Partida Rol por web

Proviene de esta escena.
(Cronológicamente, llegamos desde aquí)

Termináis la comida y la viuda Shue se levanta para recoger los platos. Aún entre risas, seguís recordando los últimos meses que habéis pasado juntos. Drew os mira con una sonrisa mientras da un nuevo trago a la petaca que guarda bajo su chaqueta. Todo parece indicar que va a ser un viaje tranquilo, pero como bien sabéis las cosas nunca ocurren según lo planeado.

El Cuervo sufre una ligera sacudida casi de repente y las luces parpadean un par de veces antes de apagarse. Os mantenéis en silencio un par de segundos cuando la electricidad parece retornar y la sala común se ilumina de nuevo.

- ¿Qué ha ocurrido? - pregunta la viuda Shue con voz nerviosa. Evidentemente, no está acostumbrada a viajar por el espacio y el más mínimo incidente le resulta tremendamente preocupante.

El médico se levanta de la silla para dejar espacio a Bazooka. - Me temo que va a tener que dejar las sartenes para volver a sus herramientas, señor Wilson - le dice al enorme mecánico.

El capitán está a punto de asentir para mostrar su acuerdo cuando el molesto pitido de la alarma del sistema de navegación suena por la megafonía.

Randall enciende su datapad mientras se levanta. Habrá que ir a ver que ha pasado y asegurarse de que el corte de energía no ha afectado a ningún sistema informático. ¿Que será mejor? ¿Que la alarma de navegación pite porque se ha reiniciado algún ordenador o que las baterías de emergencia hayan hecho su trabajo y pite porque hay un problema de navegación real? -A si... la sacudida, creo que va a ser un problema de navegación de verdad.

Cristal, guapa, tenemos trabajo, no del de verdad. (le dice a su terminal, como si hubiera cargado aunque aun este en líneas blancas sobre fondo negro. Luego se vuelve hacia la viuda, como si recordara una obligación). No se preocupe, estas sacudidas son normales de vez en cuando, el espacio esta lleno de chatarra. Mientras ajustamos el rumbo para ahorrarnos chocar con mas basura, inofensiva pero que araña la pintura de la nave, esta habitación debe estar vacía por todas las cosas que pueden salir volando si aceleramos o frenamos. ¿Doctor Drew seria tan amable de acompañar a su camarote a nuestra pasajera? y ya sabe... (añade poniendo voz de azafata) Asegúrense de no tener nada pequeño y suelto que pueda golpearles...

Confía en que el buen doctor le haya entendido. Lo que acaba de decirle es el mantra que todas las compañías serias de pasajeros repiten en los despegues, continua recordándoles que cierren las puertas del camarote (por si se despresuriza la nave tener unas horas de aire), que alejen la espalda de las paredes (por si hay una sacudida que no se les rompa la columna), ese tipo de cosas que es mejor no decir delante de la viuda. Confía que estará tan escandalizada por lo que le acaba de decir a su terminal que la vergüenza y pudor la distraerán del peligro de muerte por rotura de casco y despresurización.  -Cristal, buena ocurrencia- se felicita a si mismo

Randall seguirá la estela que dejen el capitán y el piloto hacia el cerebro de la nave. Ahora él y bazooka harán anónimamente su trabajo para que la nave responda a las ordenes y ¿volantazos? de esos dos.

-Por qué el presupuesto nunca da para un detector de objetos que no sé... ¿detecte objetos a una distancia útil a esta velocidad?

-¡Da Shiong La Se La Chwohn Tian!.

De un salto, me levanto de la silla, cojo un trozo de pan y voy maldiciendo hacia la cabina, mientras me lo voy terminando.

¡¡Es que no se puede tener un puto viaje en paz!!, voy pensando mientras me siento en la silla y compruebo de que demonios se está quejando la nave. Silencio el sonido de la alarma para evitar asustar aún más a los pasajeros y al pobre Gideon. Me lo imagino acurrucado en su camarote con una almohada sobre la cabeza, la imagen me saca una sonrisa...

Gideon se dedica a asegurar todos los objetos importantes de la nave. No es la primera vez que lo hace, así que tiene incluso estudiado un protocolo de seguridad y un listado de prioridades. Es lo único que puede hacer en casos como éstos. La otra alternativa sería mirar por las ventanas por si hubiera alguna fuga en la nave, pero la sola idea de acercarse a hacerlo le provoca sudores y le corta la respiración.

Como vea a Bazooka pasar por aquí y me llame la atención de cualquier forma, le atizo con su sartén favorita. Por mis ancestros que lo hago.

La sacudida pilló totalmente por sorpresa a Bazooka, que casi se traga una cuchara con el movimiento. El apagón fue más preocupante. Al fin y al cabo si el Cuervo se la pegaba siempre le podía echar la culpa a Todd, pero si fallaba algo relacionado con la sala de máquinas el problema era suyo. Cuando la energía regresó de nuevo, Wilson carraspeó, tomó un trago de agua y agarró un trozo de carne (acompañada de su salsa) con los dedos dispuesto a dirigirse a su puesto como maquinista. Con tranquilidad echó a un lado al doctor y su silla, y luego hizo un ademán con la cabeza a Randall levantando la barbilla como diciéndole: tú a lo tuyo y yo a lo mío a ver si entre los dos arreglamos esto.

- Ufftedez doff hagan caffzo al shiico y sifffsnecesamrio abróchempfse los cinturones del camarooofte - les dijo con la boca llena a la viuda y al otro pasajero indicándoles a Randall y lo que este les acababa de decir en modo azafata. Si el cuervo graznaba otra vez ni él ni el capi querían ver a dos no-tripulantes histéricos por el carguero. Miró a Gideon afanado en asegurar cosas. Iba a decirle algo pero luego se lo pensó mejor. 

Con paso tranquilo y confiado se dirigió hasta la sección de la nave que le correspondía. Encendió el intercomunicador para escuchar a Todd maldecir y miró las luces de los paneles a ver si se había encendido algún Wēi/Danger entre ellas. ¡Volvemos a la normalidad, viejo negro! se dijo a sí mismo. Luego tragó el trozo de carne y se chupó los dedos antes de ponerse a trabajar.

Hoban se puso de pie, con las manos apoydas sobre la mesa. Oh, esto otra vez no. Ya había vivido varios funcionamientos incorrectos de la maquinaría del Cuervo, y aun así nunca acababa de acostumbrarse. Al ver que Bazooka se dirigía directamente a la sala de maquinas no añadió nada más.

- No pasa nada. Su capitán les informa de que vamos a atravesar una zona de turbulencias. - sonrió de una manera algo forzada pero que transmitía cierta tranquilidad, y no fue hasta que se dió la vuelta que su rostro hizo una extraña mueca.

Gideon y Todd también acudieron a sus quehaceres. Parte de lo que le gustaba a Hoban de esta tripulación era que no tenía que darles ordenes, cada uno sabia en todo momento qué tenía que hacer. Aunque alguna vez alguno se había puesto chulito. Era la tripulación más agresiva que había tenido y por ahora, había impuesto su caracter, quizás por que le apreciaban, quizás solo porque les pagaba lo suficiente. Nunca lo sabría, al menos no si las cosas continuaban igual.

¿Qué coño estaría pasando en el cuervo? Un gesto un poco preocupado apareció dos micras de segundo en su cara antes de que volviera la misma sonrisa forzada.

Os dirigís a la cabina de la nave pensando qué ha podido ocurrir. Sea lo que sea, no es muy habitual escuchar las alarmas del Cuervo. Preocupado, Hoban mira por las ventanillas por si puede ver algo en el exterior, quedándose algo atrás para no interferir en el trabajo de los demás.

Todd se dirige rápidamente a los mandos y realiza la misma búsqueda que el capitán en los sensores de la nave. Sin embargo no parece que haya nada en el exterior. Ocupa el asiento del piloto y empieza a comprobar los sensores de navegación. No tarda en darse cuenta de que la ruta que había trazado hacia Paquin se ha borrado de la computadora. El fallo en los sistemas de navegación es, cuanto menos, sorprendente, pues junto con el soporte vital es de las partes más críticas que mantiene el sistema de potencia auxiliar.

Randall se sienta en una silla en el lateral e inmediatamente levanta una consola que ocultaba el teclado que le permitirá operarla. Tal y como todos pensábais por el fallo de luces, el Cuervo está operando con el sistema eléctrico auxiliar. Randall analiza rápidamente los logs del ordenador de a bordo. Parece que el sistema principal ha fallado por una sobrecarga, pero su origen no parece estar muy claro.

Dejas el mandil a un lado y te diriges a la sala de máquinas. No sabes exactamente qué puedes encontrarte, porque el comportamiento del Cuervo te ha parecido un poco extraño. Cuando llegas por fin a tu destino casi te sorprende verlo todo en orden.

O casi. No tardas en darte cuenta de que la nave está operando con el sistema de potencia auxiliar. Compruebas el catalizador, y todas las piezas que se te ocurre que puedan haber hecho fallar al auxiliar, pero no encuentras nada defectuoso. Frunciendo el ceño, coges tus herramientas y empiezas a desmontar la carcasa exterior del sistema principal, para comprobar que todo está en orden en él. Un pequeño ennegrecimiento en una de las conexiones te indica que ha sufrido una sobrecarga, pero no hay nada quemado ni dañado que pueda justificar que no se haya recuperado en pocos segundos.

Preocupado, limpias la zona de contacto que parece estar ligeramente oscurecida. Estás convencido de que el sistema podría funcionar sin el más mínimo problema, sencillamente activándolo nuevamente de forma manual. De hecho, lo que te sorprende es que no se haya recuperado automáticamente.

Parpadeas un par de veces, pensativo, cuando te das cuenta de que hay algo extraño en la sala. No exactamente un olor, pero cuando tragas saliva notas un regusto extraño que tu olfato no llega a percibir.

-Estamos en energía auxiliar, la energía principal ha caído por una sobrecarga, posiblemente algún cortocircuito en alguna de las líneas principales. Recomiendo desconectar todo lo que no sea vital para ahorrar energía mientras encontramos el origen.

Habla mientras teclea rutinarias secuencias de acceso a los registros... no puede ser muy difícil, -piensa mientras busca la clave que indique "pasando a energía auxiliar" y leyendo hacia arriba. -Ha habido una sacudida así que la sobrecarga debe estar relacionada con impulsión o con una colisión,... -¿El combustible era barato, muy barato?... Se centra primero en el registro de impulsión y luego en los demás sistemas empezando por aquellos cuyas líneas eléctricas pasen cerca del casco (sensores y comunicaciones).

-¿¡Borrado!? ¿¡Se ha borrado!?

Comienzo a programar de nuevo la ruta, sin parar de mirar a la vez por los ventanucos, y chequeando los chivatos de los sensores.

-¿Cómo a pasado eso? ¿No se supone que la energía auxiliar soporta eso? ¿Hoban te suena que haya pasado antes?

Inmediatamente una palabra viene a mi mente... sabotaje...

- No estaría de más echar un vistazo por la nave, por si hubiera algo o alguien extraño, no se, me huele fatal todo esto. Además así mantenemos distraido a Gideon.- comento en voz alta. 

Wilson frunció el entrecejo de nuevo, mirando alrededor en busca de la causa de ese regusto. Instintivamente se chupó de nuevo el índice y el pulgar, notando el sabor de la salsa tejana que había estado preparando para la tripulación. Luego olfateó el aire ¡Fèihuà!... ¿Qué demonios era aquello?

La viuda empieza a recoger los platos con evidente nerviosismo, mientras que el doctor Howthorne se retira a sus aposentos para organizar las cosas por si llegase a fallar el simulador de gravedad. Rick le mira de soslayo, pensando por un momento si además de su camarote tiene intención de reorganizar la enfermería.

Gideon se dedica a asegurar los objetos principales de la nave, pero finalmente la mujer le interrumpe cuando vuelve a pasar por el comedor.

- Está todo en orden... ¿verdad? - su tono suena como si realmente no quisiera escuchar una respuesta, sino que preferiría oir algo que la tranquilizase. - Es decir, ¿no ocurre nada con la nave? ¿O sí?

Rick y Gideon se miran un momento. No estáis seguros de lo que pasa, pero tampoco tenéis muchas ganas de darle falsas esperanzas a la viuda.

Gideon hace acopio de su mayor flema y se estira, muy serio. Con la eficacia que dan los años de práctica intensa, su semblante conserva la firmeza pero muda la rigidez hasta adoptar una expresión despreocupada, acompañada por una sonrisa conciliadora.

-Mi querida señora, yo mismo tengo un miedo atroz a estos cacharros. No le aburriré con la historia de por qué me veo confinado en uno de ellos, pero así es, y después de un tiempo prudente de cuidadosa observación, no he encontrado un solo punto del que alejarme más que de los otros. La nave es sólida, se lo garantizo. Tiene el aspecto que tiene, pero lo que importa, que es mantenerse de una pieza, lo hace bien. Créame si le digo que si este asunto me preocupase lo más mínimo sería yo el primero en estar corriendo hacia la lanzadera, ¡como alma que lleva el mismísimo diablo!

Gideon apoya la entonación exagerada con un gesto como de salir a toda prisa.

Reprogramas la navegación. Por suerte no estabáis muy lejos de la ruta que habías trazado con anterioridad, por lo que no te resulta difícil repetirla. Sin carga ilegal a bordo puedes permitirte utilizar las rutas más frecuentadas, lo cual simplifica bastante tu tarea.

Cuando finalizas te vuelves hacia Randall, para comprobar si puedes echarle una mano en algo.

Miras los números extrañado. Es cierto que el sistema ha sufrido una ligera sobrecarga, pero la tensión debería haber sido fácilmente absorbida por las bobinas de la nave. De hecho, dudas mucho que ese pico de energía haya generado ningún daño irreparable en el cableado. Incluso en el caso de que el principal haya caído por esa sobrecarga eléctrica, el ordenador de a bordo debería haberlo restaurado ya, al menos según los valores de tensión que estás observando ahora mismo. Sin embargo, parece que está detectando alguna otra funte de energía y confundiéndola con la potencia eléctrica.

No consigues reconocer el sabor metálico en tu boca y tu olfato, acostumbrado a distinguir las sutiles variaciones del estado de tus guisos en la cocina, no es capaz de diferenciar ningún olor distinto a lo habitual.

Sin embargo, cuando te mueves por la sala de máquinas no tardas en distinguir por qué. Ves una pequeña grieta en una carcasa metálica, no más de medio centímetro de longitud, pero lo suficientemente profunda como para atravesar el metal. Tu piel es oscura, pero al verla estás seguro de que has palidecido tanto como para que cualquiera te tome por un fantasma. El metal perforado es parte del aislamiento del núcleo del motor.

De repente todo lo que carecía de sentido parece encajar. No hay un fallo eléctrico en la nave, sino una fuga de radiación del motor. Eso ha hecho que los sistemas electrónicos se vuelvan locos. Y lo que es peor, estás seguro de que pasar mucho tiempo con el Cuervo en estas condiciones no puede traer nada bueno.
 

Intento localizar esa fuente de energía por un lado pasando un programa de diagnóstico y por otro "preguntando" a cada centralita o nodo que voltaje tiene (o amperaje o lo que sea) en un dicumento de texto en mi terminal apuntó los valores en busca de incoherencias. Intentando afinar en que armarito debería sugerirle a Bazooka que mire.

- Tenemos una sobrecarga eléctrica, no es grave pero ha vuelto un poco loco al ordenador porque está siendo producida por una fuente de energía que no consta en los esquemas... - Baja la voz. - Tenemos algo que no es nuestro que inyecta energía en nuestros circuitos y el ordenador no carga de nuevo la navegación aunque debería... Creo que nos han saboteado con un aparato eléctrico.

-Bueno, ya está la ruta otra vez programada, menos mal que era fácil, porque estoy muy nervioso. Algo no va bien.

Miro a Randall asimilando lo que ha dicho, ¿donde podría colocarse algo así? y ¿con que objetivo?

- Entonces, podría ocurrir de nuevo en cualquier momento ¿no?

Hago una lista mental de posibles que me deseen muerto, pero es tan larga que me da vértigo.