Partida Rol por web

Observo a Cynthia unos segundos en silencio de forma inquisitiva y escrutadora pero finalmente dejo escapar una risotada de total incredulidad.
-No digas chorradas, una cosa es que sea raro y otra que haya matado a alguien... Lo de comérselo ya ni lo comento- entorno los ojos ante ésto último, dejando claro mi escepticismo al respecto.
Podría creérme incluso que la hubiera golpeado porque bueno, al fin y al cabo no es que sea muy dialogante precisamente, pero de ahí a matar a alguien hay un abismo. Los rumores parece que cada vez se vuelven más exagerados.

Suspiro algo exaspera y empiezo a preparar el material de clase, si es por éso por lo que me miran ya se les pasará, es una tontería creérselo. Aunque resulta extraño que lo crea tanta gente, ¿no? Imposible, imposible. Intento convencerme a mí misma negando con la cabeza.

El padre de Mike es policia y lo vio en la comisaria cubierto de sangre. Los detectives que llevan el caso dicen que se volvio loco con lo que estaba fumando y la mato por que se le cruzaron los cables. Si no me crees preguntale a Mike, se lo dijo esta mañana cuando volvio del turno nocturno

Arqueo visiblemente una de mis cejas mientras detengo el bolígrafo sobre la libreta, mirando por encima de las gafas a mi compañera de clase, intentando deducir si quiere tomarme el pelo o no, ya que tampoco sería la primera vez.
-De acuerdo, lo que tú digas... Si es verdad supongo que será la noticia del día, ¿por qué no se lo comentas al profe de filosofía a ver qué opina?- dejo caer la idea a ver si cuela. Es una buena excusa para perder clase así que es posible que decida hacerlo y entonces podré asegurarme de sí es verdad (lo cuál resultaría verdaderamente alarmante) o una simple bola. Bastante cruel, por cierto.

Creo que lo saben todos ya en el instituto, vino la policia a primera hora y vacio la taquilla de Edward, puedes preguntarselo al bedel. Willy les abrio sonrie mirandote y luego mira al profesor que acaba de entrar si no me crees preguntaselo

Mi escepticismo empieza a transformarse en una mezcla de preocupación y temor poco a poco. Cada vez resulta más difícil no creerlo ya que todos parecían atemorizados por mi presencia y quizá esto lo explica. Pero a la vez... ¿Ed asesinando a alguien a sangre fría? Seguro que tendría algún motivo, sería por defensa propia, claro. Me digo a mi misma, intentando de nuevo auto-convencerme de ello.
Finalmente carraspeo y levanto el brazo estirando bastante los dedos, esperando que el profesor recaiga en mí y me ceda la palabra. Es un gesto que no suele agradar a la mayoría de clase pero se me olvida a menudo.

-Profe... Me estaba preguntando qué opinas de lo que comentan sobre Smith...¿por qué crees que lo haría?- pregunto mientras muevo el bolígrafo incesantemente entre mis manos, nerviosa perdida. Creo que he sido lo suficientemente "sutil" como para que la contestación del profesor me deje las cosas aclaradas del todo.

El Profesor Mckay te mira quitandose las gafas y sonrie Ruby si te refieres a la visita de la policia que hemos tenido esta mañana para registrar la taquilla de tu amigo, si es cierta como tambien es cierto que le han arrestado por asesinar a alguien y luego irse a echar la siesta carraspeo y salgo de detras de la mesa No sabemos por que lo hizo pero despues de la agresion a tus compañeros aunque fuera por buenos y loables motivos me parece que es mejor que no lo comentemos, por que puede que descubramos que el ser humano no es tan loable y tan bueno como pensamos

Bajo el brazo lentamente y escucho al profesor con atención. Cuando finaliza su escueto discurso mi cuerpo ya se encuentra tenso y el bolígrafo se ha detenido por fin en mi mano que lo aprieta con fuerza.
No puedo creerlo, es imposible. Pero sé que el profe no me mentiría porque no tiene motivos para ello, así que es cierto... Habrá algún motivo para todo eso, ¿no? Tiene que haberlo, joder.
Empiezo a ponerme nerviosa y mi pulso se acelera, idiota de mí me he dejado llevar por los nervios y la preocupación de la situación y ahora mi pulso y mi respiración empiezan a agitarse. Aún así me falta el aire, me está entrando un ataque... Hacía tiempo que no tenía uno de ellos.
Noto cómo la temperatura corporal aumenta, mezcla de vergüenza y sofoco mientras cojo mi bandolera y la libreta saliendo precipitadamente de la clase, dejando el estuche sobre el pupitre.

Tengo permiso para hacer éso, los profes ya saben lo de mis crisis de asma y tras sacudir el dosificador y aspirar hondamente empiezo a sentirme mejor y más tranquila, pero esta vez no volveré a clase.
Me siento en uno de los bancos apostados en el exterior del edificio y saco mi PSP, conectándome a la red del instituto sin problemas ya que es de ámbito abierto y público cómo todas las de éste tipo de sitios.
Busco varias webs de periódicos locales hasta averiguar en qué juzgado va a ser llevado Edward y entonces me levanto y cogiendo mi bicicleta me dirijo para allá. Si está demasiado lejos la dejo ahí y cojo el metro.

Consigues la informacion, es en el juzgado central aunque claro eso es de ambito publico que alli se juzgan casos de homicidios y algunos en primera instancia. Esta un poco lejos para ir en bicicleta sera mejor que vayas en metro aunque Willy el bedel te para a la salida para que no te vayas.

Refunfuño y me quejo cuando Willy me para, ¿no ve que tengo prisa? No es de su incumbencia si salgo o no del instituto, pero supongo que sigo siendo menor de edad. Por desgracia a él no parece haberle afectado lo de Ed y no se muestra en absoluto temeroso, casi siento tentaciones de decirle que Eddie se enfadaría mucho... Pero me reprimo y me doy la vuelta por un pasillo, esperando un tiempo prudencial. El tío tendrá que trabajar, ¿no?
Cuando ya han pasado unos minutos vuelvo a intentarlo, esta vez directamente corriendo hasta llegar al arco de detector de metales.
Allí siempre hay un vigilante pero mientras el arco no pite le da igual quién entre o salga del edificio.

Willy tras un rato se marcha a sus quehaceres diarios y consigues escabullirte por el arco de seguridad sin que el vigilante te haga mucho caso. Ahora solo tienes que decidir como ir, la bicicleta es muy lenta y el metro te pilla un poco lejos, del autobus no hablemos la ultima vez casi te perdistes asi que o un taxi o a la aventura.

Sabía que debería dejar la foto ahí, pero darme cuenta de que el metro no va a ser una buena opción me mosquea bastante... ¿No se supone que hay paradas en todos sitios? En fin tendré que hacer una combinación porque no quiero agotar mis ya de por sí escasos recursos.
Me dirijo a la bocacalle del metro, haciendo transbordo a otra línea después de unas cuántas paradas y quedándome lo más cerca posible del juzgado en cuestión, que por desgracia sigue estando algo lejos así que hago una llamada para que me recoja un taxi. No quiero perder demasiado tiempo y vuelvo a sentirme nerviosa y algo inquieta.

El metro como siempre con mucha gente, el taxi tarda en llegar y mirando tu reloj te desesperas puede que no llegues a la sala cuando comience sino cuando termine. El taxista un hindu que no hace nada mas que hablar de un hombre que le conto que habia alguien que era capaz de comerse 20 huevos duros en una hora. Te deja en la puerta del juzgado y te cobra un buen pico que te deja un poco flojeando hasta que cobres. Subes las escaleras y el policia que hay en la puerta te pregunta a donde vas.

Entorno los ojos de vez en cuando, en verdad en otro momento me hubiera parecido un tipo agradable y divertido, incluso guapo, pero es que ahora por desgracia no tengo tiempo para "esas cosas" y me encuentro demasiado nerviosa y preocupada.
Cuando salgo del vehículo le doy las gracias y le pago, aunque las gracias debería dármelas él a mí por la pasta que se acaba de llevar, ¡mierda! Bueno sólo son bienes materiales, ¿no? No son imprescindibles... ¡No me lo croe ni yo!

Ando a paso rápido, casi corriendo, hasta las puertas del gran edificio, subiendo las escaleras hasta que el guardia me detiene y doy un respingo sobresaltada.
-¿Cómo que dónde voy...? Al juicio, ¿acaso no es de acceso público?- pregunto mientras mi pequeño cerebro intenta buscar excusas pero pro desgracia sólo se me ocurren las típicas chorradas vistas en películas y series. Quizá sea mejor que nada...
-Soy la novia del acusado, tengo derecho a pasar- afirmo mientras intento avanzar y pienso que es la mayor gilipollez que habría podido decir.

¿La novia del acusado? dice arqueando una ceja y niega mientras mira a un grupo de nativos americanos que se acercan y suben las escaleras, uno de ellos te mira de reojo al pasar a tu lado y suben las escaleras al segundo piso. Bueno, pasa, espero que no te pierdas, es la ultima puerta del pasillo de la derecha. Caminas por la puerta y llegas a la sala

Tras dejar a Edward marchandose con Amanda en su coche, te quedas con Erick alli de pie casi sin saber que hacer. Podrias volver a casa y descansar, ir al trabajo aunque claro te pilla un poco lejos y no te queda mucho dinero tampoco.

Me quedo mirando cómo se marchan "la pareja del año". Desde luego no pegan ni con cola... y entonces mis pensamientos vagan un poco más. Ya es algo tarde para volver al instituto pero tengo fiesta en el curro, así que podría darme un capricho por una vez y comer en algún restaurante japonés de la zona o ir de compras, no sé. Quizá tenga razón Ed en eso de que debería ponerme las pilas si quiero conseguir "algo". O mejor dicho, alguien, pero es que se me dan tan mal ese tipo de cosas...
Salgo de mi ensimismamiento cuando mi vista se topa con el apuesto abogado, Erick si no me equivoco.
Mi boca se entreabre con la intención de decir algo, pero para variar parece haberse quedado encallada e inmediatamente me empiezo a ruborizar así que me coloco las gafas precipitadamente cómo si así fuera a disimularlo o yo que sé. La lógica parece desaparecer en éste tipo de cosas.

-No estoy segura pero...ehmm...- carraspeo intentando recuperar el control de mí misma, atreviéndome por fin a mirarle directamente -Quizá fui la última persona con la que estuvo Ed además de Lindsay, claro. No sé si eso ayuda o es útil para algo pero quería que lo supieras.

Asi que fuistes de los ultimos en verle te miro sorprendido y miro mi reloj te invito a comer algo hay un coreano aqui cerca y no nos molestaran mucho asi podras contarme las cosas con mucha calma. Todo lo que puedas recordar, nos sera muy util desde luego en su defensa

-¿Un coreano...? Genial- digo sin poder evitarlo con una sonrisa amplia. Parece cómo si me hubiera leído la mente. Coloco mi oscuro cabello detrás de las orejas y ando a su lado mirándome más los zapatos que a él, aunque de vez en cuando me fuerzo a hacerlo para no parecer maleducada... Y porque tengo que empezar a ser un poco más abierta si quiero conseguir "algo", aunque tengo claro mis posibilidades y sé que con él sería imposible.
Le miro de arriba a abajo y niego con la cabeza con una sonrisa ladeada. Definitivamente, seguro que hasta está casado pero sin embargo Gabriel... Bueno, él siempre ha sido amable conmigo.

Emito un pequeño suspiro al recordarle y subo la correa de mi bandolera en el hombro.
-Le conozco desde hace poco, quizá un mes o así... Hemos pasado bastante tiempo juntos pero sólo en el instituto, y aún así apenas me contaba nada de él pero nunca se comportó de forma violenta o agresiva hasta la pelea con esos chicos- admito encogiéndome un poco de hombros.

Caminais hacia el restaurante y al llegar ves que es muy caro, no sabes como un abogado de oficio se lo puede pagar. El camarero un oriental, os lleva a la mesa donde os sienta y os entrega la carta. Un poco mas alla ves o te parece que es Roger Doyle hablando con una mujer de pelo negro, en cuanto a Erick te parece que no lleva ningun anillo, como tampoco marca alguna de haberlo llevado.

-Puff... conozco uno que está mejor de precio...- comento como si nada, observando la carta por si cambia de idea. Aunque algo me dice que tampoco debe de ser la primera vez que come en ese restaurante.
Mi mirada se desvía a la mesa del fondo y no puedo evitar arquear ambas cejas algo sorprendida.
"¿Otra vez Doyle? Al final va a pensar que le persigo o algo así... Estaría bien si con eso consigo que me contrate" pienso para mis adentros mientras se me escapa una sonrisa traviesa.

-Últimamente veo a Roger Doyle por todos lados, ¿sabes quién es? Quizá es esa especie de paranoia cuando estás esperando algo, en éste caso que me contrate. Aunque hay tantos aspirantes y suelo tener tan mala suerte...- dejo al frase en el aire. No voy a torturar a Erick con mis chorradas infantiles -¿No quieres preguntarme nada?- digo finalmente mirándole con curiosidad, empezando a acostumbrarme a ello sin ponerme colorada.