Partida Rol por web

- Kasr, Drengen ... por aqui ¡¡¡¡ - la urgencia en mi voz denota que he debido encontra algo, podeis ver como acciono una especie de picaportey abro una puerta en la pared que habia permanecido oculta hasta este preciso momento - Kasr , ataca ¡¡¡¡

 Dranger se lanza como un alud con su hacha por delante contra el posible mequetrefe cobarde que nos ataca a traición.

 - ¡Cuando terrmine contigo, piltrrafilla, a tu dicesillo no le serrvirás ni como abono!- Acto segido ponuncia algo a medio camino entre un grito de batalla y un aullido.- YyaaagggggHH!

 Su acero surca e laire buscando la piel del tipejo ese para dar cuenta de él.

Al observar como un enorme torrente de llamas es creado ante mis ojos, con el fin de intentar abrasarme por completo con él, realizo un enérgico salto hacia mi derecha, con el fin de intentar esquivar por completo dicho torrente de llamas o, en el peor de los casos, sufrir el menor daño posible.

Cuando la esfera de fuego se aparece frente a Imdlara, ésta da un salto para tratar de esquivarla. Sin embargo, la bola ignea chisporrotea y desaparece sin darle más que un susto!

Aaarrrg! Malditos! Tienes suerte impía intrusa! Chilla Gali enojado por su fracaso.
En eso, Dranger, Henutsen, y el enorme león, se lanzan por la puerta recién encontrada dispuestos a acabar con el acólito del infernal diablo.

Gali, al ver que están buscando la puerta secreta, retrocede y lee un pergamino.
Jamening escuddo!

La situación se estaba convirtiendo en todo un desafio. Imdlara parecia estar malherida por el rayo de fuego, la clerigo no la había curado no sabía por qué, y al parecer se estaban enfrentando a un mago que dominaba las ilusiones.

Por fortuna habían logrado encontrar una puerta secreta y habían localizado al agresor. Ahora ya tenían una oportunidad contra él. Pero si en verdad era un sirviente de Moloch, Owen tenía interes en capturarlo vivo.

Al ver al fin el acceso al escondite del sirviente de Moloch abierto, el grupo de miembros de la Sociedad se lanza a la cacería del traicionero mago.

La habitacion secreta, está ricamente decorada. El piso está cubierto por figuras geométricas y simétricas que asemejan llamas de fuego, y que parecen estar organizadas formando una especie de dibujo laberíntico....

El mago, retrocede lo más que puede, mientras se prepara para lanzar otro de sus terribles sortilegios.

Kasr y yo somos los primeros y mas rapidos en movernos, claramente hacemos algo a lo que estamos habituados, a flanquear y distraer a nuestros enemigos, asi que dejo pasar al leon a mi lado (retraso mi accion) y veo como rodea al mago (acrobacias) hasta que llega al lado contrario e intenta marcarle con una de sus zarpas (ataque) para que justo despues, yo me acerque por su otro costado e intente que pruebe el sabor de mi cimitarra (ataque con bonus de flanqueo).

- <Vamos Kasr> - osiriani original

Los dibujos me han llamado poderosamente la atencion, pero hasta que no acabemos con la amenaza no me distraere intentando entenderlos.

Leila aguardó, su mente se preparó para el sortilegio curativo, pero reteniéndolo todavía.

 A pesar de querer cargar contra el cobarde mago, Dragner se ve impedido por el león, pero aún así se las apaña para entrar y acorralar al mago para que no continúe huyendo.

 Una vez cortada la retirada le medio dice, medio grita.

 - ¡Aquí terrminan tus trrucos sucios, chispitas, ahorra te arrrepentirrás!

 Antes incluso de terminar las palabras el enano descarga el filo de su pesada hacha, mientras saltan espumarajos de baba, sobre el mago del pelo colorado. Pero desafortunadamente sus ganas de derramar sangre le pueden y se precipita en un golpe que alcanza con fuerza una de las decoraciones de la extravagante habitación.

 -... maldito!

Tras levantarme del caliente suelo del interior del templo, y comprobar que gracias a los Dioses estoy completamente ilesa, me dirijo hacia la puerta que da acceso a la cámara en la cual se encuentra nuestro enemigo, con el fin de ayudar en la inminente batalla que se avecina.

Después, una vez que he llegado a mi destino, cargo mi arco con una de mis flechas y disparo, intentando no dar a Henutsen.

- Vamos a terminar de una vez por todas con este estupido juego, maldito hechicero -

Gali resulta gravemente herido cuando una flecha esquiva su escudo de fuerza, y como granizo a la lluvia le atraviesa la armadura magica. El proyectil, le desgarra el pecho quebrando varias costillas y destrozandole la carne como si se tratara de un trozo de manteca.
El grito de dolor retumba en la pequeña habitacion, y el fiel de Moloch retrocede dejando un rastro de oscura sangre bajo sus pasos.

El mago, se recuesta contra la pared, y lanza una lluvia de colores contra Hanutsen e Imdlara!