Partida Rol por web

A pesar del dolor que le produciría aquel beso, se conforma. Necesitaba sentirla de aquel modo. Se queda quieta, únicamente correspondiendo a aquel beso entregado en su comisura.
Contiene las ansias que surgen ante aquel contacto, aquella llama que ardía en su interior, y de la que intentó ahogar un leve gemido.

Se aparta, lentamente, consciente de que quizás ella lo había escuchado.
Abre los ojos por fin e intenta sonreír.

- Aquella persona que sepa apreciar tu amor, que realmente te merezca... - la besa en la frente. - Puedo jurar que será la persona más feliz de la Tierra.

La invita a levantarse con ella, para evitar tanta cercanía que podía suponer un peligro.

- [I]No tardaré.

Le sonríe apesumbrada a su amiga, sentándose en la cama, y bajando la cabeza, su cabello mojaba su camiseta y goteaba el suelo, había sido una triste conversación pero Alma sabía que era lo mejor, porque es preferible la agría verdad a una dulce mentira, y era Jenna, jamás la dañaría, jamás, no, no se atrevería a jugar con sus sentimientos. La miró y asintió con la cabeza, para que ella saliera a bañarse, mientras Alma se tendía en la cama, a pensar ¿alguien la llevaría a amar y ella corresponder? ¿por qué siempre nos fijamos en las personas que no nos  convienen? Era esa obsesión por el masoquismo,nada más.

Se desnuda y se mete bajo la caída del agua.
Como si el curso sobre su cabeza pudiera despejar todas las nubes en su cabeza. Como si fuera una tormenta que se despeja después de tronar sin descanso.

Se viste con las ropas prestadas y sale sacudiendose el pelo.
Y se asoma sin hacer ruido, viendo a Alma en aquella posición. Por su pena estaba consiguiendo apesadumbrarla a ella. No era cuestión de eso.

Así que se sienta junto a ella y le abraza.

- Vamos a animarnos un poco. - le propone, besandole la mejilla sonoramente. - Una película y algo de chocolate siempre ayuda, ¿no crees?

Al escuchar a Jenna venir se sienta en la cama,  para esperarla y quien sabe, quizás salir a un rato para despejarse, pero la chica venía con mucho mejor humor, lo que la alegró mucho, y la abrazó cuando Jenna le echó los brazos al cuello, el baño la había alegrado sin lugar a dudas,  Alma la apretó contra su cuerpo y besó su frente cuando ella alejó sus labios de su mejilla, es beso le había gustado mucho, su mamá la besaba así.

- eh... si a todo! - exclama en una risotada - quiero chocolates, películas... y olvidarme de lo que pasó - se pone de pie y jala a su amiga para salir de la habitación y llevarla corriendo escaleras abajo para asaltar la lacena, el refrigerador e irse  a ver películas de terror a la sala, gritando como nenas, pero disfrutando de la tarde juntas, Alma no quería que se fuera, sino se quedaría sola. Odiaba quedarse sola...

Baja con ella, y una vez abajo, la toma en brazos para llevarla hasta la cocina.
Para preparar los gritos y las risas cuando comenzara la película. La deja escapar para ver la película, abrazandola y dejando expresar tímidamente todo su cariño.

Al principio intentaría hacer acopio de valor, pero después acabaría aterrorizada.
Y viviría momentos con ella para nunca olvidar.

Respiré hondo. Era raro sentirme así si es que por esta situación había pasado miles de veces y era normal, había dormido con Dick y con muchos mas compañeros, pero esta vez era diferente, había una tensión clara en el ambiente, pero no una tensión de las malas. 

- Claro, no hay problema. Dije mientras me metía con el pantalón en el lado derecho. No me lo podía quitar porque si lo hacia terminaría desnudo y no quería eso, sería muy raro dormir con un tio desnudo.

Me acomodé baca abajo mirándolo mientras pasaba un brazo sobre la almohada y me recostaba sobre este, parecía como si mi cabeza se sumergiera un poco en la suavidad de la almohada. El rostro cansado pero lleno de tranquilidad era el que se notaba. Lo miré despacio, sentía que el tampoco me quitaba la mirada, pero era algo recíproco, yo en este momento tampoco podía evitarlo.

- ¿Pasa algo?. Dije lento y pausado. Se notaba el cansancio. Entrecerré los ojos de nuevo, pero por el cansancio, no porque me hubiera cansado de sostenerle la mirada, bostecé y seguí mirándolo.

No hay problema dice Nick Pero aún así se mete vestido en la cama...

Todo mi emoción ya se había ido desvaneciendo poco a poco. Ahora simplemente intentaba disfrutar al máximo de la presencia de un amigo. Aunque sigue poniéndome a cien cada vez que se mueve pienso mientras miro como rodea la cama, se mete entre las sábanas y se despereza sobre la almohada.

Nos estuvimos mirando durante un rato, pero por el cansancio fui incapaz de disgregar si eran miradas con ternura, con amor, con deseo, o simplemente miradas vacías de cansancio y pereza.

No, no me pasa nada. le dije sonriendo acomodándome en la misma postura qué él, un movimiento ligeramente inocente, pero que acerco mucho nuestras caras. ¿Que va pasar? suspire y contuve unas lágrimas. EL labio inferior me tembló un poco. La tensión me estaba superando ahora que estaba tendido en la cama por fin.
¿Qué va a pasar? Sólo que he hecho cosas en las que no creo por impresionar a la gente, por impresionarte a ti, he ido a una fiesta ilegal, mentido, casi incumplido un castigo, vuelto a mentir, y amenazado por unos drogadictos a pagar un dinero que no tengo. Lo que no me pasa es que me parece raro que no quiera huir... pensé, pues si dejaba de concentrarme empezaría a llorar de miedo e impotencia.
Nada me pasa, de verdad. Estoy a gusto contigo, me caes bien y eres muy... no terminé la frase. ¿Guapo? ¿Especial? ¿Cachondo? ... dejé esa frase a medias y seguí, intentando volver a relajar el ambiente. ¿siempre duermes vestido? No es que quiera morderte ni nada así le digo Pero tengo pantalones limpios en el armario...

-Sabes... la gente no es tan difícil de analizar, somos como libros abiertos, algunos con letras mas grandes, en idiomas diferentes pero al final todos somos leídos. Lo que quiero decir es que si te pasa algo. Deje de mirarlo un momento para seguir el posición. El sueño y el cansancio habían pasado a un segundo plano por un momento.

¿Qué nos pasa?. Pensé. Esa era tal vez la real pregunta.

- Me vendría bien un pantalón para dormir. Lo que pasa es que no tengo ropa interior, recuerdas que la dejamos lavando, entonces no iba a dormir desnudo, no me gusta. Esperé a que me pasará el pantalón, lo vi sutilmente, cada una de sus partes. No entendía muy bien pero creo que me gustaba verlo, ¿ver a un hombre?. Suspiré.

Entonces puede que sepas más de mi que yo de mí mismo. sonreí y me levante de la cama.

Me dirigí al armario del fondo, de doble puerta, y lo abrí; dentro todo estaba colocado en un orden extremadamente estricto. Las camisetas estaban colocadas por tipos, las de manga corta con las de manga corta. Las camisas con las camisas. Las de deporte con las de deporte. Y, además de un grupos estaban colocadas por colores. Además, había otro montón con las que tenían letras. No me gustan demasiado las camisetas que tienen frases o bromas: la ropa no es para expresarse. Las pocas que tengo están en una de las baldas más altas, también por tipos y colores.
En el lado derecho estaban los pantalones, colocados de una manera sistemática también.Cogí unos cortos, sólo un poco más largos que los bóxer y se los acerqué a la cama.

Toma. O puedes coger algo de ropa interior, como prefieras me vuelvo a acostar en la cama, posándole los pantalones en la silla que está cerca de su lado de la cama. Seguí con la conversación como si no hubiese habido una pausa
Desde luego sabes más de mi de lo que yo sé de tí. Eso lo tengo claro. No sé que es mentí, lo sabía perfectamente pero puede que si me pase algo. Eres inteligente y agradable, espero que no estés conmigo solo para "leerme" le digo haciendo uso de sus palabras.

Miré con una sonrisa grande la organización de su armario. Tipos, colores, ¿Letras?. En esto es un poco mas psicorrígido que yo. Al final Andy se parecía mas a mi de lo que pensaba, bajo esa posibilidad pudiera ser que él...

Me puse de pie y tomé los pantalones cortos que me había pasado. Bajé lentamente el jean que tenía puesto dejando al descubierto unas nalgas redondas, comencé a hablar para que el momento no fuera tan incomodo.

- Para eso es un hobbie, no es intencional que este con la gente solo por eso, pero pasa. El pantalón ya estaba bajo mis tobillos, saqué una pierna y luego la otra. No era la parte que mas se miraba pero los glúteos eran tal vez mis músculos mas tonificados. Cogí con rapidez el pantalón y lo subí de un tirón quedando preparado para dormir, gire para mirar a Andy y volver a la cama. Bostecé una vez mas.

- No creas. Dije mientras acomodaba de nuevo mi brazo bajo mi cabeza y lo miraba, estaba en esa posición en la que parecía que me hundía en la almohada. Tengo suposiciones, pero no se con firmeza cosas. Lo otro es que casi siempre mis suposiciones sobre la gente son correctas, eso me a ayudado bastante. No lo había notado pero alcanzaba a oler su aliento y él el mío. Estábamos ano mas de 20 cm de proximidad, aún así me notaba relajado, como quien habla con un amigo.

Si te debería pasar algo, si te pasa algo. Ese cambio en la disposición de tu cuerpo, esa casual proximidad de ambos... aunque no es al único que le pasa algo, me pasa igual. Toqué bajo las cobijas la erección que estaba comenzando a tener en este momento, que no se notaría ya que daba contra la cama.

-¡Sarah, baja a desayunar!

Ambos despertaron abruptamente. Les costó un rato asimilar donde estaban y lo que había sucedido, tenían un gran dolor de cabeza, probablemente ocasionado por las pastillas que habían consumido esa noche. Además de algunos dolores en el cuerpo por dormir tan incómodamente en una cama de una plaza, a pesar de no haber dormido muchas horas. 

Escucharon que alguien subía por las escaleras, caminaba por el pasillo y se detenía en seco.

-¡JODER SARAH! ¿¡Qué le has hecho al baño!? ¡Mierda, mierda...!

Era definitivamente la voz del padre de Pax, quien probablemente se en ese momento se encontraba contemplando los charcos de agua mezclados con pintura, sumado a un lavabo fuera de lugar y todos los desodorantes, rasuradoras, cremas y maquillaje desparramado por el suelo, formando un auténtico caos.

-¡SARAH! ¿ESTÁS EN TU CUARTO?

Que los descubran era algo inminente, y antes de que los dos pudieran hacer algo la puerta del cuarto se abrió, chocando con una de las cajas. James Paxcow entró en la habitación y puso sus ojos como platos al ver aquella situación tan desconcertante, sin saber qué hacer o como reaccionar.

-Sa-Sarah...

Una voz me sacó de mis sueños, ¿que hora era? ¿cuanto rato había pasado?, la cama me había dejado algo hecho polvo, quizás la debería haber llevado al cuarto de su padre, espera... ¿padre?

Esta vez la voz parecía bastante enfadada, y las cosas empezaron a relacionarse por si solas, vuelta padre, baño destrozado, yo desnudo con la chica en su cuarto, y lo mejor de todo es que mi ropa se había quedado tirada en el baño... genial.
Debido al tamaño de la cama Paxie estaba muy cerca, y las sabanas me cubrían lo justo, en ese momento entró aquel hombre, su padre sin duda. El hombre parecía haberse quedado en trance y yo no tenía donde meterme así que simplemente sonreí y le tendí la mano.

-¡Encantado señor padre de Paxie!, soy Dick, un eeehhh... amigo de su hija.

Me revuelvo en las sábanas, bastante cerca de Dick, soñando aun con todos los destrozos, drogas y descontrol de las últimas horas, preguntándome por un momento si estoy allá aun al no reconocer el cuarto donde solía dormir antes, cuando escucho una voz inquietantemente familia…

Trato de sacudirlo, pedirle que se esconda bajo la cama, hacer algo, pero papá fue más rápido que yo y para castigo de mis pecados entra a mi cuarto sorprendiéndonos a los dos.

En este momento solo siento terror junto a unas insólitas ganas de reírme.

Dick intenta una presentación que en otra circunstancia y frente a otra persona me haría soltar la carcajada. La cara de papá es aun más memorable que la de Andy. ¡Diablos, hasta la pistola de los narcos se siente como nada comparada a este momento!

Me golpeo la frente con la palma de la mano. Ahora sí, estoy muerta…

Me quedé en la misma posición mientras Nick se levantaba y se cambiaba de ropa. En efecto estaba desnudo bajo sus vaqueros sucios. Pude ver como se desnudaba con toda la tranquilidad del mundo ya que me estaba dando la espalda. Me fije en sus nalgas, y no pude calificarlas de ninguna manera más que como: perfectas. Tenían la forma perfecta y se veían duras y fuertes.

Cuando Nick levantó una pierna para quitarse de los tobillos el pantalón, ese movimiento, hizo que su entrepierna se bambolease juguetona.
No debería haber bajado las persianas... pensé un poco molesto. La oscuridad de la habitación era bastante profunda y casi solo las siluetas se distinguían.

¿Qué suposiciones? le pregunté cuando se echó a mi lado. Si tienes suposiciones sobre mí dije disfrutando de su respiración en mi cara, de su aliento, de su cercanía. Me moví un milímetro más hacia él, solo uno. Y dices que tus suposiciones son siempre verdaderas, por extensión tienes que estar seguro de lo que piensas sobre mí.

Sonreí sin saber si lo que había dicho tenía mucho sentido, metí mi mano de debajo de las mantas y la coloqué sobre su espalda como si nada, como si ni mío fuese el brazo ni suya la espalda donde la posé. Sin dejar de sonreír volví a preguntar.

¿que supones sobre mi, entonces? Dejé la mano perfectamente colocada al primer intento, pudiendo así disimular perfectamente el hecho de que fuese un movimiento casual. La coloqué debajo de sus lumbares, en el centro de la espalda, en el borde del pantalón de tela que acaba de dejarle, con uno de los dedos casi sobre la línea que separaba ambas nalgas. Su espalda estaba caliente, aunque no llegué a notarlo, porque mi mano también lo estaba...

¿Por qué tantos rodeos? ¿Por qué los juegos? ¿Por qué no soy capaz de decirle con firmeza que creo que le gustan los hombre y de que...?. ¡Si!, la situación no me molesta, ese es el punto.

Noté que luego puso su mano de forma instantánea debajo de mis lumbares, ese punto mas arriba del sacro, el de la marquilla del pantalón. La excitación aumento, el sentirlo tan cerca, tan próximo, me puso a mil. Lo miré de frente.

Yo... trastabille el pronombre para luego seguir. No entiendo muy bien. Fue una frase seca, pero luego no lo evité mas pues evitar esa cercanía, apagar ese fuego, era una cosa para escribir dentro de los absurdos. Me acerqué certero, le tomé la cara y me puse aún mas cerca de él. Posé lentamente la comisura de mis labios en los suyos. Lo besé profundamente, lentamente, como esos besos que se dan cuando se sienten, por alguna extraña razón tenía mas ganas de llorar que de seguir, me sentía extraño, pensé millones de cosas al tiempo, si estaba mal o bien, si era lo que era o no lo era. Finalicé el beso. 

Me gustó.

-Supongo, que esta bien. 

Cogí su brazo y lo pasé por encima de mi espalda y cerré los ojos dispuesto a dormir, a pensar un poco en lo que había sucedido.

El hombre quedó obviamente paralizado ante aquella visión. Situaciones como esta podían pasarle a cualquier chica promiscua de la edad de Sarah. Pero no a Sarah, ¡No a su hijita!

-Pero qué... - James puso los ojos como platos al observar como aquel sujeto que estaba en la cama desnudo con su hija se presentaba extendiéndole la mano y diciendo su apodo, tan vulgar y grosero. Y encima tenía la caradurez de decir que era "amigo de su hija"

James actuó por sus instintos, cosa que Sarah pocas veces había visto. La cara se le puso roja y pareció que todas las venas de su cuello empezaran a hincharse.

-¡FUERA DE MI CASA! ¡AHORA MISMO! ¡YA! ¡VETEEEE! -Gritó a todo pulmón, con todo lo que daba, mientras se acercaba amenazadoramente a Dick con malas intenciones si este no se marchaba del lugar.

El hombre parecía bastante enfadado, y me puse algo nervioso, las palabras empezaron a surgir de mi boca sin control.

-¿Pero que...?, si lo hemos pasado genial, su hija es muy buena...- Aunque conseguí parar esa frase a medias, solo lo estaba cabreando más.- Yo...

Me volví hacia Paxie señalándola con el dedo con una sonrisa.

-Ha estado genial, después te llamo...-Dije intercambiando miradas entre ella y su amenazador padre.- Espera, no tengo tu número...

Pero no había tiempo para intercambiarlo, es más no había tiempo ni de buscar él mio, o mi ropa...
Le di un beso en los labios al tiempo que salía corriendo para esquivar al madre, escabullendome bajo sus brazos.

-¡El lunes te veo!

Resbalé en el pasillo con el agua que había salido del lavabo, pero me levanté rápido, y más rápido aun descendí por las escaleras saliendo de la casa.

Cogí un par de tapaderas de cubos de basura y los usé como "calzoncillos" tapándome por delante y por detrás, pense en como explicaría esto en mi casa, sin duda iba a ser genial...
Miré una última vez a la ventana de Paxie y sonreí.

-Joder que puto frío...

¡Si atraparnos así no era suficiente, Dick termina de ventilar el comienzo de mi vida sexual y asegurar mi muerte! Me cubro los ojos con una mano de la verguenza, sin saber como voy a mirar a papá hasta que contradictoriamente despego los dedos para mirarlo y veo una cara de homicidio aun peor que Andy con Romeo y Julieta en el escenario.

Lo va a matar, papá lo va a matar, casi nunca lo he visto así y por eso sé que lo va a matar…

Un beso rápido y comienza su huida aun y cuando resbala. Mientras corre escaleras abajo me envuelvo con la sabana y salto de la cama para avanzar casi a tropezones hasta la ventana, justo a tiempo para verlo salir casi igual de desnudo. Cuando se gira para voltear antes de seguir con la huida alzo la mano.

- ¡Hasta el lunes! - le grito, antes de agarrar valor y girarme hacia papá.

Esoty muerta, ahora sí, estoy muerta...

Al final pasó. ¡No son imaginaciones mías! pensé triunfal. La cara de Nick acercándose a la mía fue como a cámara lenta. Finalmente sus labios tocaron los míos, fue como la colisión de dos continentes, se liberó la misma fuerza que cuando se crea una gran cordillera. Su lengua penetró en mi boca, su saliva cálida inundó mis papilas gustativas. Noté el sube roce su nariz contra mi piel.
Era altamente sensual. No sexual, que también mucho. Pero no era algo solamente carnal, había algo en aquel beso, en aquel contacto que era algo más que un simple roce de adolescentes hormonados y calientes... Pero ¿qué es?

No pude pensar más mientras le besaba y posaba mi mano sobre su cara. Todo me daba igual mientras ese beso duraba. Cerré los ojos y ya no sabía si estaba tendido en la cama o flotando en una nube. ¿Será posible que por una vez algo me salga bien?

Nuestros labios se separaron con un delicioso ruido de ventosa, el me movió mi brazo para que colgara por el lado opuesto de su espalda, así en esa postura estaba algo incómodo, pero no me importaba. Me arrimé lo máximo a él, hasta que prácticamente todo nuestro cuerpo se tocaba y cerré los ojos, sin decir nada. Dispuesto a dormir.

...
...

...
...
...

Las horas pasaron, el sol recorrió todo el horizonte, de Este a Oeste, y cuando ya se estaba poniendo, mi metabolismo me despertó. Hmmm ¿qué hora es? Me meo... Miré el reloj que había sobre la mesilla, marcaba las 19.48.
Me froté los ojos con las palmas de las manos y noté algo incómodo bajo mi cuerpo y algo pesado sobre el otro costado. Me di cuenta de que el brazo derecho de Nick estaba bajo mi cuerpo, y el izquierdo por encima de mi costado izquierdo. El estaba pegado totalmente a mi espalda. Estábamos abrazados, a falta de una palabra mejor.
Me moví un poco acercándome más a él, un poco para despertarlo, pues no quería ser yo quién rompiera aquel climax. No sabía como se sentiría Nick después de la noche Es mejor ser cauto. pensé.

Moví mi trasero, presionándolo suavemente contra él. Mi trasero quedaba a la altura de su entrepierna, y el roce de su miembro a través de aquellos finos pantalones contra mi boxer me excitó, haciendo que mi no del todo dormido sexo, se pusiese firme al instante.
Bajé mi mano izquierda a lo largo de mi cuerpo hasta que encontré la suya, y las dejé juntas, sin llegar a cogersela, pero si tocándose.

Había soñado con un bosque, frondoso, muy verde, realmente acogedor. Yo corría como perseguido, escuche gritos atrás y pisadas. Un disparo hizo que comenzara a correr mas y mas rápido, no me cansaba entonces continué hasta que llegué a un acantilado, la caída era la mas grande que se podía imaginar y en lo mas profundo solo se observaban rocas filosas que subían mientras el agua, poderosa e imponente, chocaba contra las rocas, contra la tierra, como pidiéndole que retrocediera. Por primera vez miré atrás, las que habían eran caras conocidas, personas de la escuela, mis amigos, mi familia, los de la iglesia. Lo mas curioso y terrorífico era esa mirada de asco, me sentía presionado. Luego sentí el calor de una mano, lo miré y ahí estaba, guapo como siempre. Dijo que saltáramos, él saltó primero, pero yo no lo hice, fui directo hacia el resto como presa del mundo, como un ser atado. 

Desperté.

Estaba acurrucado en la cama con Andy, no me sentía muy cómodo con esto y a la vez si, era sentir dos cosas distintas al tiempo. Como cuando dices que tienes frío pero tienes calor, como cuando no tienes hambre pero quieres comer, era todo un poco contradictorio. Lo solté al instante y bostece.

- Buenos días. Fue todo lo que dije. Ya había sentido sus movimientos por lo que supuse que estaba despierto.

Miré hacía afuera me senté en la cama, el sol ya estaba cayendo habíamos dormido casi que todo el día. No podía negar que estar con él era confortable, pero habían mas cosas tras de eso. Mi mirada estaba un poco perdida, retraída, todo era nuevo un golpe que no sabía como manejar. ¿Sería esto lo primero que no pudiera manejar?.