Partida Rol por web

Le devolví sus papeles a nuestro retenido en cuento me los pidió. Si estaban preparados iba a ser difícil encontrar algún dato de utilidad.

- Espero que no le moleste que me guarde estos.- Dije, señalando los cuchillos.- No quisiera que nadie resultara herido.

Volví a suspirar. En verdad la situación era comprometedora. No me creía en la historia del agregado cultural. Posiblemente fuera un espía. Pero, si era el caso, ¿por qué los Estados Unidos querrían un espía en Prusia, en un evento público como era el baile? No parecía estar esperándonos a nosotros. Imaginé que lo que había leído en ese periódico norteamericano reflejase en cierta medida la realidad. ¿Y si los Estados Unidos se cuestionaban su alianza debido al peligro de la carrera espacial? Las intrigas podían derivar en tantas variaciones que sentí como si mi cabeza fuera a estallar.

- ¿Que vamos a hacer, Charles?

 Sonreí a Jacob, no era cuestión de amedrentarse, intentaríamos sacar el máximo provecho de este encuentro

-Pues por supuesto, invitaremos al señor Knight a una copa, es lo mínimo tras un encuentro tan accidentado. Espero que usted acepte nuestra invitación-

Sonreí al americano y señale el cafe cercano invitándole a acompañarnos

-Quédese los cuchillos por ahora, pero espero que los mande de vuelta a la embajada. Son recuerdos familiares, no me gustaría perderlos. Y en cuanto a esa invitación-se guardó los documentos  y se ajustó de nuevo la chaqueta-les aseguro que nunca rechazo una copa gratis.

Abrió la marcha y se sentó en una de las mesas del café. Pidió un brandy, dejándole perfectamente claro a la camarera que la cuenta iría a nombre de Charles. Mientras esperaban, sacó un puro fino de uno de sus bolsillos y lo encendió, fumándolo despacio.

-Normalmente me gusta conocer a mis compañeros de bebida. Y me resulta un poco injusto que sepan tanto de mí y aún no me hayan dicho nada de ustedes.

 Me senté junto al americano y pedí otro Brandy

-es justo, yo soy Charles du Lapin, secretario en el proyecto Halcon Etereo, mis acompañantes han sido invitados al baile próximo y he acudidocomo ayuda logística, y porque me apetecía ver Berlin, para que mentir- hablaba relajado como si Knight fuera un viejo amigo. Sabiendo nuestros nombres no le costaría nada descubrir nuestras identidades, así que no tenía sentido levantar suspicacias

-si bien mis conocimientos de arquitectura Prusiana son bastante insuficientes, no creo que pueda sacar nada útil de mi para su artículo. ¿colabora con alguna revista americana de arquitectura?-

No llegué a sentarme en la mesa:

- Me disculparán, pero por mi parte no deseo parlamentar con un hombre que ha estado siguiéndome, mucho menos compartir bebida con él. Señor du Lapin, señor Moreau, tengan cuidado.

Y me marché de vuelta al hotel, mirando de reojo cada callejón que daba a la calle que transitaba. Si Jean Paul y Sven estaban allí, les informaría de la exitosa reunión con Caterina.

Cuando Jalabar llegó no encontró a nadie en la sala común. Los misteriosos papeles en blanco que du Lapin había conseguido del espía estaban en la mesa en una posición distinta a donde los habían dejado, así que alguien debía de haber estado examinándolos. También había una bolsa con varias botellas de productos químicos: productos de limpieza, alcohol, gasolina y agua fuerte.

A sus compañeros los encontró en sus habitaciones, y tras pedirles que acudiesen, les puso al dís de todo lo que había sucedido.

-Parece que el pequeño tiene bastante genio.-dijo Julius viendo marcharse a Jalabar-No puedo decir que colabore habitualmente con ninguna. Ya sabe, alguna cosilla aquí y allá. Seguro que nada que usted haya leído.-Miró pensativo a los dos hombre que aún quedaban en la mesa.-Así que Halcón Etéreo ¿Eh? Dicen que tienen a gente bastante importante allí. Por lo visto el tal Wenning es todo un cerebro. He oído que incluso tienen la colaboración de gente del Emperador de Japón. Aunque seguro que esto último es algo exagerado.

 -Tengamos cuidado Jalabar, el sujeto que se llevo a la señorita Wenning decía venir de Norte América, y sus modales parecían de Dandy...

- Siga, vizconde. ¿Qué amigo, qué detalle y como participo yo en el asunto? -si había entendido bien entre líneas, se trataba de una jugarreta a los prusianos, cosa que tendría muy en cuenta, a pesar de que nuestra misión sea otra y no podía comprometer a la señorita por algo así; si realmente Jean Paul hablaba de unidad científica real, alguien debía pararle los pies...

 Arqueo una ceja ante las preguntas.

Sentí tristeza con la brusca despedida de Jalabar. Supuse que no se tomaba a bien nuestra compañía, pero ese hombre sabía de nosotros, por lo que era necesario que nosotros supiéramos de él, y de sus intenciones.

- Bueno, como ya habrá supuesto por la despedida de nuestro compañero yo soy Moreau, Jacob Moreau. Soy el cronista del proyecto, o al menos lo intento. Es cierto que el profesor Wenning es una persona extraordinaria, pero no sé si sus influencias llegan hasta oriente. Yo al menos no he visto nada que me haya hecho sospechar tal cosa.- Sonreí a nuestro acompañante. No pensaba permitir que sacase mas información de nosotros que la que pudiese encontrarse al alcance del público.- Sospecho que como americano estará preocupado por el Proyecto. Según pude leer en algún periódico, se planeaba construir un cañón gigante para enfrentar posibles ataques. Yo, a decir verdad, lo considero algo innecesario contra el Halcón, que no es más que un proyecto de exploración científica, pero intuyó que les resultará útil si el Carro constituye el arma de conquista de la que ya presumen algunos prusianos. ¿Me equivoco?

-Le plantea usted unas preguntas muy complicadas a un simple agregado cultural, que no es el más adecuado para hacer consideraciones políticas. Mi país debe tomar ciertas precauciones para enfrentarse a cualquier amenaza que pueda surgir, venga de donde venga. Pero lo que sé es que las relaciones entre EEUU y Prusia son excelentes, lo consideramos un país amigo y confiamos en que ellos tienen la misma opinión de nosotros. Es una relación con la que estamos muy satisfechos -Con expresión pensativa, exhaló una bocanada de humo de su puro-Por supuesto, cuando la gente consigue demasiado poder, a veces puede olvidarse de sus amigos. Ya se imaginan lo decepcionadas que se sentirían todas las buenas gentes de mi país si pasara eso.

- Si, claro que sé a qué se refiere -no había dudas de su opinión con esta aclaración. Dejé a un lado mi preocupación de si el asunto interferiría o no con el rescate de la señorita; era algo que si surgía solucionaría sobre la marcha-. ¿Cuando realizaremos tal visita, vizconde? Realmente tengo muchas ganas de devolver a nuestros vecinos su estupenda hospitalidad...

 -Pensaba avisarles en cuanto llegaran para poder partir cunado antes, pero ahora que sabemos que los Estados Unidos de America han empezado a mover ficha enviando un... ¿como decirlo?... "agente?...

Debemos cuidar nuestras palabras, decir solamente lo que queremos que sepan los americanos; y por supuesto, prestar buenos oídos para ver que podemos sacarle a ese "agente".

Me alegre al ver que Jacob también sabía en que consistía este jugo, sonsacar información desvelando lo mínimo

-si, es muy triste cuando te olvida un amigo, claro que para eso existe gente como los agregados culturales, para fortalecer los lazos de amistad entre los pueblos, ¿o tal vez para comprobar el estado de esa amistad?. Seguro que tiene usted una agenda muy ocupada con eventos sociales, lo raro es que tenga tiempo para seguir a la gente que sale de visitar un castillo, ¿tal vez forma parte de su trabajo?-

- No, señor vizconde, se ha presentado como agregado cultural, no como agente -dije sin rastro de humor en mi voz-. Espero que los señores du Lapin y Moreau no se excedan en amabilidad con un hombre que nos estaba siguiendo...

 Permitame un momento.

Saco mi mejor vino

-Señor Jalabar, creo que hay que pedir algunas copas y viandas para acompañar.

-Y volvemos al tema de haberlos seguido. Cualquiera diría que aún me guarda rencor por eso, du Lapin. No, no se preocupe, no hace falta que se justifique. Sé que no es cierto. No soy tan suspicaz con el hombre que me paga las bebidas. Sé que sólo lo pregunta por curiosidad hacia mi trabajo. Cuando vemos algo desde fuera, a veces es dificil de entender todo lo que conlleva y las cosas que ocurren. Por ejemplo, cuando estaba en EEUU tenía la impresión de que las relaciones entre los países patrocinadores del Halcón Etéreo y los de el Carro de Selene eran bastante tirantes, hostiles incluso. Y ahora que los conozco me doy cuenta de que estaba completamente equivocado. Si eso fuera tal y como me había imaginado, ¿por qué habrían aceptado ustedes una invitación para un baile en el que sus competidores se dedicarán a presumir de sus triunfos? ¿Y por qué estarían incluso realizando visitas de cortesía a una dama como Caterina de Dirschau, alguien de influencia en el país? Yo ya he dicho que que estaba satisfaciendo un interés intelectual en las maravillas arquitectónicas de este país.-Knight les dedicó una sonrisa llena de ironía a sus acompañantes.-Seguro que también ustedes tienen alguna explicación para lo que estaban haciendo.

"lo hace muy bien"

-ah, me temo que esta visita fue culpa mía. Solo enviaron dos invitaciones y yo al no tener un cargo reseñable me perderé el baile, pero pedí a los señores Moreau y Jalabar que presentásemos nuestros respetos a la anfitriona para poder ver el castillo por dentro. Yo también tengo mis intereses, aunque van mas encaminados al arte que a la arquitectura, la pintura y escultura son mi debilidad-

A estas alturas me era evidente que Knight nos ocultaba algo e intentaba sonsacarnos con habilidad, el debía pensar lo mismo por supuesto

Decidí cambiar de tema ya que, como ya había señalado nuestro interlocutor, empezaba a resultar demasiado inquisitivo -¿lleva mucho tiempo en berlin señor Knight? tal vez pueda recomendarnos alguna visita interesante ya que nosotros no conocemos la ciudad-

Ante el cambio de tema, el agregado cultural rió suavemente.

-Ya veo, aquí todos somos aburridos intelectuales ¿eh? Llevo algún tiempo por allí, sí. Deberían ver la Puerta de Brandenburgo cuando vayan. Realmente hermosa.-Knigt acabó de un trago lo que quedaba de copa y se levantó. Sacó del bolsillo de su chaqueta su libreta y su lápiz y escribió algo en una hoja. La arrancó y se la dio a Moreau-Esa será la dirección donde podrán encontrarme mientras esté en Schwerin. Por si quiere devolverme los cuchillos en persona. O se les ocurre que quieren tener alguna otra conversación. Ha sido agradable pero tengo que irme. Como Charlie ha dicho, los agregados culturales somos gente ocupadas.

Ya estaba casi en la puerta cuando se le ocurrió algo mas y, dándose la vuelta, se acercó a du Lapin y Moreau, se inclinó sobre ellos y, poniendo su mano enel hombro de Charles, dijo en voz baja.

-Ya que están interesados en llevarse bien con la Condesa de Dirschau, la próxima vez que la visiten deberían preguntarle por lo que está sucediendo en Pomerania. Un montón de aldeas costeras están sufriendo inundaciones, ha habido barcos que se han perdido durante días por haber sido arrastrados por corrientes que antes no estaban allí y otros han quedado encallados de repente cuando la profundidad debería ser más que suficiente. Y los pescadores están teniendo cada vez más problemas para encontrar a sus presas. El mar no les está tratando bien últimamente. Seguro que la Condesa agradecen que muestren su preocupación por su tierra.

Se levantó de nuevo, dio unas palmadas amistosas en el hombro de Charles y, esta vez sí, se marchó del café.