vosotros -les dijo a sus colaboradores-. Iros fuera a fumar, si queréis. Esperadme junto al coche.

Los dos hombres se levantan presurosos dejándote espacio en la mesa.

Cargando editor
27/09/2015, 22:52
Giulia Di Maggio

Sonrío, con cierto rubor en las mejillas cuando veo a los dos hombres pasear sus ojos por mi cuerpo, como si me sintiera algo cohibida por sus miradas, aunque no es así, pero supongo que una mujer siempre es más dulce cuando parece más inocente. Eso suele gustar a los hombres. Aun así, no aparto mis ojos de los de Salvatore.

- Muchas gracias, es un honor aceptar su invitación - susurro, asintiendo y me siento en la silla, dejando mi vaso con el whisky en la mesa – me alegra mucho que le haya gustado tanto – añado, sonriendo muy contenta, con la mirada aún fija en sus ojos, acodando mis brazos en la mesa, haciendo que el escote quede no más pronunciado, pero sí más evidente, de manera descuidada, claro.

Cargando editor
01/10/2015, 20:03
Director

A Salvatore no se le escapa el gesto y sus ojos se dirigen brevemente hacia lo que muestra el escote. Pero se repone con rapidez y da un sorbo de su copa antes de hablar.

-Supongo que ya le habrán informado de nuestro... acuerdo ¿No es así?

Cargando editor
02/10/2015, 23:57
Giulia Di Maggio

Río, con inocente ilusión, mirándolo, como si me fascinara la idea.

- Lo cierto es que algo me han comentado… sí, pero me gustaría escuchárselo a usted ¿qué es lo que yo puedo ofrecer en su local?

Lo observo con atención, mis ojos resplandecen mientras bebo otro sorbo de mi vaso, uno pequeñito que me abraza la garganta al tragar.  

Notas de juego

*Una cosa, si vas a usar mucho a Salvatore ¿Podríamso ponerle A Paul Newman? Yo creo que le va xDD

Cargando editor
05/10/2015, 16:52
Salvatore Moretti

-Mi local se iluminaría con tan solo su presencia. Si además le sumamos su voz, representarían unos beneficios de los que mi padre se sentiría muy orgulloso. Y Don Moretti no olvida a sus amigos. He acordado con su jefe que vendría usted dos veces al mes. Los sábados, para ser precisos. Le aseguro que allí será tan bien tratada como aquí.

Notas de juego

¿Te gusta esta imagen? Si no, acepto sugerencias ^^

Cargando editor
05/10/2015, 21:45
Giulia Di Maggio

Sonrío grácil, y bajo un poco la mirada cuando me suelta el primer cumplido, incluso siento un poco de calor en las mejillas al sonrojarme levemente. Luego vuelvo a mirarlo a los ojos y bebo otro sorbito pequeño en lo que termina de hablar.

- Ha sido una alegría recibir su oferta, aunque no puedo dudar que me siento algo abrumada ante tanta consideración, nunca me había sentido tan valorada. Para mí será un placer ampliar horizontes – río ilusionada – salir de aquí es algo nuevo para mí ¿sabe? Soy… algo tímida… a veces – jugueteo con mi pelo, como si fuera algo casual que hago sin darme cuenta, con la mirada algo inquieta - puesto que solo lo conozco a usted, no me dejará sola ¿verdad? – ahora sí lo miro a los ojos – al menos el primer día, aunque no quisiera molestarlo demasiado - lo observo, algo preocupada.

Bueno, Lia, has optado por despertar un poco el sentimiento protector tan arraigado en los hombres, a ver cómo reacciona.

Notas de juego

Bueno, te ha gustado la idea! ^^ Qué tal esta: http://38.media.tumblr.com/a7fda31d0ecebf9aff9ad55... Con pajarita y todo xDD

Cargando editor
07/10/2015, 14:06
Salvatore Moretti

-No es ninguna molestia, señorita Di Maggio. No se me ocurriría dejarla sola hasta que no se habitúe a nuestro local. Ya verá como le gusta. La gente es bastante amable ¿La espero el sábado entonces?

Notas de juego

¡Cambiado! ^^

Cargando editor
07/10/2015, 23:19
Giulia Di Maggio

Sonrío, aliviada, con cierta ilusión, saboreando en mis labios el sorbito de whisky.

- Muchas gracias, es usted muy considerado - asiento - el sábado estaré allí, prometo ser puntual y preparar algún número... interesante.