Partida Rol por web

Como siempre desde hace cuatro años, llegas tarde a coger el Expresso de Hogwarts. Ni el madrugón de tu madre ni tus constantes empeños por acelerar el paso ralentizado de tus hermanos han conseguido que te evitaras la ya habitual carrera a través de la estación King Cross. Pero finalmente, lo conseguís. Acalorada y con algo de prisa, terminas de arreglar la ropa de un reticente Jason, que insiste en marchar a buscar a sus amigos.

Durante unos segundos observas a Mia detenidamente. Quizá sea mejor que se quede contigo durante el viaje, aunque la idea no acaba de convencerte. Por suerte, es ella la que decide marcharse por su cuenta. Quiere descubrir el famoso mundo mágico del que tanto ha escuchado hablar durante años, y quiere hacerlo por su cuenta.

Cuando por fin consigues alcanzar el tren, tus ojos van directo a un chico alto y sonriente que no deja de mirarte. Algo más alto, músculoso y apuesto... pero el mismo Lucas Reedmon de siempre.

- Incluso sudando te llevas el premio a la más guapa de Hogwarts - su saludo va acompañado de una aparatosa reverencia, y su carismática y contagiosa risa. Acto seguido, se aparta de la puerta para dejarte pasar. Será mejor que busquéis pronto un compartimento. Cuando llegáis a uno vacío, no tardáis mucho en acomodaros. Es lo que tiene seis años de experiencia. 

Sin previo aviso, Lucas te lanza un recorte de periódico. - Últimas noticias...

Curiosa, despliegas el papel.

El acercamiento con el mundo muggle sigue adelante

El Ministerio de Magia continuará trabajando por el acercamiento entre la comunidad mágica y el mundo muggle. Este hecho fue confirmado ayer por Amycus Mcnair, actual Ministro de Magia, durante su visita a la reapertura de las bóvedas del ala oeste del Banco Gringotts. 

Esta noticia no coge por sorpresa a casi nadie, ya que sigue la línea de las políticas adoptadas por el equipo de Mcnair en los últimos meses. A menos de un día del anuncio, son muchos los colectivos que han aplaudido esta decisión.

“Con más de cincuenta años en paz, es hora de que demos un paso adelante. Debemos mostrar al mundo quienes somos, y trabajar juntos por el bien común”, declaró la presidenta de la Plataforma de los Derechos del Mundo Muggle.

Pero no todo el mundo está de acuerdo. Aunque débiles, ya han comenzado a darse a conocer las primeras reacciones, materializadas en disturbios y protestas frente al Ministerio de Magia.

Sea como sea, todos se hacen la misma pregunta: ¿cómo acabará esto?

Llevas un buen rato sentado en uno de los vagones del tren, solo. Pero no te sorprende. Tus amigos nunca se han caracterizado por ser puntuales, algo que por suerte tú si que tienes. Tanta, que ya te había dado tiempo a dejar a tu hermana a buen recaudo. Lo mejor para ella es que pasase el viaje rodeada de otros niños de familias de Sangre Limpia, para que comenzara a hacer sus relaciones.

Juegas con la varita mientras no dejas de mirar, de forma pensativa, el baúl que tienes delante. Acabas de darte cuenta de su presencia, y barajas las posibilidades que tienes de que su dueño sea alguien poco deseable para un viaje como ese. Por la calidad, esperas que sean pocas. Pero ese dilema desaparece por completo de tus pensamientos con la llegada del huracán-Isabella.

Echa una fiera cierra la puerta del compartimento de un fuerte golpe y te golpea el pecho con un ejemplar de El Profeta. - ¡Esto es inaceptable!

El acercamiento con el mundo muggle sigue adelante

El Ministerio de Magia continuará trabajando por el acercamiento entre la comunidad mágica y el mundo muggle. Este hecho fue confirmado ayer por Amycus Mcnair, actual Ministro de Magia, durante su visita a la reapertura de las bóvedas del ala oeste del Banco Gringotts. 

Esta noticia no coge por sorpresa a casi nadie, ya que sigue la línea de las políticas adoptadas por el equipo de Mcnair en los últimos meses. A menos de un día del anuncio, son muchos los colectivos que han aplaudido esta decisión.

“Con más de cincuenta años en paz, es hora de que demos un paso adelante. Debemos mostrar al mundo quienes somos, y trabajar juntos por el bien común”, declaró la presidenta de la Plataforma de los Derechos del Mundo Muggle.

Pero no todo el mundo está de acuerdo. Aunque débiles, ya han comenzado a darse a conocer las primeras reacciones, materializadas en disturbios y protestas frente al Ministerio de Magia. Y lo que todos se preguntan es, ¿cómo acabará esto?

Le devuelvo la sonrisa a Lucas mientras lo observo detenidamente.

Sin duda está más guapo que nunca. El verano le ha sentado muy bien.

- Ya sabes que soy perfecta.- le guiño un ojo y sonrío de forma algo burlona y pícara. Acepto la entrada al compartimento- ¡Graacias!- tomo asiento a la derecha al tiempo que saco un pañuelo del bolsillo y me limpio con pequeños toquecitos el posible sudor que pueda tener en la cara.- Veo que el verano no te ha sentado nada mal.

Al momento me tiende el periódico y comienzo a leer seria. Es realmente preocupante. O al menos para mí. Si algo sale mal de estas negociaciones no sé por qué me huelo que los hijos de muggles acabaremos metidos en un lío bastante gordo.

Suspiro una vez termino el artículo, le devuelvo el periódico y le miro al tiempo que cruzo las piernas con más elegancia de la pretendida.

- ¿Qué opinas sobre esto? Es sin duda un hecho histórico importante. Espero que todo salga bien... aunque si te soy sincera... lo dudo. Al final los magos terminarán demostrando su poder a los muggles y me huelo problemas. Muchos problemas.

Por un lado me gusta que se estén tratando temas de acercamiento con los muggles, pero por otro me preocupa cómo se tomará la sociedad no mágica que exista la magia. A ellos sin duda les parecerá peligrosa.

Por primera vez en siete años, llegas a tiempo a la Estación King Cross. Lo haces con tu hermana pequeña, Faye, que desde hace un buen rato está más nerviosa de lo normal. Pronto descubres por qué, cuando nada más llegar al andén se despide con un rápido beso en la mejilla y echa a correr a los brazos de Jason.

Decides dejarlos tranquilos y buscar un lugar donde pasar el viaje. Necesitas avanzar pocos metros para distinguir las figuras de June y Moses, que miran fijamente un recorte de periódico. Cuando los alcanzas, te lo enseñan. Sin saludos ni palabras. Debe ser importante.

El acercamiento con el mundo muggle sigue adelante

El Ministerio de Magia continuará trabajando por el acercamiento entre la comunidad mágica y el mundo muggle. Este hecho fue confirmado ayer por Amycus Mcnair, actual Ministro de Magia, durante su visita a la reapertura de las bóvedas del ala oeste del Banco Gringotts. 

Esta noticia no coge por sorpresa a casi nadie, ya que sigue la línea de las políticas adoptadas por el equipo de Mcnair en los últimos meses. A menos de un día del anuncio, son muchos los colectivos que han aplaudido esta decisión.

“Con más de cincuenta años en paz, es hora de que demos un paso adelante. Debemos mostrar al mundo quienes somos, y trabajar juntos por el bien común”, declaró la presidenta de la Plataforma de los Derechos del Mundo Muggle.

Pero no todo el mundo está de acuerdo. Aunque débiles, ya han comenzado a darse a conocer las primeras reacciones, materializadas en disturbios y protestas frente al Ministerio de Magia.

Sea cual sea la posición de cada uno, lo que todos se preguntan es: ¿cómo acabará esto?.

No me extrañó que Isabella entrara así al leer las noticas que traía el Profeta. Ya tardaba el Ministro en liarla parda. -Que ganas de crear discrepancias entre los magos... -cabeceé negando y tiré el periódico a un lado. -Hola a ti también Bella, yo también me alegro de verte Bella. -comenté con cierta sorna haciéndole un hueco a un lado. -¿Qué tal tus vacaciones? espero que las disfrutaras. -apenas nos habíamos visto pues tampoco es que tuviera muchas ganas. Este verano me había sorprendido a mi mismo al darme cuenta que pensaba más en Kate que en mi novia. Esto no va bien...

Lucas se toma más tiempo de lo esperado para responderte, algo que no te pasa desapercibido. Tras respirar hondo, empieza a hablar. - Creo que esto acabará con la paz que tanto costó conseguir en su día - confiesa y por un momento aparta su mirada de ti, repasando de nuevo el artículo.  - Sabes que no tengo ningún problema con los hijos de muggle Kate... - comienza, aunque por un momento titubea. Parece que hay algo que le da miedo contarte, aunque finalmente encuentra la forma de hacerlo. - No tiene sentido que sepan de nuestra existencia. No son mundos compatibles.

Todavía con una mala hostia más que evidente, Isabella se deja caer a tu lado. Aunque parece que tenerte cerca consigue relajarla un poco. - Hola Josh, un placer verte después de tanto tiempo - aunque esas palabras son acompañadas de una sonrisa, el contenido irónico de éstas no te pasa desapercibido. - Las vacaciones han ido bien - se encoje de hombros de malagana - visitando algunos familiares y aguantando muchas gilipolleces. Vamos, como siempre

Pronto coge tu mano con la suya y empieza a jugar con tus dedos. Lo hace desde que os conocisteis, aunque ahora ya no te gusta tanto como antes. Isabella está callada y pensativa, algo más de lo normal. Te gustaría preguntarle cuál es el motivo, aunque no estás seguro de querer saber la respuesta.

Alcé una ceja de pura excepción al escuchar su pullita. Ya empezamos... Suspiré y dejé que tomara mi mano intentando sonreír. -¿Qué gilipolleces? ¿Es que aún no han aprendido que contrariar a la gran Isabella Black es más peligroso que tirarle de la cola a un dragón? -bromeé intentando acabar con aquella tensión.

Me preocupaba qué le podría pasar ahora y pese a mis miedos decidí averiguarlo. Definitivamente eres tonto y masoca Josh Malfoy. -¿Qué te pasa Bella? Te noto rara

Tarde. Llegas tarde. MUY tarde. Y todo por el dichoso despertador, que no ha sonado. Pero, ¿por qué no ha sonado? Por desgracia, ni siquiera tienes tiempo de preguntártelo. No al menos que quieras llegar a tiempo al Expresso de Hogwarts.

Con agilidad terminas de recoger la mayor parte de tus cosas. Mientras lo haces, no te pasa desapercibido el profundo silencio que reina en la casa, solo roto por los constantes golpes que tú provocas. Lo más probable es que tus padres ya estén trabajando. Un incentivo más para llegar a tiempo a coger el tren.

Cuando estás a punto de terminar con todo, un repiqueteo en tu ventana llama tu atención. Nerviosa le abres la ventana para que entre y le quitas con rapidez la carta de sus patas. Con tanta, que no consigues evitar que te de un fuerte picotazo como respuesta. Por incercia te llevas el dedo a la boca intentando calmar el dolor. Un dolor que se pasa al instante, cuando lees el contenido de la nota.

Sé lo que has hecho. Si no te haces responsable de tus actos, tú serás la próxima en desaparecer.

Tu broma le hace sonreír. Buena señal. Por desgracia, tu siguiente pregunta hace que su cara vuelva a convertirse en un témpano de hielo. Tal es su reacción, que incluso suelta tu mano y comienza a juguetear con los pliegues de su ropa. - Las cosas se van a poner feas, Josh, muy feas. He estado escuchando conversaciones. - Se vuelve para mirarte directamente a los ojos. En su mirada ves seriedad y determinación, pero hay algo más. Algo sutil y prácticamente imperceptible, pero que empaña la fría y calculadora mirada característica de la joven Black. - No van a permitir que las cosas sigan adelante. Y cuando eso pase, querrán saber si nosotros somos fieles a la causa. - Mantiene tu mirada durante unos segundos, pero enseguida se levanta para pasearse por el reducido espacio del que dispone. Finalmente, se para. - Yo estoy preparada Josh. Pero, ¿lo estás tú?

Me quedé en silencio, sopesando toda la información que Bella acababa de proporcionarme. -Soy un Malfoy, siempre estoy preparado. -mi voz era seria y mi tono bajo, no quería que nos escucharan oídos indiscretos. Sonreí con suficiencia y me quedé mirando en dirección a mi novia. -¿Qué has oído? Yo apenas he estado en casa estas vacaciones, estuve viajando por ahí aprovechando el carnet de aparición. -Había estado visitando lugares que me habían recomendado mis padres aunque más de una vez me había escapado para visitar a Regina. Y no te engañes a ti mismo, también has ido a ver cómo le iba a la Sangre Sucia de Starks. ¿Preparado para qué? Si estuvieras tan preparado no te fijarías en una impura. Eres un cínico Malfoy.

Isabella te escucha en silencio, analizando todas y cada una de tus palabras. Parece estar conforme con la respuesta. Aun así, no sigue proporcionándote más información. Algo que incrementa tu curiosidad y preocupación.

- Ya tendremos tiempo para hablar de eso - concluye volviéndose a sentar, esta vez frente a ti. Cuando lo hace, un golpe seco delata la existencia del baúl que tanto te había llamado la atención anteriormente. Curiosa, lo mira para luego dirigir su vista hacia ti. - ¿Es tuyo? - pregunta. No teníais costumbre de dejar los baúles en el suelo, eso era algo propio de la chusma y los sangre sucia. Pero antes de que pueda hacer algún tipo de referencia más sobre el objeto o la conversación previa, alguien entra en el compartimento. Lo hace sin llamar. Algo que claramente molesta a Isabella. Eso sí, no tanto como el hecho de descubrir quien ha osado perturbar vuestra tranquilidad.

Cuando miras hacia la puerta, encuentras a una imponente y casi amenazante Sarah, que no deja de mirar ni un instante a tu novia. - ¿¿Te importaría dejar de pisotear mis pertenencias, Black?? No necesito la huella de tu zapato en ellas para recordar tu existencia.

Antes de que Bella reaccionara sacando la varita y haciendo una burrada me levanté poniéndome entre las dos mujeres. -Calma Clarks. -dije con frialdad y autoridad. Por suerte ya me había puesto mi elegante túnica con la insignia de Premio Anual bien a la vista. -No te ha estado pisando nada, aunque no estaría de más que no fueras dejando por ahí tus pertenencias si luego no quieres que le ocurra nada. -giré mi cabeza buscando a Bella, teniéndola bien vigilada. -Y tu Black calma con tus reacciones, no pierdas los papeles ante sus provocaciones. -Ahora no le hablaba su novio, hablaba alguien con autoridad. Una autoridad que ambas debían respetar si no querían que me pusiera firme y empezara a poner castigos y sacar puntos.

Por primera vez desde los últimos años se había ido feliz de su casa junto con sus maletas y su hermana Faye. ¿El motivo? Era mayor de edad, podía hacer magia y lo mejor: sus padres no tenían que llevarlas a King Cross puesto que podían realizar la aparición conjunta. Gracias a ello, había llegado puntual por primera vez y se sentía orgullosa de ello cuando Faye se despidió de ella con prisas. Saludó a Jason con un gesto de cabeza, sin perder la sonrisa tierna con la que le dijo adiós a Faye, aunque no sin sentir cierto desazón. Era tan pequeña y aún así con una relación tan seria...

Por fin localizó a sus dos amigos de Ravenclaw, a los que se dirigió sin perder más tiempo.

- Hola, cuanto tiempo, yo también me alegro de veros y espero que hayáis pasado un buen verano - comentó con ironía ante el silencio de ambos, antes de cogerles el recorte. Conforme lo leía, su ceño se iba frunciendo. Suspiró -. Era inevitable que levantara ampollas, pero no sé a quién le va a sorprender esto, se veía a venir desde hace tanto tiempo que ni me acuerdo de cuándo empezó.

Le dirigió una mirada de reojo a June. No valía la pena decirle que no se preocupara, la chica estaba en contra de ese acercamiento y ella a favor, era un tema delicado entre ambas aunque Vinny, al contrario de su hermano, aceptaba las opiniones de los demás siempre y cuando no intentaran rebatirle la suya.

June asiente sin decir palabra, recupera el estracto y se lo guarda en el bolsillo. No se te pasa lo raro que es que no haya pronunciado palabra con respecto a este tema, pero decides dejarlo pasar, por el momento.

Finalmente entráis a un compartimento vacío y no tardáis en acomodaros. Al final, Moses decide romper el silencio. Algo que también es extraño.

- El verano ha pasado rápido... - comenta sin darle importancia a sus palabras, aunque ves que no deja de mirar hacia June. -  ... y sin mucha novedad. Eso sí, demasiada vida familiar para mi gusto. ¿Qué hay de ti? - te pregunta al instante. Ya ha hablado demasiado para su gusto, es hora de pasar el testigo a otra persona, que no parece ser tu mejor amiga.

- A la orden, señor Malfoy. La contestación de Sarah contiene una dosis demasiado grande de ironía como para que no te haya molestado. A pesar de eso, su sonrisa contenida y el brillo de sus ojos te demuestra que no es contigo con quien tiene un problema. Algo que, en el último año, habías empezado a plantearte.

Sea como sea, sientes las frías miradas de ambas clavadas en tí, intentando evitar mirarse la una a la otra, por lo que pueda pasar. Finalmente, es tu novia la que retoma la conversación.

- Si tienes tantas ganas de recuperar tu baúl, cógelo y lárgate - le espeta Isabella a Sarah. Con una profunda exhalación y unos más que claros esfuerzos de contención (no sería la primera vez que les quitas puntos o les pones castigos por sus constantes enfrentamientos), la Gryffindor completa su 'misión'. No tiene ganas de tener problemas tan pronto. En el fondo, tu actitud no deja de sorprenderte.

Está a punto de salir del compartimento cuando se gira de nuevo hacia vosotros. - Black, será mejor que empieces a acostumbrarte y aceptes que el mundo no gira a tu alrededor...  Recuérdalo: la pureza de sangre esta a punto de valer menos que una grajea con sabor a vómito - con una sonrisa burlona, se va por donde ha venido, dejando atrás una Isabella que continúa fría como un témpano, pero cuya mirada podría matar a cualquiera que se pusiese por delante.

Observó las miradas nada discretas de Moses hacia June con la ceja enarcada, observando a ambos. Berenice no era una persona cotilla, no iba a preguntarles qué pasaba, aunque eso no quitaba que sintiera curiosidad. Pero ambos la conocían demasiado bien como para saber que era discreta y que no les preguntaría, aunque podían hablar con ella del tema.

- Oh, bastante bien, la verdad- era una novedad que no respondiera con una evasiva a esa pregunta -. Me examiné en aparición a principios de verano y lo he pasado visitando lugares históricos. Nunca había visitado el Stonehenge - concluyó con evidente satisfacción -. ¿Y el tuyo, June?

Era extraño que aún no hubiera dicho nada así que no pudo evitar intentar sacarla de ese silencio, no era normal en ella. Y además, quizás ella le contara a qué venían esas miradas raras.

- Tranquilo, como todos.  Tras su corta intervención se queda callada, aunque tarda pocos segundos en buscarte con la mirada. Cuando lo hace, suspira apesadumbrada y visiblemente cansada.

- He pasado el verano entero con mi familia, Berenice. Rodeada de muggles, pero sin dejar de estar pendiente a las novedades del mundo mágico - Corta el discurso durante un segundo para buscar sus palabras - Si esto llega a pasar - continúa, sacando el papel de su bolsillo y moviéndolo con firmeza - las consecuencias serán terribles.

Sin decir más palabra, apoya su brazo sobre la repisa de la ventana y empieza a contemplar el exterior.

Hizo una pequeña mueca al oír su nombre completo, pero no dijo nada al respecto. Ni a lo que dijo a continuación, al fin y al cabo, ¿qué podía decir? No estaba en absoluto de acuerdo en que las consecuencias fueran terribles, ella lo veía como algo muy positivo y June conocía su punto de vista. Aún así, no pudo evitar hacer un comentario.

- No te preocupes por lo que aún no ha pasado, June, quizás te sorprendas con las consecuencias de todo esto - señaló el recorte. Frunció el ceño, observando el estado de humor de su amiga y tuvo que contener las ganas de zarandearla. En lugar de eso, cambió de tema -. ¿Dónde guardas a Liam? Pensaba que vendríais juntos.

Al menos sabría que hacer para animarla.

Ya tardaban las cosas en ponerse jodidas. Qué ganas de empezar a golpe de hechizo el curso. Suspiré resignado al ver marchar a la Gryffindor y volví a sentarme. -Joder, el día que no tenga que lidiar con vuestros rifi rafes haré una celebración tan grande que se escuchará la fiesta en Hogsmeade. -no me gustaba tener que meterme entre las dos chicas, pero eran demasiado temperamentales y sabía que solo hacía falta una chispita para que todo se convirtiera en un kaos. Un kaos como mi vida ahora mismo.

-¿Sabes algo de Ryan y Regina? En breves tendremos que ir al compartimento de los prefectos y premios anuales. Y ya sabes que odio llegar tarde a los sitios. Tengo que dar ejemplo. -sonreí ufano. Yo era el espejo en el que todos deberían mirarse si querían llegar a ser unos magos decentes. Aunque muy pocos tengan la familia adecuada.