Partida Rol por web

Out in the Black

1 - Jio Weh Sung Chiuh

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30/12/2013, 20:25
Director

Proviene de esta escena
(Cronológicamente, la partida empieza aquí)

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30/12/2013, 20:43
Director

Veinte meses. Llevas veinte meses en este maldito agujero desde que Peck te la jugó y logró que os encerrasen. Al principio conseguiste llevar la cuenta de los días, más como un medio para mantenerte cuerdo que porque realmente te importase. Peck se había salido con la suya y por todo lo que sabes puede que estés destinado a pasar toda tu vida en esta celda. Sin embargo, lo peor de todo era saber que el resto de la tripulación había sido también encerrada por tu culpa: Hoban, Jade e incluso Jackson podrían acostumbrarse a la cárcel, pero desde luego no era un lugar para Olivia y mucho menos para la buena de Jeannie.

Pasaron los meses y la desesperación no tardó en hacer presa en ti. Seguir marcando los días carecía completamente de sentido cuando tu único contacto con el exterior es la comida que te llega por la trampilla de la puerta. Inicialmente pensabas que te alimentaban dos veces al día, pero luego te diste cuenta de que lo hacen a intervalos irregulares. Ni siquiera el tiempo tiene sentido aquí dentro.

Un día se hace igual al siguiente, y ambos indistinguibles de un tercero. Consiguies suplir la carencia de movimiento con estiramientos y ejercicios en tu celda, lo que te mantiene medianamente en forma. Sin embargo, te sientes débil, incapaz de enfrentarte a nada ni nadie.

Súbitamente, la puerta de tu celda se abre y la luz que entra por la rendija te daña los ojos.

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02/01/2014, 21:44
Bane Adams

Al principio Bane no pudo dar crédito.

No esperaba volver a ver la luz nunca más, y aunque en ese momento, el dolor que le producía en los ojos era insoportable, le parecía lo más maravilloso del mundo.

Hubiese dado lo que fuese por levantarse y correr hacia ella. Sin embargo, no pensaba darle esa satisfacción a quien fuera que hubiese irrumpido en la celda. Además, y aunque nunca lo hubiese admitido, el entumecimiento de los músculos nunca se lo hubiese permitido.

Ante ese panorama, simplemente se quedó mirando la silueta que había contra la luz, esperando a que hablase, porque el no pensaba hacerlo.

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03/01/2014, 21:00
Guardia Federal

Una silueta aparece en la puerta, cortando por un momento la molesta luz. La voz que la acompaña, para tu desaliento, no parece en absoluto amistosa.

- ¡Levanta, escoria! - Hace tiempo no hubieras dudado en responderle, pero casi dos años encerrado han minado bastante tus ganas de pelea.

A duras penas te pones en pie y eres empujado hacia el pasillo. Aún con los ojos cerrados, te dejas guiar por el guardia. Acostumbrado a caminar por la reducida superficie de tu celda, caminar tanto tiempo en línea recta por el pasillo te hace desequilibrarte, como si tu cerebro pensase que te estás girando sin querer. Bruscamente, te sujetan empujándote nuevamente hacia delante.

Poco a poco, tus ojos se van acostumbrando a la luz. Cuando al fin consigues ver con normalidad estás completamente desorientado. Un par de giros por los pasillos y más metros caminados de los que has avanzado en los últimos meses no te ayudan a localizarte en una prisión que a penas conoces. Sin embargo, ahora mismo no te importa, pues el aire limpio golpeando tu rostro es la sensación más agradable que has sentido en más de año y medio.

Por fin, el guardia parece llegar a su destino. Te para junto a una puerta vigilada por otro soldado y golpea un par de veces la puerta esperando a que se abra.

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04/01/2014, 16:25
Oficial de la Alianza

Guardas silencio, demasiado desorientado como para molestarte en leer el cartel de la puerta. Tampoco tienes demasiado tiempo, pues una voz se escucha desde el interior.

- Adelante...

El guardia que te ha acompañado abre la puerta y te empuja al interior. Un oficial de mayor graduación te mira desde el otro lado de su escritorio.

- Gracias, soldado. Puede dejarnos - le dice al guardia. Tras un saludo militar se retira dejandote solo con el oficial.

Esperas parado en el mismo sitio donde te han dejado, mirando a tu alrededor. El maldito federal debe tener un alto rango, porque el despacho parece bastante lujoso. El hombre se levanta y camina hacia ti, dando un par de vueltas a tu alrededor.

- Bane Adams. Acusado de contrabando, asesinato y traición. - dice con voz seria. - Llevas bastante tiempo en tu celda, ¿no crees? Parece que cabreaste a quien no debías...

Se retira hacia un mueble bar y se sirve una copa, a la que da un pequeño sorbo mientras te observa, esperando tu respuesta.

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07/01/2014, 21:57
Bane Adams

Bane mira al oficial servirse una copa, y se ve tentado de pedirle una... Pero después razona un poco. Nada de la Alianza, ni si quiera alcohol. Aunque sea del bueno.

- Supongo que la respuesta correcta es que ellos me cabrearon a mí. Poco podría haber hecho yo desde mi situación.

Incluso a pesar de los dos años que llevaba encerrado, cada vez que hablaba con algún pimpollo de la Alianza, la mierda volvía a salir al exterior.

- De hecho, es entre sus filas en las que hay traidores. ¿Sabe que el mismo tipejo por el que me encerraron abandonó mis filas en la Antigua Guerra para unirse a ustedes? Eso... Que yo sepa... Es máxima traición en todos los lados.

Miró hacia los lados como buscando aire. Eso es lo que necesitaba. Aire fresco. De una puta vez.

- ¿Qué ha pasado con mis compañeros?¿Dónde está la chica?

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08/01/2014, 12:49
Oficial de la Alianza

Se encoge de hombros, escuchando tu alegato sobre la traicón de Peck.

- ¿Por qué tantos de ustedes siguen empeñados en luchar una guerra que hace tiempo perdieron? - Pregunta, aunque por su tono es más retórica que una cuestión que espere respuesta. - En la guerra hay traiciones y asesinatos por parte de todos los bandos. Probablemente sea la situación más idónea para sacar lo peor de cada uno... Pero también es el momento perfecto para beneficiarse de la política, si sabes cómo hacerlo.

No te pasa desapercibida la doble moral de tu interlocutor, que te mira con sarcasmo mientras bebe de su copa.

- Respecto a sus compañeros, hace tiempo que se fueron de aquí - contesta cambiando de tema. - Algunos, la chica más joven, - especifica - salieron a las pocas semanas. Parece que tenían suficientes contactos fuera como para sacarles de aquí. Otros tardaron un poco más, cumpliendo toda su condena, como el capitán de su antigua nave.

Deja el vaso y se acerca a ti. - ¿No le parece terriblemente injusto? Incluso su capitán ha sido ya liberado y, sin embargo, usted sigue aquí. Y todo por culpa de alguien a quien tacha de traidor. - Camina de vuelta a su escritorio. - De todas formas, mi trabajo es velar por la justicia y, si esta viene acompañada de algunos créditos, mejor para todos, ¿no cree?

Pulsa un botón y avisa a la guardia por un comunicador. - Háganla pasar - dice en voz baja.

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08/01/2014, 18:13
Audra DeWitt

La puerta se abre nuevamente y entra una mujer, elegantemente vestida. Camina con paso firme hacia ti y te mira de arriba a abajo. Frunce el ceño y, haciendo girar su melena, se vuelve hacia el oficial.

- ¿Seguro que está sano? - pregunta. - No le he pagado por mercancía dañada.

Su tono es seco, casi cortante. Vuelve a girarse hacia ti y pasa su mano por tu barbilla. De repente eres más consciente que nunca de que la falta de alimentación de los últimos meses te ha dejado bastante en los huesos.

- Necesito hombres fuertes que trabajen para mí... - dice al capitán mientras te observa detenidamente.

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08/01/2014, 18:17
Oficial de la Alianza

El oficial asiente desde su sillón. - No se preocupes, señora DeWitt. En pocos días volverá a estar fuerte como un toro. Y ya conoce su reputación...

Se levanta nuevamente y camina a vuestro lado.

- ¿Lo ve, señor Adams? Usted se libra de un injusto encarcelamiento y yo me llevo unos créditos. Después de todo, hay que saber cómo poder sacar beneficio una vez terminada la guerra...

Le tiende una carpeta a la mujer que ha venido a buscarte.

- Oficialmente el preso se fugará durante un translado. - Observa el ceño furncido de la tal DeWitt y levanta la mano. - Me temo que no es posible limpiar su expediente. Al menos no por el precio acordado. Eso requeriría involucrar a más gente y llamaría la atención del señor Peck. Por supuesto, si quiere renegociar nuestro acuerdo, por unos miles de créditos adicionales podría pagar algunos sobornos...

Sonríe. A pesar de la exigencia inicial, no parece que la mujer tenga todas consigo y el oficial no es tonto a pesar de su aspecto. - Ya imaginaba que no se tomaría tantas molestias por un nuevo trabajador para su plantación... - dice volviendo a su asiento.

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08/01/2014, 19:43
Bane Adams

¿Trabajador?¿Plantación?

- ¿Pero qué...?- La mirada cortante de ambos le cortó las palabras.

Espera, mente inquieta...

¿Qué cojones importa dónde le llevaran? Le sacarían de la celda. Y estar fuera de una celda significa estar más cerca de la libertad.

O por lo menos, tener posibilidades de intentar lograrla.

Le había hecho ilusión que sus compañeros hubiesen coseguido largarse de ahí. Y no le extrañaba que Peck le tuviese encerrado en esa jaula todavía. Con lo que sabía, por él le dejarían ahí metido hasta que fuese ceniza, estaba seguro.

Se le hacía extraño el cuerpo en el que se encontraba, y más delante de una mujer. Pero en fin, así estaban las cosas.

Había, por otro lado, algo de lo que él también podría aprovecharse, como decía ese tipejo.

- Si he de "escapar"- Hizo las comillas con los dedos- Durante un traslado... Tendrán que darme de comer algo de calidad hasta entonces ¿no? ¿O cree que en estas condiciones estoy como para pegarme una buena carrera?

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12/01/2014, 19:24
Oficial de la Alianza

El oficial te mira con una sonrisa.

- ¡Oh! Me temo que su manutención le corresponde ahora a la señora DeWitt... - dice con sarcasmo mientras se sienta en su escritorio. Alarga la mano y pulsa un comunicador. - Sargento, acompañe a nuestra invitada de vuelta a su transporte.

Un suboficial entra por una puerta lateral, la misma que usó la mujer para acceder al despacho.

- Audra - dice el capitán dirigiéndose a la mujer. - Siempre es un placer hacer negocios con usted...

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12/01/2014, 19:29
Audra DeWitt

La expresión de la mujer se oscurece un momento, probablemente por el hecho de que el oficial se dirija a ella por su nombre de pila. Sin embargo no tarda en recomponerse.

- Igualmente, capitán - dice en un tono que incluso tú puedes identificar como falso.

Mientras tanto, el sargento hace un saludo militar al capitán y indica que le sigáis. Volvéis a los pasillos y recorréis la prisión. Sin embargo ahora hay una importante diferencia con respecto a tu camino anterios: en vez de la zona destinada a los presos, estos corredores son más amplios y abiertos, probablemente estéis en un área reservada para el personal o las visitas.

Tu acompañante (¿tu nueva dueña?) te mira de soslayo mientras caminas, tal vez imaginando tus intenciones.

- Espero que no estés pensando en complicarme la vida - dice con seriedad. - No tardarás en darte cuenta de que no es una buena idea...

El sargento camina cerca de vosotros, con la mano en la empuñadura de su arma.

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13/01/2014, 16:34
Bane Adams

Bane se limita a lanzarle una sonrisa sumisa.

Está falto de fuerzas y además en una prisión.

Pero su ocasión llegaría, lo sabía...

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14/01/2014, 15:55
Sargento de la Alianza

El sargento continúa su camino por los pasillos y, por fin, salís al exterior. Hacía dos años que no respirabas el aire puro y la luz natural casi hace que te marees. Cuando consigues acostumbrarte, ves un pequeño camino que lleva a las puertas de entrada. A pesar de tratarse del acceso del personal y los visitantes de la prisión, sigue estando fuertemente vigilado.

Cruzáis el espacio que os separa de las puertas mientras estas se abren. Al otro lado os espera un deslizador con un hombre apoyado en la carrocería.

- Nosotros llegamos hasta aquí, señora - le dice el sargento a la mujer. - Fuera de esos muros es cosa suya. ¿Quiere que le quitemos las esposas? Con lo que ha pagado por esta pieza, no tenemos problema en dejárselas.

DeWitt asiente y el suboficial le da la llave. Tras despedirse de él, te guía hasta el deslizador, mientras aún estáis vigilados por las garitas de los guardias de la prisión.

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14/01/2014, 16:39
Audra DeWitt

El hombre que esperaba en el deslizador se acerca a vosotros y abre la puerta de la zona de pasajeros. Parece una especie un guardia de seguridad, y no te sorprende ver que va armado y tiene pinta de saber utilizar la pistola que cuelga de su cadera.

Con un gesto brusco te agarra del brazo y te empuja al interior del vehículo. Luego entra él con cara de pocos amigos y finalmente os sigue Audra DeWitt. Mirándote fijamente, la mujer pulsa un botón que comunica la cabina de pasajeros con el asiento del piloto y, con una ligera sacudida, os ponéis en marcha.

Durante varios minutos, impera un silencio tenso. Finalmente Audra mira al guardia y sonríe.

- ¡Jajaja! - estalla finalmente en una carcajada. - ¡Te juro que creí que ese capitán me había pillado!

La miras sorprendido, a tiempo para ver cómo te lanza las llaves de las esposas y te mira sonriendo. - Debes de tener muy buenos amigos con la pasta que se han gastado para sacarte de ahí.

Espera un momento a que te liberes, lo que haces con torpeza y te alcanza una botella de agua y un pequeño bocadillo.

- Era demasiado arriesgado usar una identidad falsa para este trabajo, así que ya conoces mi nombre. Soy Audra y este es Ben - dice señalando al hombre que os recibió.

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14/01/2014, 18:15
Bane Adams

Bane se queda perplejo y les mira con los ojos bien abiertos.

¿Amigos? De esos siempre he tenido pocos...

Sin embargo no es el momento de ponerlo en duda delante de las dos personas que le han sacado de allí.

- No entiendo... ¿No soy esclavo? ¿Quién os envía?

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15/01/2014, 21:05
Ben Nolan

El hombre te mira con una sonrisa.

- Todos somos esclavos  de una cosa u otra, pero tú no lo eres más que cualquiera... - Te lanza los papeles que el capitán le dió a Audra. - Puedes hacer con ellos lo que te plazca, pero no los destruyas antes de que te soltemos en Persephone, por si nos encontramos con alguna patrulla de la Alianza.

Se acerca a la ventanilla y mira por ella. Desde tu posición puedes ver cómo os acercáis a un carguero medio que ha aterrizado en medio de una explanada.

- Yo trabajo para Jade Zhang - dice. - Audra colabora con nosotros para este trabajo... - Mira a la mujer. - ¿Has conseguido las pruebas que necesitabas para acabar con ese capitán? La Alianza no verá muy bien que un oficial de prisiones haga las veces de esclavista...

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15/01/2014, 21:22
Audra DeWitt

La mujer sonríe y palmea su chaqueta.

- Sí, tengo grabada la conversación - dice mientras alarga la mano hacia los documentos que te dió Ben. - Sin embargo me temo que voy a necesitar esto como prueba, si no te importa.

El deslizador se para y Audra abre la puerta junto al carguero que habías visto.

- Bueno, nuestro transporte para Persephone - dice mirando la nave. - No es lo más lujoso que habrás visto, pero seguro que le da mil vueltas a tu celda.

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16/01/2014, 17:18
Bane Adams

¿Jade?

Se alegró que sus compañeros se hubiesen encargado de sacarle de esa celda. La verdad, no es que hubiesen compartido mucho tiempo juntos, y eso demostraba mucho de ellos. Otro motivo para encontrarles.

Mientras alargaba los papeles a la mujer, Bane giró la cara hacia el hombre.

- Así que, ¿os envía Jade? ¿Qué fue de ellos? ¿Sabéis que sucedió con la gente que iba en la nave cuando todo ocurrió?

Era demasiada información a la vez. Quería suponer que todos estarían esperándole en Persephone cuando llegara.

Un rugido de sus tripas le recordó otra pregunta que les haría en cuanto subiesen a ese transporte...

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16/01/2014, 17:38
Ben Nolan

El hombre se encoge de hombros.

- Ni idea. Yo empecé a trabajar para Jade hace pocos meses. - Te informa. - Sé que había pasado una temporada en la cárcel antes de establecerse en Persephone y desde entonces ha estado moviendo hilos para ver si podía sacaros a un tal Qing y a ti.

El carguero es algo más pequeño que una Firefly y la bodega a la que entráis está prácticamente vacía.

- Hace meses dejó de preocuparse por el otro tipo y siguió viendo cómo sacarte de ahí. Cuando conocimos a Audra se nos presentó la oportunidad de comprarte... El trabajo ha salido por un pico, pero creo que Jade tiene un negocio en mente en el que podrías echarnos una mano - afirma. - Cuando lleguemos a casa podrás preguntarle directamente.

Se acerca a un armario cerca de la entrada y coge un revólver enfundado. Volviéndose hacia ti, te lo lanza y te hace un gesto para que le sigas. Mientras tanto, la mujer se despide con un gesto y se aleja por otro pasillo.

- Este será tu camarote - te dice Ben abriendo una puerta. - Ahora te enseñaré la sala común, supongo que querrás comer algo más que ese bocadillo.