Partida Rol por web

El navío se banboleaba suavemente bajo los pies de Finwë, era un día perfecto para navegar, el mar estaba en calma y y viento soplaba lo justo para que se acercaran a Tashluta con la velocidad justa para observar la preciosa ciudad. Había dejado 15 años atrás aquella ciudad sin saber que sería de su futuro, en ella había dejado grandes amigos y promesas se regresar pronto. Pero ¿Que eran 15 años para la vida de un elfo? Apenas un instante y pero para el mundo de los hombres, tan sacudido por los cambios y el frenetismo, ... pero a la vez tan embriagador...

Al fina la ciudad de Tashluta se hizo visible, la vista del puerto era sobrecogedora, el enorme puente destruido hace una decada se alzaba vigilante sobre los sudorosos estribadores, que descargan a merced del inclemente sol los barcos recien llegados. El alto puente de piedra se cortaba en un abismno, testigo de antiguas luchas. La visión del puente y de las desgracias que en l sucedieron años antes de su llegada a la ciudad le ensombrecieron al recordar los motivos reales de su visita. Sus antiguos compañeros y mentores de la logia de los Bucadores, Paul y Emma Vanderboren habían muerto en un accidente naval, se había quemado la nave donde ellos viajaban. No hubo supervivientes. Ahora Finwë "El Sutil" Anárion, había regresado a Tashluta para presentar sus respetos a la família y ayudarles el esos difíciles momentos.
Aunque ese leve conquilleo en la nuca ... no presajiba una tempoda nada tranquila e indicaba que quizá le esperara algo más, con una sonrisa Finwë cerró los ojos y dejó que la brisa de la mañana la sacudiera los cabellos, ya se vería lo que los Seldarine tenían preaprado para él.

Cita:

Ahora, 15 años mas tarde, sus 2 unicos tutores habrian muerto. El accidente repercutia en su mente al igual que los rayos del sol en su piel. El viento de cubierta agitaba su pelo suelto. El elfo iba erecto en la popa... orgulloso de ser lo que habia soñado. Hacia tiempo que no tocaba puerto, y mas aún de esta ciudad donde habría dejado tanto. Amigos, compañeros, Camaradas... de cualquier modo, lo más importante ahora era poder devolver a la familia de Paul y Emma al menos un poco de todo lo que ellos le hubieran dado.

El barco toco puerto, y Finwë se bajo del mismo con su salto caracteristico. Su habilidad con sus piernas era realmente apreciable, y todo su cuerpo podia torcerse como el lo deseara. Su gracia élfica habia sido incrementada por años de entrenamiento y mareas... y asi fue como al tocar las maderas del suelo, su caida no hizo ruido alguno.

Sin pensarlo demasiado se dirigío al último lugar donde supo que sus fallecidos tutores hubieran vivido...

El puerto de Tashluta era como ningún otro que Finwë hubiese pisado en mucho tiempo, el olor a especias era embriagador, y por todos lados, sudorosos estribadores cargaban con enormes rollos de tela de un sin fin de colores en este último gran puerto antes de dirigirse a las ignotas tierras de Chult o atravesar los oceanos y partir hacia las estrañas tierras de Maztica donde se decía que los aborígenes vivían en casas de oro y de oro eran sus calles. A un extremo los pescadores regateaban y discutían con los vendedores de pescado y los mercaderes por el precio de la mercancía. Repitiendo un coro que se sucedía día a día a lo largo de la vida de aquellos hombres, y si los dioses eran propicios se seguiría repitiendo eternamente.

Los primeros pasos de Finwë resultaron un poco bamboleantes, después de tanto tiempo en alta mar, parcía oscilar todo el puerto y no los navíos allí amarrados, al cabo de unos minutos pasó pero mientras el elfo se apoyaba disimuladamente entre unas enormes cajas de verdura no pudo evitar oir las conversaciones de algunos de los estribadores, al parecer había habido una batalla en el puerto por la noche, un ajuste de cuentas entre piratas decía uno de ellos, mientras el otro aseguraba que no, que el barco asaltado era el de los Vanderboren, el Blue Nixie y que había sido defendido con uñas y dientes por sus empleados. es más, decían que los piratas habían huido en una galera negra tirada por esqueletos de piratas colgados... si... seguro que eran piratas de la hermandad escarlata...

Eljoven elfo se internó por las callejuelas cercanas al puerto para dirigirse a la mansión de sus fallecidos tutores, tras 15 años fuera, el camino no se le había olvidado. Tras apartar al menos a una decena de vendedores ambulantes (el oro de los elfos es simpre bien recibido) encaminó a través del puerto al barrio de los mercaderes.

Recuerdo ese olor como si me hubiese ido ayer... por cierto, como me gustaria viajar a Maztica algun dia, conocer esas legendarias sociedades...
El misterio del Blue Nixie, el barco de sus tutores, acechaba la mente del elfo... iba escuchando a cada lado para enterarse de todos los rumores... la familia tal vez supiera solo un pedazo de lo que realmente habia sucedido, y Finwë sabia por experiencia que el puerto era un buen lugar para reclamar informacion util. Volvere mas tarde, primero visitare a los apenados allegados... la hermandad escarlata invbolucrada... esto es grave pensaba el elfo mientras se dirigia velozmente y esquivando al populacho hacia la apreciada mansion Vanderboren

A medida que el Sutil se iba acercando al Distrito de los mercaderes, el ambiente fue mejorando, las casas ganaban en altura limpieza y poderío. Gentilhombres y mercaderes hablaban haciendo negocios por doquier, y el elfo hechó por unos instantes ya la libertad del mar abierto. Al fin, tras un último recobeco, tal y como le dictaban sus recuerdos llegó a su destino.

La Mansión de los Vanderboren (asi rezaba la placa de latón en la puerta), estaba localizada en la sección este del Distrito de los mercaderes; un muro de piedra de siete pies de alto rodeban la hacienda imposible de ignorar, como era el enorme caserón, una anigua mansión de aspecto gotico de tres pisos que dominaba los jardines a su alrededor. Gargolas de cuclillas rodeaban los miranetes de las ventanas y estatuillas de bronce de nimfas desnudas se repartían por las fuentes de los jardines y en diversos árboles que aislaban a la mansión del trajín de las calles.

Si me dieran a elegir entre un velero y esta mansión sin duda me quedaría con el velero penso Finwë a quien las posesiones materiales nunca le habian llamado demasiado la atención. Luego mira la verja y la campanilla con algo de asombro... Mal acostumbrado al mar y sus tradiciones, todo ello le parecía bastante ajeno... Al menos espero que una linda muchacha venga a abrir la puerta se dijo mientras esbozaba una sonrisa seductora. Luego de reconfortarse, cogio la campanilla y la agito lo mas fuerte posible...

Finwë empezó a sospechar que no había nadie en casa, hasta que un movimiento furtivo de una de las cortinas le indicó lo contrario. al cabo de unos minutos más salió al jardín por la puerta principal una figura menuda, cerró tras de ella la puerta después de decir algo a quien permanecía al otro lado escondido de los agudos ojos del elfo. La pequeña halfling rubia se acerco con un trotecillo leve a la puerta. era mayor de lo que aparentaba en la lejanía, con profundas ojeras y leves arrugas que cruzaban su rostro preocupado.

La halfling, con los brazos en jarra observó desafienate y con cara de pocos amigos al elfo que aguardaba al otro lado de la verja y sacudió la cabeja negativamente.

¿Se puede saber que buscais aquí? Sabed señor que esta es una casa decente... y que ya hemos tenido suficiente de gente como vos en esta última decana como para llenar siete vidas!!!

Soy un viejo compañero de mareas de Paul y Emma Vanderboren. Mi nombre es Finwë, Finwë Anárion, tambien conocido en los mares como "El Sutil". Finwë se esfuerza por dar un buen discurso y proponer una buena presentación de si mismo, pero la voz no es algo que haya heredado de los elfos. Algo en su tono hace que todas sus palabras, a pesar de estar bien intencionada, caigan un poquito mal...
Vengo a dar mi pésame a sus familiares.

La halfling husmeó el aire, como si con ello pudiese oler la mentira. Lanzó una mirada inquisitiva a la puerta de la mansión, que ahora aparecía entreabierta. con un bufido de resignación, la diminuta ama de llaves abrió la puerta de la verja corriendo lo múltiples cerrojos.

Me voy a arrepentir de esto... Pero antes de que entres dentro te voy a decir una cosa jovencito!!! Como molestes con una sola palabra a la señora te las verás con Kora Whistlegap! ¿Entendido?

Y debo asumir que tu eres Kora dice el elfo esbozando una sonrisa sobradora... Tranquila, no tendrás que vertelas conmigo...viejecita Finwë pasa la verja apenas se abre, incluso pone de lado su cuerpo para pasar lo antes posible... tanto tiempo en tierra firma lo está volviendo loco y no quiere pasar mas de lo necesario aqui dentro.

Hace unos pasos, y aguarda a la viejecita para que lo guie a la mansión.

Minentras la halfling empezaba a recorrer el sendero de losas blancas a través del jardín, y no despues de amenzar al "Sutil" si pisaba el sembrado de petunias, Kora, empezá a guiar al estranjero hacía la mansión.
No hubo recorrido la mitad del camino cuando la gruesa puerta de roble de la casa se abrió de golpe. com un torbellino salió de la puerta una hermosa mujer con el pelo de color miel, vestida con un elegante traje azul, empezó a correr por el jardin como un muchacho, perdió primero un zapato un luego el otro pisoteando sin contemplaciones las preciadas petunias de la halfling.

Tio Finwë!! Gritó la muchacha unos metros antes de lanzarse al cuello del elfo.

Hola preciosa, cuantos has crecido! pronuncia el elfo a la vez que acompaña el abrazo de la muchacha y cuanto han crecido tus pechos piensa mientras mira en el escote de la niña... Lavinia... estas irreconocible, niña para el siempre seguiría siendo una niña... habia dejado de verla cuando ella tenia apenas 5 años... Aunque esos ojos son inolvidables

El elfo permite que la niña lo abrace todo lo que quiera... nunca se niega el un cariño a una bella mujer, y por cierto la señorita sin duda necesita del cariño, sobre todo luego de lo que ha pasado. Una vez finalizado el recibimiento le dice Aguarda, buscare tus zapatos y con gracia interna sus manos a través de las petunias para no dañarlas aún mas y recuperar los zapatos de la pequeña dama...

Toma, póntelos a la vez que la ayuda a colocárselos de nuevo. Como te encuentras preciosa? pregunta finalmente como para empezar a conversar de lo sucedido a Emma y Paul.

Tio Finwë!! Cuanto de te he hechadode menos!! -Dijo Lavinia respirando ajetradamente, el pelo alborotado y el caro vestido arrugado, le hacían recordar al elfo a aquella niña siempre llena de arañazos por trepar a los arboles y jugar a los aventureros con los demás niños del servicio. Ahora auqella chiquilla se había vuelto una belleza, de profundos ojos azules, realmente respirando nerviosamente y acalorada por la carrera ...

Si, Lavinia había crecido mucho en aquellos quince años.

Oh! Disculpa ... Dijo Lavinia cuando se sorprendió todavía agarrada al cuello del elfo, un poco azorada se separo de él y FinwË se sorprendió durante unos instantes solo observandola como a una mujer, no como a la pequeña chiquilla a la que le cantaba nanas elfas. Debía medir un 1'70m, y el vestido abierto permitían asomar unas piernas esbeltas y torneadas, al parecer Lavinia había seguido con sus clases de baile todos estos años.

Ven tio, tenemos mucho de que hablar!! Kora, serías tan amable de preapar un refrigerio a maese Finwë?

Por supuesto señora...

Dijo Kora mientras miraba con penas sus petubias pisoteasdas.

Los ojos de Finwë se van de sus órbitas cuando ayuda a Lavinia a colocarse los zapatos y nota las fabulosas piernas de la mujer. Esas clases de baile sin duda han dado sus méritos, la llevaría a la cama ahora mismo, sino fuera por todos los problemas que la muerte de sus padres le deben haber ocasionado el elfo habia estado mucho tiempo en alta mar, y siempre apreciaba la compañía de bellas damas... su "sutileza" dejaba de existir apenas una linda mujerzuela se cruzaba por su camino. Adelante Lavinia... dice con una falsa caballerosidad al llegar a la puerta, en realidad solo con la intención de poder mirarle el trasero cuando se adelantara. Apreciaría algo de beber y tomar, muchas gracias Lavinia, y a usted también, pequeña sirvienta le dice despreciativamente a la mediana, recordándole quien tiene el poder...

Lavinia condujo al "Sutil" dentro de la mansión, atravesaron un recibidor y un pequeño jardín unterior de la casa donde los pajaros exoticos de la selva se sumían en una agradable cacofonía.
El salón comedor al que daba acceso la puerta era comfortable y fresco, iluminado suavemente por la luz proveniente del patio interior por una enorme ventana. Parecía ser una especie de comedor privado, con una mesa lo suficientemente grande para comer tranquilamente una decena de personas. El suelo estba cubierto de una preciosa alfombra de Calimsham con simbolos arabescos. Dominando todo ello un gran retrato en el muro, frente a la puerta, una obra de arte representando a un joven humano muy atractivo con una barba corta y bien cuidada. Finwë reconoció rapidamente la pintura, por los dioses que rapido había crecido tambien Vanthus, el hermano mayor, que ahora debería tener ... unos 25 años.

Tanto tiempo sin saber de ti... y aqui estas de nuevo... Finwë observó la mirada agradecida de Lavinia, un poco ojerosa de con la carga que debía llevar sobre sus torneados hombros.
Dime, por casualidad, has oído alguna notícia de Vanthus?

Desde la muerte de mis padres, no he vuelto a saber de él.

Pues no, mi ahijada Lavinia, no he sabido nada de Vanthus en mis viajes marítimos, no me lo he cruzado ni por agua ni por tierra. No sabes a donde puede haber ido? Alguien lo buscaba? Finwë se sentía algo mal al ver la apenada cara de la muchacha... no sabía si una charla sobre los recientemente fallecidos padres no traería mas dolor aún a la pequeña...

No... entre él y yo pasaron cosas,, hace mucho tiempo... nos distanciamos, jamás hemos vuelto a ser como de pequeños. No se nada de él en las últimas semanas, las malas lñunguas dicen que se rodea de malas compañías... y... bueno...

Lavinia se sentó cansada en una silla y con un aspaviento dió por finalizada aquella conversación, al menos por el moemnto.

Supongo que estarás cansado, pero no te procupes por mi, tengo la situación bien resuelta, he contratado a un par de compañías de mercenarios, unos están a la búsqueda de mi tío, y los otros me han ayudado a recuperar la llave de la fortuna de mis padres, estoy pensando en ofrecerles un trabajo fijo... pero no se si fiarme de ellos, quizá tú podrías hacer algo.