Tenéis todo el dia para hacer lo que queráis.
Ser Ragar, tira 1d10 y 1d6 para ver quien será tu proximo rival del dia siguiente
Había estado demasiado ensimismada durante el combate, viendo los movimientos de uno y otro entre nerviosa e impaciente, atenta y temerosa de lo que pudiera llegar a pasar.
Pero la suerte nos sonrió. Quizás por los nervios de Adham o quizás por lo bien que estaba preparado ser Ragar, el combate acabó con la victoria por parte de la casa Bredford. Fue entonces cuando solté todo el aire que había estado conteniendo, esbozando una disimulada sonrisa.
Lo sentía por el estado en el que había acabado el Dannett, pero la próxima vez se lo pensaría antes de dudar de la palabra de nuestra casa.
Estuve guardando la compostura hasta que se acercaron el caballero y Dickon esbozando una cálida sonrisa con las manos cogidas por delante -Enhorabuena a los dos. Gracias a la victoria los Dannett no tendrán razón para continuar blasfemando contra el nombre de los Bredford.
Prima- me giré hacia ella con una media sonrisa algo incómoda -sabes que no me gusta el vino, pero me gustaría unirme a la celebración. ¿Pero crees que más tarde podría caminar un poco por los alrededores?
Oí caer a Adham y mi alma se lleno de regocijo, había derrotado al desgraciado pero como el combate era a muerte debía esperar a ver que sucedía.
Mire al hombre retorcerse y ser ayudado por su escudero, en ningún momento me acerque al Dannett para ver como se encontraba, finalmente el rey dio por terminado el combate con la agónica salida del que fue mi acérrimo enemigo.
-No te vayas muy lejos Dickon, gane la justa asi que su caballo y su armadura me pertenecen, no dudare en reclamarlos.-
Baje finalmente del caballo y recibí a la señora Nymeria con una sonrisa en mi rostro.
-Los siete nos declararon inocentes yo solo fuí el arma con la que impartieron su sentencia.- Dije con alegría y cortesía a la heredera de la casa.
El resto se acercaba a felicitarme por la victoria y también a Dickon cuya colaboración me facilito la victoria en este torneo.
-Yo me uniré a la fiesta, pero antes debo reclamar la armadura y el caballo de Adham Dannett o en su defecto el pago del rescate de las mismas.- Agregué haciendo una inclinación a modo de saludo.
-Me uniré a las festividades en unos minutos.-
Motivo: Rival
Tirada: 1d10
Resultado: 3
Motivo: Rival
Dificultad: 0
Tirada (1): 5
Guardados (1): 5
Total: 5, Éxito considerable
¿Quien me tocó?
Si los Dannet son taimados traidores o están tramando su venganza o unos se marcharán a lamerse las heridas y otros buscarán la manera de sacar beneficio de esto. Namir tenía intenciones de seguir a los líderes de la casa. Tenía que ver que hacían, que tramaban y con quién se movían. Le preocupaban sus esbirros, pero más le preocupaban sus compañías.
Mi señora, si no tiene inconveniente, voy a buscar ... más información y a buscar seguridad de forma activa.
No se tenía por qué hechar en falta a un subdito. No es lo mismo que un señor, pero un hombre de armas o un sirviente, es uno más del séquito, por en muy alta estima que se le tenga.
Ya estoy, y espero estar hasta el 30 ó 31 (Si el jefe tiene a bien darnos algún día)
La nena está mejor, pero ahora la mujer también anda algo jodida.
Nymeria sonrió levemente ante las palabras de Namir y asintió con la cabeza. Se acecó a decirle algo al oído...
- Se discreto y... no mates a nadie por favor...
- Gracias mi señora Susurro despacito y tras una genuflexión le contesto, como lacayo que va a cumplir una orden: - Lo que ordene. Eso de que no matase a nadie no podía estar tan claro, pero vería que puede hacer.
Lo primero es localizar a otros miembros Dannet, que supongo que estarán con el familiar heridos (sea para asegurarse que fallece y saber quién es el siguiente en la línea de sucesión ... o con los rezos pertinentes, a los dioses que sean, por su vida y pronta recuperación).
Tras susurrarle algo al oido y realiza una genuflexión, como lacayo que va a cumplir una orden: - Lo que ordene. Se retiró con celeridad, discrección y la mano sobre el pomo de su arma.
No me fio de los Danones. Primero vamos a ver la zona donde está el herido. A ver como está, de qué me puedo enterar y demás. Me preocupan más los familiares (sea por venganza o por las maquiavélicas tonterías que se les puedan ocurrir) que el lesionado. (Que supongo que estára bastante jodido y no creo que esté para ir a bailar). Tampoco creo que me tenga que preocupar por sus guardaespaldas, a no ser que formen parte de un nutrido grupo (los camorristas suelen ser valientes en grupo y unos mierdas en solitario; aunque alguno tiene su tela él solito).
Voy a ver que averiguo, mientras la gente se entreteniene con el torneo. Además, los guardias que puedan se escamotearán de sus puesto para ver el evento. Yo me lo perderé, pero creo ... que es más importante la protección de la familia, y ver lo que traman, que ver como unos brutos se aporrean con palillos a caballo.
Adham Dannett es atendido en su tienda dentro de la explanada de los torneos. Su maestre está con él , además de miembros de su casa.
Los rumores son que está muy grave y el maestre está intentando bajar las fiebres y convulsiones que sufre el joven caballero.
No te dejan acercarte a su tienda, ni a nadie de los Bredford.
Tras unas horas de justas, termina la primera ronda con sus 32 combates.
Poco despues de acabar, Orten Lugus se acerca a vosotros.
¿Sabéis quien será vuestro proximo rival para mañana, ser? dice mirando a ser Ragar.
Pues será ser Langley Woods, el caballero que ayer mismo se prometió con mi hermana Marita. No seais muy duro con él; no querría un cuñado impedido, os dice sonriendo.
Justo en ese momento, un emisario de los Dannett os entrega una pequeña bolsa y os dice secamente;
Aquí tenéis el justo pago de mi señor por perder el combate. No será necesario que exijais el caballo y la armadura de mi señor.
Dicho esto se retira rápidamente dejando la bolsa en el suelo.
En la bolsa encontrais 10 monedas de oro
Sigo vigilando la zona. Quiero ver quienes la rondan también. Intento se discreto y no montar ninguna y llamar demasiado a altención. Quiero observar, no ser el objetivo de ls miradas.
Haz tirada de Discrecion dif. 6
Si la pasas no te descubren mientras observas
- Felicidades por el compromiso Orten Lugus! Un buen esposo para tu hermana sin lugar a dudas.
Ls sonrisa de Nymeria se apaga un poco al ver al emisario Dannet. Recibe la bolsa y asiente para que se retire. Pero antes que se retire le pregunta:
- Oye... como está tu Señor? Ah sobrevivido?
Dickon fue el encargado de recoger la bolsa y comprobar su contenido para luego dásela a Albian, la tesorera de la expedición. ¡Dragones de oro! El muchacho se sorprendió al ver las legendarias monedas de oro.
Después de escuchar a Orten, el escudero sabía que tenía que hacer, se acerco a Sir Ragar y le comento en voz baja. Voy a dar un paseo por el torneo a ver que puedo averiguar de Langley Woods, que nos pueda beneficiar en el siguiente lance.
-Trae aquí muchacho.- Dije a Dickon que estaba dándole la bolsa de oro a Albian.
-Este oro es del caballero que lo gana y servirá para pagar el rescate de mi armadura si lo pierdo.- El oro que un caballero ganaba en las justas era de el y no creí que su señora quisiera apropiarse del premio ganado mediante el código de caballería.
Extendí la mano a Albian para recuperar mi oro dándole poca importancia a la charla sobre la salud de Adham.
-Ve a ver que información consigues pero ve con cuidado, Desembarco del Rey es una ciudad muy grande y mientras mas grande es la ciudad mas grande son los peligros que allí encontraras.- Aconseje al muchacho, la ciudad no me gustaba en lo mas minimo y no intentaria esconder ese sentimiento.
El emisario de los Dannett que ya se alejaba, vuelve la cabeza ante la pregunta de Nymeria, pero con una mirada de odio calla y sigue su camino.
Por otra parte, un mocoso se os acerca y os da una nota. En ella podéis leer (quien sepa leer):
"Me ha costado trabajo, pero ya he conseguido averiguar el contenido del misterioso vial que me trajísteis. Venid a mi local y os contaré de qué se trata"
Fdo.: El maestre
Namir, creo recordar que estás inscrito en la Contienda, cierto??
En las peleas a pie puede ser, pero en las justas no creo. Es un hombre de armas, no un caballero, así que no tiene predilección por eso y la lanza de caballería no es lo suyo.
Había permanecido observando las justas, disfrutando de cada una de ellas como nunca habría imaginado. Realmente había llegado a pensar que solo los hombres serían capaces de disfrutar semejante espectáculo, pero nada más lejos de la realidad.
Había transcurrido las horas más rápidas de mi vida, por lo menos desde que habíamos llegado a la ciudad, cuando finalizó la primera parte. Nos reunimos todos de nuevo para comentar cosas sin importancia, o al menos eso creía.
-Enhorabuena señor Lugus. Su hermana debe de estar feliz por el compromiso- había esbozado una simpática sonrisa, por lo menos hasta que llegó un emisario de los Dannett. A su llegada la sonrisa se me congeló en el rostro y desapareció mirándolo de hito en hito. No me gustaba sus formas. Era consciente de que mi prima no había hecho la pregunta con maldad, al menos esa no parecía su intención, pero el emisario se había limitado a marcharse sin contestar siquiera.
Sopesando con cautela la bolsa que me habían entregado miro maravillada su interior. Las manos me temblaban ligeramente ante el contenido de la misma. Era demasiado. Nunca había sopesado tanto en mis manos. Pero sir Ragar no tardó en reclamar su parte.
-Por supuesto, sir- alargo la bolsa hasta la mano que tendía en mi dirección no sin antes lanzar una rápida mirada a mi prima para evaluar su rostro.
El niño podría haber perdido la nota...
Era lo único que conseguí pensar antes de asomarme a leer por encima lo que ponía en ella -bien. Parece que el maestre tiene respuestas. ¿Vamos? Siento curiosidad- había hablado casi atropelladamente, apremiante. Tenía una curiosidad inmensa y no podía evitar reflejarlo.
Nymeria estuvo a punto de golpear de una patada al emisario de los Dannet por la falta de respeto, pero el mensajero la distrajo. Leyó la nota y rápidamente se dispuso a partir.
- Esperemos que eso no ocurra Ser... de hecho podrías pensar en mejorar tu equipo para mañana... Vamos, necesito que me acampañes a ver al Maestre. Albian, entrega su premio a Ser Ragar, y ven con nosotros tambien. Luego volveremos a la posada. Dickon, ve para allá cuando termines.
Para aclarar como va el tema:
Nymeria, Albian y ser Ragar van en busca del maestre.
Namir está observando a los Dannett cerca de su tienda, aunque pronto comienza la Contienda y tiene que enfrentarse a su primer rival
Dickon dando un paseo por las justas buscando informacion
¿¿Correcto??