Partida Rol por web

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El mar mecia con calma la Enlutada y el ruido del ajetreado puerto de Tashluta sonando más allá de lo ventanales del camarote de capitan no contribuían para nada a calmar los turbulentos animos del capitan Jack Sparrow, despúes del desastre de la última aventura, con la tripulación mermada y la Enlutada demasiado dañada para ser marinera se habían tropezado con un maldito navío de la Hermandad Escarlata, ya era mala la competencia para un honrado pirata como Jack para que además una panda de asesinos embrutecieran el buen nombre de los piratas en este mar usando hechicería, no era justo, aquella maldita bola de fuego casi le había hecho saltar en pedazos a él y a la popa de la Enlutada. Solo la velocidad de esta le había permitido huir del combate y arribar a aquel puerto antes de que se hundiera la nave.
Así que allí estaba, en una ciudad desconocida, con un misero botín, pocos hombres y teniendo que afrontar unas reparaciones que quiza tendrían la Enlutada en dique seco durante algunas decanas... Bueno, al menos seguro que habrían por lo menos media docena de buenos burdeles para conecedr y al menos todavía no debía dinero en ninguno.
Unos gritos en cubierta sacaron a Jack de su ensimismamiento al reconocer los gritos de furia del segundo de abordo, el Señor Stimback que prosedían de la cubierta.

El capitán salió de sus pensamientos al oír loa gritos del Señor Stimback ¿ que demonios sucederá ahora ?- se pregunto, mientras apuraba la copa de vino que yacía junto a un par de libros de antiguas cartas de navegación. los mismos presentaban claras huellas de huso y los mismos ya se abrían por alguna que otra hoja de tanto haberlos hojeado. Se ciñó las armas, y se dirigió hacia las escaleras de la enlutada que conducían hasta cubierta.
Cuando salió a cubierta el viento le acarició su rostro, al igual que harían dentro de pocos algunas de las chicas. Miró a su alrededor en busca de Stimback
¿ que sucede ahora ?- grito para que su voz se impusiera al ruido del viento y por encima de las demás voces que parecían haber en ese momento en cubierta

El capitán de la Enlutada observó el tumulto que había en SU cubierta, el Señor Stimback levantaba el puño amenazadoramente ante un tipejo que no habría desentonado nada en su cuadrilla de bribones; era un hombre calvo, de mediana edad con la tez cetrina con una cicatriz irregular en su frente y la cabeza afeitada. Un tatuaje en uno de sus brazos parecía bastante sospechoso, el tipo de tatuaje que llevaria un pirata.

Estas condenadamente loco rufian!! No voy a pagarte 50 mo por el derecho de amarre!! Antes reduzco el maldito muelle a cenizas!! -Gritaba Stimback con la cara carmesí- Esto es un robo!! Y nadie roba a un ladrón!!.
El hombre de tez cetrina permanecia con los brazos cruzados y con un ademán de superioridad mientras miraba con aparente cansancio a Stimback.
Capitán, nos erstan intentando robar como a unas chiquillas el virgo!! El Capitan Sparrow pudo ver como los pocos tripulantes que había en la Enlutada iban llevando sus manos a sus armas con gestos hoscos.

Vaya... Así que tu eres el capitán de esta bañera? Preguntó el desconocido con desdén. Mi nombre es Soller Vark y soy el ayudante del burgomaestre del puerto, teneis que pagar la tasa de amarre.

Escuchame rata de agua dulce, esa cantidad no la pago ni por una puta de lujo. - jack estudió al tipo, del mismo modo que un cocinero estudiaria uno de sus guisos.

Vark observó al Capitán Sparrow con arrogancia, tras mirarlo de arriba a bajo soltó un soplido.
-Joder!! No me estraña que esta cáscara de nuez se medio hunda en mi muelle, si un niño de teta hace de capitán!!
Vark miró con ojos amarillentos y sin pestañear a Jack Sparrow, se le hacercó lo suficiente como para que este pudiera oler la peste que provenia de aquella boca de dientes podridos.
Mirad "mi Capitán" teneis dos opciones, me pagais la tasa de amarre de 50mo o te llevas esta mierda de aquii... y no crea que puedas llegar muy lejos.

Mira " Vark " el unico oro que veras de mi son als 10 po reglamentarias, me parece bien que tu hermandad se quiera enriquecer, pero ahora estas hablando con Jack Sparrow, el hombre que se rio a la cara de la misma muerte, aquel que ha escapado de los reductores de cabezas. - Jack se acerco al tipo, s epuso tan cerca que no hubiera cabido entre los dos ni un pelo.
Niño de teta dices... he bebido mas alcohol, follado a mas mujere, saqueado mas puertos y barcos de los que tu y tu hermandad podeis ni siquiera soñar -dijo esto marcando con toda la autoridad posible cada una de sus palabras

Tras decir estas palabras Jack Sparrow se congratuló gozoso al ver como sus hombres con caras de pocos amigos rodeaban a ese tal Vark, vio incluso como alguno de ellos sigilosamente iban sacando oxidados pero mortales machetes de sus cintos listos para rajar el cuello de aquel impertinente.

Jack miró al tipo de hito en hito, fijamente y sin dejar de sonreir, una de esas sonrisas que volvian locas a las chicas, pero que a los tipos como ese solian poner nerviosos.

Me parece que ya esta todo hablado ¿ no ?

La cetrina tez de Vark palideció levemente, Jack supuso que ese tipejo no tardaría mucho en encontrar a alguien con quien desahogar su furia, pero ese alguien no iba a ser el Capitan Jack Sparrow.
Muy bien... No sabes quien soy yo... Te acordarás de esto "Capitan"-Escupió Vark antes de salir de la Enlutada entre los insultos y burlas de sus marineros.

Recuerda este dia como el dia en el que casi timas al capitan jack sparrow-Jack se giro hacia sus hombres y apesar de que su voz era atronadora y dura en ese momento, la expresion de su cara les decia a sus hombres que habian hehcoun buen trabajo

A que estais esperando marineros, venga, tenemos trabajo que hacer, cuidado con esas jarcias, cojed ese cabo, atentos a la maniobra , tenemos un trabajo que hacer

La Enlutada, ya amarrada desde primeras horas de la mañana era hogar de una actvidad febril, los marineros trabajaban a destajo con las reparaciones, pero para el Capitán era todo demasiado lento. No había sido muy bueno el recibimiento en Tashluta, y las cosas como iban ultimamente solo podían ir a peor.

El veterano Señor Stimback, que ocupaba el puesto de primer oficial de la Enlutada desde antes que el capitan Sparrow se hiciera cargo de ella y que ya sirvió con el temible pirata Rogers llamó cuando ya se iba poniendo el sol al camarote del capitán, abrió la puerta sin esperar a oir nada.
Jack,las reparaciones de la niña-siempre llamaba así al navío en privado- prosiguen pero lentas, me temo que ese gilipollas de Vark tenía razón, me temo que vamos a estar en dique seco durante dos decanas y eso si conseguimos materiales para las reparaciones, además los hombres quieren ron y mujeres, estan bastante descontentos de las´últimas salidas.

Creo que se han merecido un par de dias de permiso, mientras bajaré hasta el pueblo y mirare de conseguir los materiales que necesitamos aunque para ello tenga que robarselos al barco del comandante-Jack miro a Stimback. Han sido dias duros para los hombres, Algo de ron y alguna mujer haran que se pongan las pilas de nuevo. ¿ que piensas amigo, hacemos dos turnos? No debemos djar a la niña sola, puede ser peligroso

Los ojos del Señor Stimback se entrecerraron, creiendo adivinar de antemano quien de los dos se quedaría aquella noche en cubierta.

Muy bien Jack, organizaré los dos turnos, los hombres necesitan descansar

Stimback se dirigió a la salida del camarote pero se detuvo un momento en el dintel de la puerta, solo una cosa Jack-le dijo con el rostro muy serio,

recuerda que tu obligación es conseguir dinero o mercancías para poder reparar a mi niña y... no dejes que a los que les debes dinero vengan hasta aquí ¿quieres?, es malo para la moral de los muchachos.

Tranquilo, traeré el dinero para reparar a la niña y una aventura bajo el brazo para que podamos enriquecernos un poco. Mañana por la mañana estaré aqui de nuevo y entonces podrás desenbarcar tu, - Jack cogió su petate con sus cosas entre ellas el vestido de noble, tras esto se encaminó sus pasos hacia el puerto, un solo pensamiento ocupaba su mente.

Debo encontrar el dinero y los materiales para reparar a la niña y ya de paso no estaria mal embarcarse en alguna aventura que nos reportase algo de efectivo que poder gastar

A aquellas horas el muelle estaba sereno y quieto como una tumba, los honrados pescadores se retiraban las tabernas y a sus casa mientras que los chulos, las putas baratas y los cortacuellos convibían con marineros de permiso en búsqueda de algo de diversión.