Partida Rol por web

Colegio. 00:50

Una vez más tranquilos tras salvar a vuestras familias, podéis conciliar un poco el sueño y echar una cabezadita de unos minutos, que os despeja la mente y relaja los músculos, cogiendo un poco más de fuerza para continuar la terrorífica aventuras que estáis viviendo.

Una vez despiertos, revisáis las armas y posesiones, preparando el siguiente paso.

- Bueno, compañeros, creo que toca poner rumbo al ayuntamiento. - Estiro los brazos y sacudo un poco las piernas para desperezarme después de una cabezadita que me ha sentado de lujo. - Podemos llevar la moto con nosotros, ya que no sabemos si vamos a necesitarla en algún momento posterior.

- Que bien que dormí- Comentó Mac con felicidad mientras se estiraba y escuchaba a su compañero - Estoy de acuerdo Matt, deberíamos ponernos en marcha cuanto antes. Debemos aprovechar la luz del sol lo más que se pueda. 

- Aunque aún faltan algunas horas para el amanecer*.- Puntualizó Samuel, tras limpiar el cuchillo antes de volver a enfundarlo. Se sentía lleno de energía tras la pequeña siesta, la cual se vio reforzada por el triunfo moral de haber sacado del pueblo a la familia del pequeño grupo. Les dedicó a todos una mirada reflexiva. Horas atrás, ni siquiera los conocía, y ahora podría arriesgar su vida por ellos. 

- Llevemos la moto, Jack me mataría si la pierdo.- Espeto, manteniendo la sonrisa de hace un momento. Hace tanto que no lo hacía que sentía sus mejillas acalambradas, así que tras respirar profundo, retomó su expresión seria.- Quizá sea mejor seguir el camino del hospital, pasar de largo y seguir hasta la estación de policía, para luego ir por el ayuntamiento. Quizá encontramos un vehículo camino allá... La otra opción es ir por el parque hacía el ayuntamiento, pero me preocupa que sea un espacio tan abierto. ¿Qué opinan?

Quizá no descansaron tanto como le hubiera gustado a Bree, pero en la situación en la que estaban no era para que perdieran demasiado tiempo. - No me importa el camino que cojamos. Lo importante es que salgamos de aquí lo antes que podamos. Bree mira a su alrededor mientras arruga su delantal de cocina con sus manos. Quizá podríamos pasar por la tienda de camino al ayuntamiento. Es probable que este despejado ahora y no tengamos demasiados problemas para coger lo que podamos necesitar de ella.

- Creo que no deberíamos perder una hora dando rodeos; si vamos al ayuntamiento directamente, serán apenas 20 minutos. Cuanto menos tiempo estemos andando, con esas criaturas sueltas, mejor.

Entonces vayamos al ayuntamiento directamente. Ya pensaremos con tranquilidad allí si nos hace falta algo y quizá mas tarde podamos conseguirlo. 

- También voto por el ayuntamiento- Dijo Mac con confianza a sus compañeros- Por cierto, ha sido un placer conocerlos. No sé que hubiese hecho de haberme quedado solo en una situación como esta-  

Sonrío para mis adentros.
Aunque no soy muy dado a sentimentalismos, tengo que admitir que las palabras de Mac son muy ciertas. Probablemente, cualquiera de los cuatro, estaríamos muertos o acorralados en algún escondrijo si no nos hubiésemos encontrado con los demás.
 

- No se diga más. Vamos rápido al ayuntamiento.- 

Disponiéndose a salir, Sam cogió la moto por los mangos para llevarla a rastras. Se veía la decisión en sus ojos, mientras se prometía en silencio que saldría con vida de allí para reunirse con los suyos.

Ayuntamiento. 01:10

Avanzáis en grupo por las calles de Manning en dirección al centro del pueblo, donde aparte de una plaza para diversos usos, se encuentra el Ayuntamiento. Se encuentra iluminado por la tenue luz de las pocas farolas que aún funcionan alrededor suyo.

Escondidos detrás de un coche cuyo conductor fallecido tiene su cabeza ensangrentada sobre el volante, oteáis el lugar. Dentro no hay ninguna luz encendida, lógico teniendo en cuenta la hora que es. Cruzáis la calle y detrás de unos cubos de basura aparece uno de esos monstruos sacando su lengua llena de sangre negra mientras corre hacia vosotros.

- Deberíamos intentar matarlo sin hacer mucho ruido. - Susurro mientras preparo la escopeta. - Si los que lleváis armas blancas no podéis, estaré detrás para ayudaros.

La oscuridad inundaba el lugar, mantenida a raya por una farola que les otorgaba algo de visión. No sólo a ellos, sino también a las criaturas que acechaban el pueblo. Suerte para ellos, pues una sola no era un problema, Samuel podía encargarse fácilmente de ella.

- Ya lo tengo.- Cogió el cuchillo que le había dado Bree de su funda. Y mientras avanzaba hacía el zombi, se dispuso a arrojarlo hacía la cabeza. El lanzamiento, sin duda alguna, fue impecable.

Al salir ese ser de la nada Bree se sobresalta y no puede evitar dar un paso hacia atrás escondiéndose tras Samuel. La mujer prepara su arma por si la cosa se ponía fea, pero al igual que dijo Matthew prefería no disparar para evitar que mas de esos seres fueran alarmados por el ruido. - Bien hecho Samuel, bien hecho.  Comenta en voz baja Bree tras ver el certero lanzamiento del chico. 

 - Espero que si me convierto en zombi no toparme contigo- Susurró alegremente Mac mientras observaba cuidadosamente a su alrededor buscando nuevos enemigos- Deberíamos ir a buscar el cuchillo, sería una tontera que nuestro francotirador se quede desarmado. Por cierto ¿Cuantos cuchillos te quedan Samuel? - 

Samuel se sentía con confianza. Las criaturas eran lentas, y sus lanzamientos cada vez eran más precisos. No era de extrañar que la respiración del circense se mantuviera normal.

Se dio media vuelta, dejando la mano sobre el hombro de Bree.- Es un buen cuchillo. Gracias.- Aunque no sentía miedo, mantenía la voz baja. Cualquier precaución era poca. Luego se volteó hacía Mac.

- No quiero convertirme en una de esas cosas, así que si llega el momento, espero que hagan lo necesario para impedirlo.- Y haciendo caso al trampero, asintió mientras cogía el bate para avanzar hacía la criatura.- Sólo uno, el segundo lo perdí cuando nos conocimos. Por suerte he afinado la puntería y no se ha notado la falta hasta el momento. Iré a recogerlo, cubranme.- Mencionó para todos, avanzando después hacía el zombie para recuperar el arma. Frente a la criatura, se aseguro de colocar el bate frente a sus dientes para evitar una mordida, en caso de que siguiera activo.

Samuel recupera su cuchillo sacándolo junto a un sonoro crujido de huesos de la cabeza del zombie. Una vez despejado el camino os acercáis hasta la puerta del ayuntamiento para abrirla sin mayores problemas...La dificultad no está en la puerta, sino en la total oscuridad que emerge en su interior. En el exterior hay poca luz, algunas farolas aún funcionan; pero dentro del edificio no se ve nada...Debe de haber algún tipo de fallo eléctrico.

Desafortunadamente no disponéis de ningún objeto que os pueda ayudar a arrojar luz al asunto, nunca mejor dicho.

Visto el impedimento, decidís dar un rodeo por el edificio. En uno de sus laterales más ocultos hay una pequeña verja que impide el acceso a equipamiento que da servicio al ayuntamiento, entre los que se encuentra el suministro eléctrico. Quizá se podría realizar una reparación temporal para devolver la luz al edificio.

El hombre vestido con un mono azul, que intuís que debe trabajar en el servicio de mantenimiento, os podría ayudar. Lástima que esté cenandose a una señora mayor junto a otro zombie, impidendo el que podáis revisar el suministro eléctrico sin peligro.

- Compañeros, ¿creéis que podemos acabar con ellos sin montar demasiado jaleo? ¿Qué armas tenemos para poder llevarlo a cabo?

Bree mira a Matthew cuando pregunta por las armas. Yo solamente tengo la pistola.... Seguidamente mira a Samuel. El tiene el cuchillo que utilizo antes y el bate de mi hijo, si alguien come el bate, podrian atacarles dos haciendo menos ruido que con las pistolas.

Sólo eran dos de ellos, pero algo no terminaba de darle buena espina. Se sentía bastante seguro de poder eliminar a uno de ellos, y cualquiera de los otros tres, o entre todos incluso, podrían encargarse del segundo, pero tenía una extraña sensación.

- Quizá sólo sea cosa mía, pero no termino de fiarme de la situación. Puedo encargarme de uno, y luego podemos atraer al segundo para rematarle con el bate y no hacer ruido. Lo otro es tratar de encontrar una linterna o algo y meternos sin más al ayuntamiento... Pero ahora que lo menciono, esa opción me gusta menos... - Tras poner sus ideas en voz alta, pudo darse cuenta de que la opción más segura, a largo plazo, era arriesgarse en esta oportunidad. Así que extendió el bate, en caso de que alguno de los compañeros quisiera usarlo.- Mac, ¿cómo estás para reparar la maquina esa?