Partida Rol por web

Corres todo lo que puedes. Por suerte, la sangre que corre por tu cuerpo hace que no te canses. Y no tener que respirar es todo un alivio.

Las dudas te invaden por el camino, ¿sería capaz Xisela de hacer algo así? ¿Justo cuando llega su sire, intentado que se mude a otra ciudad? Y la estaca que Miguel tenía clavada, ¿es una herida suficiente como para hacer tanto daño?

Por suerte llegas al portaón del pazo. Las luces están encendidas. Entonces recuerdas que el Elíseo tambien presentaba una aspecto norma. ¿Habrán atacado a la manada?.

Me paro unos instantes ante la puerta, dudando de todo. En estos momentos no tenía nada claro, no sabía de quién fiarme, de quién no, qué cosas podrían ser normales o por lo contrario podrían ser una trampa. Tras dudarlo unos segundos, finalmente entro en busca de Aleixandre, qué otra cosa podría hacer? Dónde iba a ir? Ahora mismo solo confío en él.

Entras en el pazo y, por suerte, todo parece tranquilo. Ves como Becka baja las escaleras a saltitos, mientras le saca brillo a una ballesta de aspecto antiguo. En medio de tu nerviosismo, te llama la atención que va calzada y que parece haberse peinado.

-Hola Nora, ¿no deberías estar en el Elíseo?- pregunta. Te mira asustada seguidamente -Oye siento lo de ayer, no has tenido problemas hoy, ¿no?. Miguel prometió estar atento.-

Algo desconfiada, la observo bajar por las escaleras. Quizás no deba fiarme de ella, o quizás sí? ¡Mierda! Estoy empezando a volverme paranoica pero dadas las circunstancias mejor prevenir. 

Trato de tranquilizarme y hacer como si no hubiera sucedido nada, hasta no hablar con Aleixandre no haré ningún comentario sobre lo sucedido.  - Sí he estado allí pero preferí volver pronto, me veo algo fuera de lugar allí.. ya sabes... - Vuelvo a mirarla, extrañada - ¿Vas a algún sitio? Te has arreglado hoy ¿no? ¿alguna cita importante? - pregunto tratando de parecer despreocupada y aparentando no darle demasiada importancia a la ballesta.

Baja la vista un momento con una ligera sonrisa.

-Quería salir pero Uileand me ha pedido que me quede en casa por si Berit necesita ayuda. Ya sabes.- contesta encogiéndose de hombros -Pero a John le gustan las armas tanto como a mí, si puedo salir mañana, le mostraré esta.- dice mientras te acerca la ballesta. Por suerte, no está cargada.

-Era de un cazador de vampiros. Ahora, ya no la necesita.-

Cazadores. Hasta ahora, lo únicos enemigos parecían ser el VII. Pero parece que tambien hay cazadores.

John está en la ciudad? - pregunto a Becka guiñándole un ojo de forma cómplice. Echo un vistazo a la ballesta según me la enseña. - Está muy chula... - Por mi mente pasan más preguntas, para variar... ¿cazadores? Sin embargo ahora creo que no es el mejor momento, o almenos no con ella, aún no me fío 100%. - A ver si mañana hay suerte - sonrío.

Sabes dónde está Aleixandre? Necesito hablar con él.

-Espero que si, arreglarme dos noche para nada es una mierda- dice - tienes a Aleixandre en su cuarto. Cuidado si te cruzas con Uileand, parece que va a estallar en nada.-

Rebecka se va hacia la sala y, en breves, escuchas el sonida de la tele. Aleixandre está en su cuarto, delante del ordenador, redactando un  texto. Cuando entras, te mira intrigado.

-¿Tan pronto? Y yo pensando que Edgar os iba a tener hasta las mil con una arenga sobre como ascender o lograr más poder.- dice sonriendo.

Al ver a Aleixandre me acerco rápidamente hacia él y le abrazo. No se por dónde empezar, pues aún estoy muy nerviosa y tras haber tratado de aparentar serenidad ante Becka, ahora es como si de repente todo el nerviosismo acumulado durante esos minutos, explotase de golpe.

Finalmente consigo susurrarle algo: "Miguel está muerto..." - Dicho así siento la necesidad de explicarle todo lo que ha sucedido pero no se por dónde empezar. Intento calmarme un poco, para poder contárselo con un orden lógico en lugar de hacerlo de manera atolondrada como estaba segura de que pasaría..

Aleixandre te devuelve el abrazo hasta que hablas. Te aleja un poco para mirarte a la cara, sin soltarte A pesar de lo que acabas de decir, conserva la calma.

-Nora, Miguel es fuerte. Puede que te equivocases. ¿Qué ha pasado?- te pregunta mirándote con seriedad a los ojos.

El contacto con él hace que te sientas más segura y relajada. Al menos el pazo está a salvo y nadie parece saber de lo que hablas.

Con esa extraña tranquilidad que consigo al estar al lado de Aleixandre, comienzo a contarle todo, tratando de no dejarme algún detalle.

Estábamos en el Elíseo, Xisela, Miguel, Edgar y yo. Edgar dijo algo de mudarnos a Berlín, Xisela no parecía estar demasiado de acuerdo, tuve la sensación de que estaba algo nerviosa… no sabría explicarte… Edgar se fue a hablar con Marlene y mientras hablábamos hubo una explosión fuera. No se exactamente cómo ni dónde, de repente todo el mundo se puso en pie. Miguel me llevó por la parte de atrás a las cloacas para salir por allí. Él bajó primero y dijo que me avisaría para bajar yo después pero… no lo hizo… bajé y estaba allí, en el suelo, tenía una estaca en el pecho… estaba muerto.

Me abrazo a Aleixandre al recordar a Miguel muerto – Aún hay más… Conseguí salir de las cloacas, pero dentro oí algo. Era como dos personas… dos voces… una mujer y algo…algo con una voz… gutural, era muy raro, los pasos eran como si solo estuviese la mujer, pero eran dos voces. Y… - hago una pausa, pues no se si me equivocaré con Xisela, pero ya eran demasiadas coincidencias, finalmente decido contárselo a Aleixandre también.

Cuando entramos al Elíseo, había algo… había una especie de sombra que seguía a Xisela por los espejos… me hizo recordar a la otra noche… ¿crees que ella tiene algo que ver?

-Nora, piensa bien antes de contestar. Miguel, ¿sólo tenía una estaca en el pecho? ¿no tenía ninguna herida más?.- te pregunta muy serio.

No sabes por qué, pero eres consciente de que tu respuesta es muy importante para él en estos momentos.

Sorprendida por la pregunta le miro a los ojos - Uf... - trato de hacer memoria - estaba... tumbado... creo que solo vi la estaca en su pecho... tenia los ojos abiertos... mirando al techo... pero no recuerdo más heridas... ¿por que?

Lo ves sonreir mucho más tranquilo.

-Entonces sólo estaba en letargo, no muerto. Tendremos que ir a buscarlo. Nora, quiero que te quedes en el pazo. Iremos a ver que ha pasado en el Elíseo. Con Xisela, Edgar y Marlenne allí, no creo que pasase nada importante, pero hay que asegurarse. Iré hacia allí.-

 Te abraza un poco más fuerte.

-Me alegro mucho de que estés a salvo.- te susurra.

En... letargo?? pero.... pero... parecía... estaba... - No entiendo nada de lo que sucede, pero la tranquilidad de Aleixandre al decir esas palabras ayuda a que yo también me tranquilice un poco.

Le abrazo fuerte correspondiéndole a su abrazo, manteniéndolo cerca de mi unos instantes, no quisiera que se fuera ahora, y menos en estas circunstancias, podría pasarle algo.

Ale... y lo de la sombra? crees que Xisela oculta algo? Yo ya no se qué pensar... tengo miedo estar equivocándome, pero... - le miro a los ojos esperando una respuesta que me haga salir de tantas dudas.

-Estoy casi seguro de que Xisela no tiene nada que ver. Puede que no esté haciendo las cosas bien, pero nunca pondría a sus chiquillos en peligro. Voy a ir al Elíseo, puede que allí encuentre respuestas. Tu quédate aquí, ¿vale?.- dice en tono firme.

Espera tu confirmación, pero todo te suena más como una orden que como un ruego.

A pesar de sus palabras, yo sigo teniendo mis dudas, es todo tan... extraño... Cuando está a punto de salir de la habitación corro tras él dándole un nuevo abrazo, apretándolo fuerte contra mi, mientras susurro ten mucho cuidado...

Después le dejo ir, quedándome allí, como me ha pedido. A pesar de confiar plenamente en él, no puedo evitar sentir miedo, miedo de que le pase algo.

-No te preocupes, siempre vuelvo.- te dice antes de irse.

Pero tarde demasiado en hacerlo. Pasan las horas y Aleixandre no llega. Caminas por el cuarto y empiezas a desesperarte hasta que, cuando ya notas que se acerca el día, aparece.

-Hola.- te saluda con una media sonrisa -parece que los tres están bien. Xisela ha ido a recoger a Miguel. Por suerte, el Elíseo está bien preparado.-

Estaba empezando a desesperame... - digo abrazándole según le veo entrar - ¿Miguel está bien? - bajando bastante mi tono de voz pregunto tímidamente - ¿Hasta cuando durará esto? Tengo miedo...