Partida Rol por web

- Hola Jeremias, sabes si estan mis padres en casa?¡

Saludo coordialmente...mientras miro por el interior de la herria.

 Jeremías parece bastante concentrado y eso unido al estruendo del trabajo, tienes que repetir la pregunta hasta que finalmente se percata de tu presencia. Momento en el que para.

 - No, no está presente, me dijo que se ausentaría durante unas horas, se fué acompañado de Kat. No sé donde se fueron.- Su pecho sube y baja como un fuelle.- Si les veo les diré que has preguntado por ellos, si quieres. ¿Quieres algo más?

 Parece algo incómodo.

- No no, gracias no quiero nada mas, ya te dejo con tu trabajo y perdona por las molestias, hago una pequeña sonrisa, y no te preocupes ya los vere mas tarde, ahora voy al pueblo, si te apetece esta noche te invito a unas cervezas, mientras escuchamos algo hay un bardo nuevo y parece que va a animar la fiesta...Sin perder mas tiempo, me despido con la mano y voy hacia la Taberna de albert...

 Parece que el joven medio asiente y prosigue con su trabajo, descargando el martillo sobre el hierro candente.

 Así tus pasos hacia la Posada del Norte van acompañados por el tintineo rítmico del golpeteo del martillo contra el yunque mientras el cielo se va oscureciendo. El tiempo ha pasado pronto, parece que pronto anochecerá.

 Tus pasos te guían por el pueblo, ves mucha vida en él. Mucha gente correteando por aquí y allá, a parte de los comerciantes una gran cantidad de vividores y vividoras han ocupado el publo, músicos, gitanas que leen la buena ventura, tenderetes que ofrecen dulces y demás comida de otras tierras.

 En diferentes grupitos escuchas que hay una buena juerga montada en la posada del pueblo... y cuando llegas allí eso parece, ¡por Lathander que sí!

 La posada está a barrotada, la música sale por las ventanas, escuchas la voz del bardo y las canciones coreadas por un público improvisado. El pequeño establo está lleno de monturas.

Va saltando y cantando por la taberna mezclándose entre la multitud animándoles, eludiendo cierto personaje y guiñando el ojo discretamente cada vez que ve pasar a cierta cambrera de pelo rojo.

 Querelar en vista del buen resultado alarga un poquito más su actuación, mientras sirven, toca alguna canción un poco más melodiosa y tranquila para calmar un poco los ánimos, y que todos puedan comer, y así, sin darse cuenta se guarden ganas de oírlo en su próxima actuación. El cabrón conoce el oficio.

 Una vez termina, se disculpa con mucha estudiada amabilidad para que él también pueda dar un merecido bocado, toda la tarde cantando da mucha hambre.

 La gente que abarrota la posada emite un sonoro hoooo, cuando comentas de hacer una pausa, pero al poco, animados por las canciones y por las fiestas que se acercan, entablan conversaciones entre unos y otros, con jarras de espumosa cerveza en las manos.

 Albert, al igual que las chicas corretean por el salón atendiendo demandas. Tal es la demanda que en el exterior han habilitado unas mesas de caballetes y unos bancos para que se acomoden los clientes.

 En el aire flota una amalgama de olores, los sabrosos que llegan de los asados y marmitas que se cuecen en los fuegos y los de los vinos y cervezas, pero también otros menos agradables como el intenso olor a tigre que despiden tanta gente reunida.

 Entre el gentío se encuentra de nuevo Gustarson, justo en la entrada donde parece que ha llegado hace apenas unos instantes. Y también parece ser que ha llegado Judas de su ida a la torre de Lucius.

 En una mesa está Querelar dando cuenta de un refigerio, gentileza de la casa, para recuperar fuerzas.

 El viaje de regreso a Lunil lo recorres tan rápido como eres capaz sin caer de bruces en la penumbra estrellada reinante, una lámpara te guía por las sendas que transitas hasta que a lo lejos distingues finalmente las luces alhumbran Lunil abajo y el pequeño castillo un poco más arriba, encima de la pedregosa colina.

 Cercando el castillo hay una amplia empalizada que normalmente se usa para albergar y vigilar los rebaños durante las ferias del ganado y también acoje, por un módico precio, a los comerciantes y feriantes en unos humildes barracones de madera basta. Al parecer esta feria será importante pues alcanzas a vislumbrar una gra ncantidad de luces allá arriba, junto al castillo.

 A medida que te vas acercando a Lunil, sonidos animados y de gente alegre te van llegando al oído, haciendo que te apresures más si cabe para alcanzar el poblado y la Posada del Norte.

 Una vez alcanzas el exterior de la posada te encuentras con que han montado unas mesas de caballetes en el exterior, con unos bancos, repletas de gente hablando animadamente con jarras de cerveza en la mano y risas flotando en el ambiente, algunos cantan, o eso prentenden, mientras las muchachas y Albert corretean por el salón y el exterior sirviendo a los clientes.

Vaya fiesta hay montada mola, miro la sala en general y aplaudo la actuacion de Querelar, al acabar me dirijo a su mesa...

- Buenas...veo que sabes animar la fiesta, jajaj.

- Hombre! Por todas las damas!! Si sois vós, Gustarson!! - Exclama en tono juvial y alegre.
Haciendo un ademán con la mano, que indica si quiere sentarse con él, pero a la vez dando a entender que es libre de elegir. -Pues ya ves, la gente no es útil si no conoce su profesión.-

Toma un bocado, echando una mirada rapida a los lados mientras Gustarson decide -Y creo ver por allí a Judas.- Dice mirando por más allá de las espaldas de su interlocutor.
A lo que grita: -Eh, ven Judas, ¿que no vamos a comer otra vez juntos?- añade mientras con un gesto, muy natural entre la gente con el pelo largo, se pasa la mano por encima la cabeza recogiendolo para ver mejor.

 Tal es el gentío que parece que Judas no logra percibir al joven músico ni a Gustarson.

Judas miró entusiasmando todo aquel jolgorio. Parecía que todo el mundo estaba ajetreado, preparándose para la fiesta. El joven saludaba a todos los con los que se cruzaba. Una pequeña inclinación de cabeza, y una cálida sonrisa en los labios.

- ¿Donde andarán Gustarson y Viloant? ¿Y aquel alegre juglar? Con la cabeza estirada, buscó con la mirada a sus amigos. Tenía sed, y prefería beber algo acompañado de estos.

Con una amplia sonrisa, llamo a judas y le hago señales con la mano...

- Judas aqui...¡¡¡¡¡ jajajja veo que sigues tan despistado como siempre....

Querelar se rie a placer con Gustarson cuando ve lo despistado que esta el joven mago.

Añade a Janis, cuando esta pasa por allí; - Eh chica, cuando puedas trae alcohol a ver si su olor atrae su olfato hacia aquí!!.- Y vuelve a reír.

El rostro de Judas se iluminó, al descubrir a su amigo Gustarson que lo llamaba entre el gentío. Se acercó alegremente, abriéndose paso cortésmente.

- Buenas noches amigos. ¿Tenéis algo con que remojarme el gaznate? Con gesto exagerado, se llevó la mano al cuello, mientras sonreía. - Parece que todo está preparado para la fiesta... He hizo una mirada a su alrededor, intentando abarcar toda la escena.

 Parece que la joven gitana se avanza a la petición de Judas, pues en sus manos trae un par de flascas de cerámica con tinto en su interior y un par de jarras en la otra, las cuales deja una ante Gustarson y la otra ante Judas. Con una sonrisa en los labios antes de ir de nuevo hacia la barra para trae unas frituras de cerdo saladas.

 - Que les aproveche, señores.

-Muchas gracias, linda Janin.-  dice inclinando levemente la cabeza mientras levanta una de flascas de cerámica.

Ya mirando a Judas y guiñando el ojo a Gustarson -Claro amigo, quedamos esta mañana, cuando te sentaste en mi mesa, que esta ronda la pagabas tu, verdad? HAHAHAHahahahaAHA.- Rie alegre dando un par de palmada a la mesa. -Sentaos amigo mío, solo tengo ganas de bromear, al veros sediento. Pues no creo que haya inconveniente alguno para que nos invite Albert esta ronda, y alguna más.-

- eee!! -por detrás de un grupo de gente aparece Violant con las mejillas algo sonrojadas y el vestido un poco desajustado... con cuatro jarras más en sus manos!!- venga que la noche es joven! brindemos por nosotros y nuestra amistad! - mientras levanta alguna de la jarras, que ha cogido al azar.

Luego se sienta de un golpe, - Como os ha ido todo? habéis cumplido con vuestras obligaciones?

Al verla, se alegra y la mira a los ojos. -Y ese pelo...-

Querelar se levanta coge otra jarra. Y grita alegremente. -Por vosotros y por la amistad!!- Luego deja que los amigos respondan a la pregunta.

Tomando una jarra, el joven mago se sentó pesadamente en una de las sillas. Dio un largo trago, y volvió a dejar el recipiente sobre la mesa.

- Por suerte, ya tengo todo el trabajo hecho por hoy. Contestando a la pregunta de Violant con una sonrisa. - Aunque ocurrieron extraños acontecimientos en la morada de mi maestro... Su mente se perdió unos instantes, como si recordara las palabras de su tutor. - Pero ahora no es momento de pensamientos funestos... Volviendo a mirar a sus compañeros,  dibujó aquella sonrisa tan vivaz del joven.

- A la próxima invito yo! Cogió de nuevo la jarra, y la levanto con júbilo, mientras llamaba con un gesto Janin para pedir otra ronda. 

Entre el brindar de las jarras y la pequeña juerga, comento la exitosa visita al Castillo Rocafreda, y el apoyo de Lord Veremón a la construccion de una capilla decicada a Lazhander, eso si,  con la condicion de encontrar suficientes feligreses.

Hoy es un dia de celebracion, ya habra tiempo para comenzar tan ardua tarea...

- Por Lazhander!!! y los propicios dias que nos esperan, levanto la jarra llena para hacer un brindis y acto seguido la vacio de un sorbo.

 Estaís con vuestras rondas de bebidas y degustando los manjares que os van sirviendo Violant y Janin, cuando aparece alguien más en la posada, alguien que no pasa desapercivido. Un joven alto, de figura esbelta pero con torso y brazos musculados. Luce media melena de color negro azabache que enmarca un rostro de mandíbula marcada y ojos grises. Viste de terciopelo negro con el escudo de los Rocafreda en el pecho.

 Es Arnau, el futuro heredero de la Casa Rocafreda, el hijo de Lord Vermón y Lady Marianne.

 Al entrar saluda a todo el mundo y a nadie en particular y se dirige hacia la barra donde le atiende Albert.