Partida Rol por web

¿Quién soy yo?

Kate: Navidad

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29/09/2010, 11:03
Director

25 de diciembre de 1999 - 17:04

A la cena de Navidad acudiría gran parte de la familia que, habitualmente desperdigaba, se reunía en aquellas fechas para aparentar un poco de unidad. Iba a ser la primera vez que Kate los viese desde que había descubierto la verdad, y no estaba nada contenta con aquello.

Su madre tenía el día libre y lo estaba dedicando a cocinar. El tradicional pavo, el relleno, el puré de castañas, las manzanas asadas... Kate la ayudaba en lo que podía. Se lo pasaban bien, juntas las dos, haciendo al fin algo en compañía. Casi le hacía olvidar el hecho de que en unas horas vería las caras de los que habían hecho de la vida de su madre un infierno, permitiendo que un hombre bestial la utilizase como había querido. Sarah no había vuelto a mencionar el tema, pero ahora que Kate lo sabía, no podía no darse cuenta de aquellas veces en las que sonreía sin ganas, con una sombra en la mirada. Aquello era culpa de su padre, de sus abuelos, de su hermano, de toda la gente que había permitido todo eso.

Pero era Navidad. Había que tener un poco más de espíritu.

Habían acudido al Clan para conocer algo sobre sus desconexiones. Kate había visto allí a algunos de sus compañeros de clase, solo que ellos ya habían cambiado. Donald había pasado a ser pupilo de otro hombre, que le estaba enseñando a afilar sus garras bestiales contra una piedra cuando ella había acudido. A juzgar por su malhumor, su carácter no había mejorado una pizca. Edgar también estaba por allí, entre dos músicos, aprendiendo a recitar. Hécate, por lo que sabía, vivía allí, pero no la había visto. Había estado patrullando los límites del Clan, le dijeron. A Ashley tampoco la vio. Su padre había llegado y se la había llevado a otro estado, le dijeron. En cuanto a Viviane, había estado un buen rato aprendiendo a manejar sus propios cambios. Era asombroso el modo en que todos parecían establecidos en aquel lugar, tan cómodos como en el instituto.

Y ella todavía no había cambiado. Con un poco de suerte, nunca lo haría.

La habían conducido ante Mary Danza-a-la-Luna-Creciente, una Garou que le había dicho en esa lengua que comprendía no sabía cómo, lo que necesitaba saber. Sus desconexiones se debían a que había nacido en luna creciente, pasando a ser una Theurge, una mística. Su tarea sería la de dirimir con espíritus y abrir puertas a la Umbra, y ya inconscientemente era capaz de hacerlo. Las desconexiones ocurrían cuando su espíritu trataba de rozar el Mundo Espiritual pero su cuerpo aún no se lo permitía. Tras el Cambio, las desconexiones dejarían de ocurrir sin que ella quisiera. Al menos, era un alivio saber que no estaba loca... pero no que, después de todo, habría de cambiar.

Eso había ocurrido hacía más de dos semanas. Cada día se levantaba mirándose al espejo y buscándose a sí misma hasta asegurarse de que seguía siendo Kate, no un monstruo salvaje. Y aún no había ocurrido. Aún estaba a salvo.

Sin embargo, el destino no quería darle tregua. Después de mirar el pavo una vez más, llamaron a la puerta. Cuando Kate fue a abrir, se encontró con un hombre que nunca había visto, pero que reconoció a pesar de todo.

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29/09/2010, 12:03
Jonas

La sorpresa fue compartida. El hombre alzó las cejas y la miró de hito en hito. Parecía impregnado de sudor, con un olor difícil de precisar, como a pantano o a carretera, o quizás todo junto.

-Hola -dijo con voz ronca-. Tú eres Kate. Yo soy Jonas. Tu padre.

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30/09/2010, 01:13
Kate Whish

Kate observó al hombre durante un largo instante, observando cada detalle de aquel absoluto desconocido que tenía delante. Sí, instintivamente le había reconocido, de la misma forma que instintivamente algo muy dentro de sí aceptaba todas aquellas verdades con las que se había encontrado pese a que ella voluntariamente las rechazara todas y soñara con no cambiar nunca.

Desde que supiera la verdad había pensado muchas veces en aquel momento, aunque no lo esperaba tan temprano. Creía que hasta que cambiara aquel hombre no iría a buscarla, y jamás se le había pasado por la cabeza que tuviera la desfachatez de presentarse en su casa y decir con tanta facilidad aquella palabra, como si creyera tener derecho a hacerlo. Una mueca le ladeó la boca al pensar en aquello: estaba claro que aquel hombre creía tener muchos derechos que, en realidad, nunca había tenido.

Chasqueó la lengua, sin apartarse de la puerta entreabierta, haciendo de su propio cuerpo una barrera al interior. No iba a permitir que aquel desconocido pusiera un solo pie en aquella casa, nunca. Y respondió casi instintivamente, dejando fluir las palabras que durante semanas habian madurado en su cabeza para cuando aquella ocasión ocurriera.

- Bien, salvo por que no usted no es mi padre, nunca lo ha sido y nunca lo será. - Dijo, del tirón, casi escupiendo las palabras, evitando aposta cualquier familiaridad. - Sólo es un chacal sin honor que ya arruinó la vida de una mujer una vez, y que no tiene nada que venir a buscar aquí. Así que ya puede marcharse, antes de que llame a la policia, a Control de Animales o quizá a ambos. 

Antes de que el hombre pudiera reaccionar, Kate dió un paso atrás y cerró la puerta de golpe. Uno de los pocos adornos navideños que tenían y que decoraba la puerta repiqueteó en la madera, recordándole algo, así que volvió a abrir para asomar apenas la cabeza y dijo rápidamente.

- Ah, feliz navidad, por supuesto.

Y volvió a cerrar.

Se alejó un par de pasos de la puerta, acercándose a la chimenea, convencida de que no iba a ser tan sencillo deshacerse de él, pero dispuesta a hacer cualquier cosa - cualquier cosa- como aquel desconocido osara poner un solo pie en su casa, a acercarse un solo paso a su madre. Antes de darse cuenta tenía el atizador en la mano y esperaba, anhelante, la reacción del hombre al que acaba de insultar en el exterior.

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30/09/2010, 09:55
Jonas

Tras lo que fue un minuto de silencio, la puerta se abrió como por arte de magia. No hubo aspavientos ni golpes, sencillamente, se abrió para él, como si un mayordomo invisible le hubiese obedecido en aquello.

-¿Ése es el modo de recibir a tu padre, niña? -dijo entre dientes, y escupió un gargajo en el suelo-. ¿Cuántos años tienes ya, diecisiete? A esa edad conocí a tu madre. Jesús, cualquiera habría dicho que es Garou en lugar de Pariente. Menuda fiera.

Paseó la vista por la casa, los adornos navideños, los jarrones del todo a cien, los sofás raídos... Sarah apareció al final del pasillo y se puso blanca.

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30/09/2010, 10:02
Sarah Whish

-¿Qué estás haciendo aquí? -gritó Sarah-. ¡Aún no es el momento! ¡Kate aún es humana!

La madre de Kate se interpuso entre su hija y el hombre que decía ser el padre. Temblaba de rabia, de un modo que Kate nunca había visto antes.

-¡Fuera de mi casa!

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30/09/2010, 10:04
Jonas

-Kate no es humana -dijo él, inspirando profundamente por la boca, como si tratase de mantener el control-. Nunca lo ha sido. Es Garou. Es mía. He dejado que la cuides durante estos años, pero ahora es momento de que me la lleve.

Levantó una mano sucia y apartó a Sarah de su camino con violencia, empujándola contra el sofá.

--dijo a la chica-. Harás lo que yo te diga. Eres mi cachorro. Me perteneces.

Lo que Kate comenzó a sentir a continuación no tenía nada que ver con la furia que había experimentado hasta ese momento. Algo borboteaba en su pecho, cálido, ardiente. Algo le subía por la garganta y le bajaba por las tripas, se le extendía por todo el cuerpo. Era como una droga suplicándole que perdiese el control, que se dejase llevar.

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30/09/2010, 13:28
Kate Whish

Desde su posición, con el atizador en el mano, Kate contemplaba la escena en un silencio que incluso a ella se le hacía raro. No sabía como aquel hombre - que ahora que lo pensaba no tenía ni idea de cómo diablos sabía como se llamaba - había entrado de aquel modo, como pedro por su casa.
De nuevo, otro de esos derechos que se ajenciaba y, obviamente, no eran suyos.

Su madre apareció de improviso, poniendola en tensión. Estaba en peligro, Kate sabía que ella estaba en peligro, y no podía permitirlo. Pero se sentía incapaz de moverse en aquel momento, viendo como su madre intentaba protegerla inútilmente. Y cuando él la empujó, algo allí dentro empezó a moverse, como si quisiera liberarse, como si pidera venganza.

Apretó con fuerza el atizador entre las dos manos como si fuera un bate de beisbol mientras clavaba sus ojos en los de aquel hombre, unos ojos que no eran los suyos. Se acercó lentamente, hasta estar lo suficientemente cerca de él, interponiendose ahora ella entre él y su madre, gruñendo instintivamente y apenas pudiendo contener aquella rabia que la invadía, a la que no quería ceder, por que de algún modo sabía lo que significaba y no quería que ocurriera, no quería darle la razón a él de ningún modo posible.

- Y una mierda. - Respondió, casi por lo bajo. Luego subió el tono de voz - Ya te lo he dicho, y voy a repetirlo solo una vez por si además de imbécil eres sordo: no soy tu hija, no tienes nada aquí que te pertenezca y estás invadiendo MI casa. ¡Así que LARGO!

Y mientras gritaba aquella última palabra lanzó el atizador adelante, hacia el hombre, como si empuñara un hacha y él fuera el arbol que derribar para poder hacer fuego para cenar. Y ella tenía muy claro el menú para aquella noche tan especial: chachal a la parilla.

Notas de juego

Tu dirás si tengo que tirar algo xD

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30/09/2010, 23:29
Jonas

El atizador bajó como una flecha a la cabeza de Jonas, demasiado lento de reflejos, y le abrió una brecha. El hombre dio un paso atrás, farfullando de dolor y tocándose allá donde la barra de metal le había herido. Una gota de sangre le resbalaba por la frente.

La miró sorprendido por que le hubiese llegado a dar, pero esa sorpresa se tornó pronto en ira. Sus ojos relampaguearon de Rabia, la misma que había intentado mantener bajo control hasta ahora. La barba del hombre creció ante sus ojos, su mandíbula se ensanchó y surgieron de su boca dos colmillos retorcidos. Levantó una garra y apartó a Kate de un manotazo tan fuerte que estuvo a punto de echarla sobre la mesa de café.

-¡Puta!

Cuando Kate fue a recoger el atizador, que había caído a su lado, se dio cuenta de que sus propias manos tenían cada vez más pelo. Le estaba ocurriendo a ella. Estaba cambiando. Y ya no podía detenerse.

- Tiradas (2)
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01/10/2010, 02:06
Kate Whish

Kate se quedó petrificada un instante mirándose las manos. Luego volvió a centrar su mirada en el hombre, que cambiaba a ojos vista, convirtiéndose en uno de aquellos monstruos a los que ya había visto antes, lo que ahora eran sus compañeros, lo que ahora estaba pasándole a ella.

Y todo era por su culpa, de aquel chacal rabioso y sin honor, que había osado hacer todo aquello: violar a su madre, sumirla en aquella triste, aparecer 17 años después pretendiendo ser su padre, reclamándola con aquella desfachatez. Llamándola puta.

Estalló. Lo quería fuera, de su vista, de su casa, de su vida. Y si tenía que echarlo a patadas, convertida en un monstruo de tres metros para conseguirlo, así fuera. Agarró con fuerza el atizador nuevamente y volvió a golpear, apenas consciente que de su garganta surgía un grito de desafío y rabia que bien podría ser un aullido, mientras en su mente se formaban a toda velocidad imágenes de cómo acabar con aquella amenaza que invadía su territorio y amenazaba a lo único que merecía la pena proteger.

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01/10/2010, 09:44
Director

Kate no fue la única que cambió. El hombre barbudo y sucio prosiguió su transformación en bestia destrozando su ropa y haciendo explotar sus zapatos, Su envergadura, ya de por sí enorme, se agrandó hasta dar con su cabeza en el techo. Su morro alargado y lleno de dientes soltaba espuma por la boca, gritando incoherencias llenas de ira.

La torpeza con la que la chica, ahora monstruo, lo atacó, era proporcional a su Rabia. Se tropezó con la mesa de café, ahora destrozada por su pata, y cayó hacia delante, perdiendo su arma. Entonces su padre aprovechó para descargar una patada sobre su rostro. Algo aturdida, Kate sacudió la cabeza. Aún podía pelear.

- Tiradas (3)
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01/10/2010, 15:08
Kate Whish

Torpe. Se sentía pesada, lenta y torpe. Todo a su alrededor parecía haberse encogido, desde su perspectiva, mientras a cámara lenta veía como ella misma tropezaba estúpidamente y caía. A duras penas vio llegar aquella garra/pie que la golpeó con dureza, y se dió cuenta de que era la primera vez en la vida que alguien la golpeaba.

Que irónico que fuera precisamente el que se suponía que era su padre el que lo hiciera.

El pensamiento seguía encendiéndola, como un faro que la guiara. Mientras sacudía la cabeza volvió a fijar su objetivo, aquello que tenía que destruí, a la bestia que invadía su territorio. Se daba cuenta que de algún modo había dejado de pensar y era algo más parecido al instinto lo que guiaba sus movimientos. Resolvió que quizá debería abandonarse parcialmente a ellos para lograr que aquel cuerpo que sentía suyo y extraño a la vez respondiera como debía.

Encogió lo que ahora eran poderosas patas traseras mientras se enderezaba con lo que antes eran manos, sin dejar de mirar al su enemigo, y saltó hacia adelante, abriendo lo que ahora eran fauces, buscando algo que agarrar y destrozar entre ellas. Tenía que luchar, tenía que sacar a aquella abominación de allí, costara lo que costara.

Notas de juego

Menuda pifia... xD

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02/10/2010, 11:51
Director

Kate se lanzó sobre el otro monstruo intentando morderle, pero él la sujetó por el cuello y la sometió. Era más grande y experimentado. La sujetó contra su pecho y giró, arrojándola por los aires cuan larga era. Destrozó en el camino el sofá y, al caer sobre su madre, escuchó un horrible crujido y un grito.

Pero no se fijó en ella. Su instinto la obligaba a seguir combatiendo hasta la muerte, hasta destruir al invasor. Para entonces, su padre ya había tomado la iniciativa y había recogido los restos de mesa del suelo, golpeándola con ellos en el rostro lobuno. El cristal le provocó cortes superficiales que sanaron casi al instante, sin llegar a dolerle de verdad.

- Tiradas (4)
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02/10/2010, 21:00
Kate Whish

Rabia. Cada vez le era más dificil pensar en nada que no fuera aquel fuego que la consumía por dentro, que la instaba a pelear por mucho que la golpearan, que incluso después de oler su propia sangre sólo le pidiera que atacara, que siguiera peleando. 

Pero se sentía torpe, lenta, inexperta. Y el hecho de no estar logrando lo que se proponía solo echaba más leña a aquel fuego que ofuscaba todos sus sentidos, ya que salvo el golpe inicial no estaba logrando su objetivo.

Se levantó tan rápido como pudo y se dejó llevar nuevamente por lo que aquel instinto le dictaba. Y cuando se dió cuenta había recurrido a la maniobra más antigua y recurrida que podía habersele ocurrido, fuera humana o garou: encajarle un patadón en la entrepierna a aquel desgraciado. Con un poco de suerte, lo castraría y todo...

Notas de juego

¿Porqué sospechaba yo que tarde o temprano mi pobre madre acabaría, si es que no decides matarla, magullada? xD

A ver si con el cambio tengo algo más de suerte xD

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02/10/2010, 21:24
Director

Jonas recibió la patada con un aullido de dolor muy agudo, que estremeció su flaco cuerpo. Con los ojos relampagueantes de Rabia, se abalanzó una vez más sobre Kate, que pisaba sin cuidado a su propia madre. Las garras del hombre se clavaron en su pecho y desgarraron hacia abajo en cuatro profundos surcos que no tardaron en empezar a sangrar.

- Tiradas (3)

Notas de juego

4 éxitos de patada, 1 C =4 contundentes.

3 éxitos de garrazo, 2 letal= 6 L

Te quedan 5 niveles. En el siguiente turno regeneras uno gratuitamente, ya lo sabes.

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02/10/2010, 21:34
Kate Whish

La cabeza empezaba a darle vueltas, sin que tuviera muy claro el porqué. Quizá era aquel dolor lacerante en el pecho, quizá la repentina consciencia de tener a su madre debajo, indefensa y frágil, y de algún modo lo sabía, herida por su culpa.

Se apartó rápidamente de allí, trazando un semicírculo que la mantuviera a distancia de su enemigo mientras se apartaba también de su madre. ¿Porqué no había huído? ¿Porqué no había salido del salón en cuanto Jonás y ella habían empezado a gritarse? ¿Porqué seguía allí cuando ambos se habían transformado y había empezado el combate? 

No lo sabía, ni tenía tiempo de pensarlo ahora. Tenía que terminar con aquello... y pronto. ¿Pero cómo? A duras penas había logrado hacerle daño, mientras que ella ya sangraba, y no precisamente poco... 

¿Se había acercado o sólo se lo parecía? No podía entretenerse, tenía que atacar, y lanzó con toda la fuerza de la que fue capaz su ahora enorme mano con las garras por delante, para mantenerlo a distancia, para con un poco de suerte arrancarle la cabeza de cuajo a aquel monstruo incontenible. Si lograra agarrarle, mantener la presa sobre él ni que fuera un solo instante... tenía la conciencia de que las fauces harían el resto...

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02/10/2010, 22:04
Director

Kate lo volvió a hacer mal. Perdió pie, trastabilleando sobre los restos de la mesa, y no pudo alcanzar a su padre con la garra... pero él sí. Se la clavó en el costado, en el lugar donde antes había tenido el bazo (y no estaba segura de seguir teniéndolo). Kate sintió que algo se rompía allí.

Jonas la sujetó de uno de los brazos.

-¡BASTA YA! -gritó, aunque no fue suficiente para aplacarla.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Otros 2 L. Estás a 4 de caer incapacitada.

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02/10/2010, 22:09
Kate Whish

Kate se agarró a aquella garra de acero que la agarraba a su vez, quizá para mantenerse erguida, quizá para demostrar que no estaba todavía vencida.
El grito la sobresaltó, pero la furia seguía ardiendo en su interior, corrosiva, insatisfecha. Miró la cara de aquel monstruo que la miraba con ojos inteligentes, sabiendo que ella debía tener un aspecto similar. Se sorprendió a sí misma sonriendo mientras le miraba, cargada de cinismo.

- NUNCA. - Gorgoteó, apretando el agarre, con saña. - ¡¡CHACAL SIN HONOR, SIN DERECHO, SIN RAZÓN!!

Tenía el gruñido en la garganta mientras se separaba lo que daban de si sus brazos apretados, mirándole a los ojos.

- ¡¡CULPA TUYA, SÓLO TUYA!! - Espumeaba, podía sentirlo, atragantándose con unas palabras que sentía pero no era capaz de ordenar.  ¡¡BASTARDO!!

Kate era consciente de que aquellas bien podían ser sus últimas palabras, pero no iba a morirse sin decirlas. Aprovechando el escaso espacio que había entre ellos lanzó la garra libre hacia arriba, intentando abrir en canal al culpable de todas sus penas.

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02/10/2010, 22:29
Director

Jonas recibió el garrazo con un gruñido, pero no cejó en su empeño de someter a Kate. La sujetó del cuello y la abrazó con todas sus fuerzas, obligándola a agacharse mientras le retorcía el brazo. Kate, a pesar de que intentaba morderlo y pataleaba levantando trozos de gomaespuma y cristal, no pudo evitar recibir aquel golpe en la cabeza.

Cuando despertó, estaba atada de pies y manos. La cabeza le dolía como si tuviese la peor resaca, y notaba las muñecas y los tobillos entumecidos. Cuando miró hacia abajo, contempló con horror que estaba desnuda y ensangrentada, aunque intacta. La cadena plateada que le daba vuelta varias veces le impedía hacer movimientos bruscos.

Junto a ella vio a su madre, respirando entrecortadamente.

- Tiradas (3)
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02/10/2010, 22:35
Sarah Whish

-K-Kate... -murmuró. Tenía un ojo tumefacto y sangraba por miles de pequeños cortes por todas partes, fruto de la rotura de la mesa-. Se ha ido... P-pero va a volver.

Señaló el teléfono, más cerca de Kate que de ella.

-Llama... a... la directora. Ella me dijo... Me dijo... Oh, dios, mis piernas...

Kate se percató de cómo las tenía. Dos roturas abiertas en la derecha, y una masa indescriptible en la izquierda. Sangraba mucho, aunque alguien (quizás Jonas) le había hecho un torniquete.

-No te preocupes, cielo. Coge... el teléfono.

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02/10/2010, 23:09
Kate Whish

Kate tuvo que parpadear varias veces para lograr distinguir el suelo del la pared, en aquel horizonte que parecía tan indefinido pero que resultó ser el zócalo. Intentó incorporarse, aunque a duras penas lo consiguió, y para entonces el alma se le cayó a los pies al descubrir a su madre malherida, a su lado.

Sí, ella estaba desnuda y ensangrentada, ¿pero porqué diablos tenía que ser Sarah quien estuviera mal? Le costó horrores tragar saliva al darse cuenta que aquellas heridas las había causado ella. Cuando habló, entre jadeos, los ojos se le llenaron de lágrimas.

- Oh, mamá.. lo siento tanto... - murmuró, pero Sarah la cortó rápidamente, insistiendo en que cogiera el teléfono, que llamara a la directora.

Se arrastró como pudo hasta el pequeño aparato, cogiéndolo con las maniatadas manos, pensado en si sabía el dichoso número. Jamás se lo había preguntado... ¿Cómo diablos se suponía que tenia que saberlo?

Miró a su madre con desesperación, preguntandole en silencio que hacía ahora con él...