Partida Rol por web

Desde que los trols y los orcos llegaron a Kalimdor su relación fue muy fuerte, dos razas con historias muy diferentes pero que se unieron para luchar por la mutua supervivencia. No importa si el peligro fuesen los humanos, la legión ardiente o una bruja del mar que amenazaba con hundir tu isla. Trols y orcos vivieron juntos, lucharon juntos y murieron juntos.

Hoy 10 años después de que las razas se unieran en lo que más tarde sería conocido como la horda, un grupo de orcos y trols caminan hacia el Valle de los Retos, donde esperan recibir el entrenamiento que todo orco y trol toman antes de unirse como un guerrero de la horda. En su camino ven varios trols y orcos que vienen tanto de Cerrotajo como del Poblado Sen'Jin, todos en dirección al sur donde Gornek los espera con sus primeros retos.

Desde que tenía uso de razón siempre había sido un orco bastante reservado. La única ocasión en la que lograba comunicarme de manera constante era en los juegos de guerra, cuando varios pequeños nos juntábamos e imitábamos las batallas de los mayores. A parte de eso, tenía por costumbre ser callado y no hablar mucho. Por eso, a pesar de que eramos varios orcos y trols caminando rumbo hacia el Valle de los Retos para probarnos como verdaderos miembros de la Horda, apenas abría la boca.

Intercambio un par de saludos corteses con algunos conocidos y poco más. Llegamos al cruce que bifurca el camino y miro hacia el Poblado Sen'Jin. Veo aún más trols que se unen a la marcha y entran con nosotros al Valle de los Retos. Una cosa al menos está clara, y es que la Horda es fuerte en número.

Vuzazahn caminaba desde la Aldea Sen'jin, su poblado, hacia el Cruce. Tenía que hacer una serie de pruebas para demostrar que era digno de ser miembro de la Horda y, por encima de todo, un troll de los Lanza Negra. Su tribu había sido perseguida durante muchas épocas por elfos en el viejo continente, incluso por sus congéneres, pero ahora podían empezar de nuevo y demostrar que eran los más fuertes de todos los trolls, y Vuzazahn demostraría que él era uno de ellos.

El había llegado como un joven trol a esas costas, intentando mostrar su valía, pero no le dejaron enfrentarse a grandes retos o batallas, cosa que quería cambiar ahora. Él sabía que tenía muchos puntos fuertes que podrían ser valiosos para la Horda, y quería demostrarlo.

Tras pasar la puerta que marcaba el comienzo del Valle de los Retos, encontraron una depresión rodeada por montañas, siguiendo el camino se llegaba a una zona donde los esperaba un orco con un fuego encendido a pesar de que era de día. Detrás de él habían varias tienditas de cuero y una entrada a una cueva.

El orco esperó a que llegara el último joven y empezó a hablar.

El estar parado frente al fuego le daba la sensación de que era un poderoso chamán, pero por sus vestimentas parecía más un cazador que un lider espiritual. Los saludó y empezó a hablar.

Bienvenidos al Valle de los Retos, hoy empezarán a ser útiles para la horda y a defender estas tierras que llamamos hogar. Hace años que dejamos Dreanor y llegamos a este mundo, pero aquí logramos fundar una ciudad, asentarnos y vivir en paz... una paz que no duró mucho por los ataques de los humanos...

En ese momento un grito rompe el discurso, se ve un trol que camina tambaleándose hacia donde se encuentra Gornek, a los pocos metros cae seco en la tierra roja y no vuelve a moverse. El trol está muerto. Gornek se acerca y mira las heridas y luego vuelve a ver a los jovenes orcos y trols.

Este trol murió picado por un escorpión, las leyendas hablan de un escorpión negro llamado Sarkoth. ¿Quieren un reto? Allí está el resto, quien me traiga el aguijón de la criatura será digno de pasar el reto automáticamente y se le considerará un guerrero de la horda.

Apunta con su hacha hacia el desierto.

Matenlo, venguen al trol. Lok'Thar Ogar!

Vuzazahn caminaba observando todo a su alrededor. Parecía estar interesado en averitguar como era todo en ese lugar, y cómo poder demostrar que él era un gran guerrero, a su forma, pero grande y efectivo.

-Yo mata'é al e'corpióh -dijo con ese fuerte acento de los trols, causado por los colmillos que surgían de sus bocas y por su manera tan poco normal de hablar, usando palabras poco formales- yo venga'é a mi he'mano caído -puntualizó dando a entender que un trol debía vengar la muerte de otro trol.

Llevó sus manos a las armas que portaba, una espada corta, una daga y un arco corto; y sin más se dispuso buscar a ese maldito bicho.

La sangre me hierve al escuchar las palabras de Gornek sobre los ataques de los humanos, pero todo eso queda en segundo plano cuando el trol se desploma muerto frente a nosotros. Gornek lo examina y nos encomienda matar a un escorpión llamado Sarkoth. 

Tanto el nombre como las leyendas que circulan alrededor de ese escorpión me dan absolutamente igual. Lo importante es que un compañero de la Horda ha muerto y me han ordenado acabar con su asesino, así que eso es lo que voy a hacer. Me golpeo el pecho con fuerza con el puño cerrado en señal de respeto a Gornek.

-¡Lok'Thar Ogar!

Tras esto, me pongo en marcha y me adentro en el desierto junto con tantos otros aspirantes.

Mientra entran al desierto ven como varios de los aspirantes se empiezan a desperdigar por el Valle de los Retos, ustedes en cambio terminan juntos en una zona donde ven varios escorpiones, de todas formas ninguno parece ser un monstruo de cualidades imponentes como para matar al trol de esa forma.

Siguen caminando y encuentran a un escorpión negro, naranja y grande, flanqueado por dos escorpiones más pequeños, algo les dice que ese es Sarkoth y están cada vez más cerca de vengar al troll.

Cuando veo al escorpión negro mi instinto me obliga rápidamente a sacar el hacha de batalla que llevo a la espalda y aferrarla con fuerza con mis dos manos mientras me acerco despacio a la criatura. No sabía cómo, pero un trol de los tantos iniciados que habían estado a mi lado durante el discurso de Gornek había terminado junto a mi, así que me comunico con él mediante señas para hacerle saber que yo iré primero para intentar atraer la atención del bicho y que él pueda centrarse en atacarle sin miedo.

-Tu mandah, colega -dijo Vuzazahn mientras sacaba la espada corta y la daga, empuñando cada una en una mano distinta. Se acercó un poco, pero tenía pensado intentar acabar con los dos escorpiones pequeños mientras el orco aguantaba al escorpión grande. 

Primero se eliminan las amenazas pequeñas para centrarse todos en la grande, eso era así.

Los escorpiones notan al orco que se acerca y se cierran para proteger a Sarkoth. Las criatura preparan sus grandes pinzas y empiezan a apuntar al orco.

Al ver a los escorpiones más pequeños cerrar filas en torno al más grande deduzco que efectivamente se trata de Sarkoth. Lanzo un gruñido mostrando mis colmillos y me lanzo al ataque para golpear al escorpión gigante. Esquivo a los dos pequeños profiriendo un grito de batalla y levanto el hacha con ambas manos para intentar enterrarsela justo en la cabeza y terminar la pelea de un golpe.

-¡Por la Horda!

Vuzazahn vio como el orco se lanzaba de frente a por los escorpiones y lo siguió, con suerte podría moverse y atacar los puntos débiles de esos monstruos antes de que se dieran cuenta de qué pasaba.

Antes que nadie se lo esperara, el orco saltó con golpe brutal en dirección al  escorpión grande partiendole la cabeza como si fuera una sandía. La sangre verde salpica a todos, tanto los escorpiones como al orco y al trol. Sorprendentemente el ver a su líder muerto hace que los escorpiones no estén interesados en pelear y se retiren.

Una vez con el grande muerto, Kurov golpea la pinza del escorpión con su hacha cortandola, con eso tendrían una prueba de la muerte del mítico Sarkoth.

Me quedo mirando el cadáver del escorpión gigante asombrado durante unos segundos, pero después sonrío y me echo para atrás soltando un rugido de victoria. Saco mi hacha de la cabeza de Sarkoth y la utilizo para cortarle la pinza. La sostengo en la mano unos instantes y después me giro hacia el troll, lanzándosela a él.

-Era un troll el que murió. Tú le llevarás la prueba de que el escorpión ha muerto a Gornek.

Me golpeo el pecho con el puño en señal de respeto mientras vuelvo a guardar el hacha.

-Gloria a la Horda.

No pudo hacer nada, el orco descargó un golpe descomunal sobre la bestia y acabó con ella limpiamente, por lo que enfundó sus dagas.

-No, He'mano -dijo el trol al gesto del orco- tu matahte a la behtia, tu recibir la gloria. Somo' la Horda, somo' he'mano, no somo' dehconoci'o -intentó explicar el trol mientras le daba una palmada en el hombro- Volvamoh con lo demah.

Cuando volvieron, Gornek los estaba esperando con una montaña de pinzas a sus pies, al ver la pinza enorme que lleva Kruvok, el orco abre los ojos totalmente y corre hacia ustedes.

Por los ancestros, no puedo creer que lo hayan conseguido, habían varios que se quisieron hacer con gloria matando escorpiones no tan grandes, pero ustedes si lo lograron.

El orco deja la pinza sobre el montón.

Hoy un hermano de la horda fue vengado y ustedes dos serán miembros oficiales de la horda.

Luego mira hacia el horizonte.

Ahora nos llegaron reportes de que se necesita ayuda en Cerrotajo y en la Villa Sen'Jin, si quieren pueden ir a ayudar allí.

Hago una inclinación de cabeza a Gornek en señal de respeto y hago lo mismo con el trol que me ha acompañado a acabar con el escorpión.

-No nos hemos presentado, hermano. Mi nombre es Kruvor, y ha sido un honor derramar sangre a tu lado.

Me quedo mirando el camino que lleva hacia la salida del Valle y esbozo una sonrisa feroz.

-¿Te apetece visitar el Poblado antes de ir hacia Cerrotajo? Los trolls festejarán que uno de los suyos sea miembro oficial de la Horda.

Caminaba con esa forma desganada de los trols mientras que llegaban a hablar con el que les había encargado la misión mientras parecía que todos querían mostrarse como campeones de esa gesta, pero no, el campeón era Kruvor.

-Me llamo Vuzazahn, to'o un honor.

Escuchó lo que decía el jefe Gornek y luego a Kruvor- Podían habe' avisa'o anteh, yo vengo d'allí -dijo ligeramente molesto, pues no les habían explicado nada antes de partir- pe'o me pare'e bien. Vayamoh a ve a mi he'manoh

Mientras caminaban por la tierra rojiza de Durotar, orco y trol empezaban a conocerse. Al cabo de unos minutos divisaron a lo lejos el poblado Sen'Jin, ya desde lo lejos se podía ver el movimiento de jinetes trol en raptores. Algo había pasado y no parecía que fuese a ser una buena noticia.

Al llegar un médico brujo los saludó con la mano.

Das'tingo hemano. Me llamo Gardín y veo que so fuerte orco y trol, nosotro estamo teniendo problema con lo centauro Kokar y un gruo de lo nuetros que está en la isla eco...

El médico brujo miró al horizonte donde se veía un grupo de tropicales islas, la vegetación se podía ver fácilmente y contrastaba con las áridas planicies de Durotar.

Neesitamo ayua en lo do luare, teemo a lo LOA de nuetro lao pero no bata co eso, neecistamo guerrero y utede puede ayudar. ¿No ayudaría a luchar?

El trol los mira tras la máscara ceremonial que suelen utilizar los médicos brujos.