Partida Rol por web

Estoy tranquilo reposando debajo del arbol intentando evitar el ya de por si insoportable calor, quedandome en la suave sombra que ese gran roble me provee. Miro atentamente como entretenimiento el entrenamiento que se lleva a cabo frente a mi, ese espectaculo tan hermoso y pienso en mi padre, guerrero tambien, que hacia ya muchas lunas habria perecido en el calor de la batalla un caluroso dia como hoy, de pronto veo que el joven escudero se distrae y es atacado, no solia pasar eso, era un chico que si bien tenia gran deficit de atencion en los estudios que yo le encomendaba, no solia tener ese problema en el campo de batalla, veo que dirige la mirada hacia arriba, e intentando darle respuesta a su distraccion veo que llega un cuervo. Me paro de mi comodo lugar y voy hacia el cuervo, a ver que noticias trae este curioso animal.

Ragar no se había percatado de la llegada de aquel cuervo, por lo que siguió con su ataque esperando una defensa por parte de su escudero, quién se había distraido con el animal y no pudo evitar el golpe. Vió como el maestre fue hacia el ave y le siguió rápidamente, últimamente no llegaban muchos cuervos, ni tampoco información de lo que pasaba en otros lugares, esperaba que fuera algo interesante que les sacara del aburrimiento de las últimas semanas, pero también estaba receloso, nunca se sabe si las notícias pueden ser buenas o malas...

Dime Gilliant, ¿qué nuevas nos traen? Espero que sean buenas notícias... dijo, sonriendo ligeramente.

Segun esto, todos los reinos nos declararon la guerra y mandaron asesinos a matarnos a todos...

Hace un silencio...

No, era broma, no la lei todavia, ten paciencia que sin mis gafas no veo nada

Saca las gafas de su tunica y procede a leer.

El mensaje del cuervo dice:

"A la atención de la casa Bredford y su señora lady Druila Bredford. Se le requiere en Sepulcro del Rey para tratar asuntos de importancia a la mayor brevedad"

Fdo.: Lord Dagos Manwoody, cabeza de la casa Manwoody y Señor de Sepulcro del Rey

¡Vah¡ si nos atacan los siete reinos Dorne los vencerá uno a uno. El joven no era brabucón pero tenía en muy alta estima el poderío del Reino. Ni Aegon el Conquistador con sus dragones llego a conquistarlo nuca, y ya no hay dragones, no habría nada que temer.

Tras caminar unos momentos por el patio, ni siquiera la leve brisa alivia el calor.

Es en momentos como esos que desearía ser una norteña...días fríos y no este sudor pegajoso...

-Deberíamos vivir de noche y dormir de día. Sería más agradable.

Las palabras del escuero son curiosas. Sin duda Dorne no sería facil de doblegar por los otros reinos. Pero de ahí a vencerlos...hay mucho trecho.

¿Qué dirá ese cuervo?

Me acerco al maestre para leer la nota cuando la termine él.

El viejo maestre lee la carta en voz alta y firme Señora ¿Que piensa hacer?

Qué extraño ¿Para qué será esto? Debe ser importante...

-Le llevaré la nota a mi madre, maestre.

Tomo el papel de manos del anciano y me encamino a los aposentos de mi madre.

Y puede que la interrumpa en pleno acto carnal con Namir.

-Asuntos de importancia a la mayor brevedad... Dickon, trae mi armadura, dile al mozo de cuadras que prepare los caballos y prepara algunas provisiones también, creo que nuestra señora querrá salir de un momento a otro. La cara del caballero mostraba desconcierto y preocupación. Dime Gilliant, tienes alguna idea de que podría ser tan urgente? Deberíamos hacer que nos escoltasen algunos soldados, últimamente estos caminos están fuera de control...
 

¿Qué querrá lord Dagos con tanta urgencia? En fin, le haremos una visita. Quizá en Sepulcro del Rey sea menos intenso el calor.

Ragar, haz los preparativos; una pequeña escolta nada más. Saldremos mañana al alba e iremos por el camino antiguo que es más corto. Con un ritmo adecuado llegaremos en dos dias.

Nymeria, también nos acompañaras, ya es hora de que estés al tanto de "asuntos urgentes" a tratar con lord Dagos. Seguro que se trae algo entre manos. 

Mira de reojo a Dickon, ignorando su presencia; así es tu padre, joven escudero, siempre trama algo el muy granuja.

Maestre Gilliant, también nos acompañarás y prepara algunos cuervos por si nos son de utilidad para mandar algún mensaje. Por ahora envíale un cuervo advirtiéndole que salimos mañana. 

Estaba en el patio, con la calor y con todos hablando. Había un mensaje para nosotros, o bueno, para uno. Lo leyeron y pensaron todos. - Perdone lady Druila, ¿yo qué hago? - Pregunté con curiosidad.

¿Cómo que qué haces? pues por ahora organizar al servicio para que sirvan el almuerzo. Y si te refieres a la marcha a Sepulcro del Rey, tú vas donde vaya yo, ¿entendido? para eso sirve una doncella de compañía querida, para acompañar y servirme en lo que precise, dijo en mal tono.

Lady Druila tenía en buena estima a la joven Albian, aunque a veces le desesperaba su actitud, más acostumbrada a ser una niña libre que el cargo que ocupaba desde hace poco al servicio de la señora Bredford. 

Esta bien... esta bien... Te seguiré. - Sabía que se había mosqueado algo por el comentario que hice. Yo también fui tonta al preguntarle tan absurdidad. 

-¿Quién quedará a cargo del castillo, madre?

Al aprecer pretendía que fuesemos todos.

Pero eso no es lógico...¿En quién confía tanto?

Pese a todo, no me importa nada ir. Quizá el cliam sea mejor como sugiere mi madre. Podría ser divertido y una ocasión de aprender o...mortalmente aburrido. Mortal.

Me llevaré mis venenos por si acaso.

El joven agacho la cabeza al oír el nombre de su padre, no tenía ganas de encontrarse con su padre, no hasta que fuera caballero,  no quería presentarse ante su padre sin las espuelas.

Después el escudero se despidió con una reverencia y corrió al patio a empezar a preparar los caballos y las armaduras de su caballero. 

Ragar, la verdad que no tengo ni idea de que se propone Lord Dagos, es una persona que siempre tiene una sorpresa para darnos, y no siempre de las agradables. Dice dejando abierta la duda a algo mas

Exelente señora, ya mismo me pongo en mis preparativos para la comision pertinente Dice dirigiendose hacia Lady Druila y sale hacia sus aposentos desde los cuales libera un cuervo con un mensaje de contestacion a Lord Dagos y prepara 3 mas en una jaula pequeña para el viaje, junto con papel, pluma, tintero y otras cosas de importancia.

Namir salió al patio masticando un trozo de carne seca, aburrido como casi siempre y algo decepcionado por las pocas ganas de la señora. Iba arrancando trozos de una tira de carne seca especiada y se sorprendió por el aire tenso que flotaba en el ambiente. La gente parecía preocupada y nerviosa y una sonrisa totalmente alegre se dibujó en su cara.

Qué está pasando? dijo, preguntando a todos y a ninguno.

Ragar puso al tanto a Namir sobre la llegada del cuervo y el mensaje que llevaba.

- La señora dispuso que salieramos mañana, acompañanos en el viaje, tus habilidades con la espada nos pueden ser de ayuda. Voy a buscar otros tres soldados para que nos sirvan de escolta. Dijo el caballero dirigiéndose luego a avisar a tres buenos soldados de confianza.

Lady Druila se quedó pensando durante varios minutos, meditando la cuestión que planteaba su hija Nymeria. Al cabo de un tiempo reflexionando, contestó:

Tienes razón hija, me quedaré yo al mando del castillo. Ya es hora de que trates tú los temas urgentes, aunque conociendo a lord Dagos no creo que sea tan urgente. De todas formas tienes a tu lado al maestre Gilliant, a Ragar y a Namir que te pueden asesorar si tienes dudas sobre algo, aunque recuerda siempre que la ultima palabra será tuya.

Lord Dagos no es mal tipo, aunque nunca hace nada por nada ni por nadie. Algo tramará en su beneficio, que no te quepa duda. Recuerda que el maestre llevará cuervos, por si necesitas avisarme de algo con premura. Si no fuera así, ya me contarás como ha ido a la vuelta.

Preparate para el viaje, partiréis mañana bien temprano. Ah, Albian, ve con Nymeria y sirvele en lo que precise.