Partida Rol por web

-Entonceh, en ehe momento salte sob'e su espalda y le clave la ho'a en el cuello -Vuzazahn iba explicando como había conseguido acabar con otro enemigo antes de las pruebas; pero sobre todo era algo que no se sabía si era cierto o no. Al llegar al poblado y ver el movimiento el trol se sintió inquieto, y más aún ante las palabras del Médico Brujo.

-He'mano, yo lucha'é, y si mi ami'o K'uvoh noh acompa'a se'a pan comi'o -sonrió y le dio una palmada en la espalda al orco- ¿Entonceh a'nde amoh? Cont'a loh Centau'o o a la ihla Eco?

Escucho el relato del trol en silencio, asintiendo de forma entusiasta en las partes donde creo que debo asentir. El relato de una buena batalla siempre levantaba el ánimo. Cuando llegamos al campamento me cruzo de brazos y sigo escuchando mientras el brujo explicaba la situación y se me escapa una sonrisa cuando Vuzazahn me da la palmada en la espalda.

-Mi hacha está al servicio de la Horda y mi brazo a disposición de mis camaradas. Iré donde más se nos necesite primero. ¿Qué es más urgente, compañero brujo?

Gardín mira hacia las islas y luego hacia el campo.

Lo trol de las islas solo no sacaron nuetro hogar, pero los centauro son una amenaa real, creemo que pueden etar planeando una invasió a gran escala, no es comú verlo en esta zona, generalmente se queda en los Baldío y eso es lejos de Desolace, su hoga.

El trol los mira con decisión.

Necesitamo aber su plane y que neutralizar la amenaza rápido.

Luego les señala un camino entre dos montañas.

Etán por ahí.

-Pue' vayamoh a poh eho centau'o -dijo el trol mientras se encogía de hombros- cuanto anteh empe'emoh anteh te'minamoh -se estiró en sus dos metros de altura, completamente erguido, y movió los hombros para relajar los brazos antes de recuperar su posición encorvada normal de todo trol- intenta deja'me alguno pa'mí -sonrió recordándole que no había llegado a hacer nada contra los escorpiones.

Suelto una risotada burlona mientras empiezo a caminar al lado del troll en dirección a las montañas.

-Tendrás que ser más rápido entonces. ¿Te apetece que apostemos a ver quién mata más centauros? Hará la batalla más entretenida.

Me carcajeo una vez más mientras llevo las manos a la espalda y agarro el hacha de batalla, preparándome para luchar. Aquella era la primera vez que encontraba a alguien con quien hablar y reírme fuera del combate, y era una sensación muy agradable.

-Shi noh dan dine'o lo repa'timoh shegun la mue'teh de cada uno, hacemoh un repa'to del dine'o poh cabezah matadah -ese juego iba a ser muy divertido, pues la sana competencia siempre era bueno. Sacaba lo mejor de cada uno y, sobre todo, les hacía esforzarse mucho más.

Se alejan en dirección al sur, luego de caminar un tiempo llegan a un camino entre dos montañas. No les costó mucho encontrar a los Kolklar ya que había dos patrullando los alrededores, en el momento que se acercaron lo suficiente ambos empezaron a cabalgar en su dirección.

Los mismos lograron alcanzarlos a gran velocidad, mientras se preparaban para atacarlos. A pesar de lo que podía parecer, uno aceleró con fuerza cargando sobre ustedes.

Vuzazahn vio venir a los centauros y no lo dudó. Cargó contra uno de los centauros pues quería demostrar que él también sabía combatir, y no había uno que destacara sobre el otro, así que se lanzó a por el de su derecha. Era hora de que su espada corta probara la sangre.

Esbozo una sonrisa repleta de colmillos al ver cómo mi compañero carga contra los centauros y me lanzo tras él hacha en mano mientras grito con todas mis fuerzas, cargando contra el otro centauro listo para partirle el cráneo igual que al escorpión.

El centauro que cargó más rápido va camino a Vuzazahn, pero el trol sin ningún problema logra desviar la espada y contraatacar con un golpe cerctero que rebana la cabeza del centauro en un santiamén, incluso los pies del mismo dan 3 pasos antes de caer muerto.

El segundo centauro recibe un golpe fuerte de parte de Kruvor que lo hace dar un par de pisadas para atrás, para luego tirarle un golpe con la parte plana de la espada que le pega en el pecho, el orco sufre un poco de dolor pero nada de otro mundo, en cambio el centauro ya está sangrando.

Cuando el centauro me golpea en el pecho lanzo una sonora carcajada y me golpeo yo mismo con el puño en los pectorales.

-¡Eso no te servirá de nada contra un orco de la Horda, maldito engendro!

Al ver la cara de sorpresa del centauro decido aprovechar la oportunidad y lanzar un nuevo hachazo directamente a la cabeza de mi enemigo.

Vuzazahn sacó la espada corta del enemigo y, viendo como el orco distraía al otro rival, se movió con esa agilidad extraña, como si sus brazos y piernas fueran demasiado largos como para su estatura y, situándose al otro lado del centauro respecto a  Kruvor, lanzó una puñalada buscando alguno de los puntos vitales del centauro.

Esta vez los dos dieron unos golpes modestos en comparación con lo que venían haciendo. De todas formas fue más que suficiente para empujar al centauro al otro barrio.

A pesar de la lucha, ningún otro grupo salió en su encuentro y pudieron caminar unos cuantos metros hasta llegar a la montaña de donde salían los centauros. La misma era una larga pared de piedra que subía hacia el cielo, de todas formas había un pequeño pasillo por el que caminar.

Si bien no encuentran ningún otro centauro, ven en el suelo marcas de cascos por lo que ven que están en el camino correcto. Probablemente ellos estén del otro lado del largo y profundo cañón.

Le doy una animada palmada en la espalda a Vuzazahn, ambos manchados parcialmente con la sangre de los centauros que acabamos de matar y me adentro por el cañón, golpeando la sólida roca con mi hacha, creando un ruido metálico que resuena por el eco.

-¡Salid de dónde estéis, sucios Kolkar! ¡Salid o iremos a por vosotros!

Con una sonrisa aviesa remarcada por los dos enormes colmillos típicos de su raza, Vuzazahn miró al orco cuando éste le dio una palmada en la espalda. Pero entonces empezó a hacer de reclamo para los centauros.

-Tenemoh que ave'iguah shuh planeh, no at'aeloh a to'oh -dijo el trol bastante molesto, tras lo que intentó buscar un lugar donde ocultarse y, al menos, poder emboscar a algunos de los que fueran atraídos por el orco.

Empiezan a caminar por el cañón, mientras lo hacen Kurvor empieza a hablar para atraer a los Kolklar, pero por las paredes el cañón la voz del orco se empezó a amplificar haciendo un eco aterrador. Sorprendentemente, ningún Kolklar fue a su encuentro, haciendo que tanto orco como trol pudieran pasar el cañón entero sin ser identificados.

Cuando salieron del cañón, vieron que el territorio se abría y que había tres grandes carpas de piel de kodo. Había pocos Kolklar, apenas estaban haciendo guardia. De todas formas las carpas si estaban vigiladas, ya que había dos guardias en cada una y adentro de la misma había otro kolklar leyendo lo que parecía un cuero curtido, quizás hubiera algo escrito en ese cuero.

Nada más salir del cañón contemplo el campamento de los Kolkar y sonrío de manera salvaje, levantando el hacha por encima de mi cabeza.

-¡Entonces prometo dejar con vida a uno de ellos, hermano trol!

Y con esa simple frase vuelvo a sumergirme en el fragor de la batalla, sin importarme por cuánto me superen en número mis enemigos.

Vuzazahn no iba a lanzarse a la carga, no, se esperaría a que hubiera algún enemigo debilitado para matarlo de forma súbita y sin que nadie se diera cuenta, pero el problema era que había pocos sitios donde esconderse, por lo que esperaría a que el orco se lanzara a por uno y él intentaría rematarlo antes de que pudieran tener problemas.

Los kolklar de la primer carpa no esperaban el golpe por lo que les tomó totalmente por sorpresa, de todas formas el ataque dio en la lanza de uno de los kolklars si poder hacer más que desarmarlo.

El resto empezaron a moverse para contraatacar al orco que los atacaba.

Rugiendo de nuevo, muevo mi fiel hacha de batalla de un lado a otro, amenazante, y retando a los centauros a que se acerquen.