Partida Rol por web

Las manos de Nymeria fueron a desparramar los pelos del joven escudero en un gesto de afecto.

- Maestre Gilliant, parece que has hecho bien tu trabajo con el Manwoody. Si sigue usando su cabeza de esa forma pronto será un temible guerrero. Que si en algún momento lo desea, y espero que así sea, se combierta en mi propio Escudo Juramentado.

Dejó su caballo en manos de uno de sus guardias y se diriguió hacia la posada.

- Me gusta mucho la idea de buscar alguien con quien compartir viaje. Aunque corremos el riesgo de volvernos un grupo muy llamativo... ¿Qué piensas al respecto Maestre?

Si, la lectura del famoso libro "El Arte de la Guerra" sumado a las clases de historia parecerian comenzar a dar sus frutos en la mentalidad estrategica del joven Manwoody, ciertamente mentiria si intentara ocultar mi aprecio por él y mi orgullo por lo que acabo de escuchar. - Dice al escuchar que la Lady se dirigia a su persona mientras acerca su caballo a la misma.

Acto seguido guiña un ojo al muchacho y vuelve a dirigirse a la señora - Yo creo que todo hombre es leal solo a si mismo, y eso los vuelve faciles de comprar, afortunadamente tenemos con que hacerlo, una recompensa a cualquiera que se anime a ganar en nombre de nuestra casa no seria mala idea. - Dice frotandose la barba

Turno 2
Ragar bajó del caballo en silencio y se dirigió a la posada con el resto. Parece que la decisión está tomada, pasaremos por el camino de los Dannet. Al caballero no le gustaba esa idea pero tampoco había indicios de que fueran a atacarlos.

- Lo de formar una comitiva más numerosa no es mala idea, aunque depende de con quién nos vayamos a juntar, por supuesto... Aunque encontrarnos con alguein no depende de nosotros, veremos que nos depara el camino, compañero. - comentó a Namir al llegar a la posada.
 

Pasáis la noche en la posada que está casi vacía. Un chico se ofrece a llevar a los establos a los caballos y ocuparse de su cuidado. Al entrar en la posada encontrais poca gente, solo un par de viajeros que se hospedan y los dueños ya entrados en años.

El posadero os da la bienvenida y tras serviros una copiosa cena os vais a vuestras habitaciones, no muy limpias, pero mejor que dormir al raso.

Al dia siguiente emprendéis la marcha hacia Desembarco. La mañana trascurre tranquila y os encontráis con algunos granjeros cerca del camino. Seguís la marcha por el territorio de los Dannett, la mayoría de la gente con la que os encontráis, os mira con recelo al ver vuestro escudo y se encierran en sus casas.

Así llega la tarde tras varias paradas para descansar y comer algo.

Turno 3

Ragar aprovechó para descansar durante la noche. Algo le decía que el día siguiente sería tenso, cuanto menos.
Durante el camino por las tierras de los Dannet sus lugareños se escondían de nuestro grupo como si fueramos delincuentes.

- ¿Que mentiras les habrán dicho a estas gentes sobre nosotros? Esto me da mala espina... - dijo más para si mismo que para el resto.

El caballero ordenó a los soldados que estuvieran especialmente atentos durante el tiempo que recorrieran esas tierras.
- Cualquiera que vea o sienta algo sospechoso que lo diga sin vacilar. Mejor pecar de precavidos...

Durante el camino estuvo atento al perfil, relieve y forma de los lugares por los que tenían que pasar para prestar especial atención a aquellas zonas que podían ser propicias para una emboscada.

El cansancio del viaje hizo que Nymeria descanzara bien. Sabía que les esperaba un largo viaje por delante. Al amanecer, luego de desayunar se preparó para partir. No sería un día fácil.

- Han heho lo que todas las ratas embusteran hacen... mentir. Mantengamos un buen ritmo, mientras antes salgamos de este territorio, mejor.

A unos 100 metros a la izquierda del camino, donde empieza el bosque a ser más denso, observas con sorpresa como se posan sobre los arboles bastantes cuervos, lo cual te llama la atención.

Y el calor y el polvo del camino haciendo que el viaje fuese un poco incómodo, peo en aquel momento pasaba a segundo plano. Nymeria observaba con cautela el paisaje hasta que algo llamó su atención.

- Sir Ragar... allí. Señaló con la cabeza hacia la izquierda del camino, a unos 100 metros. Cuervos...

Turno 3

El maestre como era costumbre antes de dormir habia aprovechado a abrir una de sus botellas de vino que traia de la casa, pero aun asi no se levanto con resaca puesto que era solo una botella y su cuerpo ya estaba acostumbrado. Tras levantarse totalmente descansado volvio a la marcha con el resto.

A unos 100 metros a la izquierda del camino, donde empieza el bosque a ser más denso, observas con sorpresa como se posan sobre los arboles bastantes cuervos, lo cual te llama la atención.

Seguís avanzando por el camino y al girar una curva os encontráis con el cadaver de un caballo. Al pasar a su lado el hedor y una nube de moscas sale del cuerpo.

Observáis como el rastro del caballo viene de donde están los cuervos, adentrándose un poco en el bosque. Se escucha el graznar de los cuervos, algunos volando en círculos y otros muchos posados en las ramas de los árboles circundantes. 

TURNO 4

Namir ajusta bien los pies en los estribos, saca su espada y la cruza sobre las piernas. El pomo está sujeto con una de las manos, pero no la que aguanta las riendas.

TURNO 4

El escudero aferra la lanza, y mira hacia el caballo, buscando algún signo que indique si pertenecía a un noble o era solo el caballo de tiro de un campesino que había muerto por cansancio. Esto me huele mal, muy mal. Puede que haya bandidos ceca.

TURNO 4 B

Se acerca al caballero. - Sir, dijisteis de un ataque. De hacerse pasar por bandidos en sus tierras o en otras. Lo que si se me empieza a ocurrir es que nos tomen y acusen de ladrones. Si ese caballo es un señuelo para hacernos, ya sea caer en una emboscada o en una treta posterior para descreditarnos y luego tomarnos presos, alegando robo o cualquier cosa que una mente tragiversadora pueda inventar. Si quiere voy a pie a ver que pasa y luego que se acerque el grupo y veremos, pero ahora mismo no me fio. Miró a Lady Nymeria y luego al caballero, pasando antes por el escudero.

TURNO 4

Nymeria meneó la cabeza con dudas primero, con certeza después, sopesando las palabras de Namir.

- Es una trampa... y ya hemos caído en ella hagamos lo que hagamos. Que no nos vean por aquí será lo mejor. Maestre, ¿en cuanto tiempo saldremos de las tierras de los Dannet? Prepárense para cabalgar sin parar, no nos detendremos hasta estar en tierras de otro Señor.

- Mi señora, no creo que hubiesemos caido aún. Está a cierta distancia, y ni está a tiro de arquero. Podría averiguarlo o evadir la zona ... pero igual, si saben por donde vamos, nos pueden tender otras emboscadas, y las posteriores serán mejor preparadas, con más pesonal y más mala idea. Prefiero arrollar el primer muro y luego ver que hay detras. Se rascó el mentó y se dio cuenta, que lo que quiería pensar, lo que estaba pensando, salió en voz alta.

TURNO 4

A Ragar todo aquello no le daba buena sensación, se esperaba algo así pero aún no sabían si se trataba de una emboscada o no. La señora había ordenado no detener la marcha pero él, como encargado de la seguridad de la comitiva, pensaba que lo mejor era averiguar que es lo que pasaba allí.

- Estad alerta, voy a ver que ocurre. Namir, acompañame si quieres. -dijo el caballero desmontando de su caballo y señalando a uno de los soldados para que tambien les acompañara- Los demás, sacad vuestras armas y estad atentos. Enseguida os alcanzamos, no paréis por nada, ni por nadie.

Una vez en el suelo ató su caballo a un árbol, desenvainó su espada y se fue adentrando en el bosque con la esperanza de que aquello no fuera lo que parecía.

Turno 4

El maestre se tomo dos segundos para analizar bien la situacion.

My Lady, no quiero llevarle la contra, pero esta vez coincido con Sir Ragar en cuanto a que estamos a una distancia mas que segura de la trampa, lo ideal es que los caballeros vallan a inspeccionar mientras los menos habiles al combate nos quedamos a la espera de una señal para salir corriendo con los caballos ligeros como usted planteo, dejando los bultos aqui y de esa manera evitar peligro por no poder escapar lo suficientemente rapido.

TURNO 4 C

Desmontando, y espada en mano, comenta: - Vamos pues.