Partida Rol por web

Scythe

Prólogo - Álvaro Díaz de Vivar

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22/06/2018, 18:32
Director

 

Base Militar del Peñón de Alhucemas

 

 

Está anocheciendo en el islote, desde su atalaya puedes observar la costa marroquí tan cercana. A tu lado pasan un comando de Regulares que caminan hacia su barracón prestos a descansar ya que mañana la acción empezará con la salida del sol.

A tu lado está Augusto Reverte, tu mando y mentor. Lo notas serio y es normal ya que mañana la escuadrilla Milano entrará en acción y los informes de la situación en el Monte Gurugú no son del todo fiables.

Con voz seria pero amable te comenta la situación:

- Mañana estaréis solos durante la incursión, nuestros pájaros no controlan los cielos debido a sus numerosos antiaéreos...el ataque será justo antes de la salida del sol para aprovechar su nula visibilidad y que la noche en ese momento es más oscura. Deberéis ser precisos y llegar a su artillería antes de que puedan reaccionar. - hace una pausa y saca una cajetilla de celtas, te ofrece uno - Debéis inutilizarlos lo antes posible, luego avanzar hacia sus antiaéreos y bloquearlos antes de salir cagando leches de allí ya que desde Melilla nuestros obuses destrocen la zona para garantizar que la infantería de Marina con sus blindados avanza y toma posiciones... - enciende el pitillo y le pega una calada larga, tras expulsar el humo te pregunta por tus hombres  - ...¿Cómo ves a tu ala? ¿Crees que Martín estará preparado? Sólo lleva un par de meses en la escuadrilla...

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22/06/2018, 22:02
Álvaro Díaz de Vivar

El puesto de vigilancia era excepcional, pero el paisaje que contemplábamos desde aquellas alturas en nada se parecía a lo que íbamos a encontrar a la mañana siguiente, eso lo tenía bien claro.

Reverte estaba serio, no más que yo pero su seriedad era más grave. Después de todo, era mi superior, aunque también había sido un mentor para mí. Nos jugábamos mucho en esa misión, como era habitual cuando requerían nuestro servicio, pero carecíamos de apoyos que el ejército había podido facilitarnos en otras ocasiones.

Siempre estamos solos, señor. -Contesté cuando hizo una pausa- Somos la Milano, no pedimos ayuda, somos la ayuda. -Aquella era una consigna de la escuadrilla, que nos repetíamos unos a otros constantemente para mantener elevada la moral. Acepté el celta que mi superior me ofreció y saqué un mechero, ofreciéndome a prender el suyo antes que el mío. Sin embargo, ya tenía su propio encendedor en la mano, así que me limité a encender mi celta y dar una larga calada mientras asimilaba las instrucciones- Martín tiene el conocimiento, preparación y entrenamiento necesarios, señor. El valor se le supone, algo que mañana dejaremos de decir de él. Está preparado. -Afirmé con convicción, entrecerrando los ojos al dar una nueva calada- Si tuviera alguna duda, ya lo habría devuelto al agujero del que salió. -Inspiré profundamente, con la vista fija en el paisaje marroquí que se veía al fondo- Mañana volaremos por el infierno, pero será un día glorioso. Esperemos poder brindar por España a estas horas.

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25/06/2018, 12:08
Director

- Siempre es un placer escucharte hablar... - dice sonriendo tu mentor aunque al momento se vuelve a tornar serio - ...pero esta vez hay que tener cuidado, tengo un contacto en el CESID...un viejo amigo especializado en Marruecos y según sus informaciones al parecer saben que usaremos a la Milano para un ataque...han llevado a sus mejores hombres, no van a ser conscriptos haciendo la mili...verdaderos soldados y seguramente con fe ciega a sus líderes...

Se gira dando la espalda a la costa marroquí y te pregunta:

- ¿Te han dado el nuevo equipamiento? Me comentó el técnico de CETME que probarás el nuevo arma...¿es cien por cien nacional o una copia americana?

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25/06/2018, 18:51
Álvaro Díaz de Vivar

No me inmuté ante los halagos de Reverte. Había un gran respeto mutuo entre ambos, aunque por razones obvias fuera mayor en mi caso, pero ya nos conocíamos lo bastante como para disfrutar de nuestras conversaciones. Sin embargo, mis ojos le buscaron inmediatamente cuando me di cuenta de que trataba de advertirme. Sus contactos nunca iban mal encaminados, y no hacer caso a las indicaciones que le filtraban sería la obra de un necio. Aunque eso no implicaba necesariamente dar un paso atrás, pues las órdenes venían de arriba.

No hay soldado más verdadero que un verdadero soldado español. -Afirmé con más rotundidad de la que albergaba en mi interior. Aquella era una arenga más propia de animar a la tropa que de replicar a un superior, pero posiblemente su fin real era insuflar valor a quien la enunciaba- De modo que nos estarán esperando, ¿no? -Mis ojos se entrecerraron, pensativo. Cuando el enemigo esperaba algo concreto, siempre era buena estrategia concederle otra cosa distinta. Pero ¿cómo podía la Milano atacar por sorpresa cuando la esperaban, sin variar el orden de batalla? Era algo en lo que debía meditar, cómo actuar con la escuadra de un modo diferente a lo habitual, para sorprender a sus defensas. Sin embargo, tales planes habrían de aguardar a un momento de soledad, pues mi mentor me preguntaba por la nueva arma- ¿La nueva pistola? Sí, ya me han entregado la... Tizona. -Una sonrisilla irónica se me escurrió bajo el bigote- Muy graciosos con el nombre, desde luego... No estoy completamente seguro, pero creo que han tomado algo americano como referencia para crear algo cien por cien español. Al menos, eso quiero creer, que no es una burda copia. -Expuse encogiéndome de hombros, antes de dar una nueva calada al cigarro- Las pruebas en galería de tiro y circuitos cerrados han sido satisfactorias, así que no veo por qué mañana iba a ser distinto.

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01/07/2018, 17:05
Director

Tu mentor escucha tus palabras y sonríe cuando afirmas con rotundidad, te ha adiestrado bien para que seas un mando hábil y querido por sus subordinados. Pocos de esos hay ahora en las filas del ejército español aunque él parece querer hablarte de uno.

- Tengo que presentarte a un viejo amigo mío, es un mando del glorioso regimiento Alcántara. De momento es teniente de una de sus alas de caballería pero será el ala que ataque el flanco marroquí en el momento de vuestro ataque. Es buena persona y como tú alguien que se preocupa de sus hombres...acaba de salir de un arresto de quince días por negarse a realizar una carga sin sentido contra una posición cerca de Tetuán...le han levantado el arresto al enterarse el general Yagüe de los motivos del mismo y al tener toda la razón de que atacar a caballo dos puestos de ametralladora bien pertrechados era un sin sentido. Lo tienen en muy alta estima en el gobierno central y creo que pronto será ascendido...

Camináis a través de la base hasta llegar a un hombre rubio, de unos veintitantos años. Está afilando su sable de caballería y podéis ver que ha verificado y engrasado todas sus armas que están secando aprovechando los últimos resquicios de sol y la brisa cálida que proviene de tierra.

A medida que os acercáis parece detectar vuestra presencia y saluda sin dejar de afilar su sable:

- Buenas noches  Teniente Coronel Reverte... - levanta la vista y al divisarte sonríe y añade - ...y supongo que usted debe ser el Capitán Díaz de Vivar. - Apoya el sable sobre un trapo y tras limpiarse las manos se acerca a ti y te da un buen apretón de manos a modo de saludo - ...creo que usted y yo mañana lucharemos codo con codo contra el enemigo...

Luego saluda a Augusto con otro apretón de manos y éste lo presenta:

- Álvaro, este es el teniente Silva del regimiento Alcántara.

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03/07/2018, 10:13
Álvaro Díaz de Vivar

Mis ojos se desviaron para observar a mi mentor de reojo, cuando mencionó el arresto de aquel hombre. No parecía que alguien encerrado en un calabozo por desobedecer al mando fuera la mejor de las compañías, al menos a priori. Sin embargo, cuando expuso los motivos de su decisión no pude sino cerrar los ojos y suspirar.

¿De veras? ¿Caballería contra ametralladoras? Creía que esa era una lección que habíamos aprendido ya en la Primera Gran Guerra... -Comenté con cierto sarcasmo, volviendo a mirar al frente- Se que es irónico, dado mi apellido, citar precisamente el Cantar de Mío Cid, pero en ocasiones hay señores que no están a la altura de sus vasallos. -Mencioné, sin recitar las palabras textuales de la obra: "Dios, que buen vasallo, si tuviera buen señor"- Será un honor conocer a un verdadero español, dispuesto a luchar por lo que es justo.

No tardamos mucho en encontrar a aquel hombre. Cabello rubio, corrección tanto en el peinado como en la uniformidad, daba el aspecto de alguien regio y disciplinado, alguien que trataba de dar siempre lo mejor de sí. El tipo de hombre con el que podía congeniar.

Teniente Silva... -Tras dejar caer el cigarro, prácticamente terminado, y pisar la colilla, apreté su mano con firmeza, sin perder mi rictus serio habitual. Era difícil verme sonreír, sencillamente no formaba parte de mi personalidad- Me han hablado muy bien de usted, su reputación le precede. En efecto, parece que usted y yo tendremos mucho trabajo mañana...

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04/07/2018, 08:25
Xabier Silva y Andrade

- Lo tendremos, pero será un glorioso trabajo. Mis jinetes están listos para la carga y esta vez contaremos con el factor sorpresa que nos dará su unidad...mientras miren al cielo no verán como rodeamos sus posiciones avanzadas y caemos a su espalda... - dice sonriendo - ...ya he mandando tomar posiciones a mis tiradores para que eliminen a sus vigías y batidores. Es una misión arriesgada ya que estarán varias horas en territorio enemigo sin cobertura pero son todos voluntarios y con hijos que perpetúen su apellido...así su valerosa sangre no se perderá del todo en caso de salir algo mal, aunque a Dios le ruego que eso no suceda.

Parece que él ya ha comenzado a mover las fichas en el tablero.

- Mis tiradores a su señal se cargarán los focos para darles una oscuridad valiosa, no le puedo garantizar que apaguemos todos pero sí que habrá menos luz de lo que es de esperar... - hace una pausa y te pregunta - ...me comentan que liderará el ataque, creo que somos de los pocos mandos que hacemos eso. Aunque en mi caso soy un simple mando medio, en el suyo ya tiene un rango admirable capitán.

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05/07/2018, 08:41
Álvaro Díaz de Vivar

Fui asintiendo con seriedad a medida que Silva y Andrade iba desgranando el plan de acción, dejando claro que lo tenía bien estudiado. Me gustaban los oficiales que tenían las cosas claras, que no se perdían en conjeturas ni en valorar demasiadas posibilidades. Improvisar era algo que debía hacerse sobre el terreno, en base a la experiencia y la capacidad de reacción. Estaba bien valorar opciones en la tienda de mando, sobre un mapa, pero a la hora de la verdad, nada de eso contaba de verdad.

Como ve, es un trabajo en equipo. -Indiqué al término de su exposición- Ustedes contarán con el factor sorpresa, que nosotros les brindaremos gracias a la limpieza que ustedes harán del terreno previamente. Somos engranajes de una maquinaria bien construida, y mañana comprobaremos si bien engrasada.

Una breve pausa dio paso a un comentario acerca de mi implicación en las acciones de combate junto a mis hombres, que me hizo enarcar una ceja levemente. No era el primero que hacía referencia a ello, aunque era de los pocos que lo hacían como algo positivo. Había recibido "recomendaciones" de no arriesgar más de la cuenta, dada mi graduación, pero siempre había hecho caso omiso de ellas.

No quisiera pecar de... exceso de modestia, si sabe a qué me refiero... -Comencé a decir, con evidente incomodidad- ...pero considero que mis galones son algo, digamos, circunstancial. Soy un soldado español, y es como soldado como puedo servir a mi país. Me temo que no sería de gran utilidad en un despacho, analizando un plano e informes de Inteligencia. Es en primera fila de batalla donde tengo algo que ofrecer, donde me siento útil. ¿Aspira usted a otra cosa, teniente? Creo que está muy bien considerado en Madrid, no debería costarle demasiado ascender como la espuma con acciones como la que va a protagonizar mañana...

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09/07/2018, 15:57
Xabier Silva y Andrade

- Ahora solo aspiro a no perder a muchos hombres mañana, prefiero ir día a día...batalla a batalla. Y si ganamos la de mañana es posible que la guerra sea cuestión de días... - comenta oteando el horizonte. Mira hacia donde se supone está, más allá de lo que alcanza la vista el Gurugú. - Pero sí, algún día intentaré evitar que mandos como los que tenemos piensen que un número de vidas segadas es asequible...quiero que se valore la vida de nuestros soldados y se mejore el equipamiento... - mira para Reverte y comenta - ...ya te habrás enterado de que la compañía de fusileros que debería darnos cobertura mañana está indispuesta por culpa de raciones caducadas ¿no? 

Reverte asiente en silencio. No es el primer caso de una unidad que enferma por culpa de comida en mal estado, en este caso fueron latas de alubias con carne que llevaban almacenadas en condiciones precarias durante demasiado tiempo. También era algo habitual que los peines de balas para los fusiles se quedaran encasquillados debido al óxido por tenerlos amontonados en inmensas naves al lado del mar. Eran cosas típicas que sucedían con demasiada frecuencia en el ejército español. Por desgracia provocaban pérdidas humanas, y mañana ese regimiento de fusileros se notaría.

- Pero bueno, mañana sin fusileros o no acabaremos con el enemigo. Por aire y por tierra...haremos historia y si Dios quiere acortaremos esta guerra y salvaremos muchas vidas. - dice sonriendo mientras envaina su sable de caballería y comprueba que las armas están todas bien engrasadas y perfectas para disparar. - Una última pregunta si me la permite capitán antes de retirarnos a descansar. Ya que usted como buen soldado y oficial estará en primera fila con los suyos...¿lucha más por la patria o por los hombres que están a su derecha e izquierda?

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10/07/2018, 09:29
Álvaro Díaz de Vivar

Cuando. -Corregí a Silva y Andrade ante sus palabras. Mi voz sonó más dura de lo que pretendía, un defecto de mi habitual seriedad, y de algún modo logré esbozar un amago de sonrisa bajo mi mostacho, para dejar claro el verdadero tono de la corrección- Cuando ganemos.

Al oírle hablar de sus intenciones para el futuro, no pude sino desear servir alguna vez a sus órdenes, en lugar de hacerlo de igual a igual o sobre él. No abundaban los mandos con tal predisposición, que se centrasen en lo que era mejor para sus hombres y para el ejército español. La mayoría sólo se preocupaban de prosperar ellos mismos.

Mis ojos se abrieron desmesuradamente durante apenas un instante, al conocer las nuevas sobre la compañía de fusileros que perdíamos para el día siguiente por culpa de la mala planificación de intendencia. Tomé aire y suspiré lentamente, cubriéndome los ojos con una mano. No, no había sido informado de ello, y quedaba clara mi opinión al respecto.

Entonces, tras tratar de elevar nuevamente la moral, Silva y Andrade me sorprendió con una pregunta que me resultó desconcertante. Tal vez por ello tardé un poco más de la cuenta en responder. Miré a mi mentor, de hecho, antes de abrir la boca.

Los hombres que están a mi derecha, a mi izquierda, y detrás de mí... -Enumeré con voz calmada- ...sus familiares y seres queridos, sus amistades, sus esperanzas y sueños, el dios al que rezan... Todo eso también es la patria para mí. -Justifiqué- Es una pregunta complicada, Silva y Andrade. Por fortuna, en mi caso al menos no me es posible elegir una respuesta, pues ambas son lo mismo. -Y el hecho de que hubiera formulado tal elección me indicaba cuál era su preferencia, por lo que decidí eximirle de tener que mostrar su propia respuesta como habría sido lógico. No estaba bien visto por el Régimen valorar absolutamente nada por encima de la propia patria, incluso cuando ese algo era a otros honrosos españoles- Lleva usted razón, deberíamos retirarnos a descansar. Mañana será un día duro, tal vez podríamos quedar mañana a estas horas para tomar una copa más relajadamente, si les parece bien.

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14/07/2018, 21:59
Director

Tras una despedida rápida y educada os dirigís cada uno de vosotros a sus respectivos aposentos. El descanso se hace de rogar, y te cuesta un poco conciliar el sueño. La adrenalina ya empieza a filtrarse en tu torrente sanguíneo, preparándote para la batalla que se avecina.

La noche avanza y a las cuatro de la mañana escuchas el toque de corneta. Es hora de levantarse y preparar el equipo. Tras una ducha rápida y un frugal desayuno embarcáis en el dirigible que os llevará a la zona de acción. Toda la escuadra Milano embarca en la aeronave.

Es un dirigible de diseño nacional, por Astra-Torres de nombre Hispania. Posee una mezcla de gases que le permite elevarse más que cualquier otro dirigible, su misión es elevarse tanto que no sea detectado por los observadores marroquíes. Cuando lleguéis a la altura máxima y paséis por encima del objetivo os tiraréis en caída libre hasta los 2000 pies donde activaréis los motores de vuestros propulsores y os lanzaréis a la velocidad del rayo sobre las posiciones moras.

En ese mismo momento, las escuadras de caballería dirigidas por Silva atacarán; primero los francotiradores inutilizarán los focos y luego la caballería tomará la zona tras vuestro ataque. No debe quedar nadie con vida si no es como prisionero, tenéis la orden de pasar a cuchillo al enemigo si es necesario aunque eso también puede ser por el odio tras las matanzas de civiles en el Rif de turistas españoles tras el inicio de la guerra.

El viaje es rápido, ya que la distancia no es muy elevada aunque os llevó al menos media hora llegar a la máxima altitud. Un artillero del dirigible te indica que quedan menos de 5 minutos para la zona de salto. Es hora de que hables a tus hombres y compruebas que todos están preparados.

 

Notas de juego

Al saltar hazme una tirada de Pilotar (Dificultad -15%).

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17/07/2018, 09:56
Capitán Azor

Por cómo me quedaba al estar confeccionado a medida, nadie diría que me sentía incómodo con el uniforme de gala. Sin embargo, era con aquel atuendo de combate con lo que me sentía realmente a gusto. Esa era mi ropa, mi traje de faena. En cuanto comenzaba a introducir las piernas por las perneras de aquel buzo de twaron y la resistente prenda iba subiendo por todo mi cuerpo, ya empezaba a sentirme yo mismo. Ajustar cada una de las protecciones, las rodilleras, las coderas, los brazales, hombreras, chaleco... se convertía en un ritual similar al que efectuaba un maestro matador antes de salir a la arena para enfrentarse a un poderoso astado. Solía terminar por las botas, y permanecer un buen rato con el casco bajo el brazo antes de ponérmelo.

Aproveché ese periodo de tiempo para acercarme a Martín y sentarme a su lado, sin mirarle. Sólo llevaba dos meses con nosotros, y tenía plena confianza en sus posibilidades, pero era su primera misión real con nosotros.

¿Cómo lo llevas? -Le pregunté en un tono discreto, sin esperar a su respuesta. ¿Para qué? Llevase lo que llevase por dentro, conocía la respuesta que daría a su superior. Confianza, seguridad, entusiasmo incluso- No pasa nada por tener miedo. Todos lo tenemos. -Le dije con confianza, mirándole brevemente de medio lado mientras hacía aquella pequeña confesión que seguramente le trastocaría- El miedo te hace estar alerta, despierta tus sentidos, te lleva a luchar con más ahínco. El miedo te mantiene vivo. Sólo asegúrate de no dejarte dominar por él, que no te haga detenerte ni retroceder. Hacia delante, siempre hacia delante, hasta cumplir tu misión, ¿entendido? -Volví a mirarle, de medio lado, y mi mostacho se curvó en una tenue sonrisa- Esta noche la Escuadra Milano brindará por tu bautismo. -Le indiqué, golpeando su pecho con el dorso de mi puño enguantado, poniéndome en pie de nuevo.

Un soldado de artillería del dirigible se acercó a darme indicaciones. Quedaban cinco minutos para la posición de salto. Asentí, agradeciendo las indicaciones, y dejé que el soldado se alejase, antes de situarme frente a mis hombres, ajustándome los arneses de mi propulsor y situando el casco bajo mi brazo izquierdo.

¡Señores! -Alcé la voz con tono marcial, atrayendo todas las miradas hacia mí- ¡Cinco minutos! ¡Aseguren todo su equipo y prepárense! ¡Estamos a punto de hacer historia, historia de España! -Afirmé, comenzando a caminar lentamente, midiendo cada paso, por delante de ellos, para que todos, en algún momento, me tuviesen justo delante. Debía elevar la voz con fuerza, para hacerme oír a pesar de los motores- ¡No les mentiré, lo de ahí abajo no va a ser sencillo! ¡Si lo fuera, no nos enviarían a nosotros! ¡Hay buenos hombres ahí abajo, soldados españoles a caballo que confían en nosotros, en que haremos nuestro trabajo! ¿¡Acaso vamos a defraudarlos!? -Dejé que respondieran, como sabía que harían, negando con fuerza por toda respuesta. Esa fuerza, esa decisión, era lo que quería de ellos, lo que debían llevar en sus corazones al saltar- ¡¿Quiénes somos!? ¡¡La Milano!! ¡No les oigo, señores! ¡¿QUIENES SOMOS!? ¡¡LA MILANO!! ¡¿Y qué hacemos!? ¡¡LO QUE SEA PRECISO!! -Eran consignas aprendidas, repetidas, un mantra, un código interno. Me puse el casco, lo ajusté con precisión, y comprobé mi nueva arma, ajustándola en su funda mientras los hombres repetían una y otra vez "¡somos la Milano! ¡Haremos lo preciso!", hasta que alcé un puño y se hizo el silencio, un silencio tenso mientras observaba sus rostros uno a uno a través del visor del casco- ¡Síganme, señores! -Indiqué, corriendo hacia la plataforma de salto y arrojándome al vacío con decisión.

- Tiradas (1)

Motivo: Pilotar [Propulsor]

Tirada: 1d100

Dificultad: 95-

Resultado: 22(-15)=7 (Exito)

Notas de juego

Ehm... ha sido tirar y sospechar que lo he hecho mal. El -15 se lo tenía que restar al 95, no al resultado del dado, ¿verdad?

Máster: Pues sí, pero la tirada la superas. Oye, si te parece te voy a crear otro Personaje para que tengas la armadura en el otro ¿ok? Para evitar que te cambies de cara para las misiones.

Confirmado: permite cambiar el pj ;)

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18/07/2018, 18:14
Director

Desciendes a gran velocidad, miras el altímetro varías veces hasta llegar al color verde que es cuando debes activar tus propulsores y evitar una muerte segura.

A medida que desciendes puedes ver la zona iluminada donde están las tropas marroquíes. En pocos segundos las luces se van apagando una a una. Los tiradores están haciendo su trabajo a la perfección.

Cuando llegas a la zona de ataque activas tus propulsores que se encienden a la primera y te permiten estabilizarte y tener el control de tu caída. A tu lado escuchas algunas explosiones de los propulsores activándose...

...y abajo puedes ver que el infierno se ha desatado...

Las tropas marroquíes empiezan a disparar y ves que parecen querer usar los antiaéreos de los que disponen. Varias explosiones iluminan el campamento. Puedes ver como un tanque marroquí salta en mil pedazos tras una granada bien lanzada por uno de los miembros de tu escuadra.

Cada uno de tus hombres se lanzan a por los objetivos previstos, en tu caso los antiaéreos situados en la retaguardia del campamento, la zona mejor protegida y la de más difícil acceso. Puedes ver como los soldados moros se lanzan a cubrir esa posición armados con sus fusiles y dispuestos a plantar cara al enemigo.

Detectas tres antiaéreos, dispones de pocos segundos para acabar con ellos...a tu cola ves a dos miembros de la escuadra entre ellos Martín que te apoyará en tu ataque...

Notas de juego

Tres ataques a Distancia (Dificultad -25%) y tres tiradas de Pilotar (Dificultad -35%). Las otras tiradas por turno serán por si fallaras alguna para esquivar los ataques recibidos o repetir el ataque fallido. Nárralo en plan heroico...y obtendrás bonificaciones.

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19/07/2018, 08:57
Capitán Azor

No era mentira, no acostumbraba a mentir a mis hombres. Podía ser autoritario, como correspondía a mi cargo, a mi posición en el escalafón militar, pues era así como funcionaba el engranaje marcial. Pero no les mentía.

Todos teníamos miedo.

Lo tuve en el preciso momento en que salté desde aquel dirigible, y mientras me precipitaba en la oscuridad aquella sensación de temor fue en aumento a la misma velocidad con que disminuían los metros que me separaban del suelo. Sólo los locos carecían de miedo. Los valientes... se limitaban a controlarlo.

Medía el tiempo por mi propia respiración, como un cálculo estudiado. Cada cierto número de bocanadas, revisión del altímetro y comprobación de la situación de cada miembro de la escuadrilla. me satisfizo descubrir que mantenían la formación sin tacha alguna, pero con cada comprobación nos encontrábamos más y más cerca del suelo... y del enemigo. Podía ver las luces de sus campamentos a lo lejos, acercándose, hasta que me pareció que la primera de ellas se apagaba. La segunda luz desapareciendo en la oscuridad confirmó que los francotiradores de Silva y Andrade estaban ya haciendo su trabajo, de modo que, tras comprobar por última vez el altímetro, activé el visor de infrarrojos de mi casco. De repente, la oscuridad casi total dio paso a una multitud de puntos rojos.

Ahí está nuestro infierno... -Murmuré, accionando los motores de mi propulsor y oyendo cómo el resto de la escuadrilla hacía lo propio.

Aquella maniobra era realmente complicada, incluso siendo algo tantas veces entrenado. La velocidad terminal que se alcanzaba en nuestra caída desde tal altitud era tan fuerte que resultaba muy costoso contrarrestarla y desviar la caída hasta convertirla en un vuelo real. Si no se hacía bien, la presión podía partir el cuello o la espalda de un piloto, algo que había pasado más de una vez. Por eso los saltos de gran altitud se entrenaban de forma progresiva con gran intensidad. Sentí la presión en mi espalda, y apreté la mandíbula con fuerza mientras la fuerza de la gravedad iba desviándose por la propulsión, hasta enderezar mi vuelo de forma horizontal.

Ahora sí, sobrevolaba el campamento enemigo en la oscuridad, evitando chocar contra los árboles mediante la comprobación del altímetro, volando ligeramente por encima de las copas de las palmeras marroquíes. La escuadrilla se dispersaba rápidamente, en primer lugar por ofrecer un blanco menos claro, en segundo por cubrir los muchos objetivos a los que debíamos dedicarnos. Los míos eran los más alejados, y por los puntos rojos que vi concentrarse en la zona, los mejor protegidos. Pude detectar a mi espalda a dos de mis hombres, me pareció que Martín era uno de ellos, apoyándome en la maniobra, y comencé a practicar maniobras evasivas zinzagueando en el aire. Extraje mi arma de su funda, liberé el seguro, y me preparé para el momento adecuado, ese en que pude ver tres antiaéreos preparados para repelernos.

Debíamos ser más rápidos.

- Tiradas (6)

Motivo: Arma corta (-25)

Tirada: 1d100

Dificultad: 57-

Resultado: 35 (Exito)

Motivo: Arma corta (-25)

Tirada: 1d100

Dificultad: 57-

Resultado: 82 (Fracaso)

Motivo: Arma corta (-25)

Tirada: 1d100

Dificultad: 57-

Resultado: 60 (Fracaso)

Motivo: Pilotar [Propulsor] (-35)

Tirada: 1d100

Dificultad: 60-

Resultado: 27 (Exito)

Motivo: Pilotar [Propulsor] (-35)

Tirada: 1d100

Dificultad: 60-

Resultado: 83 (Fracaso)

Motivo: Pilotar [Propulsor] (-35)

Tirada: 1d100

Dificultad: 60-

Resultado: 76 (Fracaso)

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24/07/2018, 07:48
Director

El ataque a la primera batería es perfecto, logras esquivar los disparos de los soldados que la protegen y aciertas de pleno con un disparo de tu arma para desarmarla provocando una fuerte explosión que acaba con la vida de los que la custodiaban. Tus compañeros siguen volando detrás tuya y acabando con los blancos que les es posible para allanarte el camino.

La segunda batería es otro cantar, está mejor protegida y tus disparos a esa velocidad fallan por poco, en cambio los suyos aciertan de lleno en tu armadura aunque por suerte sin perforarla pero notas el impacto de varias balas de calibre mediano.

Martín y Acero, los dos que vuelan a tu cola disparan contra la batería. Martín logra acertar de lleno en ella inutilizándola por completo. Un buen disparo sin lugar a dudas, y demostrando que sí estaba preparado para el combate.

La tercera batería es la única que queda en pie que os puede hacer daño. Realizas un vuelo rasante para esquivar los disparos y atacas de lleno con tu arma. Matas a varios soldados moros, puedes ver como la munición los destroza y evita que el antiaéreo logre acertar algún disparo. Martín pasa a tu lado y dispara contra la batería pero sin éxito, por suerte Acero logra acertar y volarla en mil pedazos. En ese momento ves que tus dos compañeros toman tierra y toman posiciones defensivas para lograr un fuego de cobertura....

Escuchas toque de carga de varios cornetas...la caballería está a punto de hacer acto de presencia. Alzas el vuelo para acabar con un par de tiradores que podrían haber causado destrozos en la carga.

En ese momento ves la carga de la primera ala del regimiento Alcántara, logra superar la primera línea defensiva marroquí, y a golpe de sable y disparo de pistola logran diezmar a los pobres defensores....

En ese momento ves algo que podría cambiar el curso de la batalla, un ruido ensordecedor empieza a escucharse y puedes ver un blindado que sale de una trinchera excavada y bien camuflada...justo detrás de ese blindado puedes ver como sale otro...los cuerpos de reconocimiento no comunicaron que disponían de blindados...tendrás que acabar con esos dos antes de que lancen sus ametralladoras y cañones contra la caballería...

- Tiradas (2)

Motivo: Ataque Martín y Acero

Tirada: 2d100

Dificultad: 50-

Resultado: 48, 62 (Suma: 110)

Exitos: 1

Motivo: Ataque Martín y Acero 2

Tirada: 2d100

Dificultad: 50-

Resultado: 88, 49 (Suma: 137)

Exitos: 1

Notas de juego

Los ataques no tienen malus pero sí el daño ya que están blindados. Buen momento para probar la potencia del emisor de partículas.

El vuelo para evitar ser impactado (Pilotar: dificultad 15%).

Tienes tres acciones, aprovéchalas bien....de ti depende la gloria o fracaso del ejército español...

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24/07/2018, 18:37
Capitán Azor

No había sido mi mejor vuelo, eso me lo tenía que reprochar a título personal. Sin embargo, conjuntamente se había logrado el objetivo, al menos. La escuadrilla Milano estaba cumpliendo, porque tenía la fortuna de que dos de mis hombres me habían escoltado y, entre los tres, habíamos logrado despachar aquellos puestos de artillería.

Nos permitimos tomar tierra y dedicar unos instantes al control de bajas, recarga de armamento y un breve descanso. A lo lejos, el toque de corneta advertía de la llegada de los nuestros, el ejército español, la caballería. Mi casco escondía una escasamente frecuente sonrisa bajo mi bigote, adivinando a lo lejos a Xabier Silva y Andrade al frente de aquella formación.

¡Caballeros! -Grité a los hombres que tenía al lado- Recarguen cuanto antes, nuestro trabajo está hecho. Es hora de batirse en retirada y dejar que la caballería...

Mi breve instrucción se vio interrumpida cuando alcé la mirada y pude ver aquellos dos blindados surgiendo de las entrañas del desierto, como si brotaran del mismo infierno. Los contemplé con un estupor que se tornó en horror cuando me percaté de su dirección, a punto de enfilar con sus ametralladoras a la desguarnecida caballería que corría, ignorante del mortal peligro al que se dirigía.

¡Maldición! -Exclamé, señalando a los dos tanques- ¡Soldados, no hemos terminado!

No era necesario decir más. Si esos blindados abrían fuego contra la caballería, sería una auténtica escabechina, nada que un verdadero soldado español con sangre en las venas pudiera permitir. Me acerqué a Tizona al casco y solicité el cambio de munición tal como me habían indicado en Intendencia, activando con mi voz el emisor de partículas, y tomé vuelo de nuevo arrastrado por el propulsor, en un vuelo rasante que me llevase hasta los blindados lo más rápidamente posible. Debía detener como mínimo al primero de ellos, antes de que tuviera a la caballería a tiro. De ese modo, al menos obligaría al segundo de ellos a maniobrar rodeando a su predecesor, ganando algo de tiempo para también ocuparme de él...

- Tiradas (3)

Motivo: Pilotar propulsor

Tirada: 1d100

Dificultad: 80-

Resultado: 24 (Exito)

Motivo: Disparo emisor partículas

Tirada: 1d100

Dificultad: 82-

Resultado: 54 (Exito)

Motivo: Disparo emisor partículas 2

Tirada: 1d100

Dificultad: 82-

Resultado: 10 (Exito)

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30/07/2018, 15:39
Director

Te lanzas al ataque sin pensarlo, como buen soldado. En juego están las vidas de tus compatriotas y compañeros de armas, pero si de ti depende no habrá problema.Esquivas fácilmente los ataques de ametralladoras y disparos de fusil que te lanza el enemigo, maniobras con una gran agilidad y sin apenas perder tiempo con giros o movimientos inútiles. 

Cuando divisas claramente los blindados apuntas con el arma y disparas hacia el primero. Tu ataque impacta en la oruga derecha, fundiendo parte del metal y haciendo que el vehículo quede en breve inutilizado y sin capacidad de maniobra. Un blanco fácil para tu escuadra sin lugar a dudas...pero el que viene detrás es otro cantar. El otro acelera e intenta esquivar a su compañero caído pero se encuentra de lleno con un impacto en la torre de tu emisor de partículas que provoca una gran explosión ya que seguramente por ahí pasase alguna línea de combustible. La explosión alcanza al primer blindado que vuelca de la onda expansiva.

Los dos blindados han quedado fuera de combate, y la caballería puedes ver que sigue ganando terreno. Alzas el vuelo y ves que a lo lejos la infantería española avanza hacia las líneas marroquíes, a lo lejos...en la costa que ahora parece tan lejana puedes ver a gran parte de la armada española realizando un desembarco más grande que el de Alhucemas.

Parece que la guerra va a cambiar de tornas...

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02/08/2018, 23:19
Capitán Azor

Me vi forzado a maniobrar para evitar las represalias marroquíes, tratando en todo momento de acortar el trayecto todo lo posible. No me podía permitir caer en medio de aquel campo de batalla, tras la línea enemiga, pero tampoco llegar tarde para evitar que masacrasen a los nuestros. De modo que en cuanto lo tuve a tiro no dudé un instante y disparé mi nueva arma. El retroceso era bastante brusco, más por la falta de costumbre que por su fuerza. Mi vuelo se desvió ligeramente de rumbo, pero había dado en el objetivo.

Sin embargo, el segundo blindado seguía avanzando, rodeando a su compañero para poder poner a tiro a nuestras tropas. Tuve que ascender bruscamente para no ponerme a tiro de sus ametralladoras al pasar frente a él, y entonces tracé un picado sobre él para disparar sobre su torreta en mi caída. No esperaba aquella explosión, que me obligó a virar bruscamente para no verme sumergido en la nube de humo que ascendía rápidamente por efecto de la deflagración.

Estaba hecho, los blindados no serían ya un problema.

¡Milano, asegurad el perímetro! ¡Informe de situación! -Exclamé llamando la atención de mis hombres, aún en el aire- ¿Alguna baja?

Mientras aguardaba el informe, observé el desarrollo de la contienda a lo lejos. La caballería ganaba terreno al galope, y tras ella la infantería avanzaba asegurando posiciones sin remisión. Parecía una victoria inevitable, pero seguíamos en territorio enemigo y no quería fiarme.

Parece que la misión ha concluido... ¡Volvemos a casa, caballeros! -Indiqué a mis hombres- Está noche, la primera ronda corre de mi cuenta...

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12/08/2018, 15:53
Director

La caballería asegura la zona acabando con la vida de los que todavía resistían y capturando un total de ochenta prisioneros que serán trasladados a territorio nacional para ser interrogados. 

La Milano regresa al Peñón, donde podrán descansar y rearmarse en caso de ser necesaria una segunda intervención. De los integrantes sólo han sido heridos tres miembros y de poca gravedad, la caballería ha sido la más perjudicada habiendo perdido unos cuarenta y tres hombres y cincuenta y siete caballos; a lo que hay que sumarle una veintena de heridos.

En el  vuelo de regreso puedes observar como los tanques nacionales toman posiciones y la bandera marroquí deja de ondear en el Gurugú, ahora sólo ondea la bandera española. Te detienes a mirar las fuerzas movilizadas y estimas al menos cien blindados entre tanques y vehículos de transporte de tropas, ochenta obuses autopropulsados y tres mil hombres que asegurarán la zona y avanzarán y terminarán con la resistencia de esa zona.

Por radio escuchas que desde Ceuta se ha lanzado otra ofensiva, ésta con apoyo aéreo masivo que ha destrozado a las tropas marroquíes que no se esperaban ataques simultáneos de ese calado. Desde Canarias y el Sáhara español se lanzaron también rápidas ofensivas para retomar el Sidi Ifni y Tarfaya; tomándose las dos ciudades sin apenas resistencia en cuestión de horas. Parece que la guerra con Marruecos, iniciada por la toma de un islote llega a su fin...

Cuanto aterrizáis en la base de Alhucemas los vítores y aplausos hacen presagiar que la celebración será grande. Nada más quitarte el caso ves a tu mentor que se acerca y felicita:

- Una gran victoria...en la radio dicen que impediste que dos blindados causaran el caos...cuéntame los pormenores mientras tomamos una copa...creo que la cantina está regalando bebida...

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15/08/2018, 16:10
Capitán Azor

El regreso a la base de vio teñida de sencilla y humilde satisfacción, la propia del trabajo bien hecho. Desde las alturas pude contemplar la grandeza del ejército español avanzando y tomando posiciones, en la gloriosa victoria de la que acabábamos de ser partícipes. Observar el mundo desde las alturas y verlo pasar a la velocidad de vuelo siempre me proporcionaba una increíble paz.

La paz perduró unos instantes tras nuestro aterrizaje, mientras me desprendía del casco y me inundaban los vítores, momento en que mi mentor se abría paso para alcanzarme.

La victoria ha sido grande, sin duda, y la Milano ha hecho lo que debía. Como siempre. -Apostillé, permitiéndome una comedida sonrisa- Por supuesto, es tiempo de celebrar la victoria y honrar a los caídos. Tengo entendido que hemos perdido a algunos hombres de Caballería, ¿tiene noticias de Silva y Andrade? -Le pregunté, en busca de noticias, haciéndole un gesto para que me concediera unos segundos que dedicar a mis hombres, quienes aguardaban instrucciones- Caballeros, que los heridos acudan a la enfermería inmediatamente. Espero los informes médicos sobre mi mesa esta noche. -Indiqué con firmeza- Ahora pueden retirarse. Indiquen en la cantina que anoten en mi cuenta la primera ronda, y aprovechen para tomar algo realmente bueno, no ese garrafón que estarán regalando... Y recuerden: existe la posibilidad de que se requieran nuestros servicios mañana, de modo que no están de permiso, ¿me han entendido? Espero de ustedes moderación y profesionalidad. -No dudaba de ellos, realmente, pero un líder debía recalcar ciertas cosas cada cierto tiempo para mantener afianzados ciertos valores en la tropa- Reverte, cuando quiera...