Partida Rol por web

Ser Ragar y Dickon se separan del resto y van en busca de Iris, aunque no saben por donde empezar.
 

Al cabo de un buen rato llegais al septo de Balor.

Es tarde y está cerrado; apenas hay gente deambulando por los alrededores.

Menuda faena. Dijo el escudero al ver que el Septo estaba cerrado. ¿por donde seguimos investigado? Si yo hubiese sido esa chica me escondería junto a algún amigo…. ¿la casa Dannett tiene amigos en Desenvarco?

-Maldita sea nuestra suerte.- Dije al muchacho recien habiamos empezado y ya nos encotrabamos con dificultades.

-Pare certe sincero no preste mucha atencion a esa muchacha, no se me ocurre quienes podrian ser sus amigos pero no creo que tengan residencia en el castillo por lo que podriamos ir a alguna posada y tratar de averiguar algo por esos lugares.- Propuse.

 De momento no tenia ninguna otra idea, tal vez de camino hacia las posadas se me ocurra algo mas, no queira volver con las manos vacias.

El muchacho asintió, y se encamino con el caballero hacia las posadas. En las posadas puedo preguntar a los mozos de cuadras, se enteran de muchas cosas. Aunque la chica lleva desaparecida un año, dudo que se haya quedado todo ese tiempo en una posada sería algo que levantaría demasiadas sospechas, seguro que esta con algún pariente o amigo.

El escudero paseaba de un lado a otro, siempre al lado de su caballero.

No os dais cuenta hasta que es demasiado tarde, cuando 4 encapuchados os rodean. Van armados y uno de ellos se dirige a vosotros con malos modales:

- Oidme escoria!! Si aún tenéis aprecio por vuestras vidas, entregadnos la bolsa y espero que sea grande y pesada o esta espada que veis os la meto por el culo.

Me habeis entendido idiotas??

Miro al caballero, aunque su ya tenía la mano posada sobre el pomo de la espada, a un gesto de su señor cargaría contra esa chusma. Son solo cuatro y no saben cómo coger bien un arma. Murmuro entre dientes.

No hay razón para ponerse así compañeros dije a los hombres mientras sonreía a Dickon.

Desenfunde mi espada con gran velocidad y me puse espalda con espalda con Dickon.

-Muchacho saca tu espada y demuéstrame que te en enseñado bien.- no tenia la mas mínima intención de hablar con aquellos bandidos, los mataría solo por que estaba frustrado y por que no permitiría que nadie me amenace

Dickson desenvaino el acero con rapidez dispuesto a enfrentarse con los malandrines.

No atendieron a lo requerido por los malhechores, así que la pelea parecia segura.

Todos sacaron sus armas y pronto se derramaría sangre por aquél descampado en el centro de Desembarco del Rey. No había nadie a quien acudir, el lugar estaba desierto, aunque la luna dejaba ver con suficiente claridad.

El escudero empuño su espada y cargo contra uno de los malandrines que llevaba espada, descargo el golpe sin piedad. La espada describió un círculo en el aire.

Dickon se avalanza y pilla desprevenido a uno de los ladrones asestándole un buen golpe con su espada e hiriendole.

Uno de los ladrones ataca a ser Ragar y los otros dos al joven escudero. Uno de ellos logra impactar en el caballero pero su armadura le protege del golpe.

Dickon tambien es atacado pero logra esquivar uno de los golpes, mientras que el otro es muy débil y no llega a rozarle.

Realizo un ataque temerario al Malandrin 4

El golpe de ser Ragar es brutal y el pobre ladronzuelo cae desplomado al suelo con medio cuerpo destrozado por la espada del caballero.

Otro de los asaltantes encara a ser Ragar y le asesta un buen golpe que de nuevo topa con la armadura del caballero sin herirle.

¡Tirar las armas y salvar vuestras vidas! No somos meros campesinos a los que podáis robar, somos caballeros.  Para afirmar las palabras el escudero lanzo un ataque al otro atacante que aún no estaba herido. ¡Soltar las armas!