Partida Rol por web

El día del juramento había llegado, todos los tauren esperan el día de su ceremonia, donde dejarán de lado su juventud y llegan a la adultez, una adultez en la que deben proteger a los suyos. Hoy es el día del juramento y caminas hacia Campamento Narache, donde te espera el Jefe Viento de Halcon y empezará tu vida como miembro de la tribu Pezuña de Sangre.

Mientras te acercas a la montaña donde se encuentra Campamento Narache, ves varios taurens que se dirigen en la misma dirección. Muchos parecen ser jóvenes que van a realizar el juramento al igual que tu, pero hay otros que son claramente guardias de Cima del Trueno.

A lo lejos ves las montañas verdes donde te espera el Jefe, sabes que del otro lado el desierto de los baldíos se extiende inmensurablemente, pero por ahora tu vida son esos verdes campos.

No podía negar mi nerviosismo, felicidad y también algo de ansia. Estaba cerca de convertirme en adulto, que se abriera ante mí una nueva vida. Pero durante años estuve practicando y además estaba en equilibrio con la Madre. Por eso mis andares eran seguros, me apoyaba en mi cayado, un bastón que me regalo mi Maestro el día anterior, a mi lado viajaba mi hermano un lobo de pelo negro y de ojos de distinto color. Llevábamos años juntos, después que lo rescatara guiado por uno de los grandes espíritus que me llevo a donde él estaba malherido.

El camino hasta el Jefe no era largo, pero parecía una eternidad, podía ver a lo lejos Campamento Narache, a un lado viajaban otros jóvenes tauren, seguramente siguiendo mí mismo camino, pero lo raro eran aquellos guardias de Cima del Trueno “Bueno siempre es mejor caminar en compañía” Me dije.

Saludos. Dije al extraño grupo ¿Marcháis también a Campamento Narache? Si es así ¿Os importaría que os acompañara? El viaje es siempre más corto con buena compañía. Pregunte en buen tono.

Un tauren de piel gris, vestido con un par de trapos de cuero y una lanza te mira y te hace un reverencia.

Que la madre tierra nos guíe compañero. Ya estamos cerca del campamento así que no tendremos el placer de caminar mucho juntos, pero siempre es un placer tener un compañero de camino.

Evidentemente como dijo el tauren, al poco tiempo llegaron al Campamento Narache. El campamento era fiel a lo que uno se imaginaría como un campamento, varias tiendas de campaña hechas de cueros de kodo, todas ellas rodean un fuego enorme que una tauren mantiene prendiendo. A lo lejos ves un pozo de agua tauren, el mismo está construido con forma de hélice para que el viento de las planicies lo haga mover y no se necesite fuerza física para sacar el agua.

Campamento Narache aquí estamos, recuerdo cuando mi hermano vino a hacer su rito, siempre tuve intriga de como sería el mío, lamentablemente él no quiso decirme nada.

Al ver que los jovenes tauren se amontonaban en la entrada de la tienda más grande se dirigen hacia allí.

En la puerta de la tienda más grande el Jefe Viento Halcon se queda parado esperando que lleguen los rezagados. De la cabeza del tauren cuelgan unas plumas, mostrando el poder que tiene en la sociedad tauren, en este caso por ser un poderoso chaman. Cuando empieza a hablar lo hace pausadamente, pero se ve como es un tauren fuerte a pesar de que su hablar sea lento.

Señores y señoras, hoy estamos reunidos para celebrar a los jovenes de nuestras tribus. No importa si sus ancestros son Pesuña de Sangre, Totem Siniestro o Totem de Runa... todos tenemos un enlace con nuestros antepasados y eso es lo que explorarán en este reto.

El jefe señala las planicies que se alejan a lo lejos, el campamento está en el medio de una depresión por lo que hay varias montañas alrededor.

En esas montañas hay javaspines salvajes y los túneles donde viven llegan a todos los rincones de las montañas. Ahora deben ir allí solos, es en ese lugar que sus ancestros les hablarán.

Luego mira al grupo.

¿Alguien tiene una duda?

El viaje fue relativamente rápido en la compañía del resto de Tauren, se palpaba la sensación de emoción y algo de nerviosismo, no era el único y eso me tranquilizaba. Llegamos al poblado y fuimos recibidos por el jefe de Viento del Halcón.

Era un chamán de gran status y poder entre los nuestros, comenzó su discurso, fue emocionante escucharle y hasta diría que sentí a alguno de los espíritus sobrevolarnos. Éramos varios jóvenes los que estábamos allí, la mayoría grandes guerreros. El viejo chaman acabo. Debíamos viajar hacia la zona de los javaspines salvajes, en la montaña estaban sus túneles donde contactaríamos con nuestros antepasados.

El lugar estaba a lo lejos y el camino seria largo, pero disfrutaría entonces de dicho camino junto a mi hermano lobo. Todos los jóvenes marchaban, impetuosos y con orgullo, como no era menos. Pero yo preferí acercarme un momento al poderoso chaman.

Buenos días mi señor, siento mi falta de conocimiento pero para contactar con nuestros antepasados ¿Debemos realizar algún ritual? Mi experiencia en ese tipo de rituales era bajo, pero sabía que a veces se usaban inciensos y cosas de ese estilo, por ello preferí preguntar, total las montañas seguirían allí y mis antepasados habían ya esperado muchos años, por unos minutos no pasaría nada. Aparte si podía compraría algunas cosas para el viaje, una cosa fue llegar aquí y otra embarcarme en aquello que no sabía cuánto me llevaría.

El jefe se gira mirando al joven tauren y con amabilidad contesta.

No es necesario, los espíritus de los antepasados viven en la tierra y nosotros los tauren, seamos guerreros, cazadores, o chamanes. Todos tenemos un conexión especial con la tierra. Cuando estés listo los espíritus irán a ti.

Luego mira al resto.

De todas formas les recomiendo alejarse de los javaspines. Esas criaturas son extremadamente territoriales y no dudarán en atacar a un tauren que invada sus territorios. De todas formas nos toca vivir juntos en esta tierra y debemos aprender a compartirla.

En ese momento se escucha una explosión a lo lejos. El jefe se gira y pone cara de pena.

No se preocupen por eso, tenemos cazadores en el lago Toropiedra listos para neutralizar esa amenaza, pero si les interesa saber son las operaciones de una empresa goblin y humana llamada Ventura Cia. Ellos solo quieren arrancarle recursos a la tierra y no se preocupan por devolver a la tierra y eso es lo más importante que puedo enseñarles hoy. La tierra necesita tanto como nosotros y no debemos entrar en conflicto con ella.

Trás decir esto mira al grupo y los guía con la mano.

Esas montañas son suyas, disfruten el viaje y la experiencia porque es única en la vida.

El jefe hace una reverencia y vuelve dentro de la tienda. A lo lejos ves las montañas y en ellas una zona cubierta de espinas enormes, claramente esa es la zona de los javaspines. Luego miras el pueblo y ves dos tiendas donde venden comida y bienes de diferentes tipos. Además de eso no parece haber mucho más en ese pequeño pueblo.

Asentí a la palabras del jefe, aunque lo que comento de esa compañía no me agrado. Aquellos que dañaban la naturaleza, eran mis enemigos, pero si ya se ocupaban de ello no diría nada, igual a mi vuelta tras el rito, podría unirme para colaborar con mis hermanos en contra de esa compañía.

Luego al ir saliendo pude ver un par de tiendas en las que poder abastecerme. Me dirigí a una de ellas.

Buenos días, venia en busca de algunos víveres. Comente al Tauren. Luego le comente lo que deseaba no era gran cosa, pero ayudaría en lo que durase la búsqueda de mis antepasados. Cuando tuviera esos objetos me pondría en marcha, hermano lobo aun parecía nervioso tras oir las explosiones, pero lo calme para que no estuviera tan tenso.

La vendedora te entrega todo lo que le pides y te cobra 20 platas. Una vez que consigues todo eso te empiezas a alejar dejando Campamento Narache a tus espaldas y entrando cada vez más en el territorio de los javaspines. Luego de unos minutos de caminata las espinas gigantes utilizan para construir sus casas te parecen enormes, además empiezas a ver cerdos amarillos, estas criaturas son como los lobo para los orcos, pero en versión javaspines.

Cuando te alejas empiezas a ver un grupo de tres javaspines que te miran desde la cima de una colina, no parecen muy amistosos pero no te atacan, sino que se quedan mirandote para desaparecer un tiempo después.

El camino fue relativamente agradable, aunque mucho más con la compañía de mi hermano lobo, el me daba cierta seguridad, sus sentidos eran mucho más agudos que los míos. Me guiaba por el instinto dado que no tenía un rumbo fijo, solo encaminarme a las montañas.

Fue entonces que encontré un grupo de tres javaspines, se quedaron mirándome, para luego desaparecer “A lo mejor es una señal” La madre Tierra tenia diversas formas de hacerse notar y enviaba mensajes de maneras distintas. Decidí encaminarme donde vi esos javaspines “Total cualquier camino es tan bueno como otro” Usaba mi lanza como bastón, apoyándome en ella para caminar.

Llegue al lugar donde perdí de vista a los javaspines, me pare para rastrera un momento viendo si podía encontrar las huellas de los animales. Mire a mi hermano lobo.

¿Vistes por donde se fueron hermano? Le pregunte.

Empiezas a caminar por la dirección en la que viste a los javaspines. No te cuesta mucho encontrar huellas de lo que parecen pezuñas. Mientras las sigues ves que las enredaderas con pinchos que veías a lo lejos son más comunes y llegan a tener hasta dos metros de grosor, siendo grandes hasta para un tauren.

Mientas avanzas te da la sensación de que las criaturas te están observando y probablemente camines hacia una emboscada, pero eso no pasa. Al llegar al final ves una jaula grande cerrada, la misma parece que puede albergar algo grande. Saliendo de la jaula ves tres tipos de huellas, dos de ellas las asocias con las de los javaspines y los cerdos que utilizan como mascotas, pero el tercer grupo te recuerda a tus propias huellas.

El rastro por fortuna era fresco y podía seguirlas sin mayores problemas,  el lugar estaba poblado por unas enredaderas con pinchos, pero por fortuna moverme por aquel terreno no me era difícil. Avanzaba sin problemas, pero percibía como los animales miraban. Me temía lo peor, pero aun así continúe mi camino rastreando las huellas.

De repente vi una jaula enorme cerrada. Un grupo de tres huellas parecían salir de ella, un par era de algún javaspin o de algún cerdo que eran sus mascotas. Pero las ultimas diría que eran las mías. Sujete mi bastón con fuerza, mire a mi hermano lobo, por si el percibía algo que se me escapaba.

Con el bastón fui avanzando tocando el suelo, por si existía alguna trampa, me sentía atraído por esa jaula, la curiosidad me forzaba a acercarme. Evite emitir algún sonido, para no llamar la atención. Mi vista viajaba a todos lados, sospechaba de todo, en mi mente no encontraba sentido al tema de las huellas.

¿Hola? Dije en tono bajo al estar casi en la jaula.

Al principio solo el silencio te responde, pero tras unos segundos de incómodo silencio escuchas un grito en idioma tauren.

¡Corre!

Al acercarte ves un javaspin que está degollando a un tauren, entre ellos y tu se para el puerco que no duda en sacar sus colmillos y abalanzarse sobre tu lobo. El golpe que le da el brutal y lo hace aullar con fuerza, si bien él queda muy debilitado aún tiene algo de fuerzas.

Vi la escena y me quede helado por un segundo “¿Correr?¿Cómo dejar a un hermano así?¿Quién sería?” Me dije, no sería digno de llamarme tauren ni servir a la madre naturaleza dejándolo así. Entonces vi como uno de esos puercos arremetía contra mi hermano lobo. Sentí el golpe y el dolor, aunque eso le costó bastantes fuerzas.

Vi en ello un hueco para ayudar al otro tauren, decidí cargar contra el javaspin esperando que aun estuviera más preocupado en lo que tenía entre las manos que en mi “Liberar al tauren y luego castigar al puerco. Sera un buen festín asado” Me dije, aquellos seres eran indignos y rastreros, no como los jabalís salvajes que recorrían las montañas de otros lugares, seres a los que respetaba y apreciaba.

Aprovechando el golpe corres hacia el javaspin golpeandolo con tu lanza y haciéndolo volar varios metros por el aire, cuando termina cayendo lo hace con un ruido seco y no se mueve. El cerdo aprovecha el ataque para huir dejándote solo con el tauren.

Gracias a la madre tierra... debes volver a Narache... debes avisar al resto, estas colinas no son seguras.

Trás decir esto el Tauren se desmalló. Puedes sentir ruidos, al parecer los Javaspines escucharon los sonidos de la lucha y están empezando a reunirse.

Por fortuna la madre tierra guio mi brazo para atravesar al javaspin de un golpe certero, el impacto fue tan grande que acabo con él. Así que rápido me fije en mi hermano herido, sus palabras me dejaron perplejo. Debía decidir abandonar mi búsqueda para dar el aviso en el poblado o continuar mi búsqueda. No lo dude, lo primero eran mis hermanos.

Por desgracia el tauren cayo desmallado, me quede un segundo parado dudando, pero pude percibir los sonidos proveniente de otros javaspines “No puedo dejarle así” Me dije y trate de llevármelo conmigo, mi hermano lobo aún estaba herido, pero esperaba que aguantase. Busque un lugar por el que moverme. Vi la zona de plantas con pinchos “Me dará una ligera ventaja” Me dije, moverme por ellas no me era difícil, no como al resto, además seguramente eso impediría que me siguieran el rastro.

Con mi hermano tauren a la espalda empecé el camino “Aguante hermano, la madre tierra me trajo para salvarte”

Te cargas al tauren y empiezas a correr por las espinas, al principio te resulta dificil ya que muchas de las espinas son gruesas y altas como muros, por lo que por más poderes druidicos que utilices no puedes pasar sin esquivarlas.Tras dar varias vueltas logras salir de la zona de los javaspines y escuchas una voz en tu oido.

No te asustes Crain, los Pezuñasangre somos una tribu en contacto con la naturaleza y los espíritus, quizás no tanto como otras tribus pero aún así armónica con nuestro entorno. Debido a tu situación no puedo aparecer por mucho más tiempo, pero quiero decirte que tienes la bendición de tus ancestros, dejar un rito a medio terminar para salvar una vida es lo más noble que un tauren puede pedir.

Al decir esto desaparece quedando solo con tu lobo, igual algo te dice que los espíritus no te dejaron solo y que ahora son parte tuya y de tu lobo. El tauren que llevas empieza a recuperarse, pero te llegan sonidos desde las colinas, al parecer los javaspines están reagrupandose y tratando de cazarlos.

Hubiera sentido una mayor alegría y hasta me habría parado a rezar, pero no podía, debía llevar a mi hermano a un lugar seguro, podía escuchar a los javaspines bramar y gritar agrupándose, el truco de las espinas no duraría mucho.

Mire a mi hermano lobo. Debemos movernos con presteza. Luego me asegure de llevar bien sujeto al tauren y me moví lo más rápido posible, no tenía muchas más opciones. Aunque las palabras de mis ancestros me alentaban dándome fuerzas cuando alguna vez me fallaban “Vaya podría haber encontrado alguien más ligero que este hermano” Pensé.

Mientras se mueven 20 javaspines salen de las colinas corriendo hacia ustedes, tras unos minutos de persecución. Un grupo de cazadores tauren llegan corriendo y abre fuego con sus mosquetes contra los javaspines. Increíblemente ninguno llega a atacarlos. Los javaspines que sobrevivieron se dieron a la fuga.

Uno de los tauren que te ve se acerca a tu compañero.

Necesitamos vendarlo, no llegaría a Narache en este estado.

El cazador saca unas vendas y empieza a vendar la herida.

Esto es muy complicado druida, necesitamos ayuda en los lagos al norte, hay un grupo de enanos dinamitando la tierra para descubrir objetos, pero lamentablemente no son los únicos, un grupo de goblins y humanos están haciendo explosiones por todos lados y no sabemos que buscan.

Al verte preocupado por el tauren te dedica una sonrisa.

No te preocupes, nosotros cuidaremos de él. Seguramente seas más útil allí, si hay alguien indicado para proteger a la tierra es un druida como tú.

El estruendo de aquellos mosquetes me sonaron a gloria, gracias a ellos el compañero, mi hermano y yo salvamos la vida. Por fortuna los cazadores tauren que dispararon además me ayudaron con el compañero herido.

Con sus utensilios ejercieron primeros auxilios, aunque lo que me dijeron que ocurría en los lagos del norte fue un impacto “¿Cómo se atreven a profanar la madre tierra?” Me enerve al escuchar a los cazadores.

Si hermano nuestra madre necesita ayuda. Gracias cuidad de él, lo tenían retenido los javaspines. Dije mientras me ponía en pie y aferrando mi bastón comencé a trotar, en dirección a donde me comentaron los cazadores, era mejor no exprimirme corriendo, a los míos se nos daba mejor trotar.

Con pasos firmes y sintiendo como la tierra bajo mis pies temblaba me dirigí presto al lugar “Aguanta madre voy en tu ayuda”

Te alejas del grupo de taurens mientras caminas por las verdes praderas. Cuando pasas Narache, puedes retomar el camino que tomaste para llegar allí la primera vez esta vez bajando directamente hacia la gran olla de Mulgore. Allí puedes ver las grandes montañas que protegen el hogar de los tauren, además de los elevados picos donde construyeron Cima del Trueno la capital de los tauren.

Cuando bajas, caminas directamente hacia el Poblado Pezuña de Sangre, un pueblo construido en uno de los bordes del enorme lago toropiedra. Al acercarte, puedes ver a lo lejos columnas de humo y escuchar alguna que otra detonación, estas están siendo proyectadas por el eco de las montañas.