Partida Rol por web

Dentro de la necrópolis las cosas estan basante tranquilas, empiezan a ver a su alrededor y ven cuatro caminos, uno lleno de arañas, otro lleno de armas, el tercero está lleno de experimentos mortales de la plaga y el último tenía criaturas de los más extraño, incluso podían ver una leve niebla que les sonaba venenosa.

En ese momento una voz helada invadió sus mentes.

¡Bienvenidos a mis dominios, mi fortaleza es Naxxramas y aquí es donde conocerán su muerte, sería un placer tenerlos como invitados!

Pueden ver un gato negro que pasea por la necrópolis, parece ser el único ser vivo en todo el edificio además de ustedes.

Como buen anfitrión voy a dejarles elegir el camino que quieran tomar, pueden visitar cualquier sala, yo los esperaré en mi trono si es que logran sobrevivir.

El volar no fue algo desagradable, aunque en un principio me note extraño. Pero ver el mundo desde la altura de las águilas era algo impresionante, una extraña sensación de libertad me embargo. Pero pronto toda esa sensación cambio, al llegar a nuestro destino.

La sensación de corrupción, de maldad era más que evidente. Como si un gran peso hubiera recaído sobre mi espalda. Acaricie a Sombra mientras miraba el lugar. Un ser que parecía estar en un lugar que no le correspondía nos recibió “¿Un gato?” Calma. Susurre a Sombra quien casi se lanzó por el felino.

Entonces la voz más heladora que había escuchado nos habló, aferre mi lanza con fuerza y trate de buscar al dueño de la voz. Pero nada, por lo visto deberíamos escoger un camino para poder hallar al verdadero enemigo.

Bien, no tengo una predilección por mi parte. Expongo al resto. Todos parecen igual de podridos.

El viaje es corto pero intenso y llegamos finalmente a la ciudadela. Naxxramas es un infierno móvil, que trae devastación y decadencia, sembrando su podredumbre y depravación en forma de una peste que destruye las vidas y la dignidad de los seres vivos. Sé que hay muchos humanoides que no son dignos de vivir pues su existencia destruye el equilibrio de la naturaleza y las tierras ancestrales de los Kaldorei, pero ninguno de esos daños al mundo se compara con el fin absoluto de la vida que significa la Plaga. Es el enemigo de todos y todo, de eso no hay duda.

Al llegar, vemos la zona y veo a aquel gato, que me llama la atención pues es extraña e inusual la presencia de un animal viviente en un lugar como este. La voz de alguien suena y supongo que ha de ser la del famoso Lich que domina este sitio. Escucho a nuestro compañero Tauren y siento lo mismo que él, por lo cual espero que sea el líder quien decida el camino. En una operación como esta no hay lugar para la democracia, por lo que aguardo las órdenes con calma y presteza.

Al ver al gato empiezas a tratar de conectarte con el y notas dos cosas:

Para empezar el gato es un gato común y corriente, lo segundo que notas es que al parecer el gato está allí por voluntad propia y se siente muy unido a la voz de Kel'thuzad. Probablemente había sido su gato cuando estaba vivo y el amor entre gato y humano superó las barreras de la muerte.

Además, sacando a los miembros del Alba Argenta y ese gato no sientes ningúna otra presencia viva en la fortaleza.

Tu habías llegado hace un tiempo a la Capilla de la Esperanza de la luz, obviamente no te habías sentido cómodo con la luz desde que moriste pero el estar en contacto con los paladines y sacerdotes que día a día luchan para recuperar las tierras actualmente conocidas como las tierras de la peste te hacía tener una sensación de nostalgia de tu época como un ser vivo.

Cuando los grupos de la Horda y de la Alianza se unieron para luchar contra la plaga no lo dudaste y te uniste a ellos, si ibas a estar muerto no querías estarlo como un guerrero sin voluntad propia esclavizado por el Rey Lich. Una vez reunido con el resto de las tropas partiste hacia Naxxramas y ahora te encontrabas con un grupo de elite que intentaba destruir el centro de operaciones de la fortaleza mientras el grueso del Alba Argenta atacaba la ciudad de Stratholme.

Al escuchar la voz potente del Lich Dario no se inmutó y sacó su espada apuntando hacia la puerta en la que se veían hilos de araña y varios huevos con tonos verdes.

¡Caballeros del Alba Argenta, hora de matar insectos!

Diciendo esto empezó a cargar en dirección al cuarto arácnido guiando al grupo hacia un pasillo que parecía un nido de arañas gigantes más que un pasillo de un edificio.

Al entrar en el cuarto lo primero que vieron era una habitación circular donde los esperaba un nerubian gigante flanqueado por dos más chiquitos.

¡Bienvenidos guerreros de Azeroth espero que no les den miedo las arañas!

Al decir esto un grupo de arañas empieza a bajar de sus hilos rodeandolos. Si bien Darion no se inmutó por las arañas el algunos de los guerreros empezaron a demostrar su desagrado, la aracnofbia no era un miedo tan raro incluso entre soldados curtidos por batallas

El joven humano agarró su espada y cargó hacia Anub Rakhan.

¡Soldados del Alba Argenta enfoquense en el nerubian! Magos prendan fuego esos hilos que lo único que hacen es estorbar!

Con una llamarada varios magos destruyeron los hilos dejandolos con via libre para luchar contra los Nerubian.

El cachorro humano mostraba ímpetu, algo que podía ser bueno, pero también podría convertirse en algo malo y lo que era peor ser lo que nos llevara a la derrota. Pero en ese momento no quedaba otra cosa que apoyar y luchar.

Rápidamente seguí a todos, manteniendo una distancia prudencial, mi tarea no era la de luchar, sino más bien velar por el resto. Sombra mi lobo, me flanqueaba su tarea siempre era la de cubrirme mientras yo prestaba atención a lo que sucedía.

Ahorre decir nada, los que allí estaban era gente avezada y experimentada y si no se convertirían en ello.

"Madre protegenos de todo mal y ayudanos a proteger lo que tu creaste" Lancè aquella plegaría para solicitar la ayuda de la madre tierra.

El gato me llama la atención pero sé que no es importante ahora, cuando tenemos una misión tan trascendental que llevar a cabo. Hay mucho que pende de un hilo y lo mejor será enfocarme.

Sigo a Darion por el camino de las arañas, un lugar muy desagradable a todos los sentidos.

De pronto, la batalla comienza cuando una gran criatura aracnoide con dos guerreros más nos desafía y Darion comienza el ataque de inmediato. Me preparo para comenzar la lucha, una que no se ve muy auspiciosa.

Sin duda ese gato es perturbador, por no hablar de la confianza que desprende el enemigo, "espero que sea su error, y no que no seamos una amenaza..."

sigo a dorian y veo como carga contra el guerrero Nerubian, corro a apoyarle gritando desafíos en Darwen.

¡¡Por Ironforge!!

Vuzazahn no le gustaba lo que veía, nada de nada. No le atraían los no-muertos y prefería mil veces enfrentarse a centauros o jabaespines como había hecho casi toda su vida; pero no, no era el caso.

El olor de ese lugar no le atraía nada; pero se mantuvo en su posición, hirguiéndose y moviendo los hombros para desentumecerse mientras que miraba los cuatro posibles caminos en esa necrópolis; pero Darion tomó la iniciativa y optó por el camino de las arañas.

Al ver al nerubian no pudo evitar rascarse el cuello, como si sintiera que unas arañas caminaban por él, y al escuchar las órdenes se preparó para el combate, y ya sabía lo que tenía que hacer.

El nerubian no esperó a que le declararan la guerra abiertamente y se preparó para hacer el primer movimiento, mientras él gritaba.

¡Bienvenidos a mis dominios, siento pequeños corazones latiendo!...¡Pronto ese corazón dejará de latir!

En ese momento empieza a invocar una nube de langostas que rodea al grupo y empieza a molestarlos a la hora de luchar. Para colmo, los dos guardias empiezan a cargar hacia el grupo de defensores de Azeroth.

Cargo contra uno de los nerubian chiquititos, y veo como mi martillo rebota en su caparazón.

La batalla había comenzado, se acabó dudar o pensar, era momento de actuar. Tome mi honda y tras hacerla girar dispare contra uno de eso escarabajos gigantes, no podía quedar herido o expuesto debía estar preparado para curar a mis hermanos de batalla. Por desgracia no cabía duda que alguno necesitaríamos remiendos y en ese lugar solo había un par que pudiéramos realizarlos.

La batalla había empezado y el grupo estaba actuando de manera cohesionada. Bien, todo el mundo estaba dando la talla. Crom ignoró directamente a los pequeños insectos que flanqueaban a su enemigo mayor. Cargó de frente contra el ser arácnido y le descargó un golpe con su mazo.

El combate inicia y mis compañeros cargan contra los enemigos, demostrando gran valor y fiereza. Me preparo para sanar a mis compañeros, pero veo que seré inútil hasta llegado ese momento, por lo que me concentro en ayuda como pueda.

Junto el poder que la naturaleza me brinda y lo concentro en mi pecho. Luego, suelto un rugido enorme que esparce la energía natural por todo una gran zona. El sonido entra en los oídos de mis compañeros, inundando sus corazones con salvajismo y sed de sangre.

Me quedo quieto, preparado para continuar la lucha apenas sea necesaria una sanación.

La hora de la batalla habia llegado y tenia que dar lo mejor de mi mismo. Y eso era invocar a mi siervo demoniaco mas poderoso. Reuní a mi alrededor energias impias mientra pronunciaba las palabras que traerian al demonio. Unas manos de energia oscura aparecieron en el aire y se extendieron a los lados abriendo una puerta oscura. 

- ¡Acude a mi llamada, mi "querido" compañero demoniaco! - Dije triunfal. Esos aracnidos no muertos no sabian lo que les venia encima. 

Anub Rek'han se limita a mirar como luchan cuando sus nerubians cargan contra ustedes. El primero en moverse fue el trol Vuzazahn que se movió rápidamente y empezó a tajear el caparazón de la criatura a diestro y siniestro. Si bien Thorin y Crom atacaron al mismo nerubian tras el trol, los ataques de el paladín y el guerrero no hicieron mucho para perforar el caparazón de la criatura.

Los que si hicieron un ataque interesante fueron Grioever y Crain que dispararon flechas y piedras de una honda pegando en los puntos donde el caparazón dejaba más expuesto al nerubian. Con esos daños rápidamente la criatura empezó a tambalearse. En el medio de la sala Wayland empezó a invocar a un fell imp que empezó a ayudarlos rápidamente, la criatura disparó bolas de fuego al nerubian que ya estaba empezando a sentir el cansancio de la pelea. De todas formas le dió la energía para intentar atacar a Crom, pero el paladín logró aguantar bien el ataque con su armadura.

El resto de la lucha iba bastante bien, un grupo de soldados del Alba Argenta luchaban contra el otro nerubian, mientras un grupo más disminuido de paladines y Darion enfrentaban a Anub'Rekhan quien había intentado mantenerse alejado del combate, pero que no pudo hacerlo por la insistencia del joven paladín.

- ¡Globop! ¡Que ardan! - Le dije al diablillo en cuanto aparecio y este obereció lanzando esferas de fuego a uno de los nerubians. Bien. Mientras él apoyaba a los otros preparé una esfera de energia vil y la arrojé a su lider. 

- Contempla el Orbe de Aniquilacion! - Dije, arrojando el orbe, que impactó y estalló violentamente contra el caparazon de Anub'Rekhan, hiriendole bastante y ademas salpicando a otros nerubianos cercanos.