Partida Rol por web

Rohar

A pesar de que el papiro es un bien caro y escaso en los reinos, el capitán no dudó en prestároslo. - ¿Qué es un pergamino, comparado con la vida de toda mi tripulación? - Pensó. Ocupado en la redacción de vuestra crónica, las horas pasaron veloces y antes de que os pudiérais dar cuenta el barco arribó al puerto de Tantras.

La entrada de vuestra nave fue triunfal. Para cuando llegásteis, más de un marinero había celebrado la victoría y el botín obtenido con más litros de cerveza de los aconsejables. El primer en bajar fuisteis vos, seguido de un alegre grupo de hombres cantando y abrazándose entre sí. Después os siguió el capitán, detrás de los prisioneros que se encargaba de vigilar personalmente. Un irresponsable grumete se quedó en la nave, vomitando todo lo que su hígado no había sido capaz de digerir.

En estos momentos el puerto de Tantras se encuentra sumido en el bullicio. Un enorme círculo de gente se encuentra rodeando a un grupo de tres personas que se encuentran fuera de sí, mareadas y desorientadas. El aire huele a magia arcana y eso, como enano que sois, os incomoda. El capitán del barco se detiene a vuestro lado y ambos intentáis descifrar qué puede haber ocurrido, hasta que os dais cuenta de que una elfa lleva un buen rato observando el emblema de vuestro escudo. No detectáis nada que os haga sentiros amenazado, pero por si acaso decidís permanecer a la espera y sin bajar la guardia.

Saerwen

Al volver al puerto os topáis con toda una marabunta que intenta explicarse qué ha sucedido. A medida que pasáis entre la gente escucháis que cada uno va por ahí contando su versión. - ¡Fue un aprendiz de hechicero inepto! - Exclama la voz de un sabiondo. - ¡No! ¡Es un complot, una señal! - Le contesta otro paranoico... Sólo vos sabéis lo que de verdad ha ocurrido ahí.

Varios barcos acaban de amarrar, pero uno se distingue de todos los demás. Su tripulación está compuesta por un grupo de marineros, más alegres de lo normal, y otro grupo de hombres, encadenados y cabizbajos. A la cabeza de ellos se encuentra un enano de facciones jóvenes, ocultas tras una abundante barba. En estos momentos está charlando con quien tiene aspecto de ser el capitán del navío, pero parece haberse percatado de vuestra presencia. - ¿Será él? - Os preguntáis mientras examináis su escudo, dotado de un martillo rojo como símbolo.

!Magia, elfos y problemas! las palabras resonaban por su cabeza como golpeando sin parar. Realmente estaba disfrutando de la celebración, si muchos humanos se habían excedido con la bebida, que esperar de los débiles humanos. Lo que sin duda no esperaba era !Magia, elfos y problemas!.

Acaso conoces el escudo de los Redhammer pregunto a la elfa más hoscamente de lo que deseaba, no deseaba parecer hostil simplemente que la escena le había hecho ponerse alerta. Su clan no poseía ninguna antigua rencilla con ningún grupo de elfos, las palabras que habían salido de su boca simplemente eran fruto de múltiples leyendas e historias sobre una supuesta rivalidad.

Con paso tranquilo y amigable se dirigió hacia la elfa, si conocía o había oído hablar de su clan simplemente deseaba saberlo.

Pues claro que lo conozco, por eso señor vengo hablar con usted,  para apelar su sabiduria e inteligencia. Ya que aqui se esta gestionando una tirania y me gustaria que hablara con uno de los clerigos de Torm, sobre ello, si me seguis- haciendo un pequeño para que me siga-He escuchado que vuestro clan os ha mandado para luchar contra una cofradia y os digo que puede llegar a ser peor de lo que se cree en otros lares, pero como he dicho soy una enviada de los clerigo de Torm, seguidme pues y ellos os informara.

Rohar aclaró que su clan no tenía nada que ver en esto, y que si había viajado hasta Tantras era por su propia voluntad a raíz de los rumores que había escuchado en Yhaunn, al otro lado del Estrecho del Dragón. De todos modos, aceptó la invitación de Saerwen, pues era su intención visitar el templo de todas maneras. El enano se despidió del patrón del barco, con el que había compartido tan emocionante aventura, después de acordar la entrega de los prisioneros a la guardia de la ciudad.

Saerwen se orientaba con extraordinaria facilidad dentro de la ciudad, aunque a Rohar nada parecía impresionarle. La ciudad no era más que otra metrópolis sobrepoblada de humanos y asfixiada bajo un amasijo de edificios grises toscamente construidos. A mitad de camino, grises y abundantes nubes se agruparon en el cielo y amenazaron con derramar una inminente tormenta sobre sus cabezas, por lo que aceleraron el paso y llegaron al templo de La Llegada de Torm en menos de un cuarto de hora, donde fueron recibidos por Valinor.

Gracias, Saerwen. Bienvenido seas, Rohar del clan Redhammer. - Pronuncia, a la vez que descubre su rostro élfico - He estado esperando ansioso tu llegada. Mi nombre es Valinor, y soy un sacerdote novicio al servicio del templo. Aunque llevo pocos años rezando a Torm, mi larga vida y mi experiencia me han enseñado muchas cosas. Lo más valioso que he aprendido es que no todo es lo que parece: Por eso te he convocado aquí. 

Tendrás que disculparme por ahorrarme todos los honorarios preliminares, pero el asunto que nos ocupa es de vital importancia y, como el tiempo apremia, debo ir al grano. - Valinor se asegura de que nadie os está escuchando y coge aire para comenzar su discurso.

Barriltar Bhandraddon, líder de este templo, ha declarado abiertamente la caza de todos los miembros de la cofradía de "Los Garras Grises". El motivo es sencillo: Sus actos no se ajustan a la ley. Pero lo cierto es que la cofradía no ha hecho nada malo. Sí, es cierto que han robado, pero su víctima fue un malvado hechicero de riquezas desmesuradas conocido como Somidorr Danthan. La riqueza que le arrebataron fue distribuida entre las clases pobres. Debido a esto, muchos ciudadanos e incluso algunos guardias cooperan con la cofradía.

Hemos sido informados, a través de una fuente fiable, que un grupo de corsarios de ultramar conocidos como "los Calaveras Negras" planea un ataque contra Tantras. Nuestra ciudad está muy débilmente preparada y dudo mucho de su capacidad para resistir por sí sola. Sin la ayuda de los Garras Grises y sus métodos, temo que podamos estar condenados.

Tras aclararse la voz, Valinor concluye - Me gustaría saber vuestra opinión acerca de todo esto, Rohar de Redhammer. Personalmente, lo único que me importa verdaderamente es la defensa de la ciudad, y que el templo sobreviva. Tarde o temprano tendremos que tomar una decisión: ¿Aceptaremos la ayuda de la cofradía, aún en contra de la voluntad de nuestro líder, el maestro Bhandraddon? ¿O tendremos que luchar una guerra suicida entre piratas y ladrones que se reparten Tantras entre sí? - Finalmente, el sacerdote observa a Saerwen y la invita también a sumar su opinión a la conversación.

!Complots, elfos y problemas! las palabras resonaban por su cabeza golpeando sin parar en un claro deja-vu. !Complots, elfos y problemas, porque era todo tan complicado siempre con los elfos! .

Termino de escuchar las palabras de aquel elfo en silencio mesándose las rizadas barbas. Si, los marineros comentaron algo de las calaveras negras confirmó asintiendo con la cabeza, si todo se desarrolla como tú predices negros nubarrones se ciernen sobre tantras.

Realmente no veo ningún mal en robar a un oscuro hechicero por muchas leyes en su contra que haya y más si es para ayudar a otros, a mis ojos los ratas grises no serían culpables de nada

Tras guardar unos minutos de silencio pero ya en su mente con las ideas más claras y escuchas si alguien mas que decir, con voz profunda Rohar exclama.

Podeis contar con la ayuda de Rohar Redhammer proclamo orgulloso

Pues encantado mi nombre es Saerwen, y yo tambien me uno- mirando al enano- si a usted no le importa claro esta.

El elfo suspira, tranquilizado por vuestra decisión. En ese momento, entra en escena un hombre que Rohar reconoce como uno de los marineros con los que luchó codo con codo contra los piratas en alta mar.

- ¡Rohar! Sabía que te encontraría aquí. Me alegro de verte, amigo. - Sus jadeos y su respiración agitada os alarman. - Te traigo nuevas importantes...

Uno de los Calaveras Negras que capturaste en la batalla nos ha confesado que su gremio esconde un importante alijo de armas secreto al sur de Tantras, bajo las Montañas Terrapid. La guardia todavía no ha sabido cómo reaccionar, la noticia los ha cogido completamente desprevenidos... Pero no creo que se atrevan a hacer nada. No dejarán la ciudad desprotegida, ni tampoco querrán alertar a los civiles. Por ahora somos los únicos que conocemos esta información... 

Valinor escucha con atención las palabras del hombre, y después se encara con vosotros. - Es una información muy valiosa como para malgastarla, tenemos que hacer algo. ¿Algún plan? - pregunta, asimilando en su interior que la amenaza de un ataque es mucho más cercana de lo que había creído.

La primera idea que me viene es conseguir ayuda de algun que otro aventurero o gente de bien e ir por las armas.- digo rapidamente-claro que no sabemos la cantidad de gente que nos podemos encontrar alli, claro esta  eso puede ser un factor a tener encuenta. Aunque tambien si tubiera un par de conjuros de mas podriamos hacer algo.Aghh tanto poco tiempo y tantas cosas en tener en cuenta.- rapidamente me giro al enano-Bueno maese, ¿que decis usted?

Hoo chiquilla elfica porque tantas prisas, no podemos lanzarnos al camino sin mas Rohar deja su equipo en el suelo y comienza a andar en círculos rumiando...

Bien bien un plan, primero necesitaremos un mapa de como llegar hasta alli esto esta claro verdad se gira hacia vosotros abriendo las manos.

También necesitaremos mas ayuda, cierto Saerwen, si esos ratas grises son buena gente como decis Valinor quizas esten interesados en ayudarnos continua hablando dando círculos.

Valinor podrías conseguir ponernos en contacto con esa gente y un mapa de la zona, yo necesitaría descansar el viaje fue largo y necesitaría comprar suministros, no me importaría nada encontrar una armadura ahora que baje de ese barco

Lo primero que hizo el recién formado y particular duo de aventureros fue darse un merecido descanso en las dependencias del templo. Rohar provenía de una larga y movida travesía en barco y Saerwen estaba cansada de recorrerse todas las calles de Tantras de arriba para abajo. Cuando a la mañana siguiente sus fuerzas se hubieron recuperado y las nubes despejado, Valinor les presentó a un curioso halfling llamado Reigan.

El aspecto del mediano difería bastante de lo que se puede esperar de los miembros de su raza. Sus cabellos blancos, su rostro envejecido y su mirada apagada pero nerviosa contradecían el espíritu jovial, festivo y relajado que les caracteriza. No os da la impresión de que sea mala persona, pero sí os parece que ha llevado una vida dura.

-Reigan es el halfling más habilidoso que conozco. - Afirma con seguridad Valinor. - Además conoce el Vast entero a la perfección, incluidas las montañas. Con su compañía no tendréis necesidad alguna de un mapa...

-Es un honor conoceros, Rohar y Saerwen. Los rumores vuelan y vuestros nombres están comenzando a ser conocidos en la ciudad. Seguidme, os llevaré a "La Fragua Inmortal", una armería dirigida por un muy buen herrero y además simpatizante con los Garras Grises. - Pronuncia a la vez que comienza a andar a un paso increíblemente liviano para alguien de su edad. - ¡Conozco este lugar como la palma de mi mano! No seas tímida, elfa. Si necesitas que te lleve a algún lugar de la ciudad dímelo. En cuanto hayamos hecho acoplo de todo lo que necesitamos, partiremos de inmediato y no volveremos a pisar Tantras en unos cuantos días. Así que revisad bien el inventario y aseguráos de que no os dejáis nada.

Dobladas un par de esquinas llegáis al lugar, sorprendiendo al herrero con la presencia de un enano. De inmediato abandona su martillo y sus metales para irse a rebuscar dentro de su almacén. Un cuarto de hora después se presenta con dos conjuntos que parecen ser de la talla apropiada para Rohar: Una primera cota de malla que vende a cien monedas de oro, reluciente y atractiva, y una segunda hecha de placas de bronce, más dura y resistente pero menos estética y cuatro veces más cara.

necesitaria alguna flecha que otra, para reponer mi carcaj- mientra pienso, en los pocos conjuros que tengo preparados, y coloco el otro pergamino de dormir en un lugar donde pueda coger rapidamente.

Rohar agradecio afablemente al atipico halfling Muchas gracias por llevarme hasta esta herreria, es dificil encontrar armaduras de nuestra talla, tu me entiendes verdad termina bromeando pegando un codazo al halfling.

realmente esa armadura de placas es excelente pero no puedo pagarla se lamento para sus adentros, con la esperanza de al menos poder hacerse con la cota de malla trato de regatear con aquella armadura de mallas, sino deberia preguntar por algo mas sencillo de cuero tachonado, la calidad de estas piezas es relamente buena, sois un masestro armero sin duda, para desgracia de ambos mi bolsa esta mas exigua de lo que desaria comenta palpando su bolsa puedo ofreceros 60 piezas de oro y esta extraña gema por esta buena armadura de malla, seguro que podeis aprovechar la piedra para embellecer la espada de algun noble y podreis multiplicar su valor, ¿hacemos un trato ? ofrecio Rohar extendiendo su pequeña y callosa mano.

Acabada su aventura en la herreria el trio se dirigio a su siguiente parada Como de lejos estan ese escondite secreto Reigan, necesitaremos algun vianda para el camino ?

al mostrar la piedra me fijo si esa es igual a la que tengo yo guardada.

A simple vista, tras juzgar el color y la forma de la piedra, no os parece que ofrezca ninguna similitud con la vuestra.