Partida Rol por web

Mientras caminabas por la Cañada Umbría veías los destrozos que había causado la legión en los bosques del norte de Kalimdor. Si bien la lucha se había sido mayoritariamente en el Monte Hyjal y en Fellwood, los bosques eran un ser viviente y la tierra seguía sufriendo a pesar de que pasaron diez años. Cuando te acercas a Aldrassil ves que hay varios diablillos, la mayoría se concentran en la zona norte, pero puedes verlos rondar por los prados.

Cuando llegas vez la estructura princiapal del pueblo, el mismo está construido en un árbol como solo los elfos nocturnos pueden hacerlo, el árbol da refugio, vida y es el centro del pueblo. Por lo que sabías un pequeño grupo de druidas se iba a juntar en ese árbol a hablar de la situación de la isla, este grupo estaba liderado por Mardant Fuerterroble, ya que el centro del Circulo Cenarion estaba más concentrado con los recientes ataques de Cultistas Crepúsculares en el lejano Silithus.

No te cuesta mucho ver otros druidas que van en la misma dirección y te unes a ellos.

La tierra sufre como lo ha llevado haciendo diez años. La corrupción de la Legión de Fuego ha contaminado gran parte de la naturaleza y se ha perdido el equilibrio en muchos lugares. No se puede cuantificar el daño pues son muchas las vidas que se han perdido y ha sido mucho el daño que ha quedado grabado a fuego en las venas abiertas de Azeroth. Me apeno al ver la situación pero no me rindo a ello y mis esfuerzos por sanar nuestro mundo son una constante en mi vida. Soy un druida y mi labor se debe a la tierra.

"La tierra sufre y su llanto puede oírse cuando el viento mueve las hojas. La naturaleza requiere nuestra ayuda y nosotros la requerimos a ella para existir. Somos parte del proceso y somos el fin a la vez."

Ahora tendré una reunión con otros druidas para decidir acerca de nuestro plan a seguir para continuar reconstruyendo nuestro mundo después de la terrible guerra que nos azotó. No se puede descuidar, no se debe creer que la lucha ha terminado pues cada día nueva flora y fauna muere o se contamina de lo que quedó detrás del paso de los demonios. Desde pequeñas plantas o animales cada vez más oscuros y violentos hasta sectores completos de bosque que no son más que pantanos venenosos. Felwood es el mejor ejemplo y ese bosque quizás jamás vuelva a ser lo que era antes.

Veo como las copas altas de los árboles salen del suelo, un suelo que no es otra cosa que un gran árbol de la vida. El Teldrassil es nuestro hogar, uno de los pocos bastiones que nos quedan a los Kaldorei, el mejor ejemplo de nuestra capacidad de vivir en simbiosis con la madre tierra y que otras razas no conocen. Otros son ignorantes, algunos abiertamente destructores y profanadores, por eso no me agradan en lo más mínimo. Si bien he respetado a los que han sido nuestros aliados en las luchas, cada uno de los individuos que he llegado a apreciar es porque han demostrado con hechos respetar la naturaleza como se debe. Siempre mantengo ese juicio pues es mi deber como guardián.

Camino hacia el punto de reunión cuando veo a otros druidas que se dirigen a la misma zona. Les saludo con un gesto respetuoso mientras me uno a ellos en silencio. Pronto veré a Mardant Fuerterroble, que es toda una autoridad acá en la Cañada Umbría y espero que esta sea mi oportunidad para poder participar más activamente en los procesos de sanación y reconstrucción.

Al llegar al árbol principal de la Cañada Umbría, el grupo sube por los caminos creados dentro del árbol hasta llegar casi hasta la copa. En ese lugar se encuentra una habitación con bancos de madera donde los espera un druida. El mismo tiene un pequeño pájaro en el hombro. Cuando los ve acaricia un ala del pájaro y se va volando desapareciendo de su vista.

Señores, es un honor tener a tan distinguido grupo de druidas en mi hogar. Lamentablemente estamos ante una situación desesperada porque la corrupción llegó a Teldrassil.

Cuando el elfo dice estas palabras el silencio es total.

Cuando muchos de ustedes llegaron aquí probablemente pasaron por la Aldea Brisa Estelar, no se si vieron con atención pero muchos de los Furbolgs que invadieron la aldea no se comportan como los otros de su especie. Eso me lleva a pensar que están sufriendo algún tipo de corrupción, no estoy seguro que sean demonios, pero hay algo que no va bien allí.

Luego mira a lo lejos por la puerta que acaban de entrar ustedes.

También tenemos reportes de diablillos cerca de este árbol. Antes de discutir que hacer debemos conocer mejor la situación, por lo que necesitaremos voluntarios para explorar estos lugares. Lamento tener que pedirles esto pero por la naturaleza de la corrupción no hay nadie mejor que un druida para entender esto.

Al entrar a la habitación dentro de Aldrassil, saludo con un gesto de sumo respeto al druida que tenemos en frente. Escucho con suma atención sus palabras mientras miro hacia abajo y solo cuando ha terminado con sus palabras, doy un paso al frente y le respondo:

 - "Ishnu-alah, Shan'do Fuerterroble. Yo me ofrezco voluntario para hacer lo que sea necesario para restaurar el equilibrio de la naturaleza y combatir la corrupción de este mundo. Mi camino ha sido ese desde mi iniciación y me siento honrado de poder participar activamente en cualquier cometido que se me solicite."

Bajo mi cabeza en señal de humildad y entrega pues eso es lo que siento y que estoy orgulloso de sentir. Mi camino es el del druida y mi obligación es ayudar a la naturaleza y mantener el equilibrio. Desde la última batalla en el Monte Hyjal la corrupción ha sido difícil de eliminar y las palabras de mi superior nos indican que ni siquiera el propio Teldrassil se ha salvado. Es el momento de luchar para recuperar la pureza.

Mardant te mira y te dedica una leve inclinación de cabeza, luego agrega.

Estimado Thero'shan Greenclaw, sería un honor tener a tan distinguido druida colaborando con nosotros en tan complicada empresa, tienes mi bendición ahora ve a descubrir que le pasa a los furbolgs, apiademosnos de esas pobres criaturas.

Te hace una reverencia dándote permiso para salir diciendo.

Ande'thoras-ethil

No te cuesta mucho llegar a la Aldea Brisa Estelar, ya desde lo lejos puedes ver que la misma está ocupada por Furbolgs y no parecen ser los ositos amigables que se pueden encontrar en otras partes del bosque. Estas criaturas parecen tener una sed de sangre latente y confirmas las sospechas de los druidas, esto no es natural.

Al acercarte un poco ves que el centro de la aldea está bien protegido, pero no tanto los costados norte y sur, quizás puedas entrar por uno de ellos.

Hago una reverencia al Druida y me retiro de inmediato para cumplir con mi deber. Salgo del Aldrassil para dirigirme a la Aldea Brisa Estelar mientras espero que los informes exageren. Si la corrupción contaminó a los Furbolgs de aquel lugar, significa que puede estar enraizada en cualquier parte de nuestro hogar. Recuerdo que aquella noble raza fue una de las más perjudicadas por la corrupción demoníaca que llegó hace años con la Legión de Fuego y jamás lograron sanar completamente las heridas que sufrieron.

Entonces recuerdo que nosotros tampoco lo superamos nunca pues muchos de nuestros hermanos tuvieron que hacer el desagradable trabajo de sacar de su sufrimiento a los furbolgs que otrora fueron sus aliados y amigos. Una labor tan necesaria como amarga.

Llego a aquel lugar y noto que los furbolgs han sido contaminados y ahora desean sangre. Me mantengo lejos sabiendo que si me acerco abiertamente puede que sea asesinado por las bestias corruptas. Me acerco por el norte, rodeando para así asegurarme de que nadie me vea llegar y pueda asegurarme de lo que sucede para poder informar con propiedad de causa.

Me acerco lo más sigilosamente que puedo para así no ser detectado mientras intento divisar lo que pueda aclararme un poco la situación de la aldea.

Empiezas a moverte por la parte norte de la aldea, al llegar al limite que separa el bosque de la aldea te pegas contra una de las casas y empiezas a moverte sigilosamente. Al llegar a una esquina te mueves rápidamente y logras ver una figurilla en el poso de luna, la misma parece emanar energías viles y probablemente sea la fuente de la corrupción.

Lo que no te das cuenta es que uno de los furbolgs estaba de paseo por esa zona y te quedó mirando sorprendido. Si bien no le dió el tiempo de actuar primero, tienes pocos segundos para decidir tu proximo movimiento y hacerlo.

La Aldea Brisa Estelar está claramente corrompida y se puede notar en el aire. Las hojas se lo susurran al viento y este canta una triste melodía en mis oídos acerca de ello y de las vidas perdidas por la mancha. Avanzo lo más sigilosamente que puedo para adentrarme un poco en la aldea y así ser capaz de constatar visualmente el estado de la misma y, si es posible, detectar la fuente de la corrupción. El flanco norte de la aldea es mi camino.

Veo la figurilla en la fuente y entiendo que es de ella de donde proviene la corrupción. Su posición en el Pozo Lunar implica que ha, de alguna forma, utilizado sus energías mágicas para producir o diseminar el maligno efecto.

De pronto, veo como uno de los Furbolgs detecta mi presencia y se queda un segundo sorprendido mirándome. Sin perder tiempo y sabiendo que en caso de que quedarme seré asesinado por él o por los otros que serán alertados al instante por el ruido, comienzo a correr sin demora hacia el norte para salir del lugar. No lo dudo y no me detengo, corro y corro para salir de ahí y dirigirme a Aldrassil.

El Furbolg te sale a correr gritando en su idioma, por lo que puedes entender está avisando al resto de tu presencia, pero ninguno de los ositos sigue camino al norte, tras unos minutos corriendo desaparecen de la vista, parece que con solo asustarte se quedaron contentos.

Mardant te ve corriendo y trata corre hacia ti apoyandote en su brazo para ayudarte a caminar.

¿Estás bien? ¿Los Furbolgs te atacaron? Esto es peor de lo que pensaba.

Cuando se alejan lo suficiente como para estar seguros el druida te mira a los ojos.

¿Que pasó?

Te mira con preocupación.

¿Que fue lo que hizo que estas criaturas se volvieran tan violentas?

Corro todo lo rápido que puedo mientras el Furbolg me persigue y llama al resto de su tribu para atacarme. Mi respiración se agita mientras mis piernas se agarrotan pero no bajo la marcha pues sé que dejarme atrapar significa ser asesinado irremediablemente. No creo ser oponente para un guerrero Furbolg y menos si consigue alertar a sus compañeros.

Después de unos minutos, veo que ya no soy seguido y eso me deja bajar un poco la velocidad pero no me detengo pues la adrenalina me mantiene agitado y asustado por la situación reciente. La tensión aún me domina.

Finalmente llego a Aldrassil y soy recibido por Fuerterroble. Recibo su ayuda y recupero mi aliento antes de comenzar a contarle:

 - "Llegué a la Aldea Brisa Estelar y noté de inmediato que los Furbolgs están violentos y sedientos de sangre. Entré sigilosamente hasta llegar a ver el Pozo de Luna de la aldea. Había una extraña figurilla que parecía ser la fuente de donde proviene la corrupción. Entonces me detectaron y logré huir antes de ser atrapado. Eso fue lo que sucedió, Shan'do Fuerterroble."

Termino de descansar para regularizar mi respiración y así calmarme un poco. El susto ha sido grande y por poco no la cuento pero ya estoy en la seguridad y tengo que volver a recuperar mi compostura, preparándome para lo que sea que se me necesite a continuación. He descubierto el origen pero ahora habrá que hacer algo para remediarla o ponerle fin.

Mardant camina de un lado al otro mientra tu le cuentas lo que pasó, el druida se queda en silencio meditando para luego decir.

Durante la Batalla del Monte Hyjal, muchos ídolos totémicos fueron corrompidos por los demonios, la energía demoníaca no necesita más que el contacto con estos objetos de gran poder para corromperlos, creo que si logramos purificar el objeto y volver a depositarlo en su lugar, eso podría limpiar la aldea, es solo una teoría pero debería funcionar.

Mira a los ojos a Aldarion con una sonrisa.

Si quieres puedes descansar, con ese descubrimiento hiciste suficiente, ahora deberíamos enviar a un escuadrón de pícaros a robar el totem, para ellos no debería ser mucho problema.

Me termino de reponer de la agitación y le asiento al druida antes de contestarle:

 - "No necesito descansar, Shan'do. Quiero acompañarles y asegurarme de que se consigue sin problemas. Si es que estás de acuerdo."

La verdad es que a pesar de saber que mi labor se ha cumplido con éxito, me siento comprometido con el tema y no quiero dejar en manos de pícaros una labor que no entienden del todo. Sé que son los más hábiles para entrar y salir sin ser vistos pero solo un druida puede entender el peligro que supone un artefacto de corrupción así y debo estar allí para llevarlo y evitar que cause más daño antes de traerle.

El druida te mira con los ojos bien abiertos.

Eres un druida ejemplar, de todas formas supongo que te sientes responsable por lo que pueda pasarle a los picaros y eso habla muy bien de ti, no solo como druida sino como elfo. Ahora debemos reunir al grupo.

Mardant vuelve al árbol a buscar voluntarios.

Partes con dos picaros en dirección a la villa. Un elfo macho de cabellos plateados y una ágil elfa de pelo verde. Cuando se acercan a la ciudad, ambos te indican que te quedes alejado, que para ellos sería más fácil entrar y salir sin ser vistos y que luego podrías encargarte de purificar el ídolo.

Sin esperar tu respuesta marchan hacia el pozo de luna y el élfo agarra el ídolo. En ese momento sus ojos se abren y su cuerpo empieza a moverse rápidamente, la élfa se queda presa de pánico al ver a su compañero moverse sin control hasta que el ídolo explota en sus manos.

Al verse rodeada por los furbolgs corre hacia ti y utilizan sus habilidades élficas para pasar desapercibidos, cuando los furbolgs dejan de seguirlos notas que ella está llorando.

Eso... eso no lo veo desde el gran cataclismo, ese es el efecto de la mágia demoníaca en los nuestros, algunos pueden aguantarla, pero la mayoría no, somos seres demasiado naturales.

La elfa llora y se apoya en tu hombro.

... espero que su sacrificio sirva para curar esta aldea. Deberías avisarle a Mardant que por lo menos el ídolo ya no será un problema.

Asiento a las palabras de Mardant Fuerterroble y me uno a los pícaros para traer la estatuilla desde la Aldea Brisa Estelar. Si todo sale bien, alejar aquella fuente de corrupción del Pozo Lunar hará que los Furbolgs dejen de corromperse y aquello hará que ese peligro desaparezca. Bueno, eso es lo que espero.

Avanzo junto con los pícaros, tanto un varón como una hembra que parecen sumamente capaces. Avanzo junto a ellos hasta mostrarles el sitio. Ellos prefieren entrar sin mí, lo que acepto pues es claramente la mejor decisión. Me quedo alejado, preparado para apoyarles en caso de que las cosas salgan mal y haya que combatir aunque los tres contra todos los habitantes del lugar sería claramente un suicidio.

Me quedo atento a las acciones hasta que veo como el ídolo explosiona, acabando en el acto con el pícaro. Espero a que la elfa llegue a mí para huir juntos pues aunque debemos irnos, no la dejaré sola. Conseguimos huir y solo cuando estamos seguros llega el momento de hablar.

Ella se apoya en mi hombro para llorar y yo contesto a sus palabras mientras acaricio su cabello:

 - "Tranquila, él ha vuelto a la tierra y es parte del ciclo ahora. Elune cuidará de su alma mientras que su cuerpo se une al equilibrio. Su muerte no será en vano."

Le llevo con cuidado hasta el Aldrassil, donde la dejo para que descanse y me dirijo hacia mi superior. Una vez frente a él, le hago una reverencia antes de hablar:

 - "Shan'do Fuerterroble, hemos conseguido destruir la estatuilla pero a un alto precio. El varon que nos acompañó solo alcanzó a poner su mano sobre ella antes de agitarse y ver como esta estallaba, perdiendo así la vida. Ha sido un triste deceso pero la fuente de corrupción ya no existe."

Mi semblante muestra pesar pues aunque sé que siempre deben hacerse sacrificios en la lucha contra la corrupción, nunca se está dispuesto a ver a un hermano caer por las viles tretas de los demonios. Es un día triste.

Mardant los mira con preocupación cuando ve que volvieron solo dos. De todas formas espera con calma tu explicación. Tras terminar la explicación, él se queda unos segundos en silencio antes de contestar. Cuando empieza a hablar lo hace con calma.

Nosotros los elfos vivimos mucho tiempo en esta tierra y sabemos que en algún momento debemos dejar esta vida, lo que es más triste es el momento de dejarla, peor cuando es culpa de fuerzas demoníacas. Por lo menos podemos estar seguros que dejó su vida luchando por la vida de otras criaturas de la tierra.

Luego te miró a ti y se concentró en ti.

Hay reportes de actividad naga y de cultistas crepusculares en Costaoscura, te recomiendo que viajes a Darnassus, seguramente allí encuentres algo que hacer. Los druidas somos los guardianes de la vida y en momentos de guerra no sobramos.

Te hace una reverencia.

No olvidaremos tus esfuerzos por luchar contra la corrupción, pero creo que tu destino lo encontrarás más allá de esta isla. Ahora puedes ir en paz Aldarion.

Las palabras de Fuerterroble me entregan consuelo pues, a pesar de entender lo sucedido y encontrar paz en el conocimiento del ciclo natural del la vida, es muy importante recibir el apoyo de alguien a quien se le respete tanto como yo lo hago con mis superiores Druidas. Asiento a sus palabras con humildad y le contesto mientras hago una reverencia:

 - "Agradezco mucho sus palabras, Shan'do Fuerterroble."

Luego menciona que se me puede requerir en Darnassus, la ciudad capital de los elfos nocturnos. El viaje no será tan corto pues hay que recorrer casi todo el Teldrassil para llegar allá pero será emocionante recorrer los bosques de nuestro hogar y visitar ese hermoso asentamiento de los kaldorei.

Vuelvo a hacer una reverencia al druida y le hablo:

 - "Muchas gracias a usted por su guía, jamás lo olvidaré. Ande'thoras-ethil, shan'do Fuerterroble."

Le sonrío una vez más y me giro para comenzar mi viaje hacia Darnassus. Estoy emocionado por este nuevo camino que se abre ante mí. Siempre estoy agradecido por descubrir cosas nuevas y servir al Equilibrio en nuevas tareas. Lo haré con orgullo y honor en nombre de todo nuestro pueblo.

Sigues los caminos en dirección a Darnassus, no te cuesta mucho moverte por ellos ya que si en un lugar los elfos se sienten cómodos es en la naturaleza. Luego de caminar un par de horas, llegas a Dolanaar una ciudad donde estás seguro que se encuentran unos de los tumulos druidicos de la isla.

Lo que te sorprende es que hay una gran agitación entre los habitantes de la ciudad. En ese momento recuerda que Tallokai Swiftroot es un druida y uno de los lideres de la ciudad, quizás él te pueda explicar que es lo que está pasando.