Partida Rol por web

Morgran pregunta desde su posición.

¿Estás bien? ¿Sabes si los trasgos han dejado alguna trampa?

Mientras sus compañeros entran en la habitación, Neblin aprovecha para saquear los cuerpos de los trasgos muertos que han quedado atrás, sólo parando cuando la luz de Galid deja de iluminarle: Eh, esperadme... y no llega a decir nada más porque al atravesar la puerta se queda con la boca abierta ante la belleza de la mujer que habla.

Cita:

- Trampas, no, no creo, no se nada de trampas - se sacude las cadenas - enano, mi amable y precavido enano, ¿podríais quitarme estas cadenas por favor?

Neblin, tú sabes más de estas cosas. Mira a ver si hay algún problema y libérala si no es así. - Morgran apoya su mano sobre el hacha.

Nosotros te respaldamos.

Mialee coge a Neblin antes de que pueda moverse.

- Un momento, aquí hay algo que no me cuadra....¿dónde están el resto de prisioneros?

La elfa sigue con sus espadas en la mano aunque con los brazos al lado del cuerpo y examina la habitación con su mirada.

Roerkas se había dejado llevar por su natural caballerosidad y esperaba que Neblin intentara forzar las cadenas para, si tenía problemas, ayudarle con su gran martillo.

Sin embargo, las palabras de la elfa le hacen ponerse en guardia. El combatiente semielfo tenía demasiada sangre de humano, y a veces se dejaba llevar por su impulsividad. Habiendo vivido tanto en esta mazmorra, bien valía empezar a ser precavido...

No saca su arma, pues sería una flagrante falta de gentileza en caso de que las sospechas sean infundadas, pero sí acerca la mano a su mango, esperando respuesta.

Al ver que os quedáis plantados en la puerta la mujer coge una rabieta y empieza a agitar las manos haciendo resonar las cadenas

- Pero no habéis venido a rescatarnos.... no me digáis que estáis con ellos, no puede ser, no puede ser - empieza a llorar

Cita:

- Y yo que se, solo he visto a Thurann, ese zagal incluso nos consiguió algo de comida - dice entre sollozos - solo tiene ocho años, hasta hace unas horas compartíamos habitación, ahora no se que es de él - mas sollozos

Os recorre con la mirada y sus ojos se posan en Roerkas - Y vos gentil caballero, no rescatarías a una dama en apuros - habla como si hubiera escuchado demasiadas historias a los juglares y bardos.

¡Oh, vamos!

Sus amigos parecían dudar aún, y no se decidían a actuar para liberar a esa mujer. Roerkas no era un insensato y, por tanto, no podía desoir del todo la advertencia de Mialee, pero tampoco quedarse quieto. La mujer ya había contestado a la pregunta de la exploradora, y su respuesta había parecido satisfactoria al guerrero. Si tenían más preguntas, Roerkas no tenía inconveniente en que las hicieran, por mayor seguridad, pero mientras tanto él mismo la liberaría.

Preguntad lo que queráis, pero yo, mientras, voy a sacarla de ahí.

Sin más, el semielfo avanzó hacia el interior de la sala, dispuesto a romper de un golpe la cadena que la mantenía presa, ya que Neblin parecía mucho más reticente tras la advertencia de Mialee.

¿Donde se ha metido ese viejo de Sertanian?, siempre se esconde cuando combatimos y nunca está cuando lo necesitas... el mediano hace amago de salir a buscarle, pero al escuchar a Roerkas se maldice por dejar que se le haya adelantado y se queda a observar: Bueno, mejor así, yo ya tengo a Bree esperandome, y con esta me iba a acabar doliendo el cuello de tanto mirar hacia arriba...

Galid entra en la sala, iluminándola en parte con la luz de su bastón. Mira a la prisionera, y aunque no se da prisa en ayudar a liberarla, no muestra la desconfianza de alguno de sus compañeros.

Vamos, sacarla de ahí para que podamos llevarla junto al resto de los liberados. El enano Adronsius ya nos dijo que en esta sala estaría la tal Jalissa. No se porque tendríamos que esperar más prisioneros aquí, Mialee- el mago se adelanta unos pasos, avanzando tras Roerkas, y alumbrando a este para que pueda ver mejor a la hora de dar el golpe en la cadena.

Morgran se queda unos pasos por detrás de sus compañeros mirando las tumbas con cara de pocos amigos y con su hacha lista y dispuesta.

Roerkas se adentra en la sala entre los sarcófagos y.... llega hasta la prisionera sin ningún problema. A Jalissa se le ilumina la cara al verle venir.

El semielfo usa el martillo para hacer palanca y revienta las cadenas haciendo que Jalissa le mire por unos instantes con ojos como platos ¡vaya fuerza!

El semielfo pone sonrisa de satisfecho hasta que la prisionera se le tira encima le rodea con los brazos de los que cuelgan los grilletes con las cadenas rotas y... le da un sonoro beso antes de enterrar su cabeza en el cuello de su liberador y estrecharle entre sus brazos en un abrazo que hace enrojecer a Roerkas.

El resto que os disponíais a ayudar a vuestro compañero os quedáis impactados con la escena, algunos desviais la mirada con cierto pudor, Neblin sonrie y silva a Roerkas animándolo

Fijaos que galán está hecho el grandullón, que callado se lo tenía... el mediano sigue animando al semielfo aparentemente desconociendo que sus comentarios puedan incomodarle hasta que se fija en los sarcófagos.

Mmm, que tenemos aquí... Neblin se acerca interesado y empieza a examinarlos, y justo cuando se agacha junto a uno de ellos una gema que no habíais visto hasta ahora cae de su bolsillo rodando por el suelo durante unos instantes tan cortos que algunos no están seguros ni de haberla visto. El mediano sigue concentrado en su examen como si nada hubiese pasado.

Ten cuidado con eso, canijo. Lo último que me gustaría es levantar a los muertos indignados porque alguien ha querido echar un vistazo a su lugar de descanso eterno... - comenta Morgran al mediano mientras sonríe por la escenita montada por Roerkas.

Cita:

Te das cuenta que son como los que visteis anteriormente, con otros grabados y decoración, pero con una tapa de piedra que debe pesar mas de cien kilos de peso y que aún entre varios será difícil de mover. Así que te vuelves hacia el resto y empiezas a pensar a ver a quien convences para que te los abra.

Mialee lee la mente del mediado y se acerca para empujar la losa.

Galid alza una ceja al ver el ímpetu con el que Jalissa se lanza a los brazos de Roerkas. Mordiéndose la lengua para no hacer ningún comentario mordaz sobre la actitud de la joven, el mago se apoya en una de las paredes, sin tomar parte en el levantamiento de las tapas de los sarcófagos.

Morgran mira desaprobadoramente a Mialee.

De él me lo podría esperar. ¿De verdad vais a profanar el descanso de los muertos?