Partida Rol por web

La bruma mental se disipa y despiertas agitada. -¿Has recordado algo?- la voz nerviosa, grave y sensual, te pregunta desde algún punto de la estancia -Ya están aquí, debemos movernos, Ivette.- Unos sonidos estruendosos te sacan del trance. Hace un momento te encontrábas en el buque y ahora, no sabes donde estás. El hombre que está contigo, bastante atractivo, te coge del brazo y te conduce escaleras arriba con rapidez mientras intentas poner en orden tus recuerdos.

Sabes que lo conoces, y que su compañía te reconforta, pero no recuerdas su nombre, ni el lugar en el que os encontráis. Sin embargo, te sientes extrañamente bien, poderosa, plena. Sin debilidades ni complejos. Un sentimiento familiar, como si en el buque estuvieras incompleta y ahora...

No tienes los recuerdos pero sí la confianza, coges fuerza y caminas a paso rápido junto a tu acompañante subiendo las escaleras hasta llegar a la azotea y entonces... la visión te da un vuelco en el corazón. Tu amado egipto. Te detienes para contemplar, como si tu alma se llenara mientras tus ojos recorren cada rincón del paisaje. Sus gentes, sus calles, su ambiente, como si fuera una extensión de ti y entonces recuerdas la comunión con "algo".

Tu acompañante se pone delante tuya -Ivette. Preciosa. No hay tiempo para contemplar el paisaje. Nos persiguen.- Tras observar el rostro su nombre te vienen a la mente "Tarlin" el hombre que te ayuda a recordar en un momento turbulento -¿Has recordado el incidente en el buque?- pregunta con interés mientras retomáis la marcha. Frunces el ceño -¡Oh! Ha vuelto a pasar. Tranquila. Se te pasará. Pero desvelar ese misterio es crucial. ¡Vamos por aquí!- Saltando de azotea en azotea por las ocres cornisas llegáis a una ventana por la que os coláis. En un atisbo hacia atrás has visto cuatro hombres enturbantados que os persiguen con filos desenvainados y armas que aún no han disparado.