Partida Rol por web

El olor de la ciudad es impresionante -un asalto a los sentidos con especias exoticas, humo, humanidad y alcantarillas, hace que los perfu,es y las velas especiadas sean una comodidad típica.-
Tashluta se divide en siete distritos diferentes, cada uno con una personalidad característica. Esos distritos están separados por muros internos y por los canales o rios. Competiciones amistosaas son típicas durante las celebraciones.
Situado en el extremo de la civilización Tashluta ha sido siempre el objetivo de assaltos por tierra y mar; los piratas de la Flota Carmesí, los bullywugs (hombres-rana de los pantanos), e incluso ogros y gigantes han caído sobre la ciudad. Y a pesar de ello, la orgullosa ciudad solo ha caído una vez.

Despues de el baño relajante y perfumado y de acicalarme para la ocasion, paseo de camino a casa de Lavinia Vanderboren por la posada donde vi entrar al tipo extraño la noche anterior. y me tomo una copa de vino an tes de ir a comer, mientras observo a la gente alli congregada

Nayla, aún curiosa por lo de la noche anterior, volvió después de arreglarse a la posada donde había perdido de vista a aquel extraño, apenas le quedaba tiempo para llegar puntual a la cita, pero exprimió el escaso tiempo que le quedaba.
Cuando estaba a punto de desistir, vio al estraño ataviado con ropas oscuras y una capa gris ceniza que salía con presteza de la posada mirando a ambos lados de la calle como si temiera ser espiado.

Me dirijo hacia el lugar de encuentro para la cita pero siguiendolo a el ( es decir sin cambiar mi ruta pero intentando seguirlo ) Lo sigo distraidamente sin esconderme pero tampoco siente esa sensacion de que lo siguen por que no lo miro fijamente sino que lo siguo con el rabillo del ojo

Nayla se decidió a seguir a aquel tipo mientras pudiera, una cosa era bien cierta, que el destino reparaba siempre sorpresas. Nayla observó como el desconocido, a pesar de vacilar un poco y perdir indicaciones a los demás peatones parecía dirigirse directamente al Distrito de los comerciantes, y una vez allí enfiló directamente hacia Blue Skink Lane.

Nayla asombrada por la dirección que toma, ¿sera posible que vayamos al mismo sitio?¿es extraño? decido continuar siguiéndolo en la medida de lo posible.

Jack después de darse un baño y asearse volvió a bajarse sentia renovado, se calzó rops limpias y se dirigio a salir de la posada, una vez fuera se encamino hacia el sur, que e sdonde supuso que estaria la parte rica de la ciudad, lueog una vez ahi y con estas ropas no creia que le fuera muy dificil de averiguar algo de esa mujer.
Esa mujer parece saberlo todo de mi, mañana no quiero estar en desventaja. Uhmm se me ha ocurrido una idea, comprare una botella de vino para mañana ir a comer, no es de buena educacion prsentarse con las manos vacias a casa de una dama
Jack siguio hacia el sur mientras echaba un vistazo a su alrededor, mientras pasaba, sus sentidos estaban alerta, el se habia criado en una ciudad comoe sa, y sabia lo peligrosas que podian ser esas calles, asi que mantuvo bina a mano sus dos armas

Dirigiendome hacia el districto de mercaderes y preguntando el nombre de la calle para llegar,con paso firme y decidido.
Intentando llegar antes de la hora de comer para no llegar tarde.
¿Quien sera? ¿Quien quiere mis servicios como mercenario?¿Como sabe que estoy buscando trabajo y para que?
Para eso debere ir y saber quien es.
Cuando llego a la casa antes de llamar,la examino y observo antes de nada.

Nayla pasó el brazo entre el desconocido y notó la misma sensación de quemazón que cuando lo vió en el callejón, miró alrededor de ella y vio a un tercer sujeto de brazos cruzados observandoles con rostro levemente torcido en una sonrisa.
Vestía las ropas típicas de un Dandy, aunque por tal y como se mecía de un pié al otro parecía más un bailarín que alguien que no estasba acostumbrado a sudar.

Como ha dicho la señorita estamos invitados a comer hoy con la señora.
Sacando se un bolsillo la carta hace entrega a la halfling.
Aqui tiene la invitación si no se lo cree.
Acercandose a al oido de Nayla le dice:¿Como sabes lo de anoche o acaso sabes lo que paso?
Espero que no tengas nada que ver con anoche, si lo vistes ya sabes porque.
Con una mirada penetrante mira a Nayla y sin darme cuenta dirijo la mirada a la halfling,entonces miro a la mujer que esta al lado con la misma mirada,me doy cuenta entonces y dejo relajar,dejando la mente en blanco como pueda.

De verdad, qué gente más rara!! A ver qué es lo que ofrece esta señora... Porque...

Mis pensamientos van de un lado para otro, observo a los tres que tengo al lado, cuando me doy cuenta que uno de ellos, el más raro de todos me está mirando...

¿Y este qué mira? Jazzminne, no te fies de ninguno...

Voy apoyando mi peso primero en un pie, y luego en otro... No estoy acostumbrada a llevar este tipo de calzado y los pies empiezan a dolerme un poco, a ver si la halfling nos deja pasar y puedo sentarme un poco, además, tengo ganas de poder ver la mansión por dentro, si por fuera es impresionante, no me quiero imaginar como será por dentro...

Por lo que puedo observar, también habeis sido invitados a comer, mi nombre, como bien le dije a ella, es Jazzminne... ¿Alguno de vosotros sabe para que hemos sido convocados?

Quiero romper un poco el hielo, quitar la tensión que hay en el ambiente... Sonrío cortesmente al de la mirada penetrante...

Susurrandole al oido al que tengo agarrado por el brazo, eso me ha sonado a amenaza.

Se lo que sucedio ayer por que estaba presente aunque no tengo nada ver con el suceso simplemente estaba en el sitio equivocado en el momento equivocado.

y al mirar a Jazzminne sonrio de la manera mas cortes que puedo.

Mi nombre en Nayla, encantada, pero desconozco los motivos de la invitacion, dicho esto, miro al dandy a la espera de que tambien se presente

Kora, arrugó aún más en entrecejo y farfullando algo, cojió unos diminutos lentes hechos a medida y se los puso sobre el puente de la nariz.
Observó detenidamente las cartas manuscritas detenidamente una y otra vez, y acercó las notas a sus ojillos hasta casi hundir la cabeza en ellas. Acto seguido, miró fijamente a Jazzminne.

Parece, parece que esta es la letra de mi señora, deben disculparme pero no se me había notificado nada.-La mirada se dirigió de manera glacial a Nayla-

Les acompañaré al recibidor y avisaré a la señora de que están ustedes aquí.

Dicho estó llevó una de sus diminutas manos al impoluto delantal y sacó una llave de hierro tan negro como la verja, se puso de puntillas y abrió la cerradura con destreza.

Siganme y por el camino esfaltado por favor, el jardinero hace poco que ha terminado de replantar el cesped, con este calor no dura.

Acto seguido, empezó a andar hacia la mansión, si girarse a mirar si los cuatro invitado la seguían o no.

Nayla con paso decidido y sin dejarse ir del brazo del tipo extraño al que se habia agarrado abanzo detras de la hafling. Asegurandose que el resto de los invitados tambien la seguian.

El grupo de extraños empezóa a avanzar por el rico enlosado, con el olor de la hierba humeda y fresca bajo sus pies. Una concentración inusitadamente alta de loros y otras aves exóticas bebía en una fuente del patio cercana a un frondoso árbol, a resguardo del sol del medio día. La puerta de la mansión se abrió espantando a los pajarillos y arrancandoles silbidos de protesta.

De la puerta surgió un hombre de metro ochenta con espesa barba castaña, enfundado en una coraza de exquisita manufactura, vestía un sobreveste verde, y una capa del mismo color, se quedó de brazós cruzados a escasos pasos del dintel de la puerta esperando la llegada de la comitiva. Su mirada agresiva no hacía presumir nada bueno.

Otras tres figuras salieron de la oscuridad de la mansión, una hermosa mujer, de unos 20 años ataviada con una túnica verde esmeralda, un semielfo delgaducho, con una camisa verde y jugeteando con un cuchillo de lanzador entre los dedos y un corpulento y acahaparrado enano con una armadura de escamas tintada en verde. Los tres se colocaron en forma de media circumferencia detras del hombre de la barba.

Kora, quienes son estos tipos y a que han venido. -Dijo el hombre de la barba sin ni siquiera volver a mirarlos- No me gusta ver estraños por aquí